lunes, 29 de noviembre de 2010

Diseñario 2.0 (XLV)

Conmocionados por la nueva entrega de documentos secretos de Wikileaks acerca de la diplomacia de Estados Unidos con el resto de países de todo el mundo. Ni elecciones catalanas, ni Guardiola versus Mourinho, ni el "rescate" de Irlanda para que los dueños del dinero sigan sin perder ni un céntimo a costa de empobrecer a países enteros, ni la ola de frío que viene pero que no viene. Esta nueva manera de ofrecer información brutal en bruto (filtrada, o censurada, en principio por "grandes medios") ha conmocionado una vez más a los miembros del comité de expertos encargados de la redacción del Diseñario (cualquier día, Wikileaks lo mismo filtra quién son y dónde se esconden) aunque no hasta el punto de imposibilitarles a que nos ofrezcan una nueva entrega de esta obra colectiva, infinita, irreverente y abierta sobre el diseño periodístico y la prensa en general.




R


Rataplán. Sonora palabra de la jerga periodística. Tan sonora, y tan ajena al mundo de los mortales, que su significado, dentro las propias redacciones, a veces es confundido y definido de distinta manera. Aunque parecida, en realidad.
En algunas, es un título a una columna con un pequeño texto que lo acompaña. Este texto no llega a ser un arranque, porque el texto no tiene una continuidad lineal dentro del periódico, ni un subtítulo, porque tipográficamente no se distingue de un texto base. Es, se podría decir, un breve resumen de la misma.
Sin embargo, en otras redacciones, un rataplán es una serie de títulos de noticias que se colocan en la portada porque merecen ser destacadas. Títulos, simplemente, ni arranque ni subtítulos. Simplemente unos títulos. Suelen estar a un lado de la portada (según el diseño de la misma) y ocupar parte de una columna. Nunca más.

Recurso. Pequeña pieza de publicidad que se utiliza para rellenar algún hueco que se haya podido crear a lo largo de la jornada, o que los maquetadores hábilmente solicitan para equilibrar algún despropósito publicístico y recuperar la iniciativa en la confección de la página. El recurso cada vez se utiliza menos, sobre todo en estas épocas de crisis, en las que no se discute fórmula de publi, con tal de que la paguen...
Hay otro tipo de recursos, en los que los maquetas han de ser auténticos especialistas. Son aquellos recursos que hacen que siempre mantengas la cabeza fuera del agua, pese a los intentos denodados de los redactores por ahogarte en peticiones, difíciles algunas, otras imposibles, algunas decididamente absurdas. Tanto que en muchas ocasiones, maquetar se convierte en un desafío, en una lucha entre alguien que no quiere dar su brazo a torcer y alguien que pretende torcértelo a toda costa. Y para entonar el himno del maqueta, y exclamar con fuerza y honor "¡NO!" no basta con plantarte con cara de mala leche. Hacen falta argumentos, y para eso, hacen falta recursos. Recursos que vienen dados o por la experiencia, por los años de solucionar y ver solucionar a tus compañeros rompecabezas en forma de noticias, o por una capacidad innata para detener el tiempo por unos segundos y conseguir pensar un poco más las cosas. Y así, un buen día, después de miles y miles de maquetas, descubres que te enfrentas a una maqueta en blanco y las soluciones, una tras otra, se van presentando, como los números se le aparecen a los matemáticos... Y casi sin pensar ves dos, tres, cuatro posibles soluciones. Soluciones que por supuesto, no compartes con nadie. Aplicas una y te guardas las demás, que se convertirán en recursos para la próxima ocasión. Porque la información es cambiante y caprichosa, pero también es recurrente. Y la experiencia y la memoria se convierten en un valor añadido importantísimo para un maqueta. Y tirar de recursos es fundamental cuando tu vida es una reválida continua, diaria, un careo perpetuo con la información, cual Sísifo subiendo la pendiente con su piedra a cuestas.
Por último, también se recurren a una instancia superior las decisiones arbitrarias, como la de algún sabio de este consejo, que pretendía elegir voz desde la lejanía, saltándose a la torera todo orden y turno correctamente establecido...

