Si algún político, o algún jefe, autoridad civil, religiosa o militar hubiera invitado a los miembros del enigmático comité de expertos encargados de la redacción de este compendio a llevarlo a cabo, probablemente no podríamos presentarles ahora, porque además sería imposible que fuese como es, una nueva entrega del... ¡Diseñario!, obra colectiva, irreverente y libérrima, infinita y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general.
Portadilla. Es la primera página de cada sección y, por lo tanto, donde se supone que va desarrollado el tema más importante. Todas y cada una de las secciones del periódico tienen portadilla, incluso hay algunas en las que el conjunto completo de sus páginas se limitan a su portadilla (casos como "Motor", por ejemplo o "Comunicación" en algunas ocasiones y en determinados periódicos). En la portadilla es donde se suele realizar una apuesta visual fuerte para enganchar el tema y desarrollarlo a lo largo de varias páginas. Aunque en ocasiones un tema puede liquidarse en una sola página.
Este tipo de página está sujeta a múltiples cambios, siendo una de las más volubles. Tan pronto el tema de apertura (apretura en muchos casos) es X como que pasa a ser Z. Y claro, hay que pasarlo a otra página y comprimirlo. Eso si no iba ya apretado, porque en las portadillas se comete el error de intentar meterlo todo en más ocasiones de la cuenta, sobre todo si no tenemos más páginas para el tema, obligados cada vez más a ello por el eternamente creciente precio del papel y por los "recortes" de la crisis.
Hay varias formas de distinguir una portadilla. Normalmente el titular lleva un cuerpo más grande que los títulos del resto de la sección. En algunas ocasiones los subtítulos también son distintos, utilizando bolos, triángulos, etc. como elemento diferenciador del resto de subtítulos. El folio también puede ser distinto, con un cuerpo más grande para indicar la apertura de sección. Y en algunos periódicos, las portadillas tienen elementos de navegabilidad que indican los temas que van en el resto de la sección.
Principios. Normas básicas supuestamente inmutables. Pocas y sencillas (consulténse, por ejemplo, los "Principios fundamentales de la tipografía" de Stanley Morison, que se resumen en que las letras sirven para ser leídas, no como elementos decorativos, y ese fin, y principio, hay que buscar). Principios se pueden tener tres: jerarquía, orden, identidad. Se pueden tener dos: bonito, feo. Se puede tener uno: información. Incluso sabemos de quien tiene alguno repetido: catálogo, catálogo, catálogo; o aquel otro del adorno, adorno, adorno. Lo principal del principio no es el principio en sí, sino tenerlo; que nos sirva de guía, de referencia a la que pedir socorro en este quehacer nuestro tan sujeto a caprichos, subjetividades y argumentos arbitrarios que sirven tanto para ensalzar como para desacreditar la misma propuesta. Lo principial es tener principios y, ya saben por lo mucho que se ha citado a Groucho, si a alguno no le gustan "siempre los puedo cambiar por otros". Porque en ocasiones esto del diseño periodístico, como por otro lado el resto de las actividades de los humanos desde que existen y hasta que existan, consiste en ser putas que se venden al mejor postor, o al único, gratis a veces.
Putada. Conspiración de todas las fuerzas vivas contra uno, que termina engullido por el Maelstrom, ese remolino gigante que lo mismo tragaba osos, que barcos, que redactores a los que no se les entendía ni una palabra... Una putada es una fatalidad gorda, un contratiempo grave, una faena considerable, algo lo suficientemente dramático como para que te haga exclamar: ¡"Qué putada!" Porque la putada adquiere conciencia de sí misma cuando es bautizada, bien por el pobre que la sufre, o por el que la provoca, por algún espectador solidario o por otro de los que se regodean con el mal ajeno.
Generalmente, las putadas las suele sufrir el que menos las merece, de ahí la putada. Hay auténticos especialistas en hacer putadas a los demás, incluso se podría decir que es un mérito a tener en cuenta en los procesos de promoción de las empresas. Incluso está la putada superlativa, la que todos conocemos así, con sufijo -ón de putadón. Pero si hay una putada dolorosa es esa que uno provoca a alguien sin pretenderlo. Esa putada involuntaria que suele ir acompañada de la frase "pobrecillo, qué putada le he hecho...".
