martes, 13 de octubre de 2009

Moderación salarial en tiempos de crisis

Contaba Julio Camba que en los Estados Unidos de América del Norte la máxima aspiración de sus ciudadanos era, más que llegar a ser presidente del país, convertirse en ex presidente. Libres ya de toda responsabilidad y crítica, los medios de comunicación eran, y son, capaces de pagarles ingentes cantidades de dinero a cambio de nada, que es precisamente de lo que tratan las colaboraciones en prensa con tan excelsas firmas. Está escrito con una inteligencia deslumbrante, una perfección formal por la que no pasa el tiempo y el humor más corrosivo que periodista español alguno haya gastado hasta la fecha en uno de los artículos recogidos en "La ciudad automática", crónicas que envió como corresponsal del ABC en Nueva York entre los años 1929 y 1931, incluido Crack bursátil que vivió y relató. Hablaremos de Camba, pero no ahora.



Hoy el tema es la ex presidencia, lo bien pagada que sigue y, como entonces, a cambio de no se sabe bien qué. Bueno sí, posiblemente siga siendo a cambio de nada. Bien pagada y más, porque incluso en estos tiempos de crisis brutal no sólo les pagan muy bien sino que ademas ¡les suben el sueldo! como consejeros en empresas de comunicación mientras para ahorrar costes se despide a periodistas, es decir, a quienes las llenan de contenidos, como hemos sabido que ha hecho recientemente el señor Murdoch con el señor Aznar. Un 4,3%, para ser más concretos, situando su retribución anual por encima de los 140.000 dólares, que nuestro ex presidente percibe a través de la sociedad limitada Famaztell ("Familia Aznar Botella", ven como hay que apoyar a la familia) creada para gestionar sus ingresos privados, cuando todavía era presidente de nuestro Gobierno, sin que este pequeño detalle le impidiese ya cobrar por dar consejos, nunca favores, eso no, porque ya entonces comenzó su relación con esta empresa.

El señor Rupert Murdoch es el dueño de News Corporation, la empresa dueña de ESTOS periódicos; de ESTOS estudios de cine y productoras audiovisuales; de ESTOS canales de televisión; más ESTOS de televisión por cable; más ESTOS de televisión por satélite; de ESTAS revistas; de ESTAS editoriales de libros; además de ESTAS otras... cosas. Empresa que el último año ha declarado pérdidas por valor de 3.400 millones de dólares.

Y el señor Aznar está contratado como miembro del consejo de administración de esta empresa suponemos que debido a su enorme experiencia y sabiduría en cuanto a comunicación y medios de comunicación se refiere. Recordemos su inteligente política en este sentido durante sus años al frente del Gobierno, en los que se mostró incapaz de aglutinar un grupo mediático que compitiese con Prisa (un grupo que fuera al PP, lo que Prisa es al PSOE). Política que pasó, para más inri, por fortalecer a este grupo de comunicación con decisiones más que discutibles y que terminó, como no podía ser de otra manera, con toda la potencia mediática que Aznar les dio puesta al servicio de echarle del poder para colocar de nuevo a 'su' PSOE. La repetida historia del ingenuo que alimenta a un lobo que después le devora, o a un cuervo que te sacará los ojos. Es para subirle el sueldo como experto en comunciación mientras despiden a los profesionales, ¿no? Como para subir el sueldo a todos los que decicen sobre la estrategia empresarial de los medios de comunicación cuya difusión, calidad y futuro menguan de mes en mes. Su impecable gestión de la información en los terribles días que mediaron entre el atentado del 11-M en Madrid y las posteriores elecciones generales del domingo 14, apenas tres días después, supongo que también figuran en el currículum que le debió entregar a Murdoch.



Aunque hay que reconocer que en realidad no sabemos exactamente cuáles son los consejos que Aznar debe vender tan caros al apuesto magnate de la comunicación mundial. Posiblemente no le diga nada, no le dé ningún consejo, y por eso le suban el sueldo, siguiendo la extravagante teoría detectada por el gran Camba. O tal vez recomiende a su patrón las reformas laborales que machaconamente pregona su partido sobre la conveniencia de la moderación salarial y el abaratamiento del despido. Habría que admitir entonces el enorme mérito del señor Aznar al lograr que le suban el sueldo por recomendar que se lo bajen al resto de sus compañeros de empresa, despidos baratos incluidos en el paquete.

Lo más espeluznante del caso no es el sueldo de Aznar, ni siquiera que se lo suban. Lo que de verdad es aterrador es que un pequeño grupo de "expertos" como él decidan sobre el presente, y sobre el futuro, de los medios de comunicación. ¿Son ellos quienes deciden? Lo que habría podido escribir Julio Camba con lo que sucede ahora... y lo que hubiéramos disfrutado leyéndolo.

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