miércoles, 16 de abril de 2008

Romper las reglas

Aprovechamos uno de nuestros casos prácticos para presentar (un poco tarde, ya lo sé) el suplemento económico que El Mundo distribuye los domingos. Impreso en papel salmón, Mercados, nombre del suplemento, cuenta con cerca de 80 páginas de información económica, incluyendo las típicas páginas de anuncios laborales y las tablas con los indicadores financieros más importantes.

Pero volvemos al caso práctico. En el tema de apertura, una página doble (triple en ocasiones, más la portada, claro) se nos planteó un problema con un gráfico. No por el contenido sino por la forma con la que el departamento de infografía había decidido plantearlo. La forma era la siguiente:


Lo único que condicionaba el gráfico era que tenía que ir en la segunda página del tema porque la primera va ocupada (casi) siempre por una foto y un titular a 5 columnas. Por lo tanto tendría que ir con la continuación del texto. Pero se nos planteaba un problema: si colocábamos el gráfico de esa manera, el ritmo de lectura se rompía. Es decir, al ir las páginas enfrentadas (son las páginas 2 y 3) el salto de texto entre una y otra se interrumpía con el gráfico y eso no favorecía la legibilidad del tema. La página quedaría (y quedó) de la siguiente manera:


La infografía cortaba el ritmo de lectura y cabeceaba con la foto de la izquierda. Así no podía ir, pero no tenía fácil solución. Me explico. Había que cambiar todo de orden, ponerlo todo a la derecha, es decir, las barras más grandes al lado de la columna de opinión que había en la salida de la página y trasladar las pequeñas a la izquierda. De esta forma conseguíamos, además, que separaran la información de la opinión. El gráfico tendría que ser así:


Perfecto, era viable, pero no nos venía nada bien, la verdad. ¿Por qué? Porque deja un blanco en la página inconcebible cuya única solución era un absoluto disparate: dejaba una columna totalmente aislada. Así era la "no-solución":


Se nos ocurrió intentar cambiar el gráfico y poner la columna grande a la derecha del todo, para que así no dejara el blanco y separara más claramente la información de la columna de opinión. Pero eso era imposible. La columna grande representa los datos de 2007 y la mediana los datos de 2008. Poner los datos de 2007 a la derecha de los de 2008 no era la mejor solución porque nuestro orden de lectura (al contario que en la escritura árabe) es de izquierda a derecha e interpretaríamos los datos al revés, es decir, los de 2007 como los de 2008 y viceversa. Por lo tanto, la mejor opción que teníamos era imposible de llevar a cabo. Y no nos quedaba más remedio que incumplir la regla de no interrumpir el ritmo de lectura, sobre todo de manera tan descarada. Pero, a veces, hay que saltarse las reglas. Para eso dicen que están...

lunes, 14 de abril de 2008

Diseñario (XIII)

Nueva cita semanal de los lunes con el Diseñario. Ya sabéis, obra colectiva y todo eso. El comité de expertos de encajabaja busca tiempo e ideas como si en esta vida ajetreada fuese fácil. Vuestra participación nos animaría...




