Mostrando entradas con la etiqueta Ilustración. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ilustración. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de julio de 2012

Hopper, Hopper...

Ningún método de impresión reproduce fielmente los originales. Ni siquiera las fotografías por muchos millones de píxeles y procesadores ultrapotentes o moléculas de plata pigmentadas que gasten, consiguen exactamente los mismos colores que retratan, cuanto más un medio de impresión con tintas que intentan después en vano —aunque con crecientes mejoras— llevar al papel esas fotografías que previamente habían fracasado. La impresión y la fotografía son un fracaso... siendo un éxito porque, a pesar de todo, consiguen la ilusión de representar la realidad. Logran que nos lo creamos. Pero con Hopper.... hay que ver sus cuadros originales, expuestos este verano en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid para constatar mucho más que en otros casos esta derrota de las reproducciones.



Imágenes de pantalla (vuestras pantallas) de fotografías de impresiones de fotografías de los cuadros de Hopper.

María Benito nos espera en la puerta del museo y nos hace un breve y certero resumen de lo que vamos a ver: "Primero tenéis las obras de formación; después, en una pantalla se proyectan las ilustraciones que hizo para las portadas de revistas antes de ser famoso; luego están los grabados, que merecen mucho la pena, y las acuarelas, que son buenísimas y con las que empezó a ser reconocido, y al final, está el Hopper, Hopper...".










Y así fue. Y efectivamente, cuando llegas al Hopper, Hopper... sólo puedes pronunciar puntos suspensivos. Te quedas sin palabras ante la fuerza, el magnetismo y el poder de las imágenes de un auténtico maestro. Imágenes que nada, o muy poco, tienen que ver con las fotografías que antes habíamos visto de sus cuadros y que ya admirábamos sin sospechar que las originales sí que son admirables. Porque los colores... Porque la luz... Porque los encuadres... Nada que ver con esa soledad algo lúgubre de las fotografías de su obra. Es una ¿soledad luminosa?, la luz sale de los cuadros. Es una composición 'cinematográfica', llena de los famosos 'planos americanos', como fotogramas aislados de una película norteamericana... pero no del todo. Los 'planos' cortan las figuras humanas más abajo que en el cine, casi por encima de los pies, dejando mucho espacio por encima y 'aplastando' así a sus personajes; los encuadres son inverosímiles a veces (¿por qué se termina ahí lo que vemos?, ¿falta algo que nuestra imaginación debe completar?); los colores no son los de la realidad, tan brillantes, pero crean una realidad real, o soñada... En la página web de The New York Times, The Original Edward Hopper compara de manera muy interesante los lugares reales con lo que Hopper vio. El Hopper, Hopper...

Vamos a dejarlo mejor todo en puntos suspensivos y si tenéis la oportunidad, visitad esta fantástica exposición de Edward Hopper (1882-1967) en Madrid. Hasta el 16 de septiembre en el Thyssen, junto a las alambradas que la policía antidisturbios tiene colocadas de forma casi permanente en torno al Congreso de los Diputados, otra realidad paralela.




lunes, 26 de marzo de 2012

"La moda está de moda"
(XV Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño del CEU)

Tenemos la sospecha de que hace ya quince largos años que han pasado en un brevísimo instante los entonces organizadores de las Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño de la Universidad San Pablo CEU de Madrid, nuestros muy queridos Pedro Pérez Cuadrado y Laura González, no imaginaban que quince larguísimos años después transcurridos en un breve instante su iniciativa se iba a convertir en todo un clásico por el que pasarían los más importantes profesionales del diseño periodístico, la infografía y el fotoperiodismo. Los eventos, e incluso los estudios universitarios en relación al diseño periodístico eran prácticamente inexistentes entonces en Madrid, y en aquella privamera de 1986 participaron, atención, Mario Tascón, Javier Bauluz, Ricardo Curtis y Rodrigo Sánchez, entre otros... Así, hasta hoy, hasta la semana pasada. Por eso, una vez más, ¡enhorabuena al CEU y especialmente a Laura González (ahora al frente una vez que Pedro Pérez ha pasado a labores parecidas desde la Universidad Rey Juan Carlos del sur de Madrid)!, y, sobre todo, gracias. Por todo lo mencionado, y por contar desde hace tiempo también con nosotros.





