martes, 10 de febrero de 2009

Falsa información/publicidad falsa

Lo primero que pensé al verlo, espantado, fue que habíamos metido la pata. ¿Pero a quién se le había ocurrido hacer una página así? E inmediatamente, seamos sinceros, piensas en alguien capaz de hacerlo... De poner ese títulón de cuerpo gigante a cinco columnas, y el subtítulo ridículo dejando la línea inferior sin llenar la mitad del espacio y ¡terminado en punto! Y esos sumarios. Y esa foto horripilante. ¡En blanco y negro!


¿En blanco y negro? Y entonces te culpas a ti mismo por haber pensado mal de nadie, por haber siquiera sospechado que alguno de los nuestros pudiera perpetrar una chapuza de este calibre porque inmediatamente buscas, y encuentras, escondida en una esquinita, la palabra publicidad.


Una vez más han vuelto y hemos vuelto a hacerlo. El viejo truco de hacer pasar por información una publicidad. El anunciante por proponerlo y nosotros, el medio, por aceptarlo. Es evidente que pasamos por una crisis grave, muy grave, en la que ponerse exquisito con la principal fuente de ingresos de los medios impresos no parece la mejor postura para mantener puestos de trabajo. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es esto, que más bien se parece a esa práctica tan habitual como estúpida de tirar piedras contra tu tejado. Porque, a ver, ¿resulta eficaz esta burda maniobra? ¿No se sentirá engañado el lector tanto por el medio informativo como por el anunciante? ¿Y si se siente engañado... no producirá en su ánimo el efecto contrario al buscado?

Ni siquiera me sirve de consuelo el descubrir en nuestra competencia el mismo adefesio, quiero decir, el mismo anuncio. ¿O no es el mismo?



Aquí, el ¿anuncio? aparece en la parte inferior de la página. Lo cual es bastante menos grave que cuando está situado en la parte superior, como sucedió ese mismo día en la página de nuestro periódico (volver a ver, si no os daña mucho la vista, la primera imagen). Y algo más, ¿no? Efectivamente...




¡Los tipos de letra! Se han utilizado tipos de letra distintos en cada uno de los anuncios en función de a qué medio iba destinado cada uno. O sea, que para el anuncio que se insertó en las páginas de El Mundo se utilizaron unos tipos de letra muy parecidos a la Valencia, tipografía en la que se componen sus títulos. Mientras que para el anuncio destinado a El País se utilizó una Times distorsionada que se pareciera lo máximo posible a su Majerit. Y no sólo eso, si os fijáis en la firma del artículo, también intenta imitar a la Neo de El Mundo, justificada a la derecha, mientras que para El País busca una de palo en negrita entre dos rayas, tal y como hace este diario. Con los pies de foto, igual. No se ha querido hacer un anuncio que parezca información, sino que parezca información hecha por el propio periódico en el que aparece.

Insistimos en que cuando los ingresos publicitarios determinan puestos de trabajo resulta muy difícil establecer y cumplir criterios estrictos de separación entre publicidad e información, que es otra de las funciones del diseño periodístico, en este caso usurpada por los publicistas (que por cierto, ¡vaya chapucita!, ¡coño!, ¿es que así de cutres ven nuestras páginas para que cuando intentan hacer una parecida les salga esto?). Así que tal vez tengamos que resignarnos ante esta otra consecuencia de la omnipresente crisis que va a obligar a nuestros lectores a estar más alerta ante el gato por liebre... eso si no se cansan del todo de esta falsa información/publicidad falsa y dejan de serlo.

lunes, 9 de febrero de 2009

Diseñario (XLVII)

Siempre es gratificante encontrar comentarios que nos dicen que un maquetador está "para dar forma periodística a un contenido periodístico. Para ayudar al que tiene el “qué” y mostrarle el “cómo”. El diseñador de prensa debe ser el primer lector y debe trabajar con contenidos y hacerlos atractivos. (...) Debe ser un editor de contenidos y debe aportar sus conocimientos formales con sentido periodístico antes que estético". El comité de expertos encargado de la elaboración del Diseñario no puede sino suscribir palabra por palabra este comentario de uno de nuestros lectores porque ésa es la filosofía de encajabaja. Esperanzados porque estas palabras nos demuestran que no todo está perdido, nos ofrecen además una nueva entrega de esta su obra irreverente, colectiva y abierta a vuestra participación, sobre el diseño periodístico y la prensa.




T


Tabla. Elemento textual (más bien numeral) que sirve de apoyo a las informaciones y que aporta una serie de datos relacionados entre sí. Dividido en celdas horizontales y verticales, muchas veces se usan las tablas como ídem de salvación para así intentar mejorar el aspecto de una página: "podemos dar una tablita aquí, así aligera la página", suelta el incauto de turno. Sin embargo, las tablas son feas por naturaleza (con honrosas excepciones) porque son simplemente una sucesión de datos adornados con filetes horizontales y verticales que los delimitan. Y hay que saber hacerlas bien, muy bien incluso, porque no hay nada peor que una tabla fallida en la que los datos no queden claros y no se pueda consultar con facilidad.

