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martes, 7 de septiembre de 2010

El diseño prefabricado de Roger Black
(o cuando maquetar no es informar)

A finales del pasado mes de julio, con alguno de nosotros ya de vacaciones, saltó la noticia: Roger Black, afamado diseñador y gurú del diseño creaba un servicio de revistas, periódios y webs prediseñadas, una biblioteca de plantillas premaquetadas para que en las redacciones sólo se ocupen de añadir el contenido... una labor pensada, según ellos, para que las redacciones pequeñas y sin medios económicos accedan a una maqueta de cierto nivel. Una propuesta polémica, que ha llenado la web de debates y foros de diseñadores indignados por la ocurrencia o deslumbrados por la genialidad de un gurú, uno más, que ha sabido descifrar los misterios del universo leyendo el envoltorio de un chicle. El bueno de Roger Black. Tanto debate ha generado, de hecho, que la SND está citando en Denver a finales de este mes de septiembre, entre el día 23 y 25, a una mesa redonda en la que discutir en profundidad sobre este tema, dentro del extenso programa para el encuentro de este año.



La primera vez que uno de nosotros oyó hablar de Roger Black en el calendario figuraba el año 1990 y acababa de conseguir su primer trabajo en un periódico, precisamente en un diario que todavía no había salido a la calle y cuyo diseño se había encargado al estudio que este norteamericano tenía, y tiene, junto al mexicano Eduardo Danilo. Aquel periódico editado en Madrid, y que no llegó al año y medio de vida, tan sólo brilló precisamente por su diseño a pesar de tener El Sol como cabecera. Un diseño que 20 años después sigue pareciendo moderno y atrevido, fresco, deslumbrante, como comentamos hace poco ojeando ejemplares de entonces en una noche madrileña un pequeño grupo de nostálgicos a quienes se nos ocurrió celebrar esos 20 años pasados.

Por eso el nombre de Black estuvo en un comienzo asociado para alguno de nosotros al del más alto diseño periodístico... lugar en el que ciertamente estuvo y sigue estándolo con merecimiento. Pero después de ese tiempo de inocencia inicial, también para alguno de nosotros, Roger Black pasó a formar parte de la etérea categoría de gurú máximo, de representante de esa subespecie de diseñador que pone casi más empeño en venderse a sí mismo, y que algo ha dañado la imagen del diseño, en especial al periodístico. Y fue precisamente cuando alguno de nosotros (y ese uno es, evidentemente, siempre el mismo) conoció de primera mano, unos años después, los detalles de cómo los amigos Black y Danilo presentaron y vendieron, y cobraron, su trabajo a los responsables de El Sol.

"Esperábamos ver por fin el prototipo, que nos estaba costando un dineral", me contó uno de los asistentes a aquella reunión unos años después, en una noche de cierre en otro de los periódicos en los que trabajamos juntos, "y allí que aparecen Danilo y Roger Black con un enorme cartelón. Lo destapan y lo único que vemos es una frase: ‘Franco ha muerto’". Se miraron todos unos a otros en silencio, suponemos que con la más absoluta cara de gilipollas que pueda ponerse, mientras que el gurú también se quedaba en silencio, como quien ha descubierto la verdad más absoluta y quiere dar tiempo a que su absorta audiencia lo asimile... Recordemos que estábamos en 1990. "Dio la vuelta a la hoja de papel y en el siguiente cartelón había otra frase: ‘La sociedad española ha cambiado’". Y otro silencio. Y más caras ante aquel trípode con cartelones de papel precursor del powerpoint. Silencio hasta que quien me contó aquello se volvió a quien tenía a su lado y en voz baja, para que no le oyeran aquellos sabios del diseño periodístico, le preguntó "oye, ¿y las páginas?". Las páginas, algunas, vendrían meses después, con distintos viajes entre Estados Unidos y España de por medio en primera clase, claro. Y otras, algunas más, tendría que hacerlas y desarrollarlas a partir de las propuestas generales de Black y Danilo, Ricardo Curtis, director de arte de aquel proyecto maravilloso. Porque una parte de aquel elogiado diseño es de mi amigo y maestro Curtis, aunque las cosas no se hayan "vendido" así, porque Curtis es el más absoluto antigurú y el peor vendedor de su trabajo de cuantos directores de arte haya conocido y con los que haya trabajado, es un periodista en realidad, interesado en contar historias.

La tipografía que diseñó Roger Black para los titulares de El Sol, una familia de grotescas con distintos pesos clasificados por números y que costó cuatro millones de pesetas a cambio de dos años de exclusividad (volvamos a recordar que hablamos de 1990), es sin embargo una muestra de la otra faceta de este gran diseñador norteamericano, la faceta de su trabajo "real", que no dejamos de elogiar. Porque Roger Black era, fundamentalmente, un excelente tipógrafo más que un periodista, un diseñador de tipos más que un diseñador de páginas (trabajo este último para el que, suponemos, se asoció con Danilo, que había sido director de arte en un periódico mexicano). Posteriormente retocó esta tipografía, amplió la gama y cambió su denominación para comercializarla a través de Font Bureau (a cuyo staff pertenece), donde ahora la podemos encontrar como Bureau Grot.



El proceso de génesis de aquel diario puede consultarse con todo lujo de detalles, reuniones y viajes, en el libro de Pedro Pérez Cuadrado, maestro de periodistas y entonces jefe de producción de El Sol, titulado "El reto tecnológico de un diario 'de diseño': El Sol (1990-1992)", editado por Zona Impresa. Una de los mejores y más completos estudios publicados sobre todo el proceso de creación de un diario impreso, escrito y documentado por quien estuvo participando en aquel proceso de forma activa. Imprescindible... pero de verdad. En él podemos ver reproducidas las páginas que trajeron Black y Danilo a Madrid desde su estudio, con un cierto estilo de tabloide sensacionalista norteamericano... y las que finalmente salieron impresas y que asombraron por su increíble mezcla de audacia y elegancia, con un estilo mucho más europeo, después de pasar por Curtis.


