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lunes, 5 de abril de 2010

El periodista robot (I)

El famoso periodista multimedia que casi todos quieren que seamos, o que sean quienes vengan a sustituirnos a mitad de precio además, ¿estudiará ciencias o letras? ¿Estudiará?



Tengan en cuenta que este periodista robot que les mostramos y que ha desarrollado el "Intelligent Systems Informatics Lab" (ISI) de la Universidad de Tokio según leímos en Singularity Hub hace ya más de dos semanas en un artículo que ahora repiten todas las webs "informativas", no ha estudiado nada, ni falta que le hace, para dominar a la perfección Photoshop e Ilustrator en cualquiera de sus versiones y actualizaciones, y la suite entera de Adobe qué coño, junto con todo el lenguaje de programación habido y por haber, MySQL, Quark... no, Quark no, que es para papel y suena anticibernético, FinalCut, AfterEffects y lo que se invente en edición de vídeo, Cubase, 3DSutdio y cualquier aplicación que simule las tres dimensiones que desde hace décadas, muchas, nos anuncian que serán el futuro del cine... Y por supuesto, todo lo relacionado con internet, Flash, CSS, HTML, SEO... todo, e insistimos, sin tener que estudiar nada. Se le introduce el software aleccionador mediante un cablecito, o con una llave USB (nunca con un CD, ¡nunca!, que son del pasado, ni siquiera un DVD) o mejor aún con una conexión inalámbrica del tipo que sea y... ¡listo! A funcionar, y nunca mejor dicho.

No hay manera de instalarle conocimientos de historia, economía, relaciones internacionales, filosofía, comunicación o derecho, entre otros muchos molestos y decorativos saberes, con los que pueda comprender y así establecer relaciones para poder interpretar lo que tiene que contar a los otros. No parece necesario que el periodista multimedia robot tenga que saber nada de todo lo que hasta ahora se enseñaba, y se sigue enseñando, en las facultades de periodismo para que los periodistas humanos tengan una "cierta idea" de las disciplinas que ayudan a entender y analizar el mundo. O a especializarse después en alguna de ellas para profundizar en los temas de los que escriba. No debe ser necesario porque en esos listados que de vez en cuando nos "aconsejan" sobre todo lo que necesita saber un periodista multimedia ¿ha visto alguien que se mencione la literatura, o las ciencias políticas, por poner un par de ejemplos básicos? Idiomas sí, inglés vamos, aunque sólo sea para leer las instrucciones de algún cacharrito tecnológico de ultimísima generación (no osbstante, como podéis ver, el periodista robot ya los lleva incorporados de fábrica) y sobre todo para leer por encima las páginas web de una red global que en un abrumador porcentaje está escrita en tan práctico idioma, lingua franca mundial.



Además de prescindir de todas esas molestas condiciones sociales y laborales que demandan los humanos, los pocos que cada vez menos se atreven a hacerlo, el periodista multimedia robot tiene la enorme ventaja de no tener que ocupar ni una sola célula de su preciosa memoria con esos conocmientos que en realidad distraen a los periodistas en la labor para la que realmente los quieren la mayor parte de las empresas que les pagan: llenar de contenidos que no comprometan en lo más mínimo a esas mismas empresas en su sacrosanta labor de ganar dinero, es más, reforzar esos contenidos para obtener únicamente ese ansiado fin. Por eso, no es que no se necesiten los conocimientos mínimos para valorar, para seleccionar (hay ya quienes incluso alardean de que la selección de sus noticias en la portada de su página web la llevan a cabo "robots", en relación a un software específico, precisamente la selección que es una de las esencias del periodismo), para interpretar y poder dar una visión propia de la realidad, no es que no se necesiten esos conocimientos, decímos. Es que se rechazan. Si alguien los tiene, mejor que los oculte si quiere trabajar y más aún si pretende ascender en el periodismo. Prefieren que no pienses, que seas un periodista multimedia robot, "ya pensamos nosotros por ti, tú dedícate a ejecutarlo, a llenar de contenidos nuestra web". Una falta de visión y de perspectiva que se puede comprobar, por ejemplo, en cómo están dando las "distintas" páginas web elaboradas por periodistas multimedia robots esta misma noticia del periodista multimedia robot aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí...

martes, 17 de noviembre de 2009

Horizontal de moda

El diseño de alta página tiene actualmente al ubicuo, genial e incansable Javier Errea (Innovations) creando en absoluto estado de gracia y generando tendencias. Y eso con el mérito añadido de que no se trata de un diseñador-decorador de páginas sino de alguien que busca informar al hacerlas, a pesar de lo cual, o precisamente por eso mismo, tampoco le falta atrevimiento formal en sus elegantes propuestas. Audacia para romper incluso con uno de los tabúes más arraigados en el subconsciente colectivo directivo artístico de tabloides.



Aquí tenéis una muestra a proporción de los dos formatos más comunes en la prensa del siglo XX, en este nuevo siglo casi podéis olvidaros del primero. Por razones que saltan a la vista, nuestro tabloide siempre ha padecido un pequeño complejo de inferioridad, o de pequeñidad, que ha intentado solventar estiráaaaaannnnndose en vertical.



Era impensable, o al menos muy raro, partir una página de un tabloide en horizontal hasta hace muy poco. "Tiende a verticalizar", era la frase más común de todo director de arte. Hasta hace muy poco o hasta que hace muy poco el diseñador de referencia se preguntó por qué no hacerlo, si así podía aprovecharse una página para repartir el espacio entre distintos temas de una manera equilibrada.



Y nos sorprendió con esta primera página el día del anunciadísimo y comentadísimo rediseño del diario francés "Liberation".




Como anteriormente nos había ya sorprendido con esta otra manera de dividir páginas, en esta ocasión en el premiado diario portugués "i" (ayer mismo conocíamos el último de los galardones obtenidos por este jovencísimo e innovador periódico, el premio al periódico europeo mejor diseñado). Muy espectacular desde el punto de visto del impacto visual aunque algo menos "ordenada" y sobre todo con menor jerarquía en los temas, un reflejo tal vez del mundo caótico y confuso que nos rodea. Y se supone que los periódicos deberían reflejar la realidad...



Tendencia que recogen también algunos diarios españoles. Os mostramos una portada reciente del diario "Público", quienes parecen haber abandonado su idea inicial de la portada póster dedicada a una sola noticia como "elemento diferenciador en el kiosquo", tal y como nos comentó su creador, Toni Cases, para incluir más temas en sus primeras páginas. En esta ocasión, el resultado es magnífico, porque no podría repartirse el espacio de la página de una manera tan eficaz, aquí con absoluto orden, jerarquía y un gran impacto visual logrado con un título poderoso y un arriesgado corte de las fotos, algo que no suele resultar nada fácil.

Estad atentos, poned los ojos en horizontal, porque seguiremos viendo muchas más. Cuando algo funciona...

viernes, 30 de octubre de 2009

Pepe el brujo

Esto es una llamada de auxilio. Desesperada. Un grito de socorro para que algo, alguien, hagan algo y lo paren. A Pepe el brujo. Pronto.

Nuestro muy querido amigo Charly Carbajosa, uno de los mejores periodistas deportivos que conocemos, especializado en el Real Madrid, no tenía que haberlo hecho. Ni nosotros tampoco. Aunque fuese una historia "curiosa", de esas que se lee todo el mundo, ji ji, jo jo... Ahora ya no nos reímos, algunos claro, otros indeseables amigos del mal ajeno sí y mucho. No nos dimos cuenta de lo que nos decía Raúl del Pozo desde el artículo contiguo, supongo que con cariño. Y ya es tarde para otra cosa que no sean lamentos.



Nos explicamos. A oídos de nuestro querido reportero llegó que José Ruz, de 57 años, profesional del vudú con despacho en Málaga, había sido contratado para que con su magia lograse poner fuera de juego a Cristiano Ronaldo, y por extensión al Real Madrid. Fuera de juego en sentido figurado, porque en el real tampoco hace falta que le ayuden mucho para que allí lo encuentre la pelota, y el árbitro. La idea era que este brujo causara una lesión en la estrella futbolera clavando alfileres en un muñeco de cera portuguesa, como puede verse en la imagen. Una lesión no muy grave, pero sí lo suficiente como para apartarle del equipo. Ji ji, jo jo. "En el Madrid están encantados con la originalidad", escribía inocentemente Charly el 29 de septiembre pasado, "aunque en el club se descarta por el momento organizar una batida por Málaga". Cristiano Ronaldo se lesionó exactamente UN DÍA DESPUÉS de que esta noticia fuese publicada, en un partido de Champions que enfrentó al Real Madrid con el Olympique de Marsella tras una durísima entrada de Diawara. Ji ji, jo jo. No ha vuelto a jugar con el Madrid desde entonces.

Suponemos que la idea de la batida por Málaga debe estar en consideración ahora como tema prioritario en el orden del día de cualquier Junta directiva del Real Madrid. Porque después de aquello el Real Madrid, sin su estrella goleadora, sufrió una derrota dolorosísima contra un envejecido Milán, en el Bernabéu para más inri (hostia europea); un más que triste empate con el Sporting de Gijón la misma jornada que el Barça goleó (hostia en Liga); y finalmente el considerado como el mayor ridículo en la historia del club blanco: el humillante 4-0 sufrido ante el Alcorcón, entusiasta equipo de semiprofesionales de segunda B (hostia de copas).

Esto no tendría nada que ver con el diseño periodístico de no ser porque fuimos alguno de nosotros quienes maquetamos aquella página. Quienes nos reíamos mientras elegíamos con qué foto del brujo ilustraríamos el texto con formato fijo de "El zoo del siglo XXI", artículo habitual de la contraportada del periódico. "Mira, si tiene un muñequito donde pone Cristiano Ronaldo con alfileres clavados, jua, jua, ji ji, jo jo." Y ahora qué, porque el otro día, mientras los goles caían uno tras otro en aquel campo modesto en el que además nos "meaban" empecé a sospechar, yo, descreído y racionalista donde los haya, que lo de Pepe el brujo no era una broma, no podía ser una broma. Empecé a sospechar, y a temer. Y a sentir el peso de la culpa porque nunca debimos maquetar aquella página. Aunque uno de los nuestros, uno tan sólo supongo, sospechamos que incluso se alegra con lo sucedido hasta el punto de que lo volvería a hacer con todo el despliegue que el diseño permite. Que no es poco.

Esto es una llamada de auxilio. Desesperadísima. Porque sabemos que ahora mismo, en la víspera de los siguientes partidos que pueden llevarnos al abismo más absoluto, primero frente al Getafe, después contra el Milán de nuevo en Europa, Atlético de Madrid (un respiro casi seguro), vuelta al Alcorcón y por último... contra el ¡BARCELONA!, no, no, NOOOOOOO. Ahora, decíamos, sabemos que Pepe el brujo, un hombre tan malvado que tuvieron que expulsarlo del propio infierno, debe estar en un oscuro despacho malagueño iluminado por velas negras, clavando aún más ese asqueroso alfiler en el inocente cuerpecillo de un muñequito que nunca hizo mal a nadie, y removiendo su punta dentro de la tierna cera de arriba a abajo, a los lados, con saña... y necesitamos que algo, alguien, haga algo y lo paren. A Pepe el brujo.



Actualización: Ha terminado el primero de los partidos que mencionábamos en este post con victoria del Madrid por 2-0 ante el Getafe. La expulsión injusta de un jugador madridista al comienzo del partido nos hizo pensar en la fuerza del lado oscuro de Pepe en acción, del brujo, no de nuestro defensa. Y puede que así fuera. Pero estamos esperanzados porque nuestra llamada de socorro parece haber llegado hasta un alma caritativa que con su magia blanca, y nunca mejor dicho, está empezando a neutralizar a Pepe el brujo. Gracias.

martes, 16 de septiembre de 2008

El futuro ya está aquí (I): el papel electrónico



La tecnología da mucho que hablar cada día, sea en forma de nuevos modelos de ordenadores, reproductores musicales de todos los tamaños, cámaras fotográficas o de vídeo cada vez más avanzadas, teléfonos móviles de diseño despampanante e interfaz intuitiva o electrodomésticos que nos hacen la vida más fácil, por no hablar de los medios de transporte, las aplicaciones sanitarias o la industria del entretenimiento. Pero los cambios tecnológicos también se abren paso en el mundo de la información y un ejemplo de ello es la tinta electrónica.

Se lleva hablando bastante tiempo del desarrollo de esta tecnología. A todos los que escribimos en este blog nos encanta el tacto del papel tintado, nos vuelve locos, somos de esa religión extraña de seres humanos que nos gusta ir al quiosco cada día para encontrar un ejemplar de prensa escrita, o una revista. Y si no lo hacemos cada día, si faltamos a nuestra cita, algo nos come por dentro. Somos legión. No queremos que desaparezca este modo de expresión. Pero la verdad es que hay que reconocer que tener un soporte flexible en el que leer cada día nuestra información favorita sin mancharnos las manos y quizás con un ahorro de tiempo (¿contenidos descargables vía Internet o incluso in situ con un módem integrado?) y dinero, también tendría su punto. ¿Supondría esto el fin de la prensa tradicional? No lo sabemos con certeza. ¿Morirían los quioscos? Bueno, también ellos podrían vender estos contenidos; imagínense, su diario favorito en una tarjeta de memoria lista para usar en su dispositivo electrónico portátil y flexible. Esto lo posibilitaría un desarrollo de esta tecnología: el papel electrónico.

Por supuesto, lectores electrónicos de libros (la aplicación más habitual hoy día) ya hay unos cuantos, y un ejemplo célebre es Kindle, patrocinado por la tienda en red Amazon, pero se basan en pantallas rígidas. La novedad del papel electrónico de nuevo cuño es que permite crear pantallas planas (a modo de hojas), tan delgadas como el papel, pero con una flexibilidad tal que permite que se puedan enrollar y transportar con facilidad sin merma en el contenido. Al modo de un periódico de papel de pasta de celulosa, vaya. Hasta ahora sólo hablábamos de blanco y negro y la imposibilidad de mostrar imágenes en movimiento, pero todo avanza y ya hay prototipos en color.


Lector electrónico de libros Amazon Kindle.


La teoría habla de una tecnología formada por tres capas, una con microtransmisores eléctricos, otra con un polímero y una tercera lámina protectora. En el polímero se encuentran millones de cápsulas esféricas -del grosor de un cabello humano- en forma de red que se encuentran flotando en un gel o líquido viscoso, lo que permite su estimulación electromagnética mediante los microtransmisores. Mediante ella, dependiendo de si la carga es positiva o negativa, cada cápsula enseña su cara blanca o negra, representando pues textos o gráficos en pantalla. La resolución de estas hojas alcanza los 150 puntos por pulgada, lo que supera los 72 de las pantallas TFT o LCD comunes. ¿Ventajas? No necesitan retroiluminación (iluminación posterior) y tienen más brillo, por lo que se pueden ver cómodamente desde todos los ángulos e incluso con la luz directa del sol. Además, no necesitan voltaje para mantener la imagen una vez representada, por lo que ahorran energía (gasto cero). ¿Inconvenientes? Su alto precio, especialmente en los prototipos a color, lógico en toda tecnología en pañales (unos 12.000 euros de media) y su escasa velocidad de refresco, fundamental para imágenes nítidas si hablamos de vídeos (¿periódicos de papel con vídeos reproducibles al modo del "The Daily Prophet" que sale en las películas de "Harry Potter? ¡Sí, es posible!), aunque para imágenes fijas o sólo texto no es necesaria.


Muestra de una hoja de papel electrónico.


Pero de momento, y hasta que el papel electrónico sea una realidad tangible y las rotativas se echen a temblar, la tinta electrónica ya se empieza a utilizar en la prensa escrita para aplicaciones curiosas. Y por eso volvemos a la imagen que abría este post. A finales de julio, mientras disfrutaba de mi luna de miel en las fascinantes calles de La Gran Manzana neoyorquina, me enteraba vía Xataka de que 100.000 ejemplares del número de octubre de la revista Esquire -conmemorativos de su 75 aniversario- iban a venir provistos de una portada con tinta electrónica, gracias a E Ink, uno de los mayores desarrolladores en este campo, autores también de la tecnología del Kindle. Esta edición de la revista, pasto de coleccionistas debido a su escasez, ya está en la calle. La portada, o más bien, la parte que recibe la tinta electrónica, dura 90 días, pero porque eso es lo que dura la batería que lleva incorporada (seis pilas botón), aunque puede aumentar si la revista se guarda en un lugar fresco como la nevera (¿un revistero en la nevera? Esto es el colmo). Y por supuesto, si cambiamos las pilas gastadas por unas nuevas, volvemos a empezar y recuperamos la parte electrónica. La batería se ha tenido que desarrollar específicamente para integrarla con la cubierta, y las revistas han sido transportadas en camiones frigoríficos para mantener la duración de la misma.

El precio es el mismo de siempre porque el sobrecoste lo ha pagado Ford, ya que la tinta electrónica no sólo aparece en la portada, sino en una publicidad de esta marca integrada (creo) en el interior de cubierta. En el siguiente vídeo podéis apreciar el resultado final:



¿La valoración? Poco espectacular aún, pero muy curioso: titulares que cambian y parpadean en la portada; luces y parpadeos diversos en el anuncio publicitario. Por cierto, se tardó un año en preparar la portada... Esperamos futuras aplicaciones en más medios, porque el campo de aplicación es francamente interesante.

Más información en la web de Esquire donde dedican este especial a enseñarnos cómo luce la portada y cómo se hizo en varios vídeos. Por cierto, los muchachos de la revista no niegan que la tinta de la portada se pueda hackear para hacer tu propia portada personalizada; de hecho, retan a quien lo consiga a que mande sus diseños a la redacción, prometiendo que serán mostrados en su web. Lo justifican diciendo "enseñadnos algo que nosotros no sabemos hacer". Encantador.