Tabloide. ¡Cómo!, exclamó con un combinado de indignación y asombro el alemán Reinhard Gäde al enterarse de que los responsables del proyecto de periódico que le habían contratado para que hiciera el prototipo habían comprado ya una rotativa ¡en formato tabloide! ¡No! ¡Es imposible! Era imposible hacer un diario de calidad en este formato, con este tamaño de papel, que es precisamente lo que este alemán de la escuela de La Bauhaus logró hacer con el diario madrileño El País en 1976... una vez que se le hubo pasado el cabreo germánico inicial.
¿Por qué se puso así este hombre, por otro lado cordial y divertido? Pues porque en la tradición de la prensa anglosajona y centroeuropea, en la que él se había educado, los tabloides se asociaban hasta tal punto con la prensa sensacionalista que a todos ellos se les llama de forma general así: tabloides. Los "periódicos de calidad" utilizaban el denominado formato sábana (broadsheet, en inglés, con unas medidas aproximadas de 600 x 380 mm), y todavía lo hacen en Alemania aunque no en inglaterra o Estados Unidos. Es el más grande de los tamaños de papel empleados para imprimir periódicos, casi el doble que nuestro querido tabloide (aproximadamente 410 x 300 mm). Existe un formato intermedio denominado berliner (470 x 315 mm), que es el que utiliza, por ejemplo, The Guardian, desde que dejó el formato sábana en 2005, o el diario francés Le Monde.
El genial Gäde se encontró pues ante lo que para él suponía una total contradicción: tabloide y de calidad. La necesidad le impulsó entonces a crear con este despreciado formato un modelo de periódico serio, de calidad, con una retícula de módulos horizontales y cinco columnas, separando de manera geométrica los temas, muy ordenado y jerarquizado... y lo consiguió. Logró encontrar una imagen de periódico totalmente distinta a la de los tabloides anglosajones, distinta también de los enormes sábanas, con personalidad propia y que ha servido como modelo desde entonces.
El tabloide es el vencedor en la "guerra de los formatos", si es que puede hablarse en estos términos, porque al hecho de que triunfasen periódicos de calidad en formato tabloide se añadió la crisis económica, y de la prensa en particular, que aconsejaban reducir el tamaño del papel debido al incremento continuo de su coste. Especialmente interesante resultó la "batalla de Londres", donde se publicaban los periódicos de calidad más tradicionales del mundo, en su tradicional formato sábana, y para un público y un país donde las tradiciones forman parte de su esencia. El primero en dar tan atrevido paso fue The Independent, a finales de 2003, con la precaución de ofrecer los dos formatos simultáneamente en el quiosco, el sábana de siempre junto al nuevo tabloide (en realidad lo llaman "compact" porque es ligeramente más pequeño que el tabloide, ya que al utilizar la misma rotativa tenían que imprimirlo a un tamaño exactamente la mitad del sábana, amén de que no quisieran utilizar el apestado calificativo tabloidal). No había terminado ese año cuando fue The Times, ¡si, The Times!, quien hacía lo propio. Aproximadamente un año después, ambos dejaron de imprimir en el tradicional sábana, los lectores decidieron, y una forma dejó de condicionar los contenidos.

Teletipo. Marcas o huellas, señales, caracteres grabados y enviados a distancia. Mensajes transmitidos. Manera de comunicarse de las agencias de noticias con sus clientes: periódicos, emisoras de radio, de televisión, internet, gobiernos, etc. Lo que nunca debe firmarse como si lo hubiéramos escrito nosotros... a pesar de que le hayamos cambiado cuatro palabras. De lo que se nutren en un altísimo porcentaje muchas de las páginas web periodísticas, debido principalmente al alto coste que supone elaborar información propia de calidad y a que su única vía de financiación son los ingresos publicitarios, escasos e insuficientes para hacer rentable a día de hoy un medio de comunicación en este soporte digital. El crecimiento exponencial de internet, y la posibilidad de que se pueda convencer a los internautas de que paguen por la información, es posible que nos obliguen a modificar esta última acepción de teletipo.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.

viernes, 6 de febrero de 2009

Weekend

MADRID
Miquel Barceló. Caixa Forúm (Paseo del Prado, 36) nos acerca hasta el 17 de marzo una interesante exposición sobre la polémica obra que el creador mallorquín (Felanich, Mallorca, 1957) realizó para la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra. Sin entrar a valorar la moralidad o no de un gasto tan enorme (unos 20 millones de euros) en una institución que lucha contra la pobreza y el hambre en el mundo. 

Miquel Barceló, con su cúpula

Dejando demagogias a parte, en esta exposición podremos ver el proceso de creación de la cúpula llamada 'El mar de Barceló' a través de fotografías, audiovisuales, maquetas y el propio cuaderno de bitácora del artista.


