viernes, 29 de octubre de 2010

¿Quién paga a los gurús?

"¿Sería usted tan amable de indicarnos de dónde proceden sus ingresos, incluida esta conferencia, este artículo, este informe, esta consulta?", es la pregunta obligada que deberíamos hacer a cualquier experto en medios de comunicación, consultores dicen llamarse. Sin miedo. Superando el lógico pudor porque de lo que hablan es de lo que nos va a pasar a nosotros. De nuesto futuro. Lo que algún derecho nos da a saber quién paga esas opiniones, en el caso de que sean remuneradas, porque además de que en este caso son las más peligrosas y escuchadas, existe una alta probabilidad de que lo que dicen lo digan precisamente por esta "delicada" cuestión más que por cualquier otra consideración. Lógico, ¿no?



No tuvimos que preguntarlo en una reunión de hace unos meses a la que asistimos porque allí nos presentaron, quienes lo pagaban, un estudio del Boston Consulting Group (empresa dedicada a asesorar a cerca de TODO lo que se pueda asesorar, que, evidentemente, es TODO, "líderes globales de la consultoría", se definen a sí mismos) sobre el presente y el futuro de los medios de comunicación. Y pudimos escuchar un trabajo extremadamente profesional, muy exhaustivo en algunos aspectos y ¿deliberadamente? parco en otros, en el que se refleja la situación complicada de las empresas informativas con bajadas continuas en sus ingresos y recortes de plantillas. "Tendencias evolutivas en el mundo de los medios: una síntesis de los escenarios internacionales", titularon este benchmarking, esto último para que todos lo entendamos. Insistieron en que Estados Unidos nos sirve de indicador de lo que va a suceder "poco después" en Europa y, por tanto, el panorama no puede ser más desalentador, sobre todo en el periodismo impreso. Y preocupante, porque no hay forma de saber cómo rentabilizar ("monetarizar" o algo así dicen ahora, fundamental en todo gurú que se precie el vacile sintántico y la "claridad" en el lenguaje) el periodismo online para hacer así sostenibles los grandes grupos de comunicación. Se apuntan en el haber de las empresas la fuerza de sus marcas periodísticas, apoyadas en la credibilidad y en la calidad.

Por eso me sorprendió que los líderes globales de la consultoría hubieran medido todo menos la calidad, palabra que repitieron inumerables veces. Entre miles de gráficas y tablas no habían elaborado ninguna que indicara si la calidad había bajado, subido o se mantenía intacta. Y por eso les pregunté al final de la exposición powerpointinera si a pesar de no habérnoslo mostrado habían medido la calidad para determinar si, por ejemplo, todos esos recortes (de personal, de páginas, de cobertura en acontecimientos, y tantos más) estaban recortando también la calidad como parece sensato suponer, llevando así a los medios a un círculo vicioso de pérdida de lectores, de ingresos... que a su vez llevan a nuevos recortes de medios humanos y materiales... que recortan la calidad.
"No hemos observado una disminución de la calidad debida a recortes de gastos", contestó con absoluta suficiencia y sin proporcionar dato alguno este experto en aportar toneladas de datos para apoyar sus afirmaciones. Casi todas. Al terminar la reunión, saludó efusivamente al consejero delegado de un grupo de comunicación que ha estado llevando a cabo recortes personales y materiales en todas sus empresas, y que es quien pagó su intervención. Generando así otro círculo vicioso en el que quien paga, y mucho, por saber qué le va a pasar, no soltará un euro para escuchar lo que no le gusta, con lo cual no sabrá lo que realmente le va a pasar y necesitará un nuevo gurú a quien pague por saber qué le va a pasar pero que no le diga lo que no quiere oír...

Quiere esto decir que todos los consultores son igual de fiables. No. Evidentemente, no. Conocemos a grandes analistas del presente que opinan con honradez, valentía y con mucho conocimiento y experiencia profesional detrás. De quien hay que desconfiar es de aquellos que ven el futuro en una bola de cristal a cambio de dinero. Por eso ante cada profecía o análisis de lo que va a venir, de lo que va a pasar, de lo que vamos a hacer o dejar de hacer, de quién va a morir y quién vivirá... no está nunca de más que nos preguntemos quién paga a los gurús.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Orgasmo Museístico (y II)

Continuamos el repaso al NewsMuseum por la cuarta planta. Saliendo de la exposición del 11-S, podemos visitar la oficina de Tim Russet, presentador del mítico y longevo Meet the Press. Este programa se emitió, con él como presentador, durante 16 años en la NBC y en este despacho se prepararon entrevistas a cientos de personajes.

El despacho de Russet tal y como él lo dejó.