Franklin Gothic. Tipo de letra de palo seco (sin serif) diseñada por el célebre tipógrafo norteamericano Morris Fuller Benton en 1904 para American Type Founders Company (empresa resultante de la agrupación de 23 fundiciones norteamericanas en 1892). Es un tipo que está basado en otro anterior creado en 1830 por Vincent Figgins y que debe su nombre al filósofo, político y científico estadounidense Benjamin Franklin.
Morris F. Benton nació en 1872 en Milwaukee (Estados Unidos), se graduó como ingeniero en 1896 y se incorporó a la American Type Founders (ATF) como ayudante de su padre, Linn Byod Benton, que a la sazón era director técnico de la compañía gracias a su invento para la elaboración automática de punzones. Morris F. Benton, de quien sus biógrafos dicen que ya desde niño imprimía tickets y folletos para familiares y amigos en una pequeña imprenta que él mismo montó en casa de sus padres, pasó a ser diseñador jefe de la ATF en 1900, cargo que desempeñó hasta su retirada en 1937. Además de la Franklin, que posiblemente sea su mayor éxito, diseñó alrededor de 200 tipos, entre ellos la famosa Cheltenham (1904), la Clearface (1907), la popularísima Souvenir (1914), Broadway (1928), American Text (1932), y las variantes de la célebre Century para la revista del mismo nombre, como la Expanded de 1900 o la Century Old Style de 1909 (actualmente se suele utilizar la Century 725, versión digital que comercializa la empresa Bitstream). Benton es sin lugar a dudas uno de los tipógrafos más importantes de la historia, autor de algunos de los tipos más destacados de la tipografía norteamericana.
La Franklin Gothic forma junto la Helvética y la Univers, el que podríamos llamar triunvirato de los tipos de palo seco, luchando cada una por convertirse en el alfabeto definitivo. Tal vez la Franklin esté resistiendo mejor el paso del tiempo, a pesar de ser bastante más antigua que sus otras dos rivales. En parte porque el enorme éxito de la Helvética la ha llevado a estar "muy vista" para los diseñadores modernos que se suelen decantar por la "personalidad" de la Franklin. Hecho éste último muy cierto, porque para ser un tipo sin serif, apentemente tendría que ser frío y curiosamente es todo lo contrario. Ha sido utilizada habitualmente en prensa y publicidad. Los títulos en Franklin son todo un clásico en las portadas de revistas, y la muy ingrata y oscura labor que hemos sufrido algunos componiendo tablas y cuadros numéricos en páginas de Bolsa y de resultados deportivos también ha ido de la mano del clásico de Morris Benton.
La versión ITC (International Typeface Corporation, empresa fundada en Nueva York en 1970 y sin historia, pues, en tipos de metal, tan sólo en tipografías digitales y en sus predecesoras en película fotográfica) es de 1980. Existen además versiones modernas de Adobe y de Monotype. Es el tipo de letra oficial del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) y, sobre todo, es un tipo de letra muy periodístico, perfecto para titulares, una combinación de fuerza y elegancia.

Friso. Se trata de un término tomado de la arquitectura y la decoración, donde así definen a una banda ornamental pintada, esculpida o caligrafiada en una pared por encima del nivel de los ojos. Los frisos decorativos pueden representar escenas en una secuencia de paneles separados. Y más o menos eso es un friso también en el diseño en prensa, sólo que cambiando paredes por páginas.
El friso suele adoptar la forma de una cronología, generalmente un gráfico, en grandes temas de páginas dobles enfrentadas, o incluso en suplementos especiales en los que todas sus páginas llevan un friso superior o inferior (que también los hay) dando unidad a todo el conjunto y destacando determinados elementos dentro de él: fechas, personajes, características o cualquier aspecto del tema en cuestión.
En los diseños más recientes se ha impuesto el denominado friso-navegador, opción que el prestigioso diseñador norteamericano Mario García defiende desde hace años y que consiste en hacer un sumario horizontal ocupando toda la parte superior de la página para adelantar allí con pequeños titulares, fotos reducidas y siluetitas en los temas culturales, sociales y deportivos, lo que vamos a encontrar en esa sección, en páginas sucesivas o en el resto del periódico. No hay primera página moderna, que se precie de ser primera página moderna, que no lleve este friso-navegador.
El friso adorno, en el más puro estilo arquitectónico o decorativo, sin justificación informativa, es un pobre recurso propio de quienes se conforman con llenar páginas "que queden bien" sin importarles su contenido, de esas que se hojean y no se leen. Por eso, ante la frase "aquí podría quedar bien un friso de fotitos, o de alguna cosa", lo más aconsejable es intentar evitarlo replicando al redactor en cuestión: "el problema es que te va a dar mucho trabajo". Palabras demoledoras que suelen llevar a una reacción del tipo: "¡huy!, pues entonces no".