Rediseño. Esfuerzo descomunal que hacen los periódicos, todos, de cuando en cuando para que la competencia pueda criticarlos sin piedad.
Desde las empresas periodísticas editoras de los diarios se considera ingenuamente que este derroche económico y humano, porque suele haber bajas en tales menesteres, tiene como objetivo renovar y modernizar el periódico, o incluso aumentar sus ventas (fenomeno éste que se logra los primeros días del resideño gracias a una campaña publicitaria por lo general de costes mucho más abultados que los ingresos que luego se obtienen con esos efímeros y puntuales aumentos de difusión). Incluso se conocen casos de empresarios que pretendían... ¡llegar a un público más joven! con esta medida que, si no va acompañada de un replanteamiento de los contenidos como suele suceder, se queda en meros fuegos artificiales a corto plazo, o en maquillaje para enfermos... a veces terminales.
No obstante, se han dado casos de auténticas renovaciones en la redacción de algunos diarios acompañadas de una nueva manera de contar la realidad puesta en página de manera distinta, todo ello en función de sus lectores. De verdad.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Coca Cola vs Pepsi


Si alguien intenta emular a los dos famosos camioneros del anuncio de arriba lo más seguro es que no pueda. Imposible pedir una Pepsi en un bar con Coca Cola y viceversa. No porque los bares no quieran tener las dos marcas, al revés. Esto es así porque en nuestro país no existe una ley que regule los contratos de distribución exclusiva. Estos contratos obligan a que si quieres distribuir X en tu bar, no puedas servir Y.

Pero esto se va a terminar pronto. El gobierno va a desempolvar un viejo proyecto de ley para terminar con este absurdo que también afectaba a las cervezas, entre otros muchos productos.

Este era un tema perfecto para el suplemento Mercados, del que ya os hemos hablado en alguna ocasión. Había que ilustrarlo de alguna manera. Intentamos evitar las típicas fotos de una botella en un bar o un camarero sirviendo una caña. Están más vistas que el TBO.

Así que se decidió apostar por jugar con las dos marcas por excelencia en refrescos de cola: Coca Cola y Pepsi. La primera idea era poner una botella de Coca Cola bien grande, pero ese no era el tema. Ahora se podrá elegir, no sirve dar de una marca.

Dar dos botellas bien grandes nos quitaría espacio para el texto. Así que lo mejor para explicar esa dualidad era dar las dos... pero a medias. Fijada la idea, hay que llevarla al papel.




A un lado cada una, casi pegadas o unidas por una banda negra. Tres opciones. Al final, salió publicada las que están casi pegadas. A pesar de que a mitad de semana estuvo a punto de pasar de una página entera a una con publicidad. Para lo que hicimos lo que veis aquí.

La página con publicidad

Afortunadamente, y gracias a que el tema se quedó en la nevera una semana (nunca mejor dicho), la página salió completa y verdadera. Aunque no sabemos si era la mejor opción. Vosotros qué pensáis: ¿Pepsi o Coca Cola?, ¿casi pegadas, separadas o unidas por la banda negra? No lo tenemos muy claro. Yo, me lo voy a pensar con una Coca Cola bien fría en la mano.


lunes, 22 de noviembre de 2010

Diseñario 2.0 (XLIV)

Si algún político, o algún jefe, autoridad civil, religiosa o militar hubiera invitado a los miembros del enigmático comité de expertos encargados de la redacción de este compendio a llevarlo a cabo, probablemente no podríamos presentarles ahora, porque además sería imposible que fuese como es, una nueva entrega del... ¡Diseñario!, obra colectiva, irreverente y libérrima, infinita y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general.