Esta es la segunda edición dedicada al mundo de la moda (es muy oportuno recordar la espectacular producción en vivo que organizaron en 2008 con dos modelos, el gran fotógrafo Luis Malibrán y la reputada estilista Patricia Oliver), sector que resiste la crisis de la prensa mejor que la mayoría y por el que muchísimos alumnos de periodismo tienen un especial interés (las inscripciones superaron en mucho las plazas disponibles para estas jornadas y el salón de actos estaba a tope), porque, como muy bien dijo Laura González en la presentación, "la moda está de moda"



Luis Blasco (La moda en los períodicos versus la moda en las revistas)

Nuestro compañero de blog, periodista en la sección de diseño del diario El Mundo y profesor durante varios años de cursos de diseño periodístico en la Complutense, Luis Blasco, tuvo el honor de abrir estas Jornadas con una actualización de su conferencia en la que de manera muy ingeniosa y didáctica 'enfrenta' a periódicos y revistas.




Con numerosos ejemplos de distintas revistas (Esquire, Harpers Bazaar, Telva, Yo Dona) y páginas de la desaparecida sección 'Mujer en el Mundo' de nuestro periódico, su conferencia abordó las diferencias entre estructuras de páginas: rejillas modulares rígidas o flotantes, simetría frente a esquemas asimétricos o fragmentación; tipografía, con un análisis acertado sobre la identidad y jerarquía de la tipografía en los diarios frente a la experimentación y a cierta anarquía en las revistas; y el color, con un fin exclusivamente utilitario en la prensa diaria (identificación de secciones, "pocos colores pero muy bien utilizados", según Blasco), que en las revistas además de práctica se permite una vertiente puramente estética.




Para los diarios, la legibilidad "debe ser máxima, es una prioridad absoluta, mientras que las revistas se pueden permitir el lujo de sacrificar esa legibilidad para conseguir un mayor impacto visual o para crear determinados efectos", nos explicaba Luis Blasco cuando el flamante Mac decidió desobedecer sus órdenes para volverse loco con la cuidada presentación, unos breves momentos de pánico que solventó con sentido del humor: "Desde que ha muerto Jobs, esto ya no es lo mismo". Enseguida volvió a controlar la situación para señalar con imágenes las diferencias en lo que se refiere a la fotografía, informativa y rítmica en los diarios, estética y arrítmica en las revistas, según su análisis.








Las "revistas que quieren ser periódicos y los periódicos que quieren ser revistas" fueron el punto final de una conferencia que, antes, en esta actualización de "Periódicos versus revistas", nos presentó el caso práctico de la nueva sección de EM2 del diario El Mundo: numerosos ejemplos de páginas sobre la Pasarela Cibeles en distintas versiones del mismo material diseñadas para primera y segunda edición con las variantes que la actividad diaria de un periódico obliga a introducir: publicidades que entran sólo para una versión, material que de dos páginas pasa a ocupar una sola o al revés y que debe rediseñarse en un cortísimo espacio de tiempo... vicisitudes que la moda sólo padece en las páginas de un diario.


Natalia Bajo (La revista Telva del papel al iPad)

En apenas dos años Natalia Bajo ha pasado de diseñar en papel los contenidos de la que posiblemente es la revista de moda más importante de nuestro país a tener que llevar a cabo un proceso de reflexión ("pero reflexiona deprisa, me dijeron", nos contó Natalia, "porque en apenas dos meses salimos") para conseguir "meter" todos esos contenidos en la pantalla de un iPad; con contenidos multimedia añadidos y "no de cualquier manera, había que hacerlo con el nivel de excelencia que se le exige siempre a nuestra revista".


Y ha llegado hasta aquí, para desde aquí seguir experimentado hacia... porque, según su introducción histórica, desde el 2008 vivimos una crisis de publicidad, subidas del precio del papel, un cambio en los hábitos de lectura hacia lo digital e internet, donde aparecen nuevos competidores. "Vivimos una época de cambios a gran velocidad", comentó al auditorio, "que no es que vayan a llegar, es que ya han llegado y en los que todos estamos participando".