Fuente. Conjunto de todos los caracteres en caja alta (mayúsculas), caja baja (minúsculas, como nosotros), números y signos de cada tipo de letra. Cuando se utilizaban cajas, la fuente eran todos los tipos móviles que cabían en cada una de estas cajas (véase el término "caja") en la cantidad suficiente de acuerdo con el idioma (muchas vocales, más de las consonantes que en cada idioma más se utilizan, etc.) y el tamaño de cada uno de los cajetines de la caja. Desde la aparición de los ordenadores las fuentes agrupan con un número, en los tiempos de la fotocomposición, y con un nombre ahora (Times redonda, Times cursiva, Helvética negrita, etc.) todo el mapa de caracteres de un tipo y estilo determinado. Es posible que su origen venga del inglés "font" ("fundición": surtido o conjunto de todos los moldes o letras de una clase para imprimir) y que una de esas traducciones de "falsos amigos" lo haya convertido en fuente (que en inglés sería "fountain" o "fount"), y se utiliza como sinónimo de tipo de letra, tipografía (mal uso de este término, porque tipografía es una ciencia) o de familia, pero nosotros preferimos delimitar el término fuente y usar familia como sinónimo de tipo de letra (familia Times, por ejemplo) y dejar fuente, como hacen las máquinas, para cada estilo dentro de las familias (Times redonda, Times cursiva, Times negrita, etc., serían para nosotros fuentes dentro de la familia Times), aunque sobre este aspecto no sólo no hay consenso, sino una cierta confusión.
En la acepción periodística, fuente es el origen de las noticias, quien informa al informador; a veces de manera abierta y pública, y en otras ocasiones, generalmente cuando los datos son delicados, sobre hechos delictivos, comprometidos o muy sensibles, de manera oculta, exigiendo confidencialidad y advirtiendo al periodista de que ellos no confirmarán nunca haber revelado estos datos. Por consiguiente nos servirán para contrastar la información pero no para justificarla públicamente (caso del célebre "garganta profunda" -no confundir con la actriz Linda Lovelace, famosa por otras habilidades mamíferas-, fuente oculta del caso Watergate, y que recientemente hemos podido saber que era William Mark Felt, por entonces el número dos del FBI, ya que él mismo se ha dado a conocer, y los periodistas Woodward y Bernstein que publicaron el escándalo en el Washington Post haciendo caer a Nixon de la presidencia de EEUU lo han confirmado). Mantener en secreto las fuentes de las informaciones es un derecho recogido en muchos ordenamientos jurídicos (nuestra Constitución lo menciona en el artículo 20, pero no se ha desarrollado aún por ley como el propio texto constitucional indica), porque así los sistemas sociales se garantizan una información más libre y crítica que ayuda a formar ciudadanos que pueden opinar y participar democráticamente, pero en ocasiones este derecho colisiona con ocultación de delitos o datos que podrían ayudar a esclarecerlos y entonces son los jueces quienes tienen la potestad de respetar o no el derecho de los periodistas a no revelar sus fuentes, lo que ha llegado a suponer condenas a periodistas por mantenerlas en secreto. Porque si delatas a quien te informa... quién te va a informar para que tú informes.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.

jueves, 10 de abril de 2008

Tipografía informativa o decorativa

Lo primero fue llevarme un susto. Pero ¡cómo es posible!, estos animales siempre pacíficos, tranquilos hasta el aburrimiento, que llevan siglos de convivencia con el hombre, viviendo incluso en la planta baja de aquellas casas de pueblo modestas que no podían permitirse un establo independiente, prestándonos amables sus ubres para que bebamos leche. Y ahora...


Porque leyendo este escueto titular lo primero que entenderá un lector sin el suficiente background, esa información complementaria que recopila y pone al día los datos de una noticia y que el lector no tiene por qué conocer ni nosotros dar por hecho que lo conoce, lo primero que creerá, decía, es que una banda vacuna fuera de sus casillas ha atacado a dos personas matándolas salvajemente tal vez a cornadas o tal vez a mordiscos, puesto que locas se han vuelto. Y no. Este señor y esta señora debieron comer carne de vacas infectadas por el llamado "mal de las vacas locas" para de esta manera contraer la encefalopatía espongiforme en su variedad humana que finalmente les ha llevado a la muerte. O sea: "Dos personas fallecen en Castilla León a causa del 'MAL de las vacas locas'". ¿No? Es importante también el lugar, muy importante, porque puede suponer cuarentenas, más afectados en esa zona con las consiguientes medidas sanitarias y recomendaciones para la población, pérdidas económicas, necesidad de sacrificar ganado, etc., y no es lo mismo que todo esto suceda en el Pekín olímpico (donde ya bastante tienen con mantener encendida una antorcha sin que nadie les haga la gracia de apagarla) a que suceda en nuestro país, o en nuestra comunidad.

