Llegamos a la entrega número cincuenta, esa letra romana L en tipografía Georgia, o en cualquiera de las que tengan serif presentes en vuestros ordenadores, porque así es de momento el control de las tipografías en internet, de color rojo, que nos presenta a otra letra, a la última de las vocales en el alfabeto. ¡Cincuenta entregas!, sin faltar una sola semana a vuestra cita, excepto en los previamente anunciados periodos de vacaciones, de este Diseñario, obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, de carácter colectivo, irreverente, no demasiado académico y, por supuesto, abierto a vuestra participación... si queréis.
U
U. Repetido y en coro, sonido que recibe como recompensa aquel maqueta que perpetra una página de periódico llevado por el afán de adornarla en vez de informar. Eso en mayúsculas, en minúscula es otra cosa.
Univers. Tipo de letra de palo seco, obra del gran tipógrafo suizo Adrian Frutiger para la fundición de Charles Peignot en París. Se trata de una familia diseñada para la primera máquina de fotocomposición Lumitype entre 1955 y 1957 y que, además, fue el primer tipo concebido para tener un gran número de series o variantes que abarcaron superfinas, estrechadas, ensanchadas, todos los grosores e inclinaciones imaginables... antes de que las máquinas pudieran deformarlas como sucede en la actualidad. No se necesitó buscar entonces recursos fuera de la tipografía, como los socorridos letraset o las engorrosas y caras manipulaciones fotográficas, porque ofreció nada menos que ¡21 series!, cada una de once cuerpos y cien signos, diseñados uno a uno para cada cuerpo y variante, permitiendo una cantidad increíble de combinaciones, contrastes entre grosores y tamaños inéditos hasta entonces. La base fue la Univers regular (Univers 55) a partir de la cual Frutiger desarrolló todas las demás enfrentándose a importantes problemas ópticos en una labor que a día de hoy nos resulta asombrosa.
Sucedió que, para su desgracia, en esa misma época, justo en el año 1956, la fundición suiza Hass lanzó al mercado su Neue Haas Grotesk, rebautizada como Helvética en 1961 cuando fue adquirida por la empresa alemana Linotype y, claro, a pesar de la enorme calidad del diseño de la Univers, el éxito de su compatriota suiza fue tan grande, que todavía ahora hay quien considera a la Helvética como el tipo de letra más perfecto de todos los tiempos.
Ambos tipos fueron la respuesta suiza al diseño después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se buscaron letras de palo alternativas a la excesivamente geométrica Futura del también genial Paul Renner. Partieron ambos, Frutiger (Univers) y Miedinger (Helvética), del Akzidenz Grotesk creado en 1896 por H. Berthold y mientras la "rigidez" de la composición en frío de la fotocomposición ayudó en principio a la Univers, que contaba con todas sus variantes, las formas poderosas de la Helvética se fueron imponiendo hasta llenar y casi saturar el mundo tipográfico. Las posibilidades que ofreció la digitalización y la facilidad con que pueden deformarse ahora todos los caracteres de todos los tipos de letra con los programas de autoedición han supuesto que aquella ventaja suya inicial resulte ahora intrascendente hasta convertir a nuestra querida Unviers en un tipo más entre cientos, miles, incontables "eslabones posteriores de la cadena" como definió el propio Frutiger cada nuevo tipo de letra y a cada nuevo tipógrafo.
Umbral de descojonamiento. Término creado por el equipo de expertos de encajabaja y que por consiguiente resultará imposible encontrar en ninguna otra obra de referencia ni escuchar en la redacción de ningún periódico, a no ser que se encuentre allí alguno de sus miembros, evidentemente. Define a un punto de no retorno a partir del cual los cambios que se hagan en una página sólo conseguirán empeorarla. Se puede llegar a él aplicando la tan manida como odiosa práctica del "dale otra vuelta" y no tiene nada que ver con reírse mucho al pasar por una puerta, o algo por el estilo.
El umbral de descojonamiento existe, a pesar de que resulta extremadamente difícil determinar cuándo hemos llegado a él, y podemos afirmar su existencia porque nos lo demuestra la experiencia diaria. Así pues, debe considerarse como un descubrimiento científico del que reclamamos la autoría que, además, viene a corroborar un aspecto de la teoría platónica de las ideas: la página ideal, reflejo de su correspondiente "idea", la mejor opción que puede lograrse con determinados elementos y en la que fijamos este escurridizo umbral. Siguiendo este impecable razonamiento lógico filosófico, si alcanzamos la mejor de las páginas posibles, bien sea al primer intento o después de un número determinado y finito de pruebas, o de darle vueltas a algo, estaríamos en un punto (el umbral de descojonamiento) a partir del cual si seguimos haciendo cambios lo único que conseguiremos es empeorar la página, descojonarla.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.
