Esta mañana, ETA ha atentado de manera vil y cobarde en la Universidad de Navarra. Un coche bomba, aparcado en el parking de la fachada este del edificio central, ha explotado poco antes de las 11:00 h. convirtiendo el lugar en un caos de humo, fuego, hierros y cristales rotos. A escasos cien metros de la explosión , la biblioteca, los comedores universitarios, la Facultad de Comunicación y dos colegios mayores. Miles de estudiantes, profesores y personal de la universidad en sus tareas diarias. Gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas mortales, tan sólo 17 heridos leves por la potencia de la deflagración y cuantiosos daños materiales. Me sigue pareciendo increíble siendo la zona de la explosión una de las más transitadas a esas horas, el camino que conecta los colegios mayores con el edificio central y los comedores.
El edificio central, blanco nuevamente de los terroristas de ETA.
En esa Universidad descubrí hace no tantos años, mi pasión por el periodismo. En esa Universidad conocí a profesores y compañeros que no hicieron sino aumentar mi respeto y admiración por ese profesional que se llama periodista. En esa Universidad abrí los ojos a una realidad que desconocía por idealizada y de la que hoy, afortunadamente, vivo. Y esa Universidad me dio el mayor regalo posible de todos: la posibilidad de conocer a mi mujer. Cuatro de los mejores años de mi vida. Por eso esta mañana, al ver las imágenes del edificio central en llamas, ése en el que empecé mis clases en el aula 34, el mismo edificio en el que pasé interminables horas en "Faustino", la cafetería con la mejor tortilla de patatas del mundo, donde hice mis primeras prácticas de Radio en los estudios de la Torre, y donde pasé años trabajando en sus sótanos con mi querido Antonio Pérez, gallego de pro, charlando, riendo y forjando una amistad que no necesita de proximidad para ser más fuerte cada año, esta mañana me ha dolido como si estuviese allí. La misma impotencia, la misma rabia...
Desde encajabaja condenamos el atentado y queremos mandar un abrazo fuerte y toda nuestra solidaridad a los estudiantes, profesores y profesionales que componen la Universidad de Navarra. Con muchos de ellos nos unen fuertes lazos de amistad y respeto. Muchos de sus antiguos alumnos son compañeros nuestros en el periódico. Que ETA atente en una universidad (en la de Navarra ya ha ocurrido en seis ocasiones) demuestra que tipo de sociedad persigue. Una en la que las ideas, el respeto, el conocimiento, la libertad y la democracia no tienen cabida. En la que discrepar se paga con una bomba.
Desde encajabaja condenamos el atentado y queremos mandar un abrazo fuerte y toda nuestra solidaridad a los estudiantes, profesores y profesionales que componen la Universidad de Navarra. Con muchos de ellos nos unen fuertes lazos de amistad y respeto. Muchos de sus antiguos alumnos son compañeros nuestros en el periódico. Que ETA atente en una universidad (en la de Navarra ya ha ocurrido en seis ocasiones) demuestra que tipo de sociedad persigue. Una en la que las ideas, el respeto, el conocimiento, la libertad y la democracia no tienen cabida. En la que discrepar se paga con una bomba.
No podréis con nosotros.
Somos más.
Somos mejores.
Suscribo a todo.
ResponderEliminarSiempre me he sentido parte de esta gran universidad, la de Navarra, y hoy muy especialmente al conocer la barbaridad que hemos vivido. Me uno a la denuncia de encajabaja y comparto al 100% los comentarios que habéis publicado sobre esta grandísima universidad.
ResponderEliminarvil y cobarde cuñao, así actúa esta gentuza.
ResponderEliminarLos ángeles de la guarda han tenido mucho trabajo esta mañana.
Si estos cabrones piensan que unas cuantas explosiones van a amedrentar a todo un país como España, van listos.
NO PODRÁN CON NOSOTROS.
Porque creo que todos los que estuadiamos allí nos dejamos un trocito de nosotros.
ResponderEliminarPedazo de artíulo Javier.
Un abrazo!
Gracias por el artículo, Javi. Creo que hoy todos los ex alumnos estamos muy cerca de Pamplona, a pesar de la distancia.
ResponderEliminarLucía
estoy contigo Javi y sobre todo con toda esa gente que le ha tocado vivir de cerca este terrible atentado.
ResponderEliminarHoy me siento más cerca de Pamplona, ya que allí he vivido los mejores años de mi vida de estudiante, y guardo aún los mejores recuerdos...
Dar a toda la gente mucho ánimo, y unir nuestras fuerzas aunque sólo sea para decir que NO PODRÁN!
Javi, gracias por el artículo!
Mónica
Eres el mejor cuñado que tengo!!
ResponderEliminarFui alumno de esa universidad. He sentido mucha impotencia al ver hoy las noticias. Gracias por poner voz a todos los que hemos sentido lo mismo que tú.
ResponderEliminarJulio Galván
Espero que lleves razón. No pueden ganar. Enhorabuena por vuestro blog
ResponderEliminarJavi, me he emocionado con el recuerdo de esas horas en el almacén 10. Realmente les debe doler lo que se hace ahí para que vayan por la sexta bomba, pero además es tan cobarde... Pero nosostros a lo nuestro, que es trabajar. Un abrazo
ResponderEliminarAntonio
Yo también hice la carrera en el aula 34. Pasé magníficos momentos en ese edificio. Ayer lo sufrí desde la distancia.
ResponderEliminarMagnífico post. Suscribo todo.
Edurne
Bravo. Me encanta vuestro blog. No podría estar más deacuerdo con vosotros...otra vez.
ResponderEliminarTambién es mi universidad. Pero bueno, ya está.
ResponderEliminarGracias a todos los que han escrito, a los que se han interesado...
Aunque no conozcas a muchos, sientes esa compañía... Y reconforta.
Volvemos a la normalidad, que es lo importante.