Pero claro, con este tipo y cuerpo de letra no cabe. Y nos vemos obligados a titular telegráficamente, incluso de forma incorrecta. Si todos lo entienden, ¿no? Pues no lo sé, pero no parece muy profesional desde el punto de vista periodístico suponer tal cosa o aceptar incorrecciones, grotescas incluso como ésta. "Dos muertos por 'vacas locas'", escriben; y se quedan tan panchos.

Deberíamos, pues, haber utilizado dos líneas de título a las cinco columnas para que el título fuese el adecuado. ¡No!, ¡dos líneas a cinco columnas quedan fatal!, ¡es estéticamente horrible! ¡NO SE PUEDE HACER! Y menos con este cuerpo tan grande. ¿Y si bajamos el cuerpo? ¡Pero qué dices, no, hombre, no! Es la apertura de la subsección de Sociedad y NECESITA ese cuerpo. Además, si te fijaras verías que utilizamos redonda para que el título sea más elegante, en vez de negrita, y también por eso el cuerpo tiene que manchar más. ¿Entonces no se puede hacer nada? ¡No! ¿No podemos titular bien? ¡No!, pero si así está bien, qué más da. Bueno, si lo dicta el diseño...

Y sin embargo, el diseño, y la tipografía, nunca deben dictar nada. Como este NO no es el no del que hemos hablado otras veces, a este no hay que decirle no. No hacemos diseños, no diseñamos, hacemos un periódico, informamos. Y como por consiguiente la tipografía es necesariamente una herramienta al servicio de la información tenemos que preguntarnos si el nuevo tipo de letra de El País, esa Majerit de aspecto elegante y muy legible para algunos, sirve a los propósitos periodísticos para los que se supone que fue concebido. Porque con la anticuada y obsoleta y aburrida Times, este periódico no hubiera tenido, como no los ha tenido hasta hace unos meses, estos problemas para ofrecer a sus lectores un titular apropiado a cada noticia. Que, no nos volvamos locos como las vacas, es de lo que se trata.

lunes, 7 de abril de 2008

Diseñario (XII)

Ya estamos aquí, vuelve el Diseñario con su cita semanal de los lunes después de un breve periplo de algún miembro del comité por tierras alemanas, donde por cierto la impresión y la tipografía occientales nacieron y alcanzan su mayor nivel. Os seguimos animando a que participéis con comentarios o a través del correo electrónico en esta obra irreverente, colectiva y abierta.




Folio. En la prensa escrita, y en general en cualquier publicación, el folio es, además de una hoja de papel en blanco, el número de orden de la página, generalmente impreso en la parte superior. En los periódicos el folio va acompañado por el nombre del diario, la sección a la que pertenece la página y la fecha de publicación, pero si somos rigurosos, el folio es el número de la página solamente.
Un folio es también una unidad informal y bastante inexacta para la medidad de los textos, "mándame una crónica de un folio y medio", "escríbete un apoyito de medio folio", que equivale a 60 líneas de texto de 40 caracteres por línea, o sea 2.400 caracteres, incluidos los espacios en blanco. Los nuevos procesadores de texto y los programas de edición de las páginas cuentan ahora el número de caracteres y por eso cada vez es más frecuente oír cómo un redactor jefe pide por teléfono que le envíen unos 3.000 caracteres para que luego el maqueta de turno tenga que rehacer la página, justo a la hora del cierre así que date prisa y no te quejes, porque nos han enviado o bien 1.500, o bien 5.000.

