lunes, 29 de abril de 2013

Ojalá lluevan fichas de Tetris...



Hay ocasiones en que los temas que te plantea el día te ayudan a escapar de la rutina. Se abre una ventana para poder hacer algo distinto. Normalmente viene acompañado de un interés especial en el tema en concreto, ya sea por afinidad (hobby), por experiencia (lo practicas) o nostalgia (te transporta a otra época). 

Con esta página de EM2/Ciencia sobre lo buenos que pueden ser el Tetris y el café fue por los tres. De pequeño me pasaba horas jugando, suplicando que saliera el palo largo. Muchas horas. Tantas que alguna vez me he llevado alguna sonora bronca de mis padres por no dejar la dichosa "maquinita". Y ahora porque bebo café. No sé si tres o cuatro o hasta cinco tazas al día son muchas, pero seguro que son más de las que debería someter a mi estómago.



Quizá esos largos ratos que pasé con la Game Boy intentando hacer el mayor número de líneas posible empecé por el tema del Tetris. Era el secundario, pero era con el que tenía más claro qué hacer: jugar con las fichas. Comencé tímidamente, colocando una al lado derecho, la que saldría siguiente para intentar hacer línea. Quedaba bien, pero me quedaba corto. 

Con esa libertad que ofrece EM2 empecé a distribuir más fichas por la página. Un par más al principio. Con la ayuda de Javi Vidal, compañero y amigo, del blog y del periódico, coloqué unas cuantas más, alguna incluso pisando el antetítulo y llegando casi al folio. Quedaba muy, muy bien.


Pero ahora venía el siguiente tema. Armar el resto de la página. Parecía fácil, pero las fichas limitaban, nunca mejor dicho, el espacio para encajar esta pieza. La única solución era esquinar la imagen a la izquierda para que no chocara con las piezas sueltas. Y así lo hicimos. Pero estaba claro que no funcionaba. No encajaba en el conjunto. No hacía línea. 

Junto con Carmelo Caderot, director de Arte, probamos unas cuantas fotografías. Pero no había manera. No funcionaba.

Había que construir la página de otra manera. Y de lo horizontal pasamos a lo vertical. De esta manera podíamos respetar el juego de las fichas del Tetris.

Buscando la foto ideal para el tema encontramos la de los granos de café. El juego parecía claro: imitar al Tetris pero con granos de café, cayendo desde lo alto de la página. Como si lloviera café en el campo. Como si volviera a sostener una Game Boy durante unos instantes.

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