Portadilla. Es la primera página de cada sección y, por lo tanto, donde se supone que va desarrollado el tema más importante. Todas y cada una de las secciones del periódico tienen portadilla, incluso hay algunas en las que el conjunto completo de sus páginas se limitan a su portadilla (casos como "Motor", por ejemplo o "Comunicación" en algunas ocasiones y en determinados periódicos). En la portadilla es donde se suele realizar una apuesta visual fuerte para enganchar el tema y desarrollarlo a lo largo de varias páginas. Aunque en ocasiones un tema puede liquidarse en una sola página.
Este tipo de página está sujeta a múltiples cambios, siendo una de las más volubles. Tan pronto el tema de apertura (apretura en muchos casos) es X como que pasa a ser Z. Y claro, hay que pasarlo a otra página y comprimirlo. Eso si no iba ya apretado, porque en las portadillas se comete el error de intentar meterlo todo en más ocasiones de la cuenta, sobre todo si no tenemos más páginas para el tema, obligados cada vez más a ello por el eternamente creciente precio del papel y por los "recortes" de la crisis.
Hay varias formas de distinguir una portadilla. Normalmente el titular lleva un cuerpo más grande que los títulos del resto de la sección. En algunas ocasiones los subtítulos también son distintos, utilizando bolos, triángulos, etc. como elemento diferenciador del resto de subtítulos. El folio también puede ser distinto, con un cuerpo más grande para indicar la apertura de sección. Y en algunos periódicos, las portadillas tienen elementos de navegabilidad que indican los temas que van en el resto de la sección.

Principios. Normas básicas supuestamente inmutables. Pocas y sencillas (consulténse, por ejemplo, los "Principios fundamentales de la tipografía" de Stanley Morison, que se resumen en que las letras sirven para ser leídas, no como elementos decorativos, y ese fin, y principio, hay que buscar). Principios se pueden tener tres: jerarquía, orden, identidad. Se pueden tener dos: bonito, feo. Se puede tener uno: información. Incluso sabemos de quien tiene alguno repetido: catálogo, catálogo, catálogo; o aquel otro del adorno, adorno, adorno. Lo principal del principio no es el principio en sí, sino tenerlo; que nos sirva de guía, de referencia a la que pedir socorro en este quehacer nuestro tan sujeto a caprichos, subjetividades y argumentos arbitrarios que sirven tanto para ensalzar como para desacreditar la misma propuesta. Lo principial es tener principios y, ya saben por lo mucho que se ha citado a Groucho, si a alguno no le gustan "siempre los puedo cambiar por otros". Porque en ocasiones esto del diseño periodístico, como por otro lado el resto de las actividades de los humanos desde que existen y hasta que existan, consiste en ser putas que se venden al mejor postor, o al único, gratis a veces.

Putada. Conspiración de todas las fuerzas vivas contra uno, que termina engullido por el Maelstrom, ese remolino gigante que lo mismo tragaba osos, que barcos, que redactores a los que no se les entendía ni una palabra... Una putada es una fatalidad gorda, un contratiempo grave, una faena considerable, algo lo suficientemente dramático como para que te haga exclamar: ¡"Qué putada!" Porque la putada adquiere conciencia de sí misma cuando es bautizada, bien por el pobre que la sufre, o por el que la provoca, por algún espectador solidario o por otro de los que se regodean con el mal ajeno.
Generalmente, las putadas las suele sufrir el que menos las merece, de ahí la putada. Hay auténticos especialistas en hacer putadas a los demás, incluso se podría decir que es un mérito a tener en cuenta en los procesos de promoción de las empresas. Incluso está la putada superlativa, la que todos conocemos así, con sufijo -ón de putadón. Pero si hay una putada dolorosa es esa que uno provoca a alguien sin pretenderlo. Esa putada involuntaria que suele ir acompañada de la frase "pobrecillo, qué putada le he hecho...".
Los maquetas somos muy de que nos puteen, las cosas como son. Páginas que cambian justo cuando las terminas, fotos que te curras para que luego no sean del personaje en cuestión, para un día que madrugas y llegas el primero al trabajo y resulta que no te tocaba entrar en ese turno, sino en el último de la noche... Claro que nosotros también puteamos a los redactores de vez en cuando... aunque lo hecemos de forma involuntaria, por supuesto. Que los maquetas no tenemos maldad, y lo nuestro es el buen rollito y eso...


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Periodiquerías (XXV)





Denia (España, 2010) / Elena Costa





Seúl (Corea del Sur, 2010) / Jaime Rodríguez





Nápoles (Italia, 2010) / María Benito




Enviadnos fotos de vuestras "periodiquerías" antes de que todas sean iguales y se llamen iPad. Fotografiad esos lugares en los que todavía se venden periódicos, y las publicaremos en esta serie. Si queréis.