Formato. Tiene diversas acepciones. Primero, podríamos decir que es el diseño concreto de un producto. Su tamaño, forma, peso o las características especiales específicas de ese producto. Por ejemplo, los distintos formatos de periódico (el tabloide, sábana, etc.) del papel en general (A3, A4, folio...), los distintos formatos de programas televisivos (concurso, culebrón, noticiario, etc). También un formato de almacenamiento es la estructura usada para grabar datos en un fichero. Por ejemplo: XML, ZIP, MPE, Raw, JPG, etcétera. No olvidar el formato de un disco duro, que define las particiones en las que se pueden ubicar los ficheros.
Lo que a nosotros nos interesa es cuando le damos formato a un texto, que consiste en crear los detalles sobre su presentación (familia, cuerpo, interlínea...). Continuando con esta última, una de las acepciones que tuvo su momento álgido hace unos diez años fue 'colección de formatos' que, para intentar explicarlo, era parecido a lo que actualmente se utiliza en el lenguaje HTML; una serie de números separados por puntos y comas flanqueados por los signos de 'menor que' y 'mayor que' . Estas 'claves' se ponían delante del texto y eran las que hacían que el texto fuera de tal o cual forma. Esto último, con las nuevas formas de diseñar (Quark, Indesing, etc.) ha pasado de moda. Antes todo el mundo hablaba de formatos, módem, cromalines, DPBs... Terminología que los nuevos avance informáticos han mandado al trastero en espera de tiempos mejores.

Fotocomposición. Procedimiento para la composición de textos utilizando matrices transparentes y papel o película fotográfica como soporte. Esta técnica, ahora obsoleta, sustituyó a la linotipia (que componía en caliente fundiendo líneas de texto en plomo) y utilizó por primera vez ordenadores en artes gráficas. La denominada autoedición, absolutamente digital, que vimos y utilizamos por primera vez en el diario El Sol de Madrid en 1990 (por favor, no cuenten los años) con ordenadores Macintosh de Apple ha sustituido a esta técnica fotográfica permitiendo que cualquiera pueda ser ahora editor de sus textos, imágenes y en definitva de sus páginas completas, con todo lo que esto supone de positivo y negativo, y ha relegado al limbo (aunque para algunos de los entonces jóvenes les supuso una vía de acceso al diseño en prensa) a toda una subespecie de seres humanos divertidos unos, grotescos como las letras otros, extraños todos, pero con unos elevadísimos conocimientos técnicos que eran necesarios para su trabajo.

Fotografía. Dibujo con luz, parece querer decirnos la palabra; y lo es. Hasta hace no mucho la luz dibujaba sobre negativos de acetato que después se positivaban copiándolos en papel y ahora la luz dibuja sobre archivos informáticos. Es además otro género periodístico en sí, el fotoperiodismo, que cuenta historias y transmite noticias e información en general por medio de imágenes.
En lo relativo al diseño, las fotografías son uno de los elementos clave al plantear las páginas. Deben ocupar un lugar destacado, central o superior derecho, porque generalmente son la puerta de entrada a la página. La causa de que un lector detenga el acto de hojear una publicación en una determinada página suele deberse a que la fotografía que hay allí le ha llamado, en susurros o a gritos; después tendrá que tomar el relevo el texto para que no abandone. Son tan definitivas que es prácticamente imposible conseguir una buena página sin una buena foto (hablamos de páginas clásicas de prensa). La verticalidad o la horizontalidad de la página, con todo lo que ello conlleva, va a depender en gran medida de que dispongamos de una buena foto vertical u horizontal.
La fotografía es el elemento más flexible de este sistema organizado que llamamos página. Son lo primero que puede modificarse: agrandarse, recortarse, eliminar o crecer en número porque donde hay una se pueden poner dos, tres, "o las que sean". Curiosamente suele haber consenso al comienzo del proceso de maquetación para que las fotos sean grandes; a nosotros porque las páginas suelen resultar visualmente más atractivas, a los redactores porque les supone escribir menos y para los fotógrafos porque así su trabajo se publicará con más importancia (es también curioso que los "foteros", como se les llama en los periódicos, parezcan incapacitados para visualizar mentalmente una página y que sólo vean las fotos, pero ése es otro tema). Una vez que el día avanza y el espacio escasea porque se quiere publicar todo, el tamaño de las imágenes empieza a sufrir recortes. Un fenómeno que también afecta a las fotografías es el de la crónica que no llega o que cuando llega ocupa tan sólo la mitad del espacio que tenía asignada. Entonces sucede lo contrario y veremos publicadas imágenes en ocasiones mediocres a un tamaño desacostumbradamente grande porque "tenemos que cerrar y ya no nos da tiempo a escribir más. Luego en segunda edición lo arreglamos". Y se queda igual, claro.
Existe una máxima en la fotografía que dice "menos es más", y que puede resumirse en que menos elementos crean menos confusión dentro de una composición fotográfica y además concentran toda la fuerza en el elemento que nos interesa. Es aplicable palabra por palabra al diseño. Por eso, casi siempre es mejor una foto que dos en una página y, sobre todo, para una noticia; principio éste que resulta muy difícil de entender a los redactores de mente sencilla, a aquellos que se apoyan en la lógica primaria de que si uno es bueno, dos será el doble de bueno, cuando lo que suele suceder en lo relativo a las fotografías juntas es que la fuerza total se divide entre dos, cuando no se anulan por completo una a la otra, y el impacto que causa la página también. Menos es más es uno de los más conflictivos puntos de choque entre redactor y maquetador que menos esperanzas tenemos de que lleguen a comprender y aceptar.
Fotografía es todo lo anterior y además una afición; un negocio; arte; una profesión y una disciplina académica;
pruebas judiciales y la prueba de que los hombres estuvieron en la Luna... con una Hasselblad; fichas policiales y documentos de identidad; publicidad; una máquina para viajar al pasado; complemento de bodas y bautizos, no de funerales; la razón de ser de Photoshop; es el soporte para el cine; magia; periodismo; es lo que tienes que traerme para que hagamos una página, porque "si no hay foto... no hay página".

