lunes, 19 de mayo de 2008

Diseñario (XVIII)

Que el lunes es el día de la luna lo confirma cada entrega del Diseñario, porque es una locura propia de lunáticos, de ese comité de expertos que nos ofrecen este conjunto de experiencias, lecturas, narraciones orales y pedazos de su vida agrupados en palabras. Y, además, os invitan a que participéis. Hacedlo ahora que estáis a tiempo de formar parte, más o menos grande o incluso pequeña, de la historia universal del periodismo.





Interletraje. En tipografía, como su propio nombre indica, espacio existente entre las letras de un texto. Aunque habría que distinguir dos tipos de interletraje: el espacio general entre los carácteres en un texto (tracking) y el espacio existente entre pares específicos de carácteres para que su legibilidad sea correcta (kerning). El interletraje depende de muchos factores y varía en función de familias, cuerpos e incluso del uso de colores. Algunos procesadores de textos llaman «espaciado» al tracking e «interletraje» al kerning, pero en honor a la verdad, interletraje son los dos, independientemente de su función. A los que hemos tenido la suerte de padecer el sistema Edicomp, se nos ha quedado grabada la expresión "CS" para referirnos al track. Sus valores podían ser negativos o positivos según quisieras estrechar o ampliar el espacio interletril. "CS" viene de «cambio de set», que aunque suene a muerte súbita de un partido de tenis, se refiere a cambio de características tipográficas de una fuente. Los redactores lo consideraban una gran ayuda, porque claro, un poquito de "CS" (y "PF1-8", ¡que eso es otro tema!)... y texto ajustado. Es decir, así ajustaba los textos Felipe II. De lo que se desprende que el tema del interletraje es uno de los grandes caballos de batalla entre los maquetadores y los redactores. Porque, como en todo en la vida, el interletraje tiene un límite, que suele ser el del sentido común, algo tan normal por una parte y tan difícil de encontrar en una redacción, por la otra.

Interlínea. Espacio entre las líneas de un texto. El interlineado normal más pequeño se corresponde con medio punto o un punto más que el cuerpo empleado. Sólido: es aquel que equivale a los mismo puntos que el cuerpo empleado. Auto: es el utilizado por defecto en las aplicaciones de autoedición y, normalmente, equivale al 20% más del cuerpo. Negativo: el que se sitúa por debajo del cuerpo empleado. Suele utilizarse cuando se compone en cuerpos muy grandes o para textos en mayúsculas o versalitas. Positivo: el que equivale a más puntos que el cuerpo del tipo.

Internet. Conjunto de cables y ordenadores enchufados y conectados entre sí de tal manera que juntos somos nosotros y vosotros.



J


Janson y Jenson. No son como podría parecer a primera vista un dúo de humoristas, ni mucho menos; sino dos tipos de letra. Ambos son clásicos, romanas humanísticas con serif, el primero de ellos por orden alfabético que no de antigüedad, Janson, grabado en 1684 por el húngaro Niklaus Kis (1650-1702) en la ciudad de Amsterdam. Tal vez por este motivo el alfabeto en cuestión se atribuyó de manera errónea al tipógrafo holandés Anton Janson y comenzó a llamársele Janson hasta nuestros días, porque desde entonces se han venido utilizando, y mucho, estos nobles y elegantes caracteres. Tampoco hay que confundir la Janson con la Jenson, como de hecho ha sucedido a veces. Esta última está considerada la primera tipografía romana para impresión, fuente de inspiración para Garamond y Manuzio (ahí es nada) y se debe al francés Nicolaus Jenson (1420 aprox.-1480), quien llegó incluso a trabajar con Gutenberg en Mainz (Alemania), durante tres años. La muy afamada familia de impresores holandeses Elzevir grabó utilizando y adaptando los tipos de Jenson durante siglos con tanto éxito que se ha llegado a llamar elzevirianos a todas las familias de letras romanas de forma general; ahora ya no, en tiempos digitales y confusos, lo elzeviriano podría asociarse a cualquier cosa sin que apenas nadie reparase en el error o el acierto.
Confusiones aparte, algunos de nosotros siempre recordaremos con un cariño especial los elegantes subtítulos del último diario El Sol de Madrid (1990-1992) compuestos en Janson Text (junto a algún otro elemento más: títulos secundarios, entradillas...) consiguiendo un eficaz contraste con las Grotesques que Roger Black diseñó para los títulos. La Janson y aquel periódico siempre serán eso, una parte de nuestras vidas, no muy grande, pero inolvidable.

Jenson. Lo acabamos de explicar.

Justificado. Manera de componer el texto en la cual todas las líneas, a excepción de la última de cada párrafo que se alinea a la izquierda, llenan por completo la caja alineando tanto a la izquierda, al comienzo, como al final de las mismas en el margen derecho. El lector avezado reparará enseguida en que necesitaríamos una carambola milagrosa del destino para conseguir que todas las líneas tuvieran el mismo número de caracteres y, lo más difícil aún, que fueran caracteres que midieran exactamente lo mismo porque a diferenca de lo que sucedía en las antiguas máquinas de escribir, en las artes gráficas no todos los caracteres miden igual sino que cada uno mide lo que mide: muy poquito una "i" o una "l", y mucho una "m" o cualquiera de las mayúsculas. ¿Cómo se consigue entonces que todas las líneas midan exactamente lo mismo y la composición justificada asemeje un bloque? Pues repartiendo el espacio en blanco entre las palabras y, si es preciso, un poco entre los caracteres. Esto suponía antes una laboriosísima tarea que los cajistas efectuaban a mano (eran auténticos artesanos, los buenos muy solicitados y bien remunerados), pero que ahora los ordenadores hacen por nosotros, mejor o peor en función de los parámetros y la tolerancia que permitamos en las especificaciones de p&j (partición y justificación). Lo ideal es conseguir blancos homogéneos en todas las líneas, claro, pero aquellos que se fijan en los detalles, se habrán dado cuenta de que no siempre se consigue.
Además de toda esta faceta técnica, la justificación o no de los textos supuso una toma de postura en los debates de los años de las vanguardias centroeuropeas de comienzos del siglo XX, materializados en la "Nueva Tipografía" abanderada por la Bauhaus y por Jan Tschichold. Entonces, los "nuevos" diseñadores y tipógrafos apostaron por lo que denominaron "composición asimétrica" con textos siempre alineados a la izquierda como oposición a las tradicionales composiciones simétricas de títulos centrados y textos justificados. Algunos, como el propio Tschichold, renegaron después de sus principios radicales (siendo acusados públicamente de "traidores"), o los flexibilizaron; y ahora, desligados de planteamientos políticos que asociaban izquierdismo progresista con asimetría (todo a la izquierda), y tradición de derechas con la tradicional simetría, la práctica totalidad de los libros y periódicos se componen justificados, y los títulos se alinean indistintamente al centro o a la izquierda, aunque hay quien sigue defendiendo los textos alineados siempre a la izquierda dejando que las palabras se partan con guiones, para no modificar así el espacio en blanco entre palabras, otro de los pilares de la buena tipografía.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.

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