Francis Bacon. El Museo del Prado acoge la segunda visita de la obra del genial artista dublinés a Madrid tras la que realizó en 1978 en la Fundación Juan March.  La exposición inaugurada el pasado martes por los Príncipes de Asturias estará en el Prado hasta el 19 de abril. En ella podremos ver trabajos procedentes de la Tate Londinense y el Metropolitán de Nueva York. Se pretende también rendir homenaje a Bacon (Dublín, Irlanda, 1909) en este año en el que se conmemora el centenario de su nacimiento. Como curiosidad diremos que, aunque Bacon era ateo, pintó muchas obras religiosas que ahora adornan el Museo Vaticano de Roma. Así podremos observar en la muestra su famoso retrato del Papa Inocencio X que también fue pintado por Velázquez.

Arco. Crisis, crisis, crisis. Es la palabra que podemos encontrar en todos los ámbitos de la sociedad española actual y como no podía ser de otra manera será la protagonista de la vigésimo octava edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO). 'Trabajar el doble para vender la mitad' es el lema que deja muy claro los tiempos que vivimos. 250 galerías de arte intentarán dar el do de pecho en esta complicada cita en la que se han invitado a las principales galerías de la India para ser protagonistas de esta edición. "Se trata de un país muy grande y los que tienen acceso al coleccionismo son muy ricos", dice la directora de Arco, Lourdes Fernández, mientras espera repetir el éxito del año pasado en Brasil. 


BERLIN. 
Rohko y Giotto. La Gemäldegaleriie de Berlín ofrece desde hoy a sus visitantes una original exposición que concecta Expresionismo Abstrato del siglo XX y Renacimiento italiano del Quattrocento. A través de las obras de Mark Rothko y Giotto se pretende establecer un vínculo entre artistas que vivieron con más de seis siglos de diferencia y que compartieron la creencia de que el Arte es ciencia, para gusto de alguno de nuestros lectores. El director del museo, Bernd W. Lindemann, coincide con muchos diseñadores actuales al afirmar que: "todo esta inventado".

miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Servimos para algo los maquetadores?

En principio, en estas épocas de crisis y despidos masivos, de EREs y temporalidad, la pregunta se hace difusa pero no deja de llegarle a uno a la cabeza.

Por un lado, los acontecimientos actuales nos sugieren que NO, que somos una especie en extinción por lo prescindible. Al final nos pudo el carácter borde propio de todo maqueta y nos tiran por la ventana.

Pero por otro lado, tendemos a pensar que SI, qué sería de los medios sin nosotros, qué sería de los plumillas sin nadie con el que discutir la "belleza" de la página, creemos que alguien debe hacer el trabajo, que alguien debe "componer" las páginas (que dirían los clásicos) y dejarlas listas para la imprenta o la rotativa. Los post de este blog son un ejemplo (y valga el último de mi compañero Luis), de que a priori somos necesarios para solucionar o dar respuesta a los vaivenes de la información y a los cambios de última hora.

Pero no cabe duda que la universalización de la cultura y de la enseñanza cada vez nos relega un poco más. Mucho hemos aprendido de este mundillo de manera autodidacta y cada vez más y más gente sabe manejar los programas de diseño gracias a manuales y guías encontradas en Internet o a libros sorprendentemente específicos y útiles.


Todo esto viene al hilo de que cada vez nos encontramos más productos como el que llegó a mis manos los pasados Reyes (como fuente de inspiración nunca está de más), titulado "500 retículas y hojas de estilo", que por unos 28 euros proporciona a cualquiera que no tenga ni idea de maquetación (o poca) plantillas listas para usar, compatibles tanto con InDesign como con QuarkXPress (y también plantillas web para Dreamweaver), perfectamente editables, modificables y libres de copyright. Te dan el trabajo hecho, tu pones el resto rellenando los huecos (texto, imágenes...). Los diseños no son tan malos como se podría pensar (por mucho que nos parezcan básicos) y a más de uno le sacarán de un apuro y le permitirán quedar genial, como todo un diseñador experto.

Evidentemente, los maquetadores siempre reivindicaremos que cada página, cada maqueta, cada diseño tiene un proceso y que no puede supeditarse a bases tan prefijadas (que por otro lado, todo el mundo puede usar, por lo que esos diseños pueden convertirse en epidemia y repetirse hasta la saciedad, he ahí el problema). Pero ya habrá mucha gente, manitas del ordenador, como el panadero de la esquina, el amigo que tiene una tienda, el tío que organiza un festival, etcétera, que ya no tendrá que recurrir a nosotros para editar un folleto, un tríptico, un flyer, un fanzine, un catálogo, una revista, un periódico... Básico, sí; cutre, puede; sin nosotros, también.

Otro ejemplo son las nuevas empresas que están surgiendo dedicadas a la maquetación y que nos harían inaugurar un nuevo término: "Fast Maq" o Maquetación Basura (el chiste es obvio, lo sé). Un ejemplo es Coverexpres. Uno de los servicios de esta compañía es la creación rápida de cubiertas "a partir de 60 euros y en 24 horas", pudiendo basarse en plantillas prefijadas si el cliente no quiere complicarse. ¿Y para interiores? Dos opciones: "Estándar: Proporciónenos sus textos en las condiciones establecidas y nosotros se lo maquetamos. COSTE: 75 euros de 68 a 150 páginas. Páginas adicionales: 0,5 euros/página. Tiempo: 72 horas. Avanzada: Usted nos proporciona su línea editorial y los textos a maquetar. COSTE: 0,8 euros por página." Precios de derribo para los tiempos de hoy. A esos precios, ¿cuántos trabajos debería facturar al mes un maquetador freelance para ganarse dignamente la vida?

El proceso de maquetación que nos ofrece la compañía es claro: "¿Cómo funciona? Después de recibir toda la documentación, en el plazo máximo de 96 horas tendremos confeccionada la maquetación con su línea editorial. Entonces, se lo notificaremos por mail y usted podrá ver cómo queda en nuestra Web. [Ni pruebas físicas ni contacto con el cliente, para qué.] Si le parece correcta, entonces deberá efectuar el pago de la misma. Una vez nosotros recibimos el abono en nuestra cuenta, le remitimos la maquetación preparada para impresión a la dirección de Email que usted nos indique." Y los condicionantes también: “Para poder ofrecer estos precios, en coverexpres no aceptamos cambios en los textos. / Por favor, asegúrese antes de maquetar que su texto está bien corregido y que no quiere modificar ningún párrafo. / Todo aquello que no esté indicado en el texto y no se nos haya proporcionado en el fichero original, una vez maquetado, ya no se podrá modificar. / Si pese a nuestras advertencias el cliente quiere modificar alguna parte de la maquetación, se le cobrará un suplemento de 30 euros por hora adicional, la primera completa, las siguientes fraccionadas en cuartos de hora." O sea, aquí te pillo, aquí te mato; un cliente, luego otro, luego otro...

Pero ya no hay que irse a la maquetación autodidacta ni a la Fast Maq o maquetación en serie: el colmo es la maquetación automática. Ya en 2003 una empresa denominada Andromina eBusiness iba a presentar en el SIMO una aplicación para FileMaker e InDesign para automatizar la maquetación de catálogos, la cual "desarrollada a medida de las necesidades del cliente, permite la generación de catálogos en varios idiomas, con imágenes de alta resolución, códigos de barras, índices y subíndices en tiempos asombrosos. Nuestros clientes están maquetando catálogos de 400 páginas en menos de dos horas y folletos más simples, para ofertas puntuales, en cuestión de minutos." Folletos en minutos... ¡¡400 páginas en dos horas!! "Nuestra aplicación procesará sus datos, los ordenará, insertará los puntos de ruptura necesarios, buscará las imágenes dónde estén y enviará todo ello a Adobe InDesign para crear el catálogo." Terrorífico. Y más de una empresa (usen Google) ofrece hoy día estos servicios de maquetación automática. Al fin y al cabo, las marcas de fotografía emplean sistemas similares para crear sus foto álbumes... pues lo mismo pero destinado a la maquetación editorial.

Está claro que se pierde el romanticismo en nuestra profesión. Y de la calidad ya no hablemos... Y de la originalidad y la creatividad, menos. Es "el signo de los tiempos", que cantara Prince. Sálvese quien pueda.

Agüero le pone un tapón a Gasol

Decir que cada tema tiene su importancia y que no todos pueden ir valorados de la misma manera es una obviedad. Con el diseño anterior de El Mundo se podían valorar los temas de varias maneras: dentro de la propia página con la titulación o su colocación en la misma, o por el orden que lleva el tema dentro de la sección. Pero con el nuevo diseño la cosa cambia. La tendencia es hacer páginas con menos temas y, a poder ser, que cada tema ocupe una página o que a lo sumo haya dos en cada una. Lo más importantes al principio de la sección y en las últimas páginas cerrar con breves o temas a los que no se les da mucho espacio. O al menos eso creíamos hasta el pasado jueves.

Ese día había dos acontecimientos importantes en el mundo del deporte. Por un lado, se iba a anunciar, sin hora fija, si Pau Gasol volvía a participar en el All-Star de la NBA por segunda vez y por otro, se jugaban los cuartos de final de la copa del Rey. El caso es que sobre las 13.30 del jueves pasó por la sección el redactor jefe de Deportes Luis Fernando López para maquetar la sección.