Propuesta inicial de Black y Danilo para la portada, cabecera incluida (obsérvese el tamaño y el texto del título principal, así como la rígida estructura a cuatro columnas, demasiado anchas).


Y resultado final: una de las portadas del diario, publicada en marzo de 1991, con el diseño ya "refinado" por su director de arte, Ricardo Curtis, y con la cabecera diseñada por Ricardo Salvador, jefe de infografía de El Sol.



El parecido entre esta tercera propuesta y la inicial de Black se limita, como podéis comprobar, únicamente a la tipografía (y ni siquiera con el mismo tratamiento exagerado de cuerpos). Pero es que, además, esta última portada del diario El Sol que reproducimos como las otras del libro de Pedro Pérez, magnífica página diseñada por el director de arte del periódico, Ricardo Curtis, tiene una curiosa historia detrás que ayuda a entender cómo se vende en ocasiones esto del diseño. Apareció en el libro anual que publica la SND con los galardones al mejor diseño internacional en el apartado de "tipografía sobresaliente". Atribuye su diseño únicamente a Roger Black y a Eduardo Danilo. La única manera de conseguir un premio así es, además del talento imprescindible para hacerla... presentándose al concurso, y pagando por hacerlo, no se conceden por iniciativa de ningún jurado. Las publicaciones presentan los trabajos y pagan por cada página que envían. Pero ningún responsable del periódico, incluido quien diseñó la página y quien remodeló el diseño inicial de Black y Danilo, había presentado aquel año ningún trabajo a la SND.

Ahora volvemos a oír hablar de Roger Black.... porque nos propone páginas premaquetadas, o sea un catálogo.

Está claro que los tiempos de crisis son tiempos de recortes, de despidos y de penalidades, pero también tiempos de oportunidades. Oportunidades para emprendedores y audaces, pero también para que iniciativas mediocres encuentren su espacio. A nosotros no nos ha gustado nada la iniciativa de Black. Y no tanto por la supuesta amenaza laboral que cierne sobre nosotros, que está por ver, sino porque no creemos en ese tipo de información, en ese tipo de periodismo. ¡Ojo! que no todo es negativo y en algunos campos, por ejemplo la web, puede ser interesante que existan unos modelos de páginas predeterminadas (como las de muchos blogs) ya que ahí sí que estamos hablando de plantillas de personal reducidas a la mínima expresión (a dos tíos, vamos, o a uno, al periodista multimedia) y poco dinero a la vista. Pero para la prensa y revistas se nos ocurren muchos motivos por los que no apoyar esta dudosa iniciativa. "El diseño de calidad, accesible a todos", proclaman en su web, con gran despliegue tipográfico. ¿Calidad? ¿Accesible para todos... hablando de Roger Black? Eso habrá que verlo...


Distintos modelos de páginas para periódicos a la venta en la web de Roger Black.


Nadie duda de la brillantez formal de los diseños de Black. Incluso nos atreveríamos a afirmar que la serie de plantillas que muestra en su web superan estéticamente a la amplia mayoría de publicaciones pequeñas-medianas que se pueden encontrar en un quiosco. Ahora bien... ¿funcionará cuando incluyamos el contenido? Puede. Con calzador, nos tememos... Un diseño tiene calidad en la medida que sirve al contenido que acompaña, en la medida que informa al lector, que ayuda a contar la historia que queremos transmitir. Nunca si sólo es un bonito envoltorio. Eso se llama celofán. ¿Funcionarán igual estas plantillas en función del tema elegido para rellenarlas? Sinceramente, lo dudamos. De la misma manera que dudamos que funcionen igual en un país que en otro, porque el contenido, el diseño, la tipografía, la infografía... todo depende del lector al que te dirijas, de lo que pretendas transmitir, de su formación cultural y de la cultura del lugar, etc. El diseño ilustra la información que contiene, es algo vivo, cambiante y sobre todo único. Eso no se puede manufacturar en masa desde un despacho de EEUU, por mucho que marquen tendencias para tantas otras disciplinas en el mundo entero.

Pero por si fuera poco, se nos ocurren otras tantas críticas al proyecto, algunas de puro cajón y otras de mayor sesgo moral. Resulta de un sentido del humor trágico que sea un afamado diseñador el que promocione una herramienta que bloqueará el acceso al diseño en muchas de esas pequeñas empresas que puede que se sumen a la idea. Recordemos que un enorme porcentaje de los maquetadores que han llegado a algún sitio han empezado por ahí, por pequeñas y medianas empresas, en las que la libertad y la creatividad a la hora de trabajar eran activos que suplían la falta de dinero y recursos. Ahora ya no. Ahora la maqueta ya está predefinida, para ahorrar costes y ganar calidad, según nos cuentan desde casaBlack. Quizá quede algún pobre maqueta para incluir las fotos y retocar mínimamente las páginas, porque aunque predefinamos el trabajo de diseño, difícilmente se podrá premaquetar el ego de un redactor que ha decidido escribir cien líneas más porque hoy se siente espléndido... Pero el acceso a la edición, a trabajar los temas, ése queda bloqueado. Por el estudio de Mr. Black, naturalmente. Que suponemos que también elegirá la tipografía que utilizará. Naturalmente. Font Bureau, naturalmente... Un pequeño corralito muy lucrativo. Naturalmente.



