martes, 3 de julio de 2007

Otro punto de vista...

Mi compañero, y sin embargo amigo, Mario Benito, nos ofrece su experiencia sobre este desagradecido mundillo del diseño. Todo ello salpicado con referencias a varios de los grandes, como Reinhard Gäde o Mario García. Un texto imprescindible para comprender cómo es el día a día en este, nuestro trabajo diario:

No me gusta

Es el criterio de quienes no lo tienen. Me lo han escupido muchas veces, pero hasta aquella mañana no descubrí que tan curioso argumento parece estar relacionado con mi nacionalidad, que haber nacido en esta España nuestra supone, entre otras cosas, el tener que escuchar sobre tu trabajo valoraciones tan científicas, racionales, periodísticas y con tanto criterio como: esto... es que a mí no me gusta. Nos lo explicó Reinhard Gäde, un alemán inteligente y divertido, de escuela racionalista centroeuropea (cuadriculados llaman aquí los que tanto saben a los discípulos de la Bauhaus) que diseñó desde la nada el diario El País hace ya 31 años creando un modelo de cinco columnas y módulos horizontales con el que ahora se diseñan absolutamente todos los tabloides de prensa no sensacionalista.
Hoy, por ejemplo, nos creemos que los artículos de opinión se titulan con letra cursiva de forma natural, porque sí, pero en realidad se le ocurrió a él mientras intentaba dar forma al que ahora es el primer periódico en castellano. Y las cinco columnas, y recuadrar el tema principal para separar e indicar la noticia principal de cada página, y que la publicidad se contrate por módulos con tamaños predefinidos... Todo eso que ahora todos los demás hacemos como si existiera desde siempre.

Supongo que aquel gesto de asombro que puso al recordarlo es el mismo, o muy parecido, al que se le debía quedar cuando después de inventar un modelo de página de aquel histórico monstruo aparecía por allí el que iba a ser director y después no lo fue, o algún jefe de sección, o jefecillo de lo que todavía no se sabía qué y aún hoy lo están buscando, o un periodista cualquiera, o el repartidor de las pizzas y le decían: “¡Oye, Reinhard!, esto... es que a mí no me gusta”.
Y según el insigne alemán esa falta de respeto hacia el trabajo y los conocimientos del diseñador, este creerse todo el mundo que saben de lo que no saben, de diseño (porque todavía está por suceder el que un maquetador le diga a un compañero redactor: “oye, es que a mí este título que has puesto no me gusta”) lo sufrimos principalmente en España. Nos lo contó durante su participación en las Jornadas sobre Diseño y Fotoperiodismo que organiza cada año Pedro Pérez en el CEU (no se pierdan ni una de estas jornadas, maquetadores, porque son lo mejor que se organiza sobre lo nuestro en Madrid), y nos contó, además, que las primeras veces intentaba hacer ver a quien juzgaba de manera tan fácil, ventajista y equivocada su trabajo que lo importante no era si una página le gustaba o no a una persona que no sabe de lo que habla, que lo importante, decía y dice Reinhard Gäde, es si “la página funciona”. “¿Funciona o no funciona?”, repite con tenacidad germánica y un acento lleno de aristas cortantes. Sí, Reinhard, funcionar, funciona, pero esto... es que a mí no me gusta.

Porque insisten en el que no me gusta pero sin mencionar, ni a Reinhard Gäde ni al más modesto maqueta del periodismo mundo, si la página está ordenada, si la información se dispone sobre módulos y columnas de manera jerárquica, si la tipografía contribuye también a orden y jerarquía.
Nadie discute si los elementos gráficos y textuales ayudan además a que las páginas tenga una identidad de producto, a que parezcan páginas de El País en este caso, a si los criterios estéticos se dirigen a que las páginas se puedan leer mejor, a informar, que es de lo que se trata. No, si todo eso estará muy bien, pero los criterios cuando se desconocen, no existen, y sólo queda el mediocre a mí eso no me gusta que escuchamos todos los días, a veces incluso en boca de quien tiene capacidad de decisión.

Claro que visto desde el aspecto de la nacionalidad con el que comenzaba podríamos pensar que la cosa tiene arreglo, ¿no? Si uno está dispuesto a sacrificarlo todo por un diseño racional y respetado siempre le quedaría la posibilidad de intentar trabajar en otro país que no fuera el nuestro, en algún sitio serio y de personas educadas como Alemania, por ejemplo.
No es fácil, lo sé, pero al menos existiría una salida, ¿no? No. Hasta esta esperanza se desvaneció una tarde de verano durante un curso sobre diseño en la prensa que organizó en El Escorial la Asociación de la Prensa de Madrid junto con la Universidad Complutense, dirigido por Bernardino M. Hernando, maestro de periodistas.
Allí, a la sombra de piedra del Monasterio y las montañas, el más prestigioso de los diseñadores internacionales, Mario García, culminó una hora memorable previniéndonos contra un mal extendido en nuestra profesión por todo el orbe, en toda la superficie del mundo mundial. “Es muy descorazonador nos confesó con semblante triste, “que una y otra vez nuestro trabajo se rechace, o se valore, sin ningún criterio, por gente con poder y dinero”, por quienes deciden, no por quienes saben. En todas partes. “Quien quiera trabajar en el diseño tiene que saber que le sucederá esto, y que tendrá que aceptarlo”, nos advirtió como un padre a un grupo de asustados hijos. A él le había sucedido, le sucedía y le sucedería. De nada le servían años de experiencia y sabiduría acumuladas, ni siquiera el prestigio de haber rediseñado diarios de todo el mundo, principalmente en los Estados Unidos, donde vive y trabaja, porque al presentar sus nuevas páginas sabe que, incluso él, seguirá recibiendo, una vez y otra, en todas partes, la misma respuesta: sí, está muy bien, pero es que eso... a mí no me gusta.
Mario F. Benito