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.

domingo, 6 de abril de 2008

Kleinbuchstaben in München

O sea, encajabaja en Múnich. Y es que nuestro blog se ha desplazado esta semana hasta la capital de Baviera acompañando al Getafe C.F., ese equipo de fútbol modesto y simpático del sur de Madrid que el jueves convirtió en proeza su partido de ida de los octavos de final de la Copa de la Uefa nada menos que contra el todopoderoso Bayern de Múnich en su flamante y ultramoderno estadio, el Allianz Arena.


El enviado especial de encajabaja (en primer término) en esta ocasión ocupado en los contenidos en vez de en el diseño de las páginas, redacta una columna para el periódico, junto a los cronistas de ABC y de El Mundo, nuestra amiga y compañera Elena Isardo. Al fondo, el enviado del diario El País.


La ciudad es bellísima, moderna y antigua a la vez. Todo funciona con una perfección que parece normal pero que quien no vive en esta parte de Alemania admira asombrado, nos reciben además con una hospitalidad que no esperamos y lo único que encontramos parecido con nuestro país es la facilidad con la que la prensa monta una polémica.

Parece ser que al presidente del Geta no le sentó bien que Beckenbauer no nos conociera. "Pues nos va a conocer"

La capital de Baviera, una absoluta maravilla

Sírvase usted mismo, coja el periódico que quiera... y deje el dinero. Parece ser que la confianza es moneda corriente. No tuve que mostrar ningún documento de identidad al pagar con tarjetas, o en el hotel... a excepción de en los aeropuertos, claro

La afición, sin embargo, dio ejemplo a sus presidentes de buen rollo y exquisita deportividad. La hospitalidad de los muniqueses, sobresaliente

Claro que con una taberna así, todo resulta mucho más fácil. Exterior de la mundialmente famosa Hofbräuhaus...

... Y una muestra del interior. Pequeña muestra, porque tiene capacidad para 4.000 personas. Sí, 4.000, en tres plantas de un edificio inaugurado en 1589 y que tiene más vida que cualquiera de los que se puedan nombrar nacidos en este siglo. La cerveza, en jarras de litro. Y salchichas, muchas salchichas. Todo a ritmo de alegre música bávara


Llega el día de partido. Hace mucho frío, por la mañana ha estado nevando y llueve a ratos agua helada que el viento, helado también, nos lanza a la cara. Pero el calor lo llevamos dentro y ni los elementos van a poder con el Geta y su gente. Marienplatz, la Plaza de María, centro del casco antiguo con su deslumbrante Ayuntamiento nuevo, se llena de camisetas azules y banderas de España y del Getafe. Allí cogemos el metro, qué envidia de transportes públicos, tranvías incluidos, hacia el estadio. Faltan apenas dos horas para que nos empiecen a conocer.