En 2009 se puso en marcha en Unidad Editorial el proyecto de Orbyt, un 'kiosko digital' que comenzó a comercializarse a partir de marzo de 2010. Natalia Bajo explicó que se creó entonces un departamento de producción multimedia para dar cobertura a las distintas publicaciones del grupo (El Mundo, Marca, Expansión, Telva, etc.) "y los periodistas tuvieron que comenzar también a pensar de una manera multimedia". En su revista, en Telva, se creó un equipo de trabajo ("una becaria y yo", nos confesó Natalia) para trasladarla al iPad y "según íbamos haciendo la revista se iba desarrollando el software para poder hacerlo". Buscaron modelos ("'Wired' fueron los primeros y es de lo mejor"), pero teniendo siempre presente que "no queríamos hacer en el iPad un Telva que no fuera Telva".




El proceso de trabajo de Telva para iPad comienza cuando ha terminado de hacerse la revista en papel. "Entonces tenemos unos 20 días para rediseñar todos esos contenidos para la nueva aplicación". El problema es que Telva "tiene muchas páginas, muchísimo contenido y no sólo gráfico, porque somos la revista que más texto tiene del sector", a lo que hay que añadir el contenido extra multimedia. Además, incluso a veces "podemos actualizar" alguno de esos contenidos si la actualidad lo exige. Natalia Bajo señaló que todavía no hay cultura en la publicidad para el iPad, no se ha desarrollado nada específicamente para este soporte a pesar de que ofrece infinitas posibilidades y terminó destacando algo que nos parece muy importante en su labor: "Reestructuramos la información, pero sin perder nunca de vista el sentido periodístico".


Clara Montagut ('Esquire', las claves de su diseño)

Ver nacer un medio siempre es un privilegio, y ver nacer la versión española de un medio como Esquire lo es mucho más. Por eso la conferencia de Clara Montagut (o Ladicash en su alter ego tuitero) tenía mucha miga: ver cómo la edición de Esquire se parece a la edición madre, la americana, pero sin ser una copia de la misma, con personalidad propia. Empezando porque la redacción, en sí misma, no tiene nada que ver. La española es pequeña, cabe toda en una mesa grande, lo que "influye de manera natural y hace la información accesible desde todos los niveles", nos contó Clara, pese a su patente cuasi afonía. Eso implica una frescura en los contenidos. Contenidos totalmente autoeditados. Del total de la revista el máximo de reportajes que vienen de la revista madre no sobrepasa el 8-10%. Y eso es mucho contenido propio.

Para conseguir todo eso, el diseño de esta revista se basa en cuatro pilares fundamentales: fotografía, tipografía, ilustración y humor.





La fotografía en Esquire es fundamental "porque la revista tiene una carga gráfica muy grande". "Queríamos hacer una revista distinta a lo que hay en el kiosco, con una gráfica atractiva y un gusto por la fotografía [...] que la gente conservara la revista." Como el contenido más pegado a la actualidad se escapa en las páginas de la revista, la fotografía tiene que intentar encontrar ese equilibrio entre actual e histórico, algo más vintage. Eso lo han conseguido con el retrato, tanto que ellos reconocen que han conseguido una especie de subgénero, el "retrato Esquire", un retrato sin artificio, identificado ya como un lenguaje propio. Y siempre en portada "porque la portada es la página más importante de una revista, y quien diga lo contrario miente", afirmó rotunda Clara. Y en Esquire usan la portada para vender una sola idea, nada de portadas sumario.





Al igual que con el retrato, en el resto de páginas busca que "los hombres se vean reflejados, que los modelos hagan cosas que se hacen en la realidad", y que la fotografía publicitaria no sea simplemente eso, publicitaria, sino darle un toque distinto, jugar con los objetos que se fotografían.

La tipografía es otro de los pilares de la revista, en el que Clara pone especial atención porque es "es como una ilustración". En la revista se buscan referencias a publicaciones de los años 50 y 60, la época dorada de Esquire con George Lois al mando, algo que puede parecer fácil pero que no lo es tanto si se tiene en cuenta que la revista se rediseña todos los años. Sí, todos los años. Para trabajar la tipografía de cada reportaje, confiesa Clara, necesita tener todo el material antes, tanto textos como fotografía, y a partir de ahí construir combinando familias. Siempre huyendo del uso de la tipografía de manera gratuita. "Cada texto tiene su tipografía".







En la ilustración, y la propia Clara es ilustradora, Esquire juega mucho con un estilo propio, vintage, algo que diferencia a la revista del resto. Al igual que con la enseñanza del paso a paso, evitando la fotografía aburrida, como por ejemplo a la hora de enseñar cómo se hacen unos abdominales.