Los maquetas somos muy de que nos puteen, las cosas como son. Páginas que cambian justo cuando las terminas, fotos que te curras para que luego no sean del personaje en cuestión, para un día que madrugas y llegas el primero al trabajo y resulta que no te tocaba entrar en ese turno, sino en el último de la noche... Claro que nosotros también puteamos a los redactores de vez en cuando... aunque lo hecemos de forma involuntaria, por supuesto. Que los maquetas no tenemos maldad, y lo nuestro es el buen rollito y eso...
Entregas anteriores del Diseñario 2.0:
Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Este tipo de página está sujeta a múltiples cambios, siendo una de las más volubles. Tan pronto el tema de apertura (apretura en muchos casos) es X como que pasa a ser Z. Y claro, hay que pasarlo a otra página y comprimirlo. Eso si no iba ya apretado, porque en las portadillas se comete el error de intentar meterlo todo en más ocasiones de la cuenta, sobre todo si no tenemos más páginas para el tema, obligados cada vez más a ello por el eternamente creciente precio del papel y por los "recortes" de la crisis.
Hay varias formas de distinguir una portadilla. Normalmente el titular lleva un cuerpo más grande que los títulos del resto de la sección. En algunas ocasiones los subtítulos también son distintos, utilizando bolos, triángulos, etc. como elemento diferenciador del resto de subtítulos. El folio también puede ser distinto, con un cuerpo más grande para indicar la apertura de sección. Y en algunos periódicos, las portadillas tienen elementos de navegabilidad que indican los temas que van en el resto de la sección.
Principios. Normas básicas supuestamente inmutables. Pocas y sencillas (consulténse, por ejemplo, los "Principios fundamentales de la tipografía" de Stanley Morison, que se resumen en que las letras sirven para ser leídas, no como elementos decorativos, y ese fin, y principio, hay que buscar). Principios se pueden tener tres: jerarquía, orden, identidad. Se pueden tener dos: bonito, feo. Se puede tener uno: información. Incluso sabemos de quien tiene alguno repetido: catálogo, catálogo, catálogo; o aquel otro del adorno, adorno, adorno. Lo principal del principio no es el principio en sí, sino tenerlo; que nos sirva de guía, de referencia a la que pedir socorro en este quehacer nuestro tan sujeto a caprichos, subjetividades y argumentos arbitrarios que sirven tanto para ensalzar como para desacreditar la misma propuesta. Lo principial es tener principios y, ya saben por lo mucho que se ha citado a Groucho, si a alguno no le gustan "siempre los puedo cambiar por otros". Porque en ocasiones esto del diseño periodístico, como por otro lado el resto de las actividades de los humanos desde que existen y hasta que existan, consiste en ser putas que se venden al mejor postor, o al único, gratis a veces.
Putada. Conspiración de todas las fuerzas vivas contra uno, que termina engullido por el Maelstrom, ese remolino gigante que lo mismo tragaba osos, que barcos, que redactores a los que no se les entendía ni una palabra... Una putada es una fatalidad gorda, un contratiempo grave, una faena considerable, algo lo suficientemente dramático como para que te haga exclamar: ¡"Qué putada!" Porque la putada adquiere conciencia de sí misma cuando es bautizada, bien por el pobre que la sufre, o por el que la provoca, por algún espectador solidario o por otro de los que se regodean con el mal ajeno.
Generalmente, las putadas las suele sufrir el que menos las merece, de ahí la putada. Hay auténticos especialistas en hacer putadas a los demás, incluso se podría decir que es un mérito a tener en cuenta en los procesos de promoción de las empresas. Incluso está la putada superlativa, la que todos conocemos así, con sufijo -ón de putadón. Pero si hay una putada dolorosa es esa que uno provoca a alguien sin pretenderlo. Esa putada involuntaria que suele ir acompañada de la frase "pobrecillo, qué putada le he hecho...".
Los maquetas somos muy de que nos puteen, las cosas como son. Páginas que cambian justo cuando las terminas, fotos que te curras para que luego no sean del personaje en cuestión, para un día que madrugas y llegas el primero al trabajo y resulta que no te tocaba entrar en ese turno, sino en el último de la noche... Claro que nosotros también puteamos a los redactores de vez en cuando... aunque lo hecemos de forma involuntaria, por supuesto. Que los maquetas no tenemos maldad, y lo nuestro es el buen rollito y eso...
Entregas anteriores del Diseñario 2.0:
Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Fabulosa la explicación de Prinicipios, cuanta verdad
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