Modelo de página prefabricada para revista que nos propone el Ready-Media de Roger Black, con la posibilidad de cambiar entre dos tipos de combinación tipográfica. Y distintos modelos de estilos de revistas también premaquetadas.

Es tremenda la hipocresía de vender esta idea como la panacea para las medianas y pequeñas empresas de información. Diseño de calidad a buen precio... Precisamente lo que necesitan las pequeñas y medianas empresas es diferenciarse de todo lo que ya hay en el mercado. Ser únicas, diferentes, nuevas e irrepetibles... ¿Conseguirán eso usando uno de los diseños enlatados de Mr. Black? Con un poco de suerte, tendrán un clon de su diseño en Cincinnatti... con menos suerte, lo tendrán en la misma balda del quiosco. Si es que todavía queda alguno, y no se llama iPad...

De todos modos, no hay que rasgarse las vestiduras, porque tampoco es que sea nada nuevo. Llevamos años conviviendo (y utilizando) stocks de fotos y de ilustraciones, por lo que lo normal es que tarde o temprano llegara el stock de maquetas... Lo que nos deja una inquietante proyección... ¿Llegaremos al stock de información? ¿Pasaremos del "just add content" al "just add facts"? A lo mejor el futuro es una empresa que fabrique informaciones en masa, a granel, y sólo les cambie los nombres a los sujetos, o los lugares en las firmas de foto, dependiendo del momento social o político que se viva... O, a lo mejor es que ya tenemos ese periodismo hace unos años y no nos hemos dado cuenta... y claro ¿por qué no prefabricarle también el diseño y nos echamos a dormir todos y no sólo los que mandan?

Pero lo que a nosotros más nos ofende es que, una vez más, nos parece una falta de respeto total al lector. Le damos algo recalentado como nuevo. Y se lo cobramos, por supuesto, como si nos lo hubiésemos currado. Muchos pensaréis que preferís una langosta congelada y recalentada varias veces que un simple bocadillo de jamón... Estáis completamente en vuestro derecho. Pero a nosotros nos gusta saber por qué pagamos. Y me gusta saber que lo que tomo está hecho para mí, y no para un target de marketing... que yo también sé meter una pizza en el microondas y darle al botoncito... Y si no tienen lo que pido, quiero tener la libertad de no pagar y largarme... Y si quiero una langosta la pago o me jodo y la miro a través del cristal de la pecera, consciente de que nunca la podré tener... y no pasa nada, oiga. Lo que no quiero es tener que comulgar con ruedas de molino, las camisas me las compro en El Corte Inglés porque no quiero ir en pelotas por la calle, un periódico lo pago porque quiero y punto.

Roger Black nos intenta convencer de la bondad de su proyecto: primero me compras el diseño y luego le añades la información para "ahorrar tiempo y dinero".

Frente a la legión de diseñistas que piensan que un diseño de calidad es tan sólo uno compensado, audaz y modernil, estamos muchos maquetadores y diseñadores que sostenemos que un diseño de calidad es aquel que cumple su función, que no es otra que informar a sus lectores... Y si encima conseguimos que sea moderno, audaz y brillante, mejor que mejor... teniendo en cuenta que el común de los mortales no lo valorará, pero sí valorará que le sirva como vehículo para consumir y entender la información que contiene... Si en este blog defendemos que maquetar es informar, comprenderéis que no podemos apoyar una iniciativa que segrega dos aspectos que para nosotros son fundamentales e indisolubles. Diseño y contenido son ambos parte de la misma cosa, pero nunca factores que deban alterar su orden. El diseño ha de servir al contenido, no al revés. Si condicionamos el fondo a la forma, el contenido al diseño, pasamos a engrosar esa lista infinita de diseñistas que no estarán dispuestos a que la realidad, la información, les estropee una buena página... Y esa página puede ser deslumbrante, pero nunca será un diseño de calidad, porque no cumple su auténtica función, que es la de informar. Black defiende la utilidad de sus plantillas como medio de ahorrar "tiempo y dinero"... El tiempo dirá qué era mejor solución, ahorrar costes o invertir en talento, personalidad y medios, pensando en un futuro que nadie es capaz de anticipar...

Javier Vidal y Mario Benito

viernes, 16 de julio de 2010

Un futuro

Nos despedimos hasta un futuro cercano, situado a comienzos de septiembre, queriendo ofreceros qué pasará en un futuro a mucho más largo plazo con el periodismo impreso. Un futuro posible para los periódicos, no el futuro, el que nos ha contado un libro con más de 3.000 años de pasado: el "I Ching" o "Libro de las Mutaciones".

Aunque pudiera parecer que para tales menesteres ya existen infinidad de gurúes mucho más cualificados, consultores y expertos que viven del asunto sermoneando desde un pensamiento científico alejado de supersticiones mágicas, lo cierto es que tenemos la impresión (aunque podemos estar equivocados, faltaría más) de que tanto los sabios chinos de la antiguedad como los gurúes del presente saben lo mismo sobre los periódicos y que utilizan el mismo método para sus predicciones: el azar. También estuvimos barajando la posibilidad de consultar a un echador de cartas que en vez de manos utilizase ocho tentáculos multiplicando así su eficacia, pero están tan ocupados que nos daba hora para una fecha en la que posiblemente haya desaparecido el papel... y el propio adivino, embadurnado en pimentón.

Nos llama la atención, en primer lugar, que este "Libro de las Mutaciones" insista una y otra vez en los cambios, en "adaptarse" a ellos para lograr la "armonía del individuo con el cambiante fluir de las corrientes universales". Nada más oportuno si de periódicos hablamos, pues, en estos tiempos en los que "el hombre ha perdido su Tao, el sentido de su vida, su camino, y el que pierde el camino se ve invadido por la angustia de lo incierto". Como para invitar al libro a una convención sobre el presente de los medios de comunicación, ¿no?