El último pilar, y casi nos atreveríamos decir que el más importante porque abarca el resto, es el humor. "El tono de la revista es de un humor inteligente, queremos dar a la gráfica un tono de humor, contar a los personajes de otra manera". Al igual que hacen con el código de barras con sus moscas personalizadas, un guiño más a los hombres en su mejor momento, como reza siempre su portada.


Javier Moya (Del papel a internet)

A pesar de que Esquire lleva ya más de 50 números en nuestro país, su versión web sólo tiene un año. Esto es por la concepción de la web como un medio más, tal y como nos contó Javier Moya.

Según nos explicó el propio Javier, lo más complicado fue prever el comienzo, buscar la forma ideal de navegación en la web, las secciones, la salida de los artículos, etc. Querían cuidar "hasta el más mínimo detalle", no dejar nada al azar, como hacen en los pies de página. Por las peculiaridades de Esquire y Esquire.es decidieron que lo mejor era buscar una estructura de tres columnas, lo que les permitía evitar los molestos banners y popups de publicidad sin que los visitantes de la web dejaran de perder de vista los temas de portada y alguna dosis de publicidad menos invasiva.




Para ello es fundamental el equipo de diseño y desarrollo. "Nosotros dependemos más de ellos que ellos de nosotros", confesó Javier, muy contento con la navegabilidad que han conseguido gracias a la rejilla de tres columnas.

El uso de webfonts y de la tipografía integrada dentro de la fotografía es una de las señas de identidad de la web, lo que permite el juego de familias y cuerpos dentro de la misma. Para ello, insiste Javier, no hace falta tener muchos conocimientos técnicos, para eso están los técnicos.




Con estos elementos, además de, por ejemplo los dobles marcadores de páginas, las "miguitas de pan" que indican al lector dónde están, etc. intentan transmitir la misma sensación y mensajes que la revista de papel. A lo que hay que sumar la nueva experiencia que permite la red, como el uso de las redes sociales y la interacción con los lectores, fundamental para Javier como forma de enriquecer la propia web de una manera ágil y directa.

Además, hay que intentar trasladar los contenidos y juegos del papel a la web, cosa que no siempre se consigue aunque por lo menos se intenta. Para ello, como en el caso de la portada de Ferrán Adriá que olía a El Bulli, se puede recurrir a trucos como la ilustración que intenten evocar esa experiencia sensorial que sí ha conseguido el papel pero que todavía se le resiste a la red.



Pero lo más importante, según palabras de Javier, y que corroboró Clara, sentada a su lado, es "divertirse". Divertirse durante el trabajo permite hacer las cosas mejor, y si se puede hacer con los lectores, mucho mejor.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Rascando rayitas a cuchilla


El pasado domingo, Mercados publicó una ilustración en su portada realizada con una técnica denominada scracthboard. Esta técnica es habitual entre los dibujantes, como se puede ver todos los domingos en los dibujos de Ricardo parar la carta de Pedro J. Hoy, Ulises Culebro, excepcional ilustrador, nos cuenta brevemente cómo hizo esa ilustración. Podéis ver también un pequeño vídeo que grabamos mientras trabaja en ella.


Èl scratchboard es una antiquisima técnica directamente heredera del grabado en metal.
Su principal peculiaridad es que se dibuja la luz sobre una superficie negra rascando el tablero con una cuchilla. Hay que pensar al revés que con el dibujo tradicional y el resultado es un efecto fino y dramático. Yo siempre he sido partidario de recuperar ciertas técnicas de dibujo que por mucho que se diga no han podido ser sustituidas por los equipos de computación modernos. Tengo amigos que han dejado de utilizar el lápiz y el papel y están volcados con las tabletas gráficas, me parece perfecto pero es otro tipo de trabajo y se nota en el resultado.
Para esta portada de Mercados he útilizado una base de scratchboard y lo he terminado con el mac. Soy un sentimental de la Ilustración.

viernes, 10 de junio de 2011

Kurosawa



No había nadie. He tenido la misma sensación de la que no puedo librarme al ver sus películas japonesas de ser el único espectador. He mirado en soledad y un extraño silencio mezclado con voces japonesas de samuráis, señores feudales, bufones, maestros de escuela... gentes que viven en pantallas de cine y que se proyectaban en el Museo ABC del Dibujo y la Ilustración junto a los impactantes dibujos del maestro Akira Kurosawa:



