No sé si al Reino Unido se le puede denominar "reino" con total propiedad, pero de lo que realmente estoy convencido es de que "unido"... no está. Como el resto, vamos.
Existe un Reino Unido, en especial una Inglaterra, maleducada en colegios públicos de ínfimo nivel que sale de su país para ver partidos de fútbol de sus equipos o de su selección y de paso emborracharse hasta un grado en el que les parece divertido destrozarle la cabeza a cualquiera que se ponga por delante vestido con otros colores, o con otros colores en su piel. Que tiene en su menguado y rígido intelecto la idea de que irse de vacaciones consiste en viajar a España y emborracharse hasta un grado en el que les resulta divertido suicidarse tirándose desde el balcón hasta la piscina del hotel. El que regresa, ¿piensa? después que hay que limpiar su país de extranjeros, como bien les aconsejan unos políticos patriotas, los mismos políticos que han diseñado esa educación pública para ellos.
Y existe esa otra Inglaterra que envidio desde siempre con una envidia a la que se pueden poner los adjetivos que se quieran menos el de sana, de excelencia en la educación y el trabajo, de un libre comercio que ha llevado que las ideas viajen con la misma libertad, de la música popular más avanzada que se haya compuesto hasta el momento, de parlamentarismo y democracia, de escritores y filósofos, de humor inteligente, de asilo político y refugio de la libertad.
"Paletos", ha calificado esta mañana el filósofo Javier Gomá —lean a Gomá si no lo han hecho todavía, reléanlo en caso afirmativo como me dispongo a hacer yo este verano— a la mayoría de ingleses que han votado abandonar la Unión Europea. Curiosamente, la misma palabra que utilicé yo un día antes de la votación para calificar el diseño de esta portada:
¿Paletos? en Mijas (Málaga), leyendo con entusiasmo el periódico paleto. (EFE)
Existe una Inglaterra con la prensa más zafia del mundo en la que también se publica el que, posiblemente, al menos para mí, es el periódico mejor diseñado del mundo.
A ver si adivinan cuál de estos dos 'estilos' de diseño periodístico está a favor del estúpido #Brexit y cuál de ellos diseñó el ya utópico #Remain.