11 comentarios:

  1. El que manda quiere controlar todos los pasos del proceso, aunque no los comprenda. El desconocimiento produce miedo, a aquello que no controlamos, y por eso se dejan de usar criterios racionales y se pasa a otros como : "Lo haces porque yo soy subdirector y tú un simple maquetador"... Y como la cadena de mando es así, pues ¿qué vas a hacer?. Yo soy infografista, pero al fin ya la cabo es lo mismo. ¿Cuántas veces no se habrá oído una conversación del tipo...

    MANDO - Haz esto así
    MAQ/INF - Va a quedar mal
    MANDO - Me da igual, tú hazlo
    Horas después....
    MANDO- Oye. cambia esta página/gráfico, que es horrible...

    La gente debería hacer caso de los especialistas en cada campo, que para eso están contratados, pero esa es la historia del mundo, no sólo del periodismo.

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  2. Vaya, veo que el post anterior tuyo va en el mismo sentido... Lo que demuestra que en todos lados pasa igual

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  3. No se trata sólo de que quien manda quiera controlar todos los procesos, algo que por otro lado es lógico. Si manda, que mande, para eso está y le pagan. Lo desconcertante es que quien manda no sepa de lo que manda (y por eso no tenga criterio), que no se premie la excelencia y la competencia, sino la lealtad a los jefes superiores y la docilidad. No suelen promocionar los mejores, tener criterio no es uno de los criterios que se buscan cuando se trata de nombrar a alguien responsable.

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  4. Pues si, en este campo en el que trabajamos, siempre pero siempre, siempre nos acabamos encontrando con estos comentarios. Imaginaros que a un fontanero le dijeran, vale esta tuberia funciona pero es que... a mi no me gusta. Este ejemplo se lo he puesto a un monton de periodistas, directores, subdirectores, redactores en jefe, directores comerciales, etc, etc, y como si oyeran llover. En fin paciencia, en todo caso gracias a este articulo me siento más acompañado.

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  5. Dos cosas:

    1) Esto no sólo pasa en el diseño. Está presente en cualquier trabajo y se basa en la máxima "quien paga manda".

    2) ¿Y no será que muchas veces no se dan suficientes argumentos para que pueda venir cualquiera a decir que algo no le gusta?

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  6. 1)Nadie discute quién manda, sino quién tiene criterio. Esto a mí no me gusta no lo es, aunque tengas dinero.

    2) En mi artículo creo que tienes unos cuantos argumentos. Lee detenidamente

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  7. Mario, estoy totalmente de acuerdo en que quien paga manda y que los mandos están para algo. Esta claro que quieran intentar controlarlo todo. Pero en un buen jefe también está conocer las limitaciones propias , saber delegar y dejar hacer a los especialistas su trabajo.
    Y a mí no me importa que un redactor (ya ni un jefe) me diga "este gráfico no me gusta", siempre que no venga como una imposición y me de unas razones. O al menos espere a oír por qué se hacen las cosas y por qué no se hacen otras.
    Y si no les importa opinar de gráficos o maquetas, espero que tampoco les importe que yo hable de titulares, entradillas o textos pero, ay amigo, eso son palabras mayores...

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  8. Cuando planteaba –que no aseguraba, y por eso va entre interrogantes- sobre que la falta de argumentación invita muchas veces a la crítica fácil no me estaba refiriendo tanto a los ejemplos que aparecen en el texto, que son claros, sino al hecho que es necesario esforzarse siempre en demostrar que el diseño no es una cuestión de gustos estéticos (como puede pensar un periodista o un editor) si no de fórmulas comunicativas. Acá, mucha gente metida en el diseño (no generalizo ni digo que sean mayoría) falla, pues argumenta con principios que no van a caber o no interesan en la cabeza del que manda. Por eso, es necesario también aprender a argumentar.

    Sobre lo de quien paga manda y que quien manda no tiene criterio, sucede lo de siempre. El que manda suele creer que, precisamente, si llegó donde está es porque tiene más criterio que los demás. ¿Y cómo se lo convence de lo contrario? Imposible.

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  9. Pues no se que será... tal vez será el sereno, pero a mi esta nota no me gustó. ;¬)

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  11. Totalmente cierto, no saben y quieren controlarlo todo. Soy una maquetadora diseñadora que esta empezando, llevo ya eso de un añito pero ya me he dado cuenta de todo lo que comentas en tu articulo; nadie respeta tu trabajo, solo quieren maquetas de poco texto y "bonitas" y e la hora del diseño ya he llegado a oír verdaderas barbaridades... y lo que mas es "hazme la foto mas grande, que se vea bien" ains, en fin.... el DIA que me pidan mi opinión de verdad no se si podré soportarlo.

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