Y ¿por qué el azar nos parece un instrumento adecuado, como se lo pareció a esta escuela filosófica milenaria? Porque el azar "interviene en cada proceso de forma total o parcial, hasta el punto de que en circunstancias naturales, una secuencia de hechos que se ajuste de manera absoluta a leyes específicas constituye casi una excepción". Visto el rigor y el porcentaje de acierto de, por ejemplo, los expertos económicos en estos años recientes, el azar nos parece un criterio tan válido como cualquier otro. O no. Ying, yang. En lo relativo a la comunicación, casi el único del que podamos fiarnos.

Además, a través del azar, "precisamente por su carencia de significado inmediato", se puede encontrar "la expresión de un sentido más profundo", utilizando el simbolismo de las imágenes, como si de arcaico "periodismo visual" se tratara. ¿Hace falta algo más?



Hemos utilizado el "I Ching" (que por cierto debe pronunciarse aproximadamente "Yi Dching", con la "y" como en la palabra "yo") publicado por la editorial Edhasa, que puede considerarse la versión canónica en castellano a pesar de ser una traducción indirecta del alemán previamente traducido del chino a comienzos del siglo XX, comentada por su traductor alemán y gran estudioso de la cultura china Richard Whilhem, de quien hemos extractado estas pequeñas notas preliminares.

El equipo de encajabaja se reunió recientemente con este libro para llevar a cabo una consulta al oráculo del "I Ching" por el procedimiento abreviado del lanzamiento de tres monedas, en seis tiradas, con el cual obtuvimos un primer hexagrama (el número 30, Li, Lo Adherente, el fuego), con un trazo mutante en su tercer puesto, lo que dio lugar a un segundo hexagrama (el número 21, Shi Ho, La Mordedura Tajante).





El "I Ching", dice textualmente lo siguiente para estos dos hexagramas:

30. Li / Lo Adherente, El fuego
El dictamen: Lo Adherente. Es propicia la perseverancia, pues aporta el éxito.
Dedicarse al cuidado de la vaca trae ventura.
La imagen: La Claridad se eleva dos veces: la imagen del Fuego.
Así el gran hombre alumbra, perpetuando esta claridad, las cuatro regiones cardinales del mundo.
Las diferentes líneas: Nueve en el tercer puesto significa:
Al resplandor del sol poniente los hombres o bien golpean la olla y cantan o bien suspiran ruidosamente porque se aproxima la senectud.
Desventura.

21. Shih Ho / La Mordedura Tajante
El dictamen: La Mordedura Tajante tiene éxito.
Es propicio administrar justicia.
La imagen: Trueno y rayo: la imagen de la Mordedura Tajante.
Así los reyes de antaño afirmaban las leyes mediante penalidades claramente establecidas.

Y ahora, ¿qué? Porque esto es lo que se dice habitualmente cuando el oráculo chino "habla". Pues ahora toca interpretar o escuchar las interpretaciones que para estos signos se han hecho desde hace siglos, Confucio y toda su escuela incluidos.
A nosotros nos ha parecido que el primer hexagrama, el que indicaría el estado actual de las cosas, nos dice bien claro lo de perserverar en lo que hacemos, "cuidar la vaca trae ventura" parece bastante sencillo de interpretar, ¿no? Y eso es que lo que pretendemos hacer, cuidar la vaca. Ahora bien, ese hexagrama tiene una mutación en el tercer trazo (nos salió un nueve en la tercera tirada, yang, tres caras en las tres monedas), lo que nos alerta sobre las actitudes de los hombres cuando vivimos el "resplandor del sol poniente", cuando algo llega a su fin, pues. Si los hombres cantan, o sea se desentienden alegremente, o "suspiran porque se aproxima la senectud", o sea se dedican sólo a lamentarse... sufrirán "desventura". También tomamos nota.
Esta mutación da lugar a otro signo al cambiar ese tercer trazo entero, yang, por otro quebrado, ying, su contrario. El signo resultante indicaría el porvernir, dónde nos lleva la mutación del presente. Y aquí, vuelve el desconcierto porque no encontramos una interpretación tan clara como en el anterior. "La mordedura tajante tiene exito", referida a una mandíbula que tuviese un obstáculo para cerrarse y hubiera que moder de forma "tajante", nos sugiere que en el futuro superaremos un fuerte obstáculo. Pero se añade que es "necesario administrar justicia". Que los reyes antiguos administraban justicia con castigos proporcionados. ¿Superamos un obstáculo después de que se haya administrado justicia? ¿No está diciendo esto el libro?



Es posible que vosotros encontréis que estos dos hexagramas os sugieren algo distinto, o que no os digan nada, es una de las virtudes de este libro que no nos ofrece EL futuro, sino UN futuro, una posibilidad... que hay buscar en nuestro interior. "Conócete a ti mismo", es una de las máximas del "I Ching" que han pasado a formar parte de la cultura universal. Claro que también puede crearse toda una escuela de pensamiento milenaria, a la manera china de hacer las cosas, para resolver nuestra tirada... o consultar a algún gurú digital sobre ella.

Pasadlo bien este verano, nos encontraremos en un futuro próximo. Seguro.

viernes, 23 de abril de 2010

La crisis del periódico del ¿futuro?

Es cierto que merecían más, mucho más, de lo poco que han tenido, teniendo en cuenta además que el futuro era suyo. Que abrían nuevos caminos que el conjunto de los diarios impresos mundiales deberían seguir si querían sobrevivir, porque ellos eran los periódicos del futuro. O es que tal vez no lo fueran. O sí, pero sólo del futuro. No del presente.