"Storyboards", esos bocetos que se realizan para visualizar y planificar los planos de las películas antes de poder rodarlas y que en el caso del director japonés Akira Korosaw hacía él mismo. Porque antes que director de cine, quiso ser pintor y no logró serlo. "Es curioso que cuando de verdad intentaba pintar bien sólo producía una obra mediocre", comentó en cierta ocasión sobre sus dibujos, "mientras que cuando sólo me preocupaba de esbozar las ideas para mis películas fue cuando produje obras que la gente consideraba interesantes". Curiosamente quien para nosotros es uno de los máximos representantes del cine japonés resultaba ser en su país un director "occidentalizado", con dificultades para sacar adelante sus costosos proyectos. Por eso realizó también esos deslumbrantes dibujos con los que intentaba convencer a los productores.



La exposición que todavía estáis a tiempo de ver, porque termina este domingo día 12, muestra parte de las creaciones de Kurosawa para sus películas Kagemusha, la sobra del guerrero, Ran, Los sueños de Akira Kurosawa, Rapsodia en agosto, Espera un poco y El mar que nos mira. Los dibuos tienen tanta fuerza visual como antes hemos podido ver en sus películas... el uso del color en la pantalla que nos deslumbró en Ran, con ejércitos amarillos y azules que se mueven y se entremezclan tiñéndose de rojo. La delicadeza japonesa de los trazos en los dibujos para Kagemusha. La locura visual de los Sueños...





Además del contenido merece la pena también destacarse el continente: el Museo ABC del Dibujo y la Ilustración, un antiguo edificio, que no conocía hasta ahora, muy cercano al Cuartel del Conde Duque donde vivimos tantos conciertos inolvidables cuando hasta el año pasado se celebraban allí los Veranos de la Villa. La imagen que abre este post es precisamente de una de las fachadas de este espacio cultural que combina vanguardia y antiguo ladrillo rehabilitado de la primera fábrica de cerveza Mahou de la ciudad, tal y como nos cuentan en su página web y de cuyo exterior sí pude hacer alguna fotografía:









Antes de que algún quisquilloso vuelva con aquello de que "qué tiene que ver esto con el diseño", y para no tener que volver nosotros con aquello de que "el diseño tiene que ver con todo", conviene señalar que hacer un storyboard no deja de ser plasmar ideas visuales con un lápiz y colores, ordenar información en un papel —espero que este punto de vista sí les resulte algo más familiar a los excesivamente ortodoxos—, y que, además, algún pintor que otro me he encontrado diseñando páginas de un periódico, por no hablar de todos aquellos que las ilustran. El propio Kurosawa nos lo dice y con sus palabras terminamos: "Cuando dibujo los storyboards (...) concibo, materializo y plasmo la imagen de cada escena de la película antes de verla claramente. Hasta que llega ese momento no comienzo a rodar".

viernes, 21 de enero de 2011

El libro negro de la música

Conseguir editar un libro es difícil; dos, misión imposible; tres, casi uno de los trabajos de Hércules. Y conseguirlo con ilustraciones, una quimera. Pues tres son las veces que Malagón, ilustrador en algunos de los medios más importantes (El Mundo, El Economista, La información y El Jueves), lo ha conseguido. Aquí os hemos hablado ya de "Malagón, humor sin perdón, humor sin pudor", "Ilustralario" y "Código Malagón". Y como no hay tres sin cuatro (tergiversando un poco el dicho), aquí os traemos un nuevo librito de nuestro ciberamigo y, sin embargo, gran dibujante Malagón: "El libro negro de la música".



Instalado en la costa valencia, esta vez dedica unas breves, pero mordaces páginas a la música y a los melómanos. Podríamos deciros que es ácido, sarcástico, con un punto "cabroncete" y con mucho sentido del humor, pero casi mejor que lo veáis vosotros. Primero con un breve adelanto aquí y luego en vuestra casa, tranquilamente con el libro en las manos.






Geniales, ¿verdad? Gracias a Malagón por ser tan amable y acordarse, una vez más, de nosotros. Y si tenéis oportunidad de comprarlo no lo dudéis. Merece mucho la pena como podéis comprobar.