Ha fallecido D. Alfonso Nieto. Alfonso Nieto fue director del Instituto de periodismo de la Universidad de Navarra, el primer decano de la Facultad de Periodismo, rector de la Universidad, catedrático de Empresa Informativa... entre otras muchísimas cosas. Pero sobre todo, D. Alfonso Nieto fue una persona brillante, un tipo entrañable, un hombre con un sentido del humor arrollador, un visionario, un joven perpetuo, una de esas personas que te cambian la vida, un privilegio para la universidad y para sus alumnos...
Don Alfonso defendía otro tipo de Empresa Informativa. Una de personalidad propia, diferente a cualquier otro tipo de empresa, porque su objetivo no era hacer dinero (exclusivamente) sino que trataba de algo tan distinto como la información, que tiene mucho más que ver con el hombre y su naturaleza que con los beneficios y un ejercicio fiscal. En las clases de D. Alfonso aprendimos a hacer un balance, pero lo más importante, a comprender que en una empresa informativa hay activos que son intagibles como la profesionalidad, el rigor, la credibilidad, incluso el compañerismo y la alegría, que no se computan en los ingresos, pero que compensan a la hora de cuadrar las cuentas del ejercicio. Que hay pérdidas económicas que son asumibles, incluso inevitables si te dedicas a informar. Que hundirían a cualquier otra empresa, pero no a una informativa, que se rige por otros patrones mucho más flexibles que un señor con una calculadora. Que esas empresas requieren otro enfoque, otros profesionales, otro tipo de empleados y por supuesto... otro tipo de jefes y directivos.
Casi todos hemos olvidado este enfoque con el devenir de los tiempos... Así nos va...
Tuve el placer de asistir a sus clases y el honor de conocerle personalmente. Era un grande. Otros que le conocieron mucho mejor que yo (aquí, aquí, aquí, aquí y aquí...) ya han hecho justicia hoy a su figura y a su recuerdo. Yo hoy no dejo de pensar en el hombre, cercano, con el que acabamos encerrados en un puerto de montaña nevado todo un fin de semana. El apasionado de Japón y de China, el que nos enseñó la receta de las castañas con mermelé (castañas asadas en chimenea con mermelada de melocotón, mientras detrás de los cristales nevaba copiosamente). Pero sobre todo de aquel hombre, ya mayor, que recordaba con lágrimas en los ojos, el atentado de ETA en la Universidad de Navarra en 1981. Los terroristas pusieron varias bombas en los sótanos del Edificio Central, que fue desalojado. Don Alfonso, rector en aquel entonces, esperaba fuera del Edificio Central, sufriendo. Según él mismo nos contó, cuando estaba fuera sólo podía mirar al enorme ángel de piedra que preside la fachada del edificio, dentro de su escudo. Cuando las bombas explotaron, el sólo pudo decir entre lágrimas, mirando al ángel: "No me hagas esto... ¡Aguanta! ¡No te caigas, coño..!"
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