El periódico griego Eleftheros Typos y el portugués I fueron elegidos como los diarios europeos mejor diseñados en 2007 y en 2009, respectivamente. En ambos casos se destacó de manera prácticamente unánime que la propuesta de estos diarios era casi "visionaria", el futuro de la prensa en papel. Pero, lamentablemente, Elefteros Typos (Prensa Libre) tuvo que cerrar en junio de 2009 porque se trataba de un "medio de información que no está pensado para funcionar con grandes pérdidas" según su editor; mientras que nos enteramos la semana pasada de que el novísimo diario lisboeta I atraviesa graves problemas debidos a su "bajísima capacidad para generar ingresos", según confiesa su director en una durísima carta de dimisión en la que afirma sentirse "defraudado" por haber vinculado su nombre y prestigio a este proyecto. Carta que os reproducimos por cortesía de nuestros amigos de Paper Papers, uno de los blog de referencia en lo que a la prensa se refiere en lengua castellana, como ya os hemos dicho en alguna ocasión anterior y seguramente volveremos a hacer en otras próximas:

CartaMartimAvillezFigueiredo

Ninguno de ellos es rentable, pues. Pero aun así, estamos seguros de que habrá "consultores" y gurús con la suficiente cintura y habilidad para el regate en corto como para justificar que los periódicos del futuro no lleguen a ver el futuro asegurándonos, aleccionándonos, guiándonos, diciéndonos, por ejemplo, pues que se han adelantado a su tiempo... socorrido argumento donde los haya y que ninguno de nosotros, y de vosotros, ha escuchado todavía, ¿verdad? Y no les faltará razón, porque si eran periódicos del futuro... ¡el futuro todavía no ha llegado! En realidad, no lo hace nunca porque lo que siempre llega es el presente.







Elefhteros Typos, independientemente de sus contenidos que nunca pudimos valorar por evidentes razones lingüísticas (y resulta tanto una absurda paradoja como una temeridad valorar un diario sin conocer sus contenidos, además de una labor imposible el saber de esta manera si un diseño periodístico es acertado o no) siempre nos pareció un diario magnífico, un gran proyecto. De una apabullante elegancia formal que según nos comentó en persona su máximo responsable de diseño, Spiros Polikandriotis, debía estar puesta al servicio de unos contenidos, que también debían ser nuevos, "hay que cambiar el alma a los periódicos", proponía este periodista visual. Y peleaba cada día para que sus diseñadores hiciesen periodismo. La idea era impecable y las cifras de ventas aumentaron en los meses posteriores al cambio. Pero el proyecto fracaso, según Spiros porque los editores abandonaron esta propuesta inicial para volver a hacer el diario de siempre, y suponemos nosotros también que por no estar dirigido al mercado adecuado. Como bien dice Herminio J. Fernández en Cuatro Tipos "cuando sopla el viento los primeros árboles en tambalearse son los más jóvenes; bellos, sanos, llenos de futuro, pero con las raíces menos profundas". Llenos de futuro, pero vacíos de presente.







Aunque a primera vista se pudiera pensar que el caso del diario I (diseñado, al igual que Eleftheros Typos, por el genial Javier Errea) es el mismo que el del diario griego, yo sin embargo no lo veo así.
En primer lugar, el diseño de I puede resultar, y de hecho resulta, espectacular en la pantalla de un ordenador. Pero impreso en papel... ya es otra cosa, bastante menos espectacular, algunos peldaños por debajo.

En un quiosco lisboeta del barrio de Belém, justo enfrente de la mundialmente famosa pastelería Casa de los Pastéis de Belém, pregunté al que resultó ser un amable quiosquero por los periódicos de la ciudad. Me habló primero, y con entusiasmo, de Público (el portugués, anterior al de aquí, diseñado por super Mark Potter, de quien por cierto supimos hace poco que dejaba The Guardian donde tantos éxitos y renombre cosechó gracias a su trabajo en el que posiblemente sí que es el periódico mejor diseñado del mundo, si tal cosa puede afirmarse), y me habló también del Diario de Noticias, diciendo entre sonrisas que "vende más, pero dice muchas mentiras". Me interesé por más periódicos y terminó enseñándome todos (la cola de la pastelería es siempre muuuuy larga), todos... menos I. Cuando le pregunté por él, comenzó a rebuscar entre pilas de diversos impresos hasta que dio con un ejemplar del día. "Es que esto no es un periódico", dijo entonces. ¿Y se vende?, volví a preguntar. "No."



Lo compre junto con un ejemplar de Público y corrí hacia los pasteles de Belém, recién hechos, con la misma sensación que me había confesado el quiosquero. Aquellas paginitas que llevaba bajo el brazo, pequeñas, apenas algo más grandes que una revista pero impresas en papel prensa de baja calidad, embadurnadas de tinta por los enormes fondos de color... no eran un periódico. Más aún cuando en la otra mano sujetaba un soberbio ejemplar de Público que por ahora parece aguantar merced a que sus contenidos, que es de lo que hablaba el quiosquero, sí están a la altura de lo que demanda su "público".





Portadas del diario "Publico", de Lisboa, de esta semana. Un periódico del presente... al que también vemos en el presente del futuro.

Sobre I, los escasos comentarios que hemos podido leer en lo referido a sus contendios es que le "le falta calle y perder vários tiques pseudo cosmopolitas", así como de estar más pendiente de Nueva York que de Portugal, país al que no hace mucho caso extramuros de Lisboa.

Parece que ni nuestro admirado Eleftheros Typos, ni el jovencísimo I vayan a ser quienes salven a los periódicos de papel, eso queda ahora, según las últimas adivinaciones, en manos del iPad. O directamente no tienen salvación, como profetizan otros con quienes no estamos en absoluto de acuerdo, motivo por el cual trabajamos y leemos y analizamos cada día periódicos del presente con el afán de llevarlos al presente del futuro, como ha sucedido con algunos de los periódicos desde que existen, los mejores claro está. Y no es la primera vez que nos fallan los salvadores, ¿eh?, antes que en estas propuestas de futuro sin lugar en el presente, la salvación de la prensa impresa estaba en manos de los diarios gratuitos... esos a quienes se llevó por delante los primeros coletazos de la crisis. Antes que a ninguno.

viernes, 16 de abril de 2010

Crisis en Crítica



Los trabajadores del diario Crítica de la Argentina vienen realizando una huelga, con asistencia a los puestos de trabajo, en reclamo de que los propietarios accionistas abonen los sueldos. Esta situación que comenzó el jueves 8 de abril pasado, tuvo como consecuencia que el matutino no apareciera el viernes 9. En los días subsiguientes, Crítica ha venido saliendo con una edición de emergencia y una cantidad reducida de páginas, fruto del trabajo de un grupo minoritario de jefes y editores.

Desde encajabaja mandamos un fuerte abrazo y toda nuestra solidaridad a través del océano Atlántico para estos compañeros, incluido algún buen amigo que tenemos allí.

lunes, 5 de abril de 2010

El periodista robot (I)

El famoso periodista multimedia que casi todos quieren que seamos, o que sean quienes vengan a sustituirnos a mitad de precio además, ¿estudiará ciencias o letras? ¿Estudiará?



Tengan en cuenta que este periodista robot que les mostramos y que ha desarrollado el "Intelligent Systems Informatics Lab" (ISI) de la Universidad de Tokio según leímos en Singularity Hub hace ya más de dos semanas en un artículo que ahora repiten todas las webs "informativas", no ha estudiado nada, ni falta que le hace, para dominar a la perfección Photoshop e Ilustrator en cualquiera de sus versiones y actualizaciones, y la suite entera de Adobe qué coño, junto con todo el lenguaje de programación habido y por haber, MySQL, Quark... no, Quark no, que es para papel y suena anticibernético, FinalCut, AfterEffects y lo que se invente en edición de vídeo, Cubase, 3DSutdio y cualquier aplicación que simule las tres dimensiones que desde hace décadas, muchas, nos anuncian que serán el futuro del cine... Y por supuesto, todo lo relacionado con internet, Flash, CSS, HTML, SEO... todo, e insistimos, sin tener que estudiar nada. Se le introduce el software aleccionador mediante un cablecito, o con una llave USB (nunca con un CD, ¡nunca!, que son del pasado, ni siquiera un DVD) o mejor aún con una conexión inalámbrica del tipo que sea y... ¡listo! A funcionar, y nunca mejor dicho.

No hay manera de instalarle conocimientos de historia, economía, relaciones internacionales, filosofía, comunicación o derecho, entre otros muchos molestos y decorativos saberes, con los que pueda comprender y así establecer relaciones para poder interpretar lo que tiene que contar a los otros. No parece necesario que el periodista multimedia robot tenga que saber nada de todo lo que hasta ahora se enseñaba, y se sigue enseñando, en las facultades de periodismo para que los periodistas humanos tengan una "cierta idea" de las disciplinas que ayudan a entender y analizar el mundo. O a especializarse después en alguna de ellas para profundizar en los temas de los que escriba. No debe ser necesario porque en esos listados que de vez en cuando nos "aconsejan" sobre todo lo que necesita saber un periodista multimedia ¿ha visto alguien que se mencione la literatura, o las ciencias políticas, por poner un par de ejemplos básicos? Idiomas sí, inglés vamos, aunque sólo sea para leer las instrucciones de algún cacharrito tecnológico de ultimísima generación (no osbstante, como podéis ver, el periodista robot ya los lleva incorporados de fábrica) y sobre todo para leer por encima las páginas web de una red global que en un abrumador porcentaje está escrita en tan práctico idioma, lingua franca mundial.



Además de prescindir de todas esas molestas condiciones sociales y laborales que demandan los humanos, los pocos que cada vez menos se atreven a hacerlo, el periodista multimedia robot tiene la enorme ventaja de no tener que ocupar ni una sola célula de su preciosa memoria con esos conocmientos que en realidad distraen a los periodistas en la labor para la que realmente los quieren la mayor parte de las empresas que les pagan: llenar de contenidos que no comprometan en lo más mínimo a esas mismas empresas en su sacrosanta labor de ganar dinero, es más, reforzar esos contenidos para obtener únicamente ese ansiado fin. Por eso, no es que no se necesiten los conocimientos mínimos para valorar, para seleccionar (hay ya quienes incluso alardean de que la selección de sus noticias en la portada de su página web la llevan a cabo "robots", en relación a un software específico, precisamente la selección que es una de las esencias del periodismo), para interpretar y poder dar una visión propia de la realidad, no es que no se necesiten esos conocimientos, decímos. Es que se rechazan. Si alguien los tiene, mejor que los oculte si quiere trabajar y más aún si pretende ascender en el periodismo. Prefieren que no pienses, que seas un periodista multimedia robot, "ya pensamos nosotros por ti, tú dedícate a ejecutarlo, a llenar de contenidos nuestra web". Una falta de visión y de perspectiva que se puede comprobar, por ejemplo, en cómo están dando las "distintas" páginas web elaboradas por periodistas multimedia robots esta misma noticia del periodista multimedia robot aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Sentido común



"Por alguna razón la industria ha supuesto que el lector de periódicos es un tipo al que no le gusta leer ¡...! Suena un poco contradictorio, porque si no le gusta leer no lo comprará aunque hagas textitos de diez líneas"

"La prensa se ha acostumbrado a un beneficio exagerado. Y se ha acostumbrado a gestionar según los criterios de la industria del entretenimiento: rentabilidad y escaso valor del capital humano (...) Ahora el fin de estos grupos es hacer ricos a sus accionistas. Si gestionas un periódico con un criterio de estricta rentabilidad lo más probable es que te lo cargues. Y se está viendo, la mayor parte de los periódicos se están haciendo peor cada día"

"La prensa escrita ha renunciado a la profundidad y el periodismo de calidad se está publicando en libros. Los periódicos se están quedando en un terreno de nadie, entre lo inmediato, donde los nuevos medios le dan sopas con ondas, y lo duradero, que está en los libros"

"Este es un oficio que no te hace rico. Te divierte mucho, genera cierta tensión que acaba dañándote la salud, es bastante imprevisible... luego lo bueno que tiene, conviene disfrutarlo. (...) Cuando eres fuerte con los fuertes, te lo pasas muy bien, pero te llevas muchas hostias. Si eres fuerte con los débiles y débil con los fuertes acabarás teniendo una opinión relativamente mala de ti mismo, y eso no te va a ayudar"

Vamos a tener que escuchar menos a tanto gurú hablándonos del futuro, y más a algunos periodistas hablándonos del presente. A los buenos.

martes, 27 de octubre de 2009

Adiós a Soitu

Nos vamos a tener que ver obligados a eliminar el enlace que teníamos hasta hoy a Soitu en el apartado de Medios de Comunicación. Y lo lamentamos muy mucho en primer lugar porque allí tenemos no pocos amigos, e inmediatamente después porque el cierre de un medio informativo es siempre una mala noticia para quienes nos dedicamos al periodismo, en la especialización o el formato que sea, y para la sociedad a la que sirve con sus informaciones.

El cierre de Soitu ahonda el debate sobre la viabilidad de los medios informativos digitales gratis total. Es cierto que la crisis económica no ayuda a ver claras las causas (aunque algunos lo vean ya todo muy claro) y no resulte fácil distinguir entre lo estructural y lo coyuntural. Pero parece evidente que hasta el momento resulta imposible financiar sólo con publicidad online una redacción profesional que intente hacer un producto informativo de calidad como el que soñaron y pusieron en marcha este magnífico equipo de amigos y excompañeros en Soitu.



Un fuerte abrazo de ánimo desde encajabaja.

viernes, 23 de octubre de 2009

Publicidad selecta
(una de brujos)

Reproducimos primero la página doble enfrentada para que quede claro que esta página de publicidad, pintoresca donde las haya, se ha publicado en El País Semanal.



Y lo hacemos notar porque, precisamente, durante muchos años El País Semanal fue el paradigma en la prensa de nuestro país en lo que a publicidad selecta se refiere. Para anunciarse en sus excelsas páginas, además de pagar las altísimas tasas que fijaba la empresa, había que cumplir unos estrictos controles de calidad, tanto en los contenidos como en el diseño, que desde luego están no muy lejos sino en las antípodas de lo que es esta página de brujos. Ya saben, anti-podas: locon-trario.

Y además había lista de espera, como me contó hace ya unos años, más de la cuenta, Isabel Benito (nada que ver conmigo en lo familiar aunque compartamos apellido) cuando me contrató para trabajar en su equipo de diseño en el diario Marca. Ella había trabajado antes en "el colorín", como se llamaba coloquialmente al Semanal dentro de El País, y sólo eso era ya garantía de su nivel. Además, Isabel había ganado varios premios de la SND por páginas del suplemento y el trabajo que hizo después durante años en Marca es digno de la gran diseñadora que es esta divertida y ruidosa mujer.

Hace ya unos años, sí. Porque ahora "Agustina. ¡Sólo digo la verdad!" comparte espacio con "Las hadas del camino", "Adriana la bruja", el "Tarot de la vida, ¿cuánto te queda?" o la "Videncia sexual, consejos excitantes", entre otras especies. Incluso al pie de los anuncios aparece un teléfono "para contratar publicidad en esta página", por lo que suponemos que se ha debido habilitar una pequeña sección dentro de su departamento de publicidad con el objetivo específico de captar adivinos y demás.



Se pueden contar, con paciencia, todos los tipos de letra que aparecen en esta amalgama informe de "consejos comerciales" de otros mundos; no así el número de colorines estridentes que deben superar los famosos nosecuántos millones que representan las pantallas. Eso sí, en la página de enfrente Almudena Grandes, con sus "Palabras de amor", intenta mantener el tipo para que El País Semanal siga pareciéndose al de siempre, empeño para el que además lo promocionan ofreciéndonos portadas personalizadas (hay gente para todo) y campañas publicitarias guays con Alejandro Sanz y Maribel Verdú a la cabeza. Habrá que preguntar a "Agustina", que sólo dice la verdad, qué va a ser de nosotros... porque ninguno estamos a salvo.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Cómo salvar la prensa regional en Canadá

Nuestro colaborador habitual Miguel Buckenmeyer habla con la diseñadora cañadiense Lucie Lacava para encajabaja sobre cómo salvar la prensa regional. Con el rediseño de L´Etoile, en la región canadiense de Arcadia, la diseñorada ha tenido la oportunidad de crear un nuevo concepto de periódico que, quién sabe, quizá sea el futuro de la prensa impresa.


Lucie Lacava es consultora de Diseño y Presidenta de Lacava Design Inc. Desde que fundó su compañía en 1992, Lacava ha desarrollado una gran reputación internacional por los premios que ha recibido por su diseño editorial e identidad corporativa. La trayectoria de Lacava incluye el rediseño de más de 50 publicaciones a través de Canadá, Estados Unidos, Latinoamérica y Europa, logrando una de las más notables y prolificas trayectorias en la escena internacional de diseñadores. Ha recibido más de 100 premios nacionales e internacionales en su carrera. The Society for News Design, (SND) ha nombrado diez veces a tres de los periódicos que ella ha rediseñado (Le Devoir, Le Soleil, y el Nacional Post) como los “World's Best-Designed”. Los más prestigiosos premios que ha recibido incluyen un premio SND como lo mejor de la competencia “Best of Show”, para el periódico Le Devoir, así como dos reconocimientos especiales “Judges’ Special Recognition” por el periódico Le Soleil y el National Post, además de numerosos premios de oro y plata de la SND.

Lucie también ha publicado libros de critica , entre ellos está “Contemporary Newspaper Design” (Mark Batty Publisher); “Visions of the Newspaper of the Future” (American Press Institute), así como el reporte de la World Association of Newspapers (WAN) "New Designs, New Formats".

Es miembro fundador y fue presidenta del capítulo francófono de la SND. Ha servido también como juez para los Premios Nacionales Canadienses de Periódicos, la Society for News Design, la Society of Publication Design en Nueva York y los premios Malofiej en Pamplona, España.

Además, Lacava ofrece conferencias alrededor del mundo en temas de diseño de periódicos y tipografía, una práctica que resulta muy provechosa y fácil por su fluidez para manejar cuatro idiomas. Ha dado conferencias magistrales en el Poynter Institute for Media Studies, el American Press Institute, IFRA, y como miembro visitante de la Universidad Católica de Chile.

Cómo salvar la prensa regional canadiense

L'Étoile es un nuevo semanario nacional para la región francófona canadiense de Acadia. Para los que no la conocen, Acadia está situada en las tres provincias marítimas de Canadá (Nueva Escocia, Nuevo Brunswick e Isla del Príncipe Eduardo). El periódico, de tamaño "broadsheet", tiene una tirada de 100,000 ejemplares y se distribuye directamente a casas particulares gratuitamente.






Varios de los semanarios que han sido integrados en el nuevo L´Etoile...

Sin duda es un trabajo excelente y característica de la diseñadora canadiense Lucie Lacava. El diseño tira de las tipografías Stag, Stag Sans, y Stag Sans Bold Dot, todas de Christian Schwartz, para cabeceras y titulares y Arnhem de Fred Smeijers para el texto. Stag funciona a la perfección en el contexto periódico, aunque inicialmente se concibió para la revista americana Esquire, y sigue la moda corriente del uso de tipografías egipcias iniciado hace cuatro años por el Guardian.

La estrella viene de la bandera de Acadia, lo cual es igual que la bandera Francesa salvo que incluye la estrella "Stella Maris", símbolo de la Virgen María del pueblo acadiense. La estrella aparece en la cabecera además de la aperturas de sección de noticias, economía y cultura. Indudablemente, la identidad corporativa del periódico ahora es mucho más contundente y moderno.







... y varias páginas del prototipo donde podemos ver la estrella

Según Lacava, la meta del encargo fue "combinar ocho semanarios gratuitos en un solo semanario totalmente nuevo que no pareciese un periódico de provincias sino uno nacional". Tres de los anteriores semanarios ya compartían un diseño común.

El aspecto más novedoso del proyecto quizás es el uso ubicuo de mayúsculas para los titulares. Lucie lo explica:

"Había que darle una personalidad muy única dado la singularidad de la comunidad a la que iba a servir. Los titulares en negrita generalmente son para noticias de última hora pero en este caso eso no fue una opción viable para un semanario regional. Tenía más sentido usar una tipografía en su peso más ligero. Aún así, los titulares en el peso ligero se parecían demasiado a reportajes relacionados con estilo de vida. Encontramos el punto intermedio usando el peso ligero de Stag pero en mayúsculas. Así le da algo de autoridad a las informaciones sin "chillar urgente" o parecer noticias frívolas y sin importancia. Que yo sepa, no hay ningún otro periódico que haya usado tanto los mayúsculas a lo largo del proyecto editorial."





Más páginas del nuevo L´Etoile

La verdad es que apostar por un nuevo periódico semanario en papel suena a locura en el contexto del declive de los medios masivos tradicionales. Según Peter Peacock, director de distribución de la empresa editora, Brunswick News Inc., aún así "los lectores habituales de los ocho semanarios reclamaban más contenidos locales y mejores contenidos sobre la provincia". De allí vino la idea de combinarlos en un solo periódico.

Por el contrario, me parece una idea acertada aunque quizás antes de tiempo. El modelo de un periódico en papel de fin de semana parece ser lo que viene tanto en Estados Unidos como en Canadá. La idea de un periódico en papel de fin de semana que la gente lee para descansar y desconectar de internet funciona en teoría. Además si imaginamos un mundo en 10 años con bastante menos periódicos en papel, uno que llega gratis a casa puede destacar sobre la saturación de otros medios digitales.

Ahora falta esperar si los anunciantes lo apoyan. Y aquí también creo que los anunciantes estarán detrás del proyecto. En gran parte porque muchas pequeñas empresas se anuncian a través de periódicos locales dado la popularidad de los "cupones" o vales de descuentos que emplean frecuentemente las PYMES para promocionar sus negocios en EEUU y Canadá.