Nos referimos al diseñador de la imaginaria revista Millennium. Un joven de treinta y pocos años que se encarga de darle el toque "moderno y atractivo" a la publicación donde trabaja Mikael Blomkvist, el reportero sueco más famoso de los últimos tiempos. Ya sabemos que Christer es un personaje de ficción, pero si se nos presentara de carne y hueso nos diría que eso no estaba bien, o que por lo menos dificultaba un poco la lectura. Y estamos de acuerdo, porque miren esta doble página que dedicó el pasado domingo El País a Stieg Larsson (autor de la trilogía) y la próxima salida de "La reina en el palacio de las corrientes de aire" (Editorial Destino).
La doble y un esquema de su lectura.
Una posible solución.El caso es que la fluidez de lectura de esta doble es, cuanto menos, complicada. En lugar de ese pasillo de cuatro columnas por debajo de la entrevista (que a simple vista para formar parte de ella), Christer podía haber puesto esta misma a tres columnas, en el centro o de salida. De esta manera, le quedarían dos columnas de pase del texto principal, en la primera y quinta columna o en la primera o segunda. Ignoramos el porqué se hizo así, pero la lectura es un poco complicada. Se podía haber dejado así, pero en ese caso era mejor poner la entrevista de salida, para que así quedara "arropada" por el resto del texto. Pero esto son opiniones subjetivas, evidentemente. Y nos encantaría conocer tu opinión al respecto.
De todas formas, creemos que nunca podremos conocer la opinión de Christer, aunque estamos seguros que hubiera disfrutado igualmente de su lectura sólo por el hecho de conocer un poco más a su "padre". No sabemos si sale en el tercer y último libro de la saga. Suponemos que sí, pero, por si acaso, mañana a primera hora bajaré a la librería de la esquina a preguntarle si le gusta la página.
Completamente de acuerdo con el artículo. Una vez más, problemas de legibilidad.
ResponderEliminarCreo que en los últimos años en los equipos de diseño de los periódicos se ha dejado de estudiar cómo se mueve el ojo sobre la página, cuales son las zonas calientes y frías y, sobre todo, cómo provocar que el lector siga el orden de lectura que quiere el diseñador.
Porque un buen diseñador no es el 'presunto artista' que hace páginas 'chulas' tipo “mira cómo me miro el ombligo”.
Un buen diseñador, en mi opinión, debe ser como un buen torero. El objetivo es meter al lector en la página e ir conduciéndole por ella tanto en el orden como en el ritmo de lectura. Al final, el lector se ha ‘bebido’ la página casi sin darse cuenta. ¿Quedan muchos diseñadores capaces de hacer eso o de hacer un rediseño en el que prime eso? ¿Se habla en las secciones sobre esos temas o sobre la última tipografía o el último recurso gráfico de moda?
Cuando lo primero deja de ser lo importante, y prima la estética sin importar el contenido, llegan los saltos, la dificultad para encontrar por dónde continúa el texto… y que la gente prefiera leer las cosas en internet.
Muy grande Mariano. Como siempre.
ResponderEliminarPues si hablamos del contenido de doble página en cuestión... ni un sólo dato que no se hubiera publicado hace ya tiempo (incluso en estos humildes píxeles). Tan sólo unos "interesantísimos" correos "en exclusiva" entre el autor y su editora (incluido "su último correo"), del estilo de "te mando las pruebas", "gracias" y así. Tal vez por eso no quisieran facilitar el orden de lectura... para lo que había que leer.
ResponderEliminarUn saludo y a ver si te pones en contacto con nosotros, Mariano, a través de email o como quieras, porque tus opiniones son siempre del máximo interés.
Están más ocupados en subir precios y cerrar suplementos
ResponderEliminarYo no me he leído los libros pero las adaptaciones son un horror, todo es tópico y no hay acción, ni ritmo, es increíble todo y el reparto es pésimo. El cine sueco está tan muerto como el cine italiano, dos filmografías antes gloriosas. ¿La viuda del Larsson no puede demandar a la productora?, la han timado.
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