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)

martes, 16 de noviembre de 2010

twitter kills newsonline... o no



En 1979, el grupo The Buggles publicó el single Video Kill The Radio Star. En el videoclip, el primero que se emitió en la cadena MTV (1981), las radios explotaban como metáfora del fin de una era: nacía el vídeo, morirían las estrellas de la radio. Igual que aquellos agoreros que dijeron que el cine sonoro acabaría con el séptimo arte, The Buggles también se equivocó y la radio está más viva que nunca, se oye mucho, y se oye bien, sobre todo.

Portada de The Luis Blasco Daily

Con paper.li, un nuevo sitio web 2.0 (uno más) puede pasar algo parecido. Con esta nueva web y una cuenta de twitter, podemos crear nuestro propio periódico online. Basta añadir nuestro usuario de twitter, un hashtag (#) o una lista, para que la web analice los enlaces presentes en la misma, los distribuya y los jerarquice. De esta manera, entran en juego dos de las palabras más usadas para definir el futuro de los información online: agregadores y robots. Los primeros como paradigma del cambio en la comunicación a través de la hipertextualidad (en castellano, te paso un enlace que te lleve a la fuente original) y los segundos como responsables de ordenar, valorar (¡!¡!¡!) y jerarquizar (¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!¡!) la información (si Asimov levantara la cabeza).

Secciones de The Luis Blasco Daily

No queda muy claro cómo los robots jerarquizan esa información contenida en los enlaces. El caso es que lo hace de tal manera que el resultado es muy parecido (salvando las distancias, claro está) al aspecto de un periódico online. Sus titulares, sus fotos, sus vídeos... hasta sus secciones. ¡Tiene de todo! Hasta puedes ponerle tu propio nombre a la cabecera. Y puedes consultar un archivo de todas las ediciones, que se van actualizando cada 24 horas.

Área multimedia de The Luis Blasco Daily

Mucho contenido, sí, pero poco (o ningún) contenido propio. Así que aquellos a los que le estaba cayendo la gota de sudor frío que se tranquilicen, paper.li no acabará con los periódicos online... a menos que los periódicos online decidan acabar consigo mismos y pasen a convertirse en meros agregadores de contenido ajeno. Porque no olvidemos que los periódicos (papel, online) son CONTENIDOS (así, en mayúsculas). Podemos tener nuestro propio periódico, aunque esté hecho de retales de otros... pero a eso no lo podremos llamar periódico. Ni ahora, ni cuando nació el vídeo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Diseñario 2.0 (XLIII)

Cuando hablamos de obra infinita lo hacemos sin contar los puentes y fiestas de guardar que los misteriosos, caprichosos y escurridizos miembros del Comité de expertos encargados de la redacción del Diseñario se toman cada vez con más frecuencia y descaro. Por lo tanto, infinita y más allá, mucho más allá. Pero todo sea por la labor científica, periodística, divulgativa y lúdica de quienes nos ofrecen hoy una nueva entrega de esta obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra partipación sobre el diseño periodístico y la prensa en general. E infinita, casi se me olvida. Especialmente apenados en esta semana, en la que nos ha dejado el más grande de los directores españoles, absolutamente imprescindible e inolvidable. Su obra, también infinita, nos acompañará siempre... Todavía nos parece oírle, con su hilo de voz: "Hay que girar la palomilla hacia la dereeechaaaa..."




Planillo. Disposición esquemática y ordenada de todas las páginas de un periódico, desde la portada hasta la contra pasando por todas las secciones y las páginas de publicidad. También se conoce como planilla y en algunos lugares de latinoamérica, como Argentina, se denomina "alzado".
El planillo general se subdivide en uno para cada sección, en el que se pueden ver las páginas que conforman dicha sección, qué publicidad llevan y a qué folio (página) están asignadas. Además, sirve para indicar el estado de las páginas (maquetada, corregida, entregada, enviada, etc.) o el tipo de página (color, B/N). Con esto, cualquiera que vea el este esquema puede saber el estado de la publicación o de su sección de un vistazo.
Sin embargo, tiene menos credibilidad que los bonos de deuda "garantizados" de algunos países, una vez unos y otra vez otros, y cambia más que la política de privacidad de Facebook. Puede pasar de ser tu mejor amigo, porque tienes muchas páginas y espacio para contar las cosas bien y ordