El tema del acento en la cabecera de El País ha sido uno de los más tratados en lo que a su rediseño se refiere, o maquillaje o cirguía estética si preferís llamarlo así. Yo creo que es algo más que maquillaje pero, desde luego, no es un diseño nuevo, no llega a rediseño. Hablaremos pasados unos días. Y tal vez lo haya sido porque vivimos tiempos en que lo anecdótico suele eclipsar lo principal, en que nos dejamos llevar, todos, por la curiosidad llamativa, por los adornos, por lo famoso en vez de lo importante. Y, sinceramente, lo del acento me da exactamente igual. En primer lugar porque lo que han puesto no es un acento, si queremos ponerlo pues se lo ponemos en vez de pintarle una monada en azul para corregir una supuesta falta de ortografía mantenida durante 30 años. Y en segundo lugar porque no supone nada a la hora de leer el periódico. Y el periódico, los periódicos, se publican para ser leídos. Ya lo escribí el otro día cuando hacía referencia a las supuestas razones para el cambio: las páginas se hacen para ser leídas y en lo que a lectura se refiere el cambio más importante que ha llevado a cabo El País ha sido eliminar la entradilla de sus noticias, algo que se ha mencionado como de pasada en comparación con las charlas que hemos leído y oído sobre el banal acento.
Hasta el sabado pasado El País ofrecía a sus lectores tres niveles de lectura que ahora, por afán modernístico, han quedado reducidos a dos. Porque sí o porque todavía no se ha reunido durante meses un comité nombrado por el director para encontrar una razón, como hicieron con el diseño global. Ya nos dirán entonces porqué han decidido quitar la entradilla. En El País, primero se hacen las cosas, nos dijo Javier Moreno, y después se piensa por qué se han hecho.
El primer nivel de lectura se refiere a los títulos. Una primera pasada que hacemos a cualquier periódico consiste en la lectura de los titulares (por eso son grandes, no porque adornen más así las páginas). Este nivel de lectura lo tienen todos los diarios, evidentemente, y no creo que ningún rediseño se atreva a eliminarlo, aunque casos de intento ha habido (si yo contara...). El segundo nivel de lectura es la entradilla que El País ha eliminado: si el título despierta nuestro interés tenemos un párrafo que nos cuenta brevemente la noticia. Este segundo nivel lo tenía El País y casi ningún periódico moderno. El tercer nivel de lectura lo constituye el cuerpo central de la noticia, el texto, al que llegas si los dos primeros te han interesado. Es adentrarte más en la noticia. Son tres opciones y ahora, más modernos, tenemos sólo dos.
El primer nivel de lectura se refiere a los títulos. Una primera pasada que hacemos a cualquier periódico consiste en la lectura de los titulares (por eso son grandes, no porque adornen más así las páginas). Este nivel de lectura lo tienen todos los diarios, evidentemente, y no creo que ningún rediseño se atreva a eliminarlo, aunque casos de intento ha habido (si yo contara...). El segundo nivel de lectura es la entradilla que El País ha eliminado: si el título despierta nuestro interés tenemos un párrafo que nos cuenta brevemente la noticia. Este segundo nivel lo tenía El País y casi ningún periódico moderno. El tercer nivel de lectura lo constituye el cuerpo central de la noticia, el texto, al que llegas si los dos primeros te han interesado. Es adentrarte más en la noticia. Son tres opciones y ahora, más modernos, tenemos sólo dos.
Nuestro "plumilla favorito" como él mismo se denomina, el siempre perspicaz Juan Gonzalo, nos comentaba el otro día que una de las razones para eliminar la entradilla podría deberse a que quisieran que entrásemos directamente en el texto, porque tal vez la entradilla hace que en ocasiones sólo leas esa introducción y no el resto de la noticia. Desde luego es una razón de peso, de mucho más peso que las que ha dado el propio El País, porque hasta ahora no nos han dado ninguna, que desaparece en consonancia con los periódicos más modernos, o algo así. Es una opción, pero es una opción con menos variantes y posibilidades para el lector que la que tan bien había funcionado hasta ahora. Yo, como lector, prefiero tener más opciones, como también vengo reclamando que si de verdad nos quieren dar explicaciones pues eso, que las den. Que no nos distraigan con un acento azul.
Yo en la pagina del nuevo diseño veo que hay dos niveles antes de llegar al texto, no uno: título y subtítulo. El lead (el largo párrafo) es algo anticuado: titulo, lead que resumia la noticia, y noticia. Tres sitios para decir lo mismo... Para aburrir a las ovejas. Cuánto mejor ahora: titulo, subtitulo con informacion complementaria, y texto. ¿Para qué más?
ResponderEliminarTítulo y subtítulo (incluso antetítulos si los hay) son el mismo nivel y por eso se llaman así. Y los había antes también, además de la entradilla. No son para decir lo mismo. Anticuado no es una explicación racional, porque quienes se aburren leyendo, se aburrían antes y ahora. Para qué más, lo explica el artículo... para elegir.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo en que cuando la apuesta es ofrecer cada vez más elementos de primer nivel de lectura, El País apueste por todo lo contrario. No solo se cargan la entradilla sino que ponen pocos ladillos.
ResponderEliminarA mi las entradillas me gustan: quizá podrían haberles dado otro enfoque en lugar de cargárselas directamente, creo que en general el 'nuevo diseño' ha empobrecido la presentación de las noticias y de los contenidos.
Me matizo a mi mismo que he dejado la frase colgada: "cuando la apuesta es ofrecer cada vez más elementos de primer y segundo nivel de lectura, es muy extraño que El País apueste por todo lo contrario".
ResponderEliminarLas entradillas, en general, siempre me han resultado reiterativas, pero no con el primer nivel de lectura, sino con respecto al tercero.
ResponderEliminarMi opinión es que si se quiere dejar la entradilla, que se deje. Pero que en el cuerpo de texto no se redunde en lo mismo.
Utilizar los elementos adecuadamente. Ese es el problema y no que parezcan antiguos o modernos. Que no repitamos en el primer párrafo del texto lo que ya hemos dicho en la entradilla. Exige un esfuerzo al redactor que no siempre están dispuestos o capacitados para hacer. El comentario certero de red miner responde a lo que nos preguntan continuamente cuando hacemos páginas y se nos quejan: qué pongo aquí, ¿lo mismo? Eso es lo que aburre de las entradillas, no su "aspecto" anticuado.
ResponderEliminarCreo que lo niveles de lectura son importantes, el titulo, "la entradilla" y el texto...
ResponderEliminarLa entradilla puede ser un resumen con un toque màs personal de la noticia, o una informacion
suplementaria de enlace a algo relacionado...que provoque curiosidad...no sé pero creo que lo que han dicho, que se quita por falta de imaginacion... es grave...los niveles de lectura enriquecen gràfica y conceptualmente un diario. Gracias por este sitio lo he descubierto este fin de semana y es muy interesante
Las entradillas en El País eran un elemento más (u otro nivel de lectura) de la forma de presentarnos la información este diario. De hecho al leerlo estos días las echaba de menos. Dicho esto el "esfuerzo" del redactor y del maquetador debe ser presentarnos una información que nos enganche de cabo a rabo (es decir del primer al último nivel de lectura). Si eso se consigue el lector hará el esfuerzo de llegar hasta el final y no se quedará en el primer nivel de lectura. ¿Quitar niveles de lectura complica más o menos la labor de diseño de páginas? Gracias
ResponderEliminar