Arriba, colección de pelotas de beísbol de Russet. Abajo, guión de la entrevisa a George W. Bush.

En ese mismo piso, cinco vitrinas con las cinco libertades fundamentales recogidas en la Constitución de los Estados Unidos: religión, discurso, prensa, asamblea y petición legislativa.
Junto a estas vitrinas, un mural sobre cómo se enseñan estas libertades en las escuelas americanas.

Cada mural sobre las libertados incluye Orígenes, Puntos básicos y aplicación actual. Con documentos originales.

Asuntos como el atropello de una niña por un conductor borracho pueden derivar en una iniciativa legislativa popular gracias a la libertad de petición legislativa recogida en la Constitución de EEUU.


Tercera Planta:

Presidida por un mural de cristal, esta es la planta de homenaje a los periodistas caídos en el ejercicio de su/nuestra profesión. En ese mural están inscritos todos los que han perdido su vida, así como un ordenador con una breve ficha de cada uno de ellos. Al lado, un mosaico con fotos de los fallecidos. Todo ello, antecedido del camión de la revista Time que fue tiroteado en la guerra de los Balcanes. Impresionante.

Vista superior del mural de cristal con los nombres de los periodistas fallecidos en servicio.

Arriba, ficha de Julio Anguita Parrado. Abajo, su nombre en el mural y el de Julio Fuentes, compañeros de El Mundo.

Las fotos de los periodistas fallecidos ejerciendo su profesión.

La camioneta de Time tiroteada en la guerra de los Balcanes. Abajo, detalle del casco, la cámara y el portátil de uno de los corresponsales de la revista.

Frente a las fotos, un enorme mapa mundi con la situación de la libertad de prensa en el mundo. Con demasiados países en rojo.


España, verde en libertad de prensa. Demasiado amarillo y rojo.


Segunda Planta:

Cerca de una de las dos tiendas que tiene el museo, está la parte dedicada a la televisión, la radio e Internet. El despacho de Edward Murrow, locutor de la CBS durante la Segunda Guerra Mundial o pantallas con televisiones y páginas web de todo el mundo son alguno de los objetos que podemos encontrar aquí. También micrófonos antiguos de radio y televisión, como no.

Micrófonos de la CBS y la W TOP.

Edward Murrow, mítico locutor de radio durante la Segunda Guerra Mundial.

Ganadores de las web mejor diseñadas en 2009, entre ellas, soitu.es

Arriba, evolución de la tecnología de consumo de información. Abajo, principales noticias de las últimas década. Desde el punto de vista americano, por supuesto.

Sala de control del museo. El operario está jugando al FarmVille.

Un helicóptero real cuelga del techo del museo. Con estos helicópteros se informa sobre el estado del tráfico en las noticias de la mañana.


Primera Planta:

Aquí se encuentra el acceso al museo y quizá una de las exposiciones más interesantes: todos los premios Pulitzer de fotografía otorgados. Decenas de fotografías que permanecerán en la historia del periodismo para siempre. Podéis ver un flickr con todas las imágenes aquí. En el museo, acompañando a algunas de ellas, se puede ver la cámara con la que fue tomada.

Vista general de la entrada a la exposición de los premios Pulitzer de fotografía.

Algunas de las imágenes de la exposición de los Pulitzer. Y las cámaras con la que se consiguieron dichas fotografías.


Planta Baja:

Un nivel por debajo de la planta de acceso está la zona dedicada a las exposiciones temporales, aunque con un par de testigos permanentes muy especiales: una torre de vigilancia del muro de Berlín y parte del mismo.
Las dos exposiciones temporales en el momento de la visita estaban dedicadas a Walter Icoss, fotógrafo de Sports Illustrated y a los casos míticos del FBI y su repercusión en la prensa. Dos auténticas joyas, cada una en su género, aunque especialmente la del FBI, que recoge objetos auténticos de Unabomber, el asesino del Tarot o la época del Ku Klux Klan.

Walter Iooss ha fotografiado a los mejores deportistas del mundo para Sports Illustrated.

Exposición temporal de los casos más llamativos del FBI y su repercusión en la prensa.

La metralleta del desastre de Waco, arriba. Abajo, acreditación para asistir a la ejecución de Timoty McVeight, autor del atentado de Oklahoma.

Una de las torres del Muro de Berlín, con el muro de Berlín justo enfrente.

Dos clásicas frases del periodismo adornan los accesos a las proyecciones de la planta baja.

En la fachada del Museo, más portadas diarias de periódicos de EEUU.

Si tienes pensado ir a Washington, guárdate unas cuantas horas para visitar este museo. No te arrepentirás.