Como tanto el fútbol como el baloncesto iban hacerse esperar, había que dejar algo maquetado para que el cierre fuera lo más rápido posible. Se hicieron dos versiones para los partidos de copa: la primera era para el cierre de primera edición, a la que sólo llegaría el partido Barcelona-Español y la segunda era para "alcance", es decir, para un número limitado de ejemplares en el que se incluirían tanto el partido del Barcelona como el del Valencia contra el Sevilla. En ambas versiones también teníamos un tema de otro partido que se había jugado el día anterior. Esto es lo que "premaquetamos".


Versión para primera edición.

Versión para el "alcance".

En cuanto a Gasol, hicimos esta maqueta que, en teoría podía ser portadilla de sección, ya que no sólo iba a participar Pau, sino que su hermano Marc y Rudy Fernández también estarían en el fin de semana de las estrellas.


Un título fuerte a cinco columnas, una foto potente de Pau y unos apoyos con los otros protagonistas. Todo preparado para el anuncio. Pero no contábamos con que sobre la hora de comer unos cuantos personajes se reunían al calor de una buena comida para...!darle ánimos al Kun Agüero y convencerle de que el Atlético era lo mejor que le había pasado en su vida! Ya se sabe, cualquier reunión en el mundo del fútbol es noticia y esta, parece ser, era importantísima. Así que hay que cambiar y reestructurar la sección y darle la apertura al Kun Agüero y sus dudas con el club colchonero. Ni copa del Rey ni All-Star. Manos a la obra con la de Gasol: foto por arriba, título a cuatro y apoyos por debajo.

Al final la sección quedó así


Pero para llegar a esto tuvimos que librar una última "batalla". Y era adelantar la página de Gasol y compañía, porque en un principio iba a ir la última de la sección. Pero no tenía sentido que pasara de ser una posible apertura a la última de la sección y mantuviera la titulación a cinco columnas. Afortunadamente encontramos con la compresión de LuisFer y conseguimos adelantarla a la penúltima, justo después del bloque del fútbol. Porque en este país quien manda, para bien o para mal, es el fútbol...

lunes, 2 de febrero de 2009

Diseñario (XLVI)

A pesar de su reclusión y apartamiento del mundanal ruido, esa senda que ya sabéis que siguieron los pocos sabios que en el mundo han sido, los miembros del comité de expertos de encajabaja encargados del Diseñario han vivido esta semana con la preocupación propia de las noticias que sobre el mundo de la prensa, y el mundo en general, se vienen sucediendo. Nos encargan que transmitamos un saludo cariñoso a todos aquellos que viven las peores consecuencias de la cisis económica que padecemos en esta nueva entrega de su obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, irreverente, en absoluto académica y abierta a vuestra participación.




Sumario. De manera general, sumario es "breve, resumido, reducido a poca extensión". En el ámbito jurídico son el conjunto de actuaciones que lleva a cabo un juez para investigar un presunto delito y que se plasman en un escrito. Escritos que aparecen después con muchísima frecuencia impresos en los periódicos, en todo o en parte, breves, resumidos pues, reducidos a la extensión propia de una noticia en este caso generalmente filtrada por alguna de las partes del proceso judicial.
De manera particular, en lo referido al diseño periodístico, sumario es también algo breve, resumido, reducido a poca extensión. Y si en la voz anterior ya mencionamos los problemas que tienen algunos con conceptos tan autodefinidos como "subtítulo", imagínense los malentendidos que ocasiona algo tan etéreo y ambiguo como "algo breve". Porque el sumario se diría que está concebido para confundir a quienes se enfrentan con la ingrata labor de hacer páginas de un periódico. Con quien más se le confunde es precisamente con el subtítulo, pero tenemos constancia de que se ha llamado sumario a cualquier cosa que pueda aparecer en una página, folio y fotos incluidos. Tampoco existe consenso entre un periódico y otro en lo que se refiere a qué es un sumario, constituyendo este curioso fenómeno una guía para saber en cuál trabaja cada cual.
La variante más extendida y aceptada, aquella que nosotros definimos aquí, es la del elemento destacado en medio de las columnas de texto o bajo una fotografía, compuesto en un tipo de letra mayor que el texto base y que destaca una frase o una idea de manera "breve", claro, a la vez que aligera visualmente el "peso" de toda la masa de texto. Existen dos tipos fundamentalmente: el que podríamos denominar tipo "perro rabioso", porque "muerde" las columnas, y el que no las muerde. ¿Qué quiere decir esto?, porque dientes no se le concoen a ninguno de los elementos que conforman las páginas. Pues que estos pequeños bloques pueden situarse entre dos columnas, restándoles espacio a cada una de ellas ("mordiéndolas"), o bien pueden situarse sólo en una, interrumpiendo momentáneamente el flujo del texto (causando "saltos" en el texto). Estos dos tipos de sumarios se asocian cada uno de ellos a dos teorías sobre cómo deben fluir las columnas de texto en una página. La primera, racionalista, muy informativa, con aspiraciones a seriedad y rigor incluso formales y orientada casi hasta el fundamentalismo en no dificultar la lectura de ninguna manera, no colocaría nunca un sumario que obligara a esos "saltos" en el texto, posiblemente no colocaría nunca un sumario aun con el consiguiente riesgo de "ladrillo" que esto supone. La segunda, aparentemente libre de prejuicios, preocupada por valores estéticos añadidos que atraigan a los lectores con un supuesto dinamismo, totalmente imaginario pero no por eso efectivo en ocasiones, busca a toda costa lugares donde romper las columnas de texto y, si los anteriores decíamos que llegarían al extremo de no colocar un sumario, éstos puede que se atrevieran a no poner texto.
Un último aspecto en relación con los sumarios es su función "comodín" dentro de cada artículo. Porque el sumario, o la falta de él, suponen más o menos texto; y como sobre su colocación e incluso su existencia ha quedado ya claro que no existe consenso y quedan al amparo de lo aleatorio y subjetivo, nunca falta aquel sin ganas o tiempo de escribir que quiere mucho sumarios "donde sea"; y el contario, a quien de natural le falta siempre espacio que no dudará en pedir, suplicar o exigir que le quitemos esos sumarios "porque no hacen ninguna falta".

