Si esto fuera Magos del Humor, de Mortadelo y Filemón, media ciudad de un país imaginario (que bien podría ser cualquiera de España) estaría persiguiendo a los dos maltrechos "detectives", Ofelia le estaría tirando los trastos a Mortadelo, el superintendente tendría escayolado hasta el último pelo y el profesor bacterio habría saltado por los aires con su último superinvento. Pero no es una viñeta de Ibáñez, por desgracia.
Es un pequeño homenaje a uno de los mejores cómics de humor españoles. Un homenaje a las rotundas curvas de la secretaria, a la barba del profesor, al bigote del jefe, a las gafas del larguirucho, a los dos pelos (ni uno más ni uno menos) del cascarrabias del pantalón rojo y, como no, al sulfato atómico. Y un homenaje a los pequeños pero enormes detalles de humor que son todas y cada una de las viñetas del gran Francisco Ibánez.
Es un pequeño homenaje a uno de los mejores cómics de humor españoles. Un homenaje a las rotundas curvas de la secretaria, a la barba del profesor, al bigote del jefe, a las gafas del larguirucho, a los dos pelos (ni uno más ni uno menos) del cascarrabias del pantalón rojo y, como no, al sulfato atómico. Y un homenaje a los pequeños pero enormes detalles de humor que son todas y cada una de las viñetas del gran Francisco Ibánez.
Pero no somos los únicos que le rendimos tributo. El Cultural, revista que publica El Mundo todos los jueves, dedica toda su portada a un autorretrato elaborado por el dibujante catalán con motivo de los 50 años de tan curiosa pareja. Una portada distinta a la que normalmente estamos acostumbrados en este tipo de publicaciones, donde se suele optar por una foto. Aunque El Cultural no es la primera vez que usa ilustraciones, pero sí es la primera ocasión (si mal no recuerdo) en la que el protagonista se pinta a sí mismo ad hoc para la revista.
Y en esta portada donde precisamente se ven esos pequeños detalles que hacen tan especial los dibujos de Ibáñez y donde se ríe de él mismo y de todo lo que le rodea. Botes de viagra, coronas de flores que llevan los personajes a su creador, sondas para latas de jugo de nabo, ofertas en ataúdes y su característica firma apoyada, como puede, en un par de muletas. Y así, una infinidad. Una genialidad de primera página que todos los amantes del cómic deberían guardar, al igual que el libro conmemorativo. Una joya. (Podéis ver una avance aquí, aquí, aquí y aquí.)
P.D. Una recomendación sobre el mundo del tebeo, "el género peor comprendido del mundo", como reconoce Scott McCloud en su imprescindible obra "Cómo se hace un cómic". Un repaso exhaustivo a todo el potencial que ofrecen. Un lenguaje poderoso y una capacidad comunicativa extraordinaria. Léanlo, verán como su percepción cambia de manera radical.
Y en esta portada donde precisamente se ven esos pequeños detalles que hacen tan especial los dibujos de Ibáñez y donde se ríe de él mismo y de todo lo que le rodea. Botes de viagra, coronas de flores que llevan los personajes a su creador, sondas para latas de jugo de nabo, ofertas en ataúdes y su característica firma apoyada, como puede, en un par de muletas. Y así, una infinidad. Una genialidad de primera página que todos los amantes del cómic deberían guardar, al igual que el libro conmemorativo. Una joya. (Podéis ver una avance aquí, aquí, aquí y aquí.)
P.D. Una recomendación sobre el mundo del tebeo, "el género peor comprendido del mundo", como reconoce Scott McCloud en su imprescindible obra "Cómo se hace un cómic". Un repaso exhaustivo a todo el potencial que ofrecen. Un lenguaje poderoso y una capacidad comunicativa extraordinaria. Léanlo, verán como su percepción cambia de manera radical.
Gran post. Siempre he sido un fan de Ibáñez, sobre todo, de Mortadelo y Filemón. Tomo nota de tus referencias. Un abrazo amigo.
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