Mostrando entradas con la etiqueta Edición gráfica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Edición gráfica. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de octubre de 2013

En la cabeza del Papa Francisco

No sé si éramos conscientes del juego que daría el Papa Francisco cuando, hace unos meses, fue elegido para sustituir a Benedicto XVI. Es raro el día que no se hable de él. Por una cuestión o por otra, tiene mucho espacio en los medios de comunicación. Y en algunas ocasiones ocupa el tema de apertura de muchos periódicos, webs, televisiones, etc. Es un Papa que se moja y que dice lo que piensa. Y lo dice alto y claro.

Tan alto y claro como en la entrevista que concedió a una revista católica y que luego replicaron casi todos los medios porque su contenido era muy interesante.

En El Mundo también se publicó. El Papa se mojaba en algunos temas y había que aprovecharlo. La idea de la sección de Mundo era que el Papa abría su mente, daba respuestas que podían suponer una novedad en la doctrina de la Iglesia respecto a temas delicados. Francisco "rompía" lo establecido y se atrevía a decir lo que muchos esperaban de un papa del Siglo XXI.

La primera propuesta fue ésta. Quizá arriesgada por cómo partía la foto, pero también era la más espectacular y la que equlibraba mejor el espacio gráfico con el de texto ya que estaba repartido en ambas páginas. Además también la que reflejaba lo que nos habían dicho desde la sección: "qué piensa el Papa, qué hay en su cabeza".


Sin embargo, también planteamos otras opciones, menos arriesgadas pero también muy efectivas y que respetaban los elementos con los que teníamos que hacer la página: un tema principal troceado en epígrafes y una opinión. Sólo podíamos usar una foto porque no se había distribuido ninguna imagen de la entrevista. Teníamos que tirar de foto de archivo. Concha, redactora gráfica del periódico nos ofreció esta gran foto, una más de las muchas que está ofreciendo Francisco.



Estas dos versiones separaban la carga gráfica de la de texto, sobre todo en la segunda de ellas. No era excesivamente preocupante porque era una página doble, por lo que si lo visualizabas en papel quedaba compensado.




lunes, 17 de junio de 2013

Si hay foto, hay página (IV):
¿Título o foto?


Esta es la primera página que publicó el diario El País el pasado viernes, 14 de junio, en su primera edición (la edición 'Nacional' que se distribuye primero a toda España). La noche del jueves, tarde ya como siempre, claro, me llamó poderosamente la atención la verticalidad de la imagen. Que dos políticos se pongan de acuerdo en España para llevar una postura común en Europa es ahora una noticia digna de abrir la portada. La más importante del día, pues, según los responsables del diario.


Y esta otra es la primera página que publicó el diario El País el pasado viernes, 14 de junio, en su segunda edición (la edición 'Madrid' que se distribuye en esta ciudad). Y volvió a llamarme poderosamente la atención cómo la ¡¡¡MISMA!!! imagen había pasado de tener un formato vertical, muy vertical, a otro horizontal, muy horizontal, a cuatro columnas nada más y nada menos. En el intervalo entre las dos portadas se conoció que Estados Unidos apoyará a los rebeldes sirios y esa noticia, siempre según los responsables del diario, merecía un título a cuatro columnas. Mayor valoración... queriendo también que la imagen siguiera 'mandando' mucho. ¿Lo consiguieron? En la primera opción, ¿clonaron parte de la foto para que fuera tan vertical en la parte superior con ese degradado a negro que no está en la foto horizontal? De hacerlo, ¿es legítimo? ¿No debería haber sido otro el corte en la foto horizontal para que, al menos, la imagen humana fuese del mismo tamaño que en el corte vertical?

No lo consiguieron, en mi opinión. Ya hemos comentado en alguna ocasión, que hay un cierto consenso en asociar tensión a las estructuras verticales, y lo contrario, calma y equilibrio a las horizontales. "Maté a 62 personas" como título bajo una imagen muy vertical, muy oscura y con un corte que potencia la mirada del 'asesino' no tiene nada que ver, pues, según la clásica 'sintaxis de la imagen' [descarga en pdf de la obra clásica de D.A. Dondis "La sintaxis de la imagen] que hemos mencionado, con el mismo título desplazado a la derecha de una imagen muy muy calmada y con la mirada mucho más pequeña y perdida entre un infinito mar de cortinas. No da igual. Que no podemos darla a dos columnas muy vertical... pues la damos a cuatro columnas muy horizontal, si el espacio es el mismo... pero al revés. Y al revés lo que transmite. No da igual. "No es esto, no es esto...", que dijo aquél hace ya mucho, y con razón.



La obra clásica de D.A.Dondis, "La sintaxis de la imagen", publicada en 1973 y convertida en referencia sobre la denominada 'alfabetidad visual'.

No lo consiguieron en mi opinión, decía, y además pierde toda la fuerza la segunda opción. No merecía la pena darla así a cuatro columnas (a tres columnas, sin toda esa cortina a la izquierda que no sé qué aporta y con el rostro humano más grande tal vez hubiera sido mejor; hay que probarlo, claro). El título sí que merecía ahora las cuatro columnas, eso sí, aunque tal vez el de la primera edición no mereciera ni siquiera las dos iniciales que tuvo... aunque la foto quedara tan bien.

lunes, 27 de mayo de 2013

Si hay foto, hay página (III):
De fotos sí, de fútbol... no

Muchos de vosotros sabréis quién es Alberto Cuéllar. Ahora es mediático y sale en la tele y le siguen legiones en twitter, la gran mayoría para faltarle y mentarle a la familia. Pero ese Alberto Cuéllar no es Alberto Cuéllar. Nosotros conocemos a Cuéllar de mucho antes de que empezara a opinar de ¿fútbol? o de que saliese en la tele. Le conocemos por lo que realmente sabe hacer. Porque queridos amigos, Alberto Cuéllar no tiene ni puta idea de fútbol, pero es un fotógrafo ex-tra-or-di-na-rio. 

Lo que ocurre es que uno sale en la tele, o le graban haciendo el tonto y se hace famoso... Pero no por eso se deja de ser lo que uno es. Me cuenta un testigo que lo presenció, que estaba la otra noche Alberto Cuéllar haciéndole una foto a Carlos Moyá en la puerta de un restaurante de Madrid. Les interrumpió un transeunte que les preguntó si se podía hacer una foto... con Cuéllar. Lo que ya es el colmo de la ridiculez y del sindios.

Porque Cuéllar es un fotero, uno de los buenos. Uno de esos que mandas a una entrevista, o a una movida gorda o a una parida de acto y te suele traer LA foto. Esa que, o la haces o se la compras a otro. Además tiene ese puntito de zumbao propio de todo buen fotero, esa especie de furtivo de la imagen, que se sabe colocar en el sitio por donde va a pasar la noticia al trote para poder luego cobrar la pieza. Sólo así, se le puede ocurrir a este personaje abrir la puerta de un coche rodeado por cientos de foteros para conseguir la foto buena. Abrir la otra puerta, claro, la de enfrente. Pero, para eso, hay que estar zumbao. O tener mucha cara. O intuición.

 
Fotón. Y todos los foteros, por el otro lado...

O puede que le hayas mandado a un concierto de U2 en Madrid, de esos que puedes hacer fotos la primera canción y luego te echan del estadio. Y que se te acerque Bono reptando, porque ya sabemos que Bono hace eso de serpentear por el suelo en sus conciertos. Y que de todos los foteros se acerque, cómo no,  a Cuéllar... Primer fotón.


Pero luego, lo inesperado. Bono le quita la cámara a Cuéllar, o Cuéllar le da la cámara a Bono, vaya usted a saber con semanjantes dos piezas en una misma jugada. Y tras ajustar las posiciones de la cámara como un profesional, Bono se autoretrata en una foto tan especial como difícil.



  Autorretrato de Bono en el Calderón con la cámara de Alberto Cuéllar.

Para terminar con este momento inolvidable, antes de devolverle la cámara a Cuéllar, Bono hace una última foto desde el escenario. En ella fotografía al público de las primeras filas y a los reporteros gráficos que disparan enloquecidos. Excepto uno. Bueno, dos. Que sonríen de oreja a oreja y hacen la señal de la victoria con los dedos. Son Alberto Cuéllar y otro compañero que saben que ya tienen LA foto del concierto. 

  Alberto Cuéllar, en el centro de la imágen haciendo la señal de victoria, fotografiado por Bono.

Os venimos contando en esta sección que cuando hay foto hay página. Y todas estas fotos tuvieron las suyas. Y portadas. 

Cuéllar lleva una feria de San Isidro impresionante. El otro día ya publicó un fotón de la cogida de Fandiño. Y el pasado viernes, Talavante abrió la Puerta Grande de las Ventas. Es un momento solemne, de triunfo, de reconocimiento, la afición entregada al torero, el final de una tarde de gloria. O por lo menos, solía ser así. El pasado viernes, la Puerta Grande de Talavante tuvo de todo menos respeto y solemnidad. Fue un  tumulto, una riada, un altercado. El que no esté familiarizado con los toros podría pensar, al ver la foto,  que se trata de un linchamiento, o que el matador acabaría siendo arrojado al río... Y no hubiera pasado nada. 

Porque al pobre Talavante le zarandearon, le desmenbraron, le arrancaron los bordados y los alamares... Obsérvese al energúmeno (no tiene otra definición posible) que le está pegando semejante estirón a la chaquetilla del torero. Eso en mi pueblo es un puñao en toda regla. Peinadito y trajeado, el salvaje. La cara del maestro no es de mucha solemnidad, ni de triunfo. Ni siquiera de reconocimiento. Es la cara de uno que intuye que le van a matar en cualquier momento. Y pese a todo, se presta, porque los toreros se relacionan con la muerte de una manera diferente y especial. 


  Talavante, devorado por la masa

Alberto Cuéllar estaba en medio de aquella marea que forzaba a Talavante. Y sacó la foto. "Es una foto de guerra" nos contaba el otro día, con enorme acierto. "Me llevaba la corriente, fue increíble. Nos pegaban golpes, empujones...  Levanté el brazo y tiré cuatro, cinco, seis fotos. En ese mogollón peligras tú, la cámara... Una locura". Así que nada,  cuatro, cinco disparos al aire en medio del caos. Pura intuición. Oficio. Una foto de premio. 



Y ésta es la página que se publicó. Cuando hay foto, hay página. Siempre. 

Este pasado fin de semana me ha tocado trabajar con él. Y ayer domingo por la tarde, discutimos, por un problema con unas fotos. A voces, como se discute en las redacciones. El insiste en que no es un problema suyo y yo mantengo que mío tampoco. No sé, no le hago mucho caso cuando se pone a discutir, le he visto muchas veces en la tele. A los tres minutos estábamos haciéndonos bromas, a voces también, porque nos hacía gracia que gente que estaba alrededor pensara que seguíamos de pelea. Y lo seguiremos haciendo, porque las redacciones son así. Te peleas a voces y luego les haces un post. Y seguiremos discutiendo de fútbol. Porque de fútbol, amigos, no tiene ni puta idea. Pero es un magnífico fotógrafo.

FOTOS: ALBERTO CUELLAR Y BONO

lunes, 8 de abril de 2013

Una biblia de la Infografía... y los premios Malofiej 21

Infografías. Las vemos en el cartón de la leche, en el dial de la radio, en la parada del autobús, en los libros del examen de anatomía, en el extracto del banco, en el recibo de la luz, en la etiqueta de la camisa, en el menú del restaurante. En forma de barras, tartas, listados, dibujos, mapas, esquemas, organigramas. De mil y una maneras. Casi todas de ellas simples, esquemáticas, sencillas. Es decir, están presentes en toda nuestra vida. Y lo han estado desde hace muchísimos años. No en los cartones de leche, evidentemente, pero desde que el ser humano es ser humano y es capaz de plasmar ideas en cualquier soporte, ahí están: mapas antiquísimos, esquemas anatómicos medievales, dibujos prehistóricos, planetarios renacentistas, etcétera.

Information Graphics, editado por Taschen, es la biblia de esta disciplina.





Editado con mimo, mucho mimo, en sus más de 400 páginas recoge una selección (siempre discutible cuando no se recogen todos los trabajos) de lo mejor de la infografía de los últimos años en todo el mundo (varios españoles: Raúl Arias; Álvaro Valiño). Repertorio encabezado por  la editoria Sandra Rengen a la que acompañan Paolo Ciuccarelli, Richard Saul Wurman y Simon Rogers. Todos autores también de unos ensayos introductorios en los que muestra su punto de vista sobre la importancia de la infografía. Antes, ahora y siempre.






Porque, como ellos mismos dicen, este es un arte, el de la arquitectura de la información, que tiene que dominar todo diseñador gráfico. Porque vivimos en la era en la que más información recibimos, la "gran mayoría generada por los propios usuarios" (bendito internet). Y saber cocinar todos esos ingredientes, todos esos datos, y convertirlos en historias es de lo que se encargan los infógrafos, periodistas visuales que manejan la nueva herramienta de poder: el Big Data.







En el libro podemos ver ejemplos de que la infografía va más allá de la ciencia, de los atlas, de las barras. Que también. En el libro, librazo (en todos los sentidos, también por tamaño y peso), podemos ver que la infografía es mostrar el mundo psicodélico de Frank Zappa, la relación entre la cantidad de coches y las plazas de parking de una ciudad, una guía de qué tipografía utilizar en según que ocasiones, qué tipos de cerveza hay, cómo funciona una fábrica, la distribución de Nº1 de la Motown, cuánto vale cada parte de tu cuerpo (en libras), un mapa literario de Madrid hecho sólo con letras, o cómo es tu vida según hayas visto Dragones y Mazmorras a una edad temprana o no. Y así un larguísimo etcétera de más de 400 páginas. Cientos de ejemplos de los mejores informadores visuales con una breve explicación de cada uno de ellos. Ejemplos que "documentan la historia reciente" de qué es convertir lo complejo en simple y lo confuso en bello sin faltar a la verdad. Porque como dijo Albert Einstein: "Si no consigues explicarlo de manera sencilla es que no lo has entendido". Y aquí, en este libro, lo consiguen.


                                            

                                                  







Malofiej 21

Al hilo de este libro, seguro que muchos de los ganadores de la pasada edición de los premios Malofiej, cuyos nombres se dieron a conocer hace unas semanas, están presentes en sus páginas. O muchos de ellos lo tienen en las estanterías de sus estudios y/o redacciones.





National Geographic y el NYTimes.com se han llevado el premio Peter Sullivan en categoría impresa y digital, respectivamente. Y la versión impresa del The New York Times se ha llevado otra medalla de oro por este mapa.




Pero esos no han sido los únicos ganadores entre los más de 1.191 trabajos recibidos de 154 medios de 28 países distintos. El jurado, compuesto, entre otros por Jaime Sierra, Nicolas Felton (creador del famoso Annual Report), Amanda Hobbs o Fabricio Miranda, también ha concedido medallas de oro a El Correo, elmundo.es, In Graphics, South China Morning Post, Prensa Libre y Golden Section Graphics.

Entre el resto de galardones hay premios para La Vanguardia, El Diario de Pontevedra, Magazine de El Mundo, El Correo y El Mundo y elmundo.es, tanto en impreso como en online. Podéis ver la lista completa de galardonados aquí

.

martes, 19 de marzo de 2013

El diseño periodístico es cultura
XVI Jornadas del CEU (y II)

Os ofrecemos la segunda parte de las XVI Jornadas de Diseño periodístico y Fotoperiodismo que organiza cada año la Univerisidad CEU de Madrid y que, como ya os detallamos en la primera entrega, constituyen sin lugar a dudas el acontecimiento más destacado de este tipo de cuantos se organizar anualmente en nuestra ciudad.



Diego Areso: El diseño de la moda

Diego Areso es un reconocido diseñador con una trayectoria importante y destacada, posiblemente la más destacada de los de su generación, especialmente en lo relativo al diseño de revistas: director de arte en diversas revistas del Grupo Z (Man o PlayStation, entre otras, además de participar en  rediseños de Tiempo e Interviú), jefe de diseño en el desaparecido diario Público, profesor de diseño periodístico en la Universidad Carlos III de Madrid y en el prestigioso Instituto Europeo di Design (IED Madrid). Además, es el editor de uno de los mejores blogs de diseño en lengua castellana que seguro que casi todos conoceréis: QuintaTinta, al que ha sumado después El Portadista.

Actualmente, es el director de arte de la revista suplemento semanal de El País, SModa, desde su lanzamiento hace ya más de uno año. Fue el responsable de su diseño original y éste fue el tema de su conferencia. Areso explicó detalladamente el análisis previo que hicieron de las revistas de moda que existen actualmente en el mercado y la necesidad de hacer un producto que se diferenciase. Una vez delimitados los contenidos, se centraron en la forma.

Distintas posibilidades que estudiaron para la cabecera de la revista

Apuesta importante por la fotografía, como no puede ser de otra manera en una revista de estas características —"la fotografía es el alma de la revista", reconoció—, y, sobre todo, en la tipografía, aspecto éste último que interesa especialmente a Diego Areso y que nos pareció también a nosotros la parte más jugosa de su conferencia. "Aunque el lector no sepa conscientemente qué tipos de letras se utilizan", manfiestó lleno de razón, "lo percibe de manera inconsciente y por eso es muy importante". Después detalló las tipos utilizados: Pradell (del grandísimo tipógrafo catalán Andreu Balius) para el texto base, Regal para los titulares, y "una pareja de baile para la Regal que dé contraste" como la Encore. Él mismo nos lo mostraba y explicaba en su blog en el momento del lanzamiento.

Antes del turno de preguntas intentó sin mucho éxito hacernos una demostración práctica de cómo es posible cruzar las piernas a la manera imposible de Carmen Chacón, para aclarar así el malentenido que se produjo con una supuesta 'manipulación photosopera' de una imagen de la entonces ministra; un contratiempo al comienzo de la andadura de la revista con cierta trascendencia en las redes sociales.

No es fácil cruzar las piernas como hizo la ministra en la fotografía que se proyecta arriba...

Finalmente, a preguntas de los estudiantes, Diego Areso confesó que para él "el diseño es diseño en cualquiera de las distintas plataformas, digitales o de papel", y terminó con una interesante reflexión: "Los buenos redactores son los que saben de diseño —hay redactores jóvenes que son incapaces de aplicar un estilo a un texto, algo básico, y eso condiciona sus contenidos—, así como los buenos diseñadores son los que saben redactar".





Carlos Pérez de Rozas

Sabíamos ya que era el mejor. Los mejores saben que es el mejor. Pero que fuera a ser mejor todavía no lo sabíamos. No podíamos saberlo. Era imposible. Y lo fue... por eso el título de su conferencia, después de haber intentado muchos, sólo puede ser su nombre.

Eran además circunstancias excepcionales las que se dieron aquella mañana, como bien señaló en la presentación la profesora y organizadora de las Jornadas en el apartado del Diseño, Laura González —nuestra querida Laura— cuando anunció lo que ya sabíamos: que Carlos venía desde Barcelona tras pasar un día antes por una desgracia familiar... que no sólo no impidió que disfrutáramos de su habitual pasión por el periodismo sino que pareció multiplicarla. "Claro que voy..."

"Carlos es un periodista al que le gusta contar historias, es el mejor conferenciante, el que más sabe", dijo de él Laura y, acto seguido, nos lo corroboró él nada más comenzar a hablar: "Voy a contaros muchas cosas: tantas, que llegará un momento en el que no podréis más; estaréis agotados, cansados... y yo seguiré. Me gusta tanto hacer esto... ¡que debería pagarme a mí mismo!"

Después se puso en pie, pulsó el 'on' de su presentación y empezó a bailar. Sí, literalmente a bailar.


Hasta que conocí a Carlos Pérez de Rozas, hace ya unos cuantos añitos, pensé que yo era la persona a la que más le gustaban los periódicos del mundo. Iluso de mí... "El papel es lo que más quiero en este mundo, y quiero que tengáis un papel en la mano", había recomendado a los alumnos en su introducción previa a los pases de baile al ritmo de Lucio Dalla, "para que pongáis en él qué fotografía de esta conferencia os ha interesado más, y qué portada os ha gustado más".

Y llegaron fotografías, y portadas, muchas fotografías, muchas portadas —en esta actualización de la conferencia que ofreció en la URJC y de la que os ofrecimos una amplia reseña con imágenes—, "ésta me interesa más, ésta no me interesa pero yo no hablo mal de nadie, ¡de nadie! ¡Nunca! Esta es maravillosa, grandiosa, ¡genial!" Todo apoyado en una historia, como bien había anunciado Laura al comienzo. Todo lo que contó eran historias y la manera de contarlas, porque... ¿qué otra cosa es el diseño periodístico, el periodismo en definitiva? Para ello, una idea común como tema de toda la conferencia: la cultura. "Hace falta cultura, la cultura es muy importante. Es imprescindible para hacer ese periodismo de calidad que la sociedad necesita. Hay que saber. La cultura es fundamental, sin cultura los periodistas no puede hacer nada. Son necesarios los referentes".




Intenté tomar notas, pero ¿cómo se anota la pasión? ¿Cómo se puede anotar su danza sobre el estrado mientras grita o aplaude, salta, se detiene, se vuelve hacia el auditorio, modula la voz, susurra...? ¿Cómo se registra por escrito el entusiasmo contagioso? Es imposible reproducir por escrito una conferencia de Carlos Pérez de Rozas. O soy yo que no puedo, que me faltan recursos periodísticos para hacer una crónica que os lo transmita y no me quede más remedio que recurrir al odiado y facilón tópico de que hay que vivirlo. Porque es verdad. Si luego se tiene, como tuvimos los miembros de encajabaja, la enorme suerte de compartir comida y sobremesa con Carlos junto al maestro de maestros Fermín Vílchez, la propia Laura —junto a su colaboradora Monica M. Yuan—, y Pedro Pérez Cuadrado... entonces la felicidad es completa.

Carlos Pérez de Rozas y Fermín Vílchez

Volviendo a la conferencia, después de muchas preguntas, de bromear con el Madrid, y con su Barça —aunque te dije que no pasaríais ante el Milan, tengo que darte, desgraciadamente, la enhorabuena Carlos—, de hablar y recomendar a importantes fotógrafos —Luke MacGregor (y su lucha, su perseveracia por conseguir esa foto de la luna), Martin Schoeller, Idris Khan, Morenatti, "graaaaaande Morenatti", Bernat Armangué, "grandeeeeeee Armangué, muy grande"... el blog TheWSide del fotoperiodista de La Vanguardia David Airob, gran descubrimiento para nosotros que pasa a formar parte de nuestra galería de enlaces, "seguidlos, seguid su trabajo..."—, después de todo esto y mucho más, decíamos, los alumnos le felicitaron al terminar y, emocionado, emocionándonos, recordó que "lo más grande que me ha pasado, sucedió hace poco en Pamplona cuando una alumna me preguntó al final de mi conferencia: usted, ¿cuándo vuelve? Nada más... Es lo más grande. Por eso merece la pena lo que hago. Me da igual hablar para 300 que para 30 o para tres. Yo hablo para alguien que me escuche y le parezca interesante".


Así que sólo puedo terminar preguntándote: Carlos, ¿cuándo vuelves?

Fotografías: Luis Blasco

miércoles, 13 de marzo de 2013

Si hay foto... hay página (II)

Hay ocasiones en las que las fotografías de las portadas en los diarios coinciden. Ocasiones en las que también suele coincidir el comentario generalizado de que "todos los periódicos hacen lo mismo". Sin intención de diferenciarse. Aunque lo que suele explicarlo es que hay días en los que LA foto del día es, precisamente, ésa.Y tampoco tendría sentido del todo dejar de dar en portada la foto más importante desde el punto de vista periodístico e informativo de esa jornada sólo por el hecho de pensar que la vaya a llevar también en portada la competencia. Lo que no suele ser tan común es llevar la misma foto... pero con una edición gráfica absolutamente distinta. Como sucede hoy con los diarios El País y El Mundo.


Es evidente que el comienzo del Cónclave en el Vaticano para elegir un nuevo Papa es la noticia más destacada de la jornada. Y de entre las distintas posibilidades para ilustrarlo, también parece evidente la imagen del encierro de los cardenales en la Capilla Sixtina para deliberar, rezar y votar tras escuchar el "extra omnes".

fotografía: AFP

Pero sucede que si hay una página en la que cada centímetro de papel es escaso es, sin duda alguna, la primera página del periódico. Especialmente en un modelo "clásico" —como los de estos dos diarios— que no apuesta por un sólo tema —al estilo de una portada 'póster'— y que reparte el espacio y a valoración entre varios. Problema: la foto, tal cual es, no cabe entera. La necesidad de editarla nos permite, eso sí, destacar algún elemento de la imagen o eliminar algún otro que consideremos que distrae.

El diario El País ha optado por no cortar la figura humana que aparece en esta imagen; es una norma clásica, lo primero que te suele venir a la cabeza en tales casos. Pero, ¿es el protagonista de la imagen el maestro de ceremonias? O no será más bien protagonista esa puerta que se cierra para todos los hombres. El corte de El Mundo parece más arriesgado pero potencia el marco superior de la puerta —para que veamos que es, precisamente una puerta— y permite además que se vea mucha más superficie del interior de la Capilla Sixtina, elementos ambos que tal vez sean más importantes que la figura humana que la está cerrando, circunstancia que se sigue manteniendo.

Claro que una tercera opción para dar un portazo tanto a los hombres, como al debate del corte de la foto, es considerar que el verdadero hecho noticioso que contamos es que las puertas se cierran. Del todo. Como hicimos en la gran apertura de la sección de Internacional:


Y en este asunto mundano, sí podemos votar todos:

jueves, 7 de marzo de 2013

Si hay foto... hay página (I)

Llevamos meses fraguando en encajabaja esta serie que hoy ve la luz sobre edición gráfica. Y siempre algo nos hacía retrasarlo cuando estábamos a punto de publicar la primera entrega. Ahora sabemos que el motivo de que Si hay foto... hay página se publique por primera vez hoy es para que podamos dedicarle, de todo corazón, esta nueva sección a nuestro querido maestro, a nuestro amigo Carlos Pérez de Rozas, auténtico fanático de la edición gráfica. Mañana volverá a Madrid invitado por Laura González para impartir una conferencia sobre edición gráfica y fotografía en las XVI Jornadas de Diseño del CEU. Allí estaremos todos, para seguir aprendiendo de él, para disfrutarle y sobre todo para darle todo el cariño que Carlos merece, hoy más que nunca... Respetado profesor, entrañable, querido amigo, esta sección va por ti...

¿Qué tiene una buena fotografía? Una buena imagen es como un puñetazo, es un fogonazo, una explosión de información... Pero no sólo eso. Una buena imagen puede aportar todo el contexto que un texto puede no aportarte. Puede completar una historia, o contarte otra bien distinta... Pero sobre todo, una buena imagen, una foto bien utilizada apela a las emociones del lector. Lo posiciona emocionalmente, lo vincula o le provoca rechazo. Despierta su interés o le hace plantarse frente a un texto con una idea distinta de sus prejuicios iniciales. Es una invitación al diálogo casi sin proponértelo, es como cuando te miraba a los ojos la chica que te gustaba desde hacía tanto tiempo. A lo mejor tú no querías, pero ya habías caído presa de la trampa... Y todo esto en décimas de segundo, en un instante, un fogonazo. Ese es el poder de una imagen bien utilizada. Me contaba hace unos años nuestro director de Arte, Carmelo Caderot, que las imágenes tienen que mantener un discurso propio muchas veces paralelo al del texto. No limitarse a representar lo que el texto cuenta, sino que tenían que aportar contexto, análisis, desafiar la capacidad de sorpresa y de curiosidad de los lectores. Poca gente edita gráficamente como Carmelo. Sabe perfectamente de lo que habla.

Y eso pretende esta nueva sección. Que las imágenes mantengan ese diálogo propio con vosotros. Y de paso, entre imagen e imagen, os iremos contando trucos, recursos, los motivos por los que elegimos una y no otra imagen... y por que no contarlo también, algún que otro fallo épico que también hablan del tipo de periodistas que somos. Porque cuando hay foto... hay página.

A mí me encanta editar deportes. Me lo paso bien, me gustan las informaciones, hay una enorme complicidad con los redactores... Y las fotos son tan buenas. La mayoría. Pero, al final, la edición gráfica siempre será decisión nuestra. Y podemos hacer muchas cosas. Podemos editar la información deportiva así:

FOTO: JUAN CARLOS HIDALGO

O así, ¿mucho mejor, verdad?:

FOTO: MIKE SEGAR

Pero a mí me apasiona cuando podemos editar así, precisamente porque la gente está esperando el fotón de arriba...

FOTO: MARK RALSTON

Para editar bien gráficamente la información deportiva hay que pensar siempre en estos conceptos: conflicto y acción, movimiento. No nos interesa la gente parada. Deportes es dinámico. Messi coge un balón y estalla un conflicto gigantesco... Es el momento de pasar a la acción.

FOTO: QUIQUE GARCÍA

Tenemos acción, tenemos conflicto... e información: esta imagen es del infausto 5-0, de ahí que Ramos intente por todos los medios jugar el balón... Pero como los años pasan y los ciclos cambian, especialmente los efímeros, el Barça ha entrado en una dinámica lamentable que le hace arrastrarse por los campos de Europa en las últimas dos semanas. Perdió en Milán 2-0 y ya se empezaba a hablar de la falta de intensidad y de tensión: 

FOTO: MANEL MONTILLA
Poco más hay que añadir... Fotón de los compañeros del diario Mundo Deportivo. Una vez oí sobre Puyol que solía meter la cabeza donde otros no se atreven a meter las dos piernas. Es cierto. Y esta foto refleja ese carácter ganador, ese espíritu que le hizo sobrevolar alemanes en un córner que ya es historia del fútbol español. Puyol nunca se rinde... El Barcelona estos últimos tres partidos, parece que sí. 

Y de ahí el increíble fotón de Carlos Barajas este pasado domingo en el mini clásico de Liga. Mini porque en el Madrid jugaron los suplentes y aun así, ganaron a este Barça melancólico de los valores. La foto de Carlos tiene doble valor, primero por poder capturar este momento estético de composición perfecta... y doblemente meritorio porque ha conseguido fotografiar algo que no pasa: el Barcelona, en bloque, protestando a un árbitro... Todos sabemos que el Barça no hace eso. Los valores y tal. No había pruebas físicas, eran habladurías de mal intencionados... hasta que Carlos lo fotografió. Esto demuestra lo magnífico fotero que es... Fotografió lo que nunca pasa... ¿verdad?


FOTO: CARLOS BARAJAS

Editada, esta foto da para las columnas que quieras. Recordad que editar un foto no es cortarla porque no te entra en un hueco. Eso es una ordinariez y una falta de respeto al trabajo de un profesional que (se supone) sabe a lo que dispara y cómo lo dispara. Editar una foto es aprovechar su contenido, potenciarlo o distanciarlo en función de lo que pida la página, o la sección. En este caso, un poco de césped para plantar la imagen sacar gente de arriba para apaisarla todo lo posible. Se acentúan los gestos y el dramatismo. Y la imagen se consume más rápido, reducimos el ruído alrededor de ella.  Y por un momento parece... que los jugadores del Barça rodean a un árbitro indefenso reclamándoles alguna jugada dudosa... ¡Qué fotón Carlos! 

Así que, movimiento:
 FOTO: SERGIO MORAES

FOTO: DYLAN MARTÍNEZ
Lucha, superación: 

FOTO: FELIPE TRUEBA

FOTO: OLIVER WEIKEN
Victoria y derrota:

FOTO: FRANCK FIFE

FOTO: DAMIEN MEYER

Sufrimiento y tensión desbordantes:

FOTO: JUAN CARLOS CÁRDENAS

En definitiva, ese maravillosa explosión de adrenalina que nos hace ver los deportes como una experiencia única y apasionante...

FOTO: WEI SENG CHEN