lunes, 9 de febrero de 2009

Diseñario (XLVII)

Siempre es gratificante encontrar comentarios que nos dicen que un maquetador está "para dar forma periodística a un contenido periodístico. Para ayudar al que tiene el “qué” y mostrarle el “cómo”. El diseñador de prensa debe ser el primer lector y debe trabajar con contenidos y hacerlos atractivos. (...) Debe ser un editor de contenidos y debe aportar sus conocimientos formales con sentido periodístico antes que estético". El comité de expertos encargado de la elaboración del Diseñario no puede sino suscribir palabra por palabra este comentario de uno de nuestros lectores porque ésa es la filosofía de encajabaja. Esperanzados porque estas palabras nos demuestran que no todo está perdido, nos ofrecen además una nueva entrega de esta su obra irreverente, colectiva y abierta a vuestra participación, sobre el diseño periodístico y la prensa.




T


Tabla. Elemento textual (más bien numeral) que sirve de apoyo a las informaciones y que aporta una serie de datos relacionados entre sí. Dividido en celdas horizontales y verticales, muchas veces se usan las tablas como ídem de salvación para así intentar mejorar el aspecto de una página: "podemos dar una tablita aquí, así aligera la página", suelta el incauto de turno. Sin embargo, las tablas son feas por naturaleza (con honrosas excepciones) porque son simplemente una sucesión de datos adornados con filetes horizontales y verticales que los delimitan. Y hay que saber hacerlas bien, muy bien incluso, porque no hay nada peor que una tabla fallida en la que los datos no queden claros y no se pueda consultar con facilidad.

Tabloide. ¡Cómo!, exclamó con un combinado de indignación y asombro el alemán Reinhard Gäde al enterarse de que los responsables del proyecto de periódico que le habían contratado para que hiciera el prototipo habían comprado ya una rotativa ¡en formato tabloide! ¡No! ¡Es imposible! Era imposible hacer un diario de calidad en este formato, con este tamaño de papel, que es precisamente lo que este alemán de la escuela de La Bauhaus logró hacer con el diario madrileño El País en 1976... una vez que se le hubo pasado el cabreo germánico inicial.
¿Por qué se puso así este hombre, por otro lado cordial y divertido? Pues porque en la tradición de la prensa anglosajona y centroeuropea, en la que él se había educado, los tabloides se asociaban hasta tal punto con la prensa sensacionalista que a todos ellos se les llama de forma general así: tabloides. Los "periódicos de calidad" utilizaban el denominado formato sábana (broadsheet, en inglés, con unas medidas aproximadas de 600 x 380 mm), y todavía lo hacen en Alemania aunque no en inglaterra o Estados Unidos. Es el más grande de los tamaños de papel empleados para imprimir periódicos, casi el doble que nuestro querido tabloide (aproximadamente 410 x 300 mm). Existe un formato intermedio denominado berliner (470 x 315 mm), que es el que utiliza, por ejemplo, The Guardian, desde que dejó el formato sábana en 2005, o el diario francés Le Monde.
El genial Gäde se encontró pues ante lo que para él suponía una total contradicción: tabloide y de calidad. La necesidad le impulsó entonces a crear con este despreciado formato un modelo de periódico serio, de calidad, con una retícula de módulos horizontales y cinco columnas, separando de manera geométrica los temas, muy ordenado y jerarquizado... y lo consiguió. Logró encontrar una imagen de periódico totalmente distinta a la de los tabloides anglosajones, distinta también de los enormes sábanas, con personalidad propia y que ha servido como modelo desde entonces.
El tabloide es el vencedor en la "guerra de los formatos", si es que puede hablarse en estos términos, porque al hecho de que triunfasen periódicos de calidad en formato tabloide se añadió la crisis económica, y de la prensa en particular, que aconsejaban reducir el tamaño del papel debido al incremento continuo de su coste. Especialmente interesante resultó la "batalla de Londres", donde se publicaban los periódicos de calidad más tradicionales del mundo, en su tradicional formato sábana, y para un público y un país donde las tradiciones forman parte de su esencia. El primero en dar tan atrevido paso fue The Independent, a finales de 2003, con la precaución de ofrecer los dos formatos simultáneamente en el quiosco, el sábana de siempre junto al nuevo tabloide (en realidad lo llaman "compact" porque es ligeramente más pequeño que el tabloide, ya que al utilizar la misma rotativa tenían que imprimirlo a un tamaño exactamente la mitad del sábana, amén de que no quisieran utilizar el apestado calificativo tabloidal). No había terminado ese año cuando fue The Times, ¡si, The Times!, quien hacía lo propio. Aproximadamente un año después, ambos dejaron de imprimir en el tradicional sábana, los lectores decidieron, y una forma dejó de condicionar los contenidos.

Teletipo. Marcas o huellas, señales, caracteres grabados y enviados a distancia. Mensajes transmitidos. Manera de comunicarse de las agencias de noticias con sus clientes: periódicos, emisoras de radio, de televisión, internet, gobiernos, etc. Lo que nunca debe firmarse como si lo hubiéramos escrito nosotros... a pesar de que le hayamos cambiado cuatro palabras. De lo que se nutren en un altísimo porcentaje muchas de las páginas web periodísticas, debido principalmente al alto coste que supone elaborar información propia de calidad y a que su única vía de financiación son los ingresos publicitarios, escasos e insuficientes para hacer rentable a día de hoy un medio de comunicación en este soporte digital. El crecimiento exponencial de internet, y la posibilidad de que se pueda convencer a los internautas de que paguen por la información, es posible que nos obliguen a modificar esta última acepción de teletipo.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.

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