Univers. Tipo de letra de palo seco, obra del gran tipógrafo suizo Adrian Frutiger para la fundición de Charles Peignot en París. Se trata de una familia diseñada para la primera máquina de fotocomposición Lumitype entre 1955 y 1957 y que, además, fue el primer tipo concebido para tener un gran número de series o variantes que abarcaron superfinas, estrechadas, ensanchadas, todos los grosores e inclinaciones imaginables... antes de que las máquinas pudieran deformarlas como sucede en la actualidad. No se necesitó buscar entonces recursos fuera de la tipografía, como los socorridos letraset o las engorrosas y caras manipulaciones fotográficas, porque ofreció nada menos que ¡21 series!, cada una de once cuerpos y cien signos, diseñados uno a uno para cada cuerpo y variante, permitiendo una cantidad increíble de combinaciones, contrastes entre grosores y tamaños inéditos hasta entonces. La base fue la Univers regular (Univers 55) a partir de la cual Frutiger desarrolló todas las demás enfrentándose a importantes problemas ópticos en una labor que a día de hoy nos resulta asombrosa.
Sucedió que, para su desgracia, en esa misma época, justo en el año 1956, la fundición suiza Hass lanzó al mercado su Neue Haas Grotesk, rebautizada como Helvética en 1961 cuando fue adquirida por la empresa alemana Linotype y, claro, a pesar de la enorme calidad del diseño de la Univers, el éxito de su compatriota suiza fue tan grande, que todavía ahora hay quien considera a la Helvética como el tipo de letra más perfecto de todos los tiempos.
Ambos tipos fueron la respuesta suiza al diseño después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se buscaron letras de palo alternativas a la excesivamente geométrica Futura del también genial Paul Renner. Partieron ambos, Frutiger (Univers) y Miedinger (Helvética), del Akzidenz Grotesk creado en 1896 por H. Berthold y mientras la "rigidez" de la composición en frío de la fotocomposición ayudó en principio a la Univers, que contaba con todas sus variantes, las formas poderosas de la Helvética se fueron imponiendo hasta llenar y casi saturar el mundo tipográfico. Las posibilidades que ofreció la digitalización y la facilidad con que pueden deformarse ahora todos los caracteres de todos los tipos de letra con los programas de autoedición han supuesto que aquella ventaja suya inicial resulte ahora intrascendente hasta convertir a nuestra querida Unviers en un tipo más entre cientos, miles, incontables "eslabones posteriores de la cadena" como definió el propio Frutiger cada nuevo tipo de letra y a cada nuevo tipógrafo.
Umbral de descojonamiento. Término creado por el equipo de expertos de encajabaja y que por consiguiente resultará imposible encontrar en ninguna otra obra de referencia ni escuchar en la redacción de ningún periódico, a no ser que se encuentre allí alguno de sus miembros, evidentemente. Define a un punto de no retorno a partir del cual los cambios que se hagan en una página sólo conseguirán empeorarla. Se puede llegar a él aplicando la tan manida como odiosa práctica del "dale otra vuelta" y no tiene nada que ver con reírse mucho al pasar por una puerta, o algo por el estilo.
El umbral de descojonamiento existe, a pesar de que resulta extremadamente difícil determinar cuándo hemos llegado a él, y podemos afirmar su existencia porque nos lo demuestra la experiencia diaria. Así pues, debe considerarse como un descubrimiento científico del que reclamamos la autoría que, además, viene a corroborar un aspecto de la teoría platónica de las ideas: la página ideal, reflejo de su correspondiente "idea", la mejor opción que puede lograrse con determinados elementos y en la que fijamos este escurridizo umbral. Siguiendo este impecable razonamiento lógico filosófico, si alcanzamos la mejor de las páginas posibles, bien sea al primer intento o después de un número determinado y finito de pruebas, o de darle vueltas a algo, estaríamos en un punto (el umbral de descojonamiento) a partir del cual si seguimos haciendo cambios lo único que conseguiremos es empeorar la página, descojonarla.
Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.
Me encanta el umbral de descojonamiento
ResponderEliminaray,.,
ResponderEliminarEste ay.. ¿Es de tocarse o de dolerse?
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