Suplemento. Producto que se vende conjuntamente con un diario, y se presenta bien encartado o bien acompañándolo, y que como su propio nombre indica, le aporta un plus que el periódico no puede ofrecer. Los suplementos abordan temas en los que al periódico le interesa incidir, ya sea por estrategia informativa o económica, o las dos, que también viajan juntas. Son una manera de abordar informaciones de manera mucho más concreta y diferenciada de la línea habitual del periódico. Porque aunque los suplementos dependen del periódico, es importante que se diferencien formalmente de él, para que no parezcan una sección interior más.
Si un periódico se construye desde un férreo control de la jerarquía, el orden y la unidad, un suplemento constituye un pequeño campo abierto en el que las cosas que parecen imposibles en el día a día tienen cabida. Los suplementos son entidades unitarias, con estilo propio, que deben recordar a la matriz a la que pertenecen pero no deben tener miedo de diferenciarse en la forma, a atreverse con cosas nuevas, ya que en un suplemento importa casi tanto lo que se cuenta como el cómo se cuenta. La gran apuesta de los suplementos ha sido siempre la imagen, el arrevistamiento, un atractivo diseño y en gran medida el color, que el periódico hasta hace bien poco no podía ofrecer.
Los periódicos de hoy poseen infinidad de suplementos. En una especie de enloquecida carrera por colapsar los quioscos de España, las editoras se han lanzado en estos últimos años a hacer suplementos de casi cualquier disciplina existente. Raro es el periódico que no tenga suplementos de casi todo: los hay de motor, de deportes, de salud, de ciencia, de informática, de viajes, de vivienda (incluso ahora, que la última casa se vendió prácticamente hace tres años...), de religión, de naturaleza, de trabajo... tantos como posibles inquietudes tengan los lectores y allá donde algún anunciante tenga a bien rascarse el (hoy maltrecho) bolsillo. Pero el rey de los suplementos, en el que todos pensamos cuando empleamos esta palabra es el suplemento dominical. Pensado inicialmente para que el periódico del domingo fuera igualmente demandado tanto por hombres como por mujeres, ha ido evolucionando hasta convertirse en una especie de contenedor de magníficos reportajes, grandes propuestas de ocio y también, grandes propuestas de diseño. De hecho, las mejores cosas que se han visto en los últimos diez años en el panorama diseñil patrio estaban en los suplementos. El dominical de El País, el magnífico País Semanal (aun con sus últimos altibajos), el apabullante Metrópoli de El Mundo del siempre sorprendente Rodrigo Sánchez, incluso suplementos ya desaparecidos y añorados como el antiguo País de las Tentaciones o La Luna, han hecho las delicias de muchos de los que nos dedicamos a esto.
Un suplemento es lo más parecido a una revista que un periódico, de momento, puede ofrecer (salvo que seas La Razón que, directamente, te regala revistas entre semana). Quizás por eso, algunos de los personajes que los maquetan están bordeando peligrosamente la línea que separa a los periodistas de los artistas, mientras que otros pasaron la línea hace años y están enclavados, tras sus gafas de pasta, en ese terreno alucinógeno, diseñil y creativísimo en el que todo vale siempre que seas muy original y diferente. Ese terreno del que no hay vuelta atrás, y en el que te miran por encima de la montura, como si les dieras pena, mientras defienden el equilibrio de los blancos de una página con argumentos tan peregrinos como la atracción de la madera, el factor de repulsa del cristal y cosas parecidas. Un mundo en el que cuanto más rara sea la excusa de la página, más aceptación tienes. Porque si maquetas un suplemento y haces cualquier barbaridad, con dar una explicación ininteligible solucionas el problema la mayor parte de las veces. Se te quedan mirando así, somo si quisieran comprobar que les estás tomando el pelo, y cuando tu o mueves un músculo de la cara tras haber dicho que esa página va así porque hay que respetar la periodicidad de las primeras cuatro páginas pares, te dicen: "Bueno, tú eres el que sabe..." Anda, intenta hacer lo mismo en un periódico, verás dónde te manda el responsable de una sección cuando intentes alguna triquiñuela parecida. Alguna ventaja tenía que tener estar rodeado de artistas, conceptos y abstracciones.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
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domingo, 1 de febrero de 2009

Crisis

Ha sido la última de las malas noticias sobre la crisis. La última que no va a ser la última. El jueves pasado nos sorprendía a todos la noticia, nada sorprendente, del cierre del diario gratuito Metro con la terrible consecuencia de que los 83 trabajadores que quedaron allí después del reciente expediente de regulación de empleo (el 40% de la plantilla, incluido su director, fueron despedidos, o "regulados", hace un mes) se quedan también sin trabajo. La empresa editora despide a todos sus trabajadores y cierra todas sus delegaciones en España anunciándolo el mismo día en que lo lleva a cabo. En su página web continúan sin informar de nada a sus nosecuantos millones de clientes e incluso se permiten la frivolidad (o la indecencia) de mantener textos como: "Trabaja con nosotros. Si quieres trabajar con nosotros, como periodista o como repartidor del periódico, o en nuestras oficinas, mándanos tu currículum y detalla en el mensaje a qué puesto te gustaría optar y en qué provincia resides". Es el modelo modélico de empresa multiglobal del futuro, la que representaba el porvenir de la prensa con su eficacia y conciencia social nórdica... igual al modelo de empresa de siempre, de aquí y de allí, que ahora envía a TODOS sus trabajadores a engrosar las escandalosas cifras del paro de nuestro país. Escandalosas porque prácticamente duplican las de cualquier país de nuestro entorno, cifras que deberían hacer sonrojar a quienes se llenaban hace muy poco el pecho de aire y estiraban la cabeza para decir aquello de que "somos la octava potencia económica del mundo", y por tanto "nos corresponde" estar en el G-loquesea, entre los países ricos y desarrollados del planeta. Debe ser que las cifras del desempleo no sirven para medir la prosperidad de un país: cerca de un 15% de la población activa de España no tiene trabajo, y subiendo, cifra tercermundista porque un 7% supone una crisis gravísima en Estados Unidos, Francia, Alemania o Italia, con quienes queremos compararnos. Un 7% que de suceder en España, nuestros políticos no dudarían en calificarlo orgullosos como "pleno empleo, prácticamente". Tal vez por eso, porque somos el país del paro, la modélica empresa Metro cierra su filial española mientras que en otros países, a pesar de que también sufren pérdidas, no. En su Suecia llegan a acuerdos con otros para intentar sobrevivir. Al final va a resultar que las celebradísimas novelas policíacas del gran escritor sueco Stieg Larsson sobre los poderes políticos y económicos tendrán que dejar de considerarse ficción.

La última portada de Metro. Tema principal: una noticia ¡positiva! sobre la crisis



Al cierre del diario Metro, cuya noticia también trae consigo polémicas internáuticas sobre quién da antes la primicia, la exclusiva, o si me citan o no, polémica bastante inoportuna, hay que añadir las gravísimas dificultades del otro gratuito ¡Qué!, por el que Vocento pagó ¡más de 130 millones de euros hace año y medio! (causa por la que posiblemente tan inteligentes gestores se deben resistir a cerrarlo ahora, aportando así a la teoría económica una nueva causa para evitar el cierre de empresas con pérdidas y muy escasas perspectivas de futuro: la vergüenza). Vocento es editora también de ABC, diario con importantes pérdidas en ingresos publicitarios a pesar de que se recupera algo del descalabro de lectores sufrido hace un par de años. La pretensión del grupo Zeta de llevar adelante otro ERE (se está poniendo de moda la puta palabrita) para despedir a más de 500 empleados de una plantilla aproximada de 2.400, que afectaría, por ejemplo, a El Periódico de Cataluña. El cierre de Localia, la cadena de televisión local de Prisa, editora del diario El País, en el que se convocan y desconvocan huelgas, empresa con el lastre de una descomunal deuda de cara al futuro de la que ha intentado deshacerse hasta ahora sin éxito al no poder vender su televisión digital de pago. El cierre de El Mundo de Almería y de La Gaceta de Canarias, con el consiguiente despido de sus trabajadores, diarios que se distribuían conjuntamente con El Mundo aunque no pertenecían a su editora, Unidad Editorial, que como todos los grupos de comunicación, se ha visto afectada por la crisis publicitaria y propone negociar con los representantes de los trabajadores un importante recorte de gastos. El cierre aparentemente incomprensible y contracorriente de ADN.es... con el consiguiente despido de todos... porque aquí no recoloca nadie, ni siquiera macroempresas como Planeta (dueña de ADN.es y evidentemente de ADN, cuyo futuro es más que incierto). No se recoloca, decimos, aquí, todos a la calle. Los despidos en 20 Minutos a pesar de su liderezgo en el mercado de los gratuitos y su ascendente tercer puesto entre las webs periodísticas más visitadas en nuestro idioma. Y no sigo, no quiero ni mencionar el escenario internacional, escribo sólo de este país nuestro, de memoria, y seguro que alguna catástrofe más se me olvida, porque hoy es más cierta que nunca aquella frase célebre de que "escribir en España es echarse a llorar".


Contradicciones
Dicen de las crisis que suponen tiempos de cambio, de nuevas oportunidades, de renovación. Tal vez suceda con la que padecemos, pero de lo que estamos seguros es de que, en principio, lo que provocan es miedo y, después, lo que ponen de manifiesto son contradicciones. No es necesario reflexionar mucho para que nos demos cuenta de que los medios impresos que iban a salvar la prensa escrita, los periódicos gratuitos, están siendo precisamente los primeros en desaparecer. Su modelo de negocio es el más frágil al depender de una sola fuente de ingresos, la publicidad, que es lo primero que recortan todas las empresas anunciantes cuando aparece una crisis, unido a que sus costes de producción son tan elevados como los de los periódicos de pago: sus redacciones son mucho más baratas, con el consiguiente efecto en el resultado de lo que publican, pero la impresión y distribución de tantísimos ejemplares es muchísimo más cara. Ahora nos lo explican los gurús especialistas en acertar lo que ya ha sucedido, los mismos especializados en fallar lo que va a suceder porque fueron ellos los pronosticadores de este modelo de futuro que desplazaría a la prensa de pago.

Otra contradicción, cuya explicación guruística estamos esperando, es el cierre de portales informativos de internet como el de AND.es, mientras que la empresa mantiene abierto el diario en papel. Porque las páginas web dependen, exclusivamente, de la publicidad. Esa que ha disminuido brutalmente. Es razonable suponer que crecerá en el futuro, porque crecerán los accesos a internet, y porque la crisis terminará. Sí. Terminará. ¿Serán para entonces rentables y autosuficientes los medios online? ¿O rentables para hacer el periodismo de calidad que todos esperamos? Porque ahora no lo son y viven todavía de sus medios en papel, aunque la tendencia es la contraria. El debate está abierto, excepto para los futurólogos, tantos hace poco, ahora algo escondidos. La decisión de Planeta con ADN resulta pues, enigmática.

La tercera es el anuncio de la desintegración de la integración de redacciones. Cuando todo parecía claro, cuando en la bola de cristal todos vieron redacciones integradas con periodistas multipringados, quiero decir multimedia, pero que lo vieron clarísimo, vamos, ¡con estos ojitos! Cuando los que no habían hecho los deberes a tiempo al no tener fusionadas sus redacciones y por consiguiente lo iban a pasar mal, muy mal, seguro vamos... llega entonces 20 Minutos y anuncia la separación de sus redacciones de internet y de papel siguiendo la estrategia de su compañía matriz noruega. ¡Precisamente un modelo de integración desde hace años y cuya página web ha crecido espectacularmente! Pues como no sea para despedir después a la mitad de los segregados y cerrar el diaro de papel con ellos... otro motivo no aciertan a explicarnos. Porque ahora es positivo precisamente lo contrario de aquello que era positivo antes. Son los tiempos cambiantes, claro, los que "nadie podía prever", ni siquiera los que viven de preverlo y siguen previendo.

En uno de los primeros post de este año mencionamos ya la crisis y os animábamos a encararla de la manera más combativa posible desde donde estemos cada uno y de la manera en que cada uno podamos. Es lo que intentamos nosotros, resistir, pelear y mirar hacia adelante. Un mensaje que somos conscientes de que resulta muy difícil para aquellos compañeros de profesión que se han quedado sin trabajo como los de Metro. Y somos muy conscientes de ello porque alguno de nosotros trabajó en el diario El Sol de Madrid por el que habíamos dejado nuestro anterior trabajo... y terminamos en el paro; después en La Información de Madrid... y terminamos en el paro, en aquella otra crisis, también brutal, de finales de los 80 y principios de los 90. Todos estamos inmersos en esta crisis, en mayor o menor medida. Nadie puede ver el futuro y quien lo afirme, o nos engaña, o se engaña a sí mismo. El presente está lleno de contradicciones. Desde encajabaja queremos mandar un abrazo fuerte y nuestra solidaridad a la gente de Metro, a todos aquellos que han perdido su puesto de trabajo en estos días. Si de verdad esta crisis tiene al final algún lado positivo, supone una renovación, un cambio y nuevas oportunidades, estamos seguros de que tarde o temprano (ojalá cuanto antes) toda esta gente, tan preparada, podrá y sabrá aprovecharlo. Suerte y ánimo.