El Allianz Arena cuando llegamos, sobre las siete de la tarde, todavía sin iluminar

Mientras que en España tenemos al Tío Paco empujando el carrito con las banderas, en Alemania utilizan un Mercedes

Las leyes y las medidas de seguridad se cumplen en los países civilizados (¡que sí!). Los aproximadamente 50.000 espectadores fueron cacheados, todos, uno a uno, para lo cual este estadio cuanta con una entrada propia para mujeres, con personal femenino de seguridad

El estadio, compuesto por paneles de ¡aluminio translúcido! comienza a iluminarse según anochece... y entonces comienza el espectáculo que supone el hecho de contemplarlo

Bayer Múnich-Getafe C.F. No puedo creer lo que fotografío

Y encima, marcamos a un minuto del final para empatar un partido que comenzó con el Bayer prácticamente arrollándonos.


Un victorioso empate que no empañó el espíritu de concordia en la grada. Nuestras entradas estaban en una zona vip (no sabemos realmente por qué) junto a invitados destacados y antiguos jugadores del Bayern. Cuando marcó el equipo local, uno de ellos me "invitó" a que me levantara y aplaudiera el gol de su equipo. Me levanté, aplaudí el gol del Bayern, me hizo OK con las manos y entonces, por señas, le invité a que hiciera él lo mismo cuando marcara mi equipo. Ya!, ya!, por supuesto, afirmó enérgicamente con la cabeza. Pero no fue así. Después de saltar, gritar y abrazarnos me volví y allí estaba, sentado, levantando la cabeza que tenía tapada con las manos; me miró y no pude hacerle que cumpliera, tan sólo le tendí la mano, dudó y finalmente me la dió. Fuerte. Y sonreímos. A la mañana siguiente, en el aeropuerto, descubro en el periódido que se trata del mítico Klinsmann, a quien no reconocí. No me digáis nada, ya me lo he dicho yo todo. Otros sí supe quién eran.


Algunas caras conocidas, en este caso la de Emilio Butragueño, se acercan hasta nosotros y nos piden amablemente salir en encajabaja. Cortesía, obliga, faltaría más

Sin palabras. Sólo luz


Al día siguiente volvemos a Madrid. Los periódicos alemanes hablan ya de otra manera de nosotros, aunque no sabría precisar exactamente cómo. Pero estoy seguro de que ya nos conocen, como también yo les he conocido a ellos, grandes personas, pero grandes de verdad, un gran equipo con una joya arquitectónica de Estadio...


... y, sobre todo, una inolvidable ciudad de Múnich. Auf Wiedersehen y hasta siempre.




Reportaje fotográfico: Mario Benito y Alejo

viernes, 4 de abril de 2008

La mayor colección de prensa histórica española

Nuestro compañero y, sin embargo, amigo Nacho Arbalejo, nos manda esta noticia sobre la reciente apertura del archivo histórico de prensa española, la colección más grande del mundo, aunque con notables ausencias.

Publicaciones antiguas en Internet

Hace ya más de una década que finalicé esa tan denostada carrera universitaria con el sobrenombre de Periodismo. Entre las frías paredes de hormigón de su facultad (pensada por los arquitectos para encerrar a las chicas que transgredían la ley) albergaba (y me imagino que todavía permanecerá) un depósito de publicaciones históricas constreñidas en microfilmado. Para poder acceder a la información de las páginas de días, años y siglos pasados era preciso situar tal prodigio de miniatura en un artefacto pensado para proyectarlo en una gran pantalla que podía pasar las páginas a gran velocidad con una rueda. Además, ese archivo es de acceso restringido a estudiantes y profesionales.

Sin embargo, a partir de esta semana y gracias a una iniciativa del Ministerio de Cultura, todo el mundo tiene acceso a la Biblioteca Virtual española de prensa histórica, un portal internaútico donde se pueden consultar hasta 1.960 cabeceras de prensa histórica en nuestro país. La brillante recopilación gana por puntos al resto de las propuestas en el resto de Europa, ya que ninguna allende los Pirineos alcanza tres millones de páginas digitalizadas y la nuestra apunta los cuatro. Aunque la primera publicación periódica española fue la "Gaceta General", publicada regularmente desde 1697 con el título de "Gazeta de Madrid" (hoy Boletín Oficial del Estado), la más antigua recogida en esta colección es "La Prensatriz salmantina", datada en el año 1777 y conservada en la Biblioteca Pública del Estado de Cáceres.

A la izquierda, "El Redactor General", de Cádiz, en el día en que se promulgó la Constitución Española de 1812. A la derecha, "La Gorda", periódico liberal fundado en 1868.

Ahora que se está celebrando el bicentenario de la Guerra de la Independencia, es interesante cómo en aquel período que transcurrió entre 1808 y 1814, la libertad de pensamiento político promovió también una profusión en la actividad periodística que se puede consultar en este archivo. Según declaró Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, "con la iniciativa se ha democratizado el acceso a materiales que, en general, y debido a su deterioro, estaban reservados únicamente a pocos investigadores y en condiciones con frecuencia muy limitadas". El Ministerio tiene previsto incluir en fases sucesivas colecciones de las Comunidades Autónomas y provincias que aún no están en la base de datos. A ver si es verdad porque, aunque la colección es la mejor de Europa, tiene lagunas importantes como "El Sol", "El Imparcial" o el "Arriba", entre otros. Lo último que nos queda es dar la referencia de la página web, que es http://prensahistorica.mcu.es/

miércoles, 2 de abril de 2008

Pequeñas (y baratas) joyas (I)

Tengo que confesar que soy un asiduo de la sección de libros de Vips, la cadena mitad tienda, mitad restaurante. Lejos de la fama de cara que tiene la cadena (que también), tiene una sección de saldos de libros impresionante. Normalmente suelen ser libros de formato grande, muy bien editados, de muchas páginas y de temas muy variados (arquitectura, diseño industrial, decoración, fotografía).

Entre esa pila de libros, mis favoritos son los de fotografía y los relacionados con la prensa. No es muy habitual encontrarlos, pero de vez en cuando puedes encontrar pequeñas (y baratas) joyas. Yo he encontrado varias. Hoy os traigo una:

Front Page: Covers of the Twentieth Century




Editado por Weidenfeld & Nicholson y con textos de Stéphane Duperray y Raphaële Vidaling (entre otros), el libro está dividido en dos partes. La primera disecciona las portadas de varias revistas como Elle, Esquire, Fortune, Life, The New Yorker o Stern, así hasta 28 revistas distintas. En cada una de las revistas los autores dan una breve explicación sobre la publicación: historia, inspiración, hitos, etc. Así, por ejemplo, nos enteramos de que Harold Ross, creador de The New Yorker, era un gran admirador de la revista satírica alemana Simplicissimus, y de ella bebió para crear el semanal norteamericano; o que la revista National Geographic nació como una publicación científica y poco accesible, pero Edwin Grosvenor, uno de sus primeros directores, decidió que no era el camino correcto y que había que socializar la revista.

Así es una página de libro, en este caso dedicada a la revista Simplicissimus

La segunda parte está dividida, a su vez, en otros dos bloques: grandes temas,como la guerra, moda, deportes o arte; y personajes: desde Churchill hasta Mao pasando por Grace Kelly o la familia Kennedy. Aquí podemos encontrar las mejores portadas Off the page (aquellas en las que parece que el protagonista rompe el papel), las mejores portadas ilustradas o el tratamiento en portada que dio la revista Life a la Segunda Guerra Mundial o la guerra de Vietnam. Entre otros temas.

En el apartado de personajes hay varias portadas dedicadas a los Beatles, a Marlene Dietrich (nada menos que ocho portadas de la rival de Garbo, como la califican en el libro), Sophia Loren (otras ocho para el "sueño de cualquier fotógrafo") y, cómo no, Marilyn Monroe, la mujer más fotografiada del mundo y que en el libro cuenta con seis páginas de portadas dedicadas a la ambición rubia.

Extracto de una página con portadas dedicadas a Marilyn

Una auténtica joya que encontré por unos 15 euros y que podéis comprar en Amazon.com por unos 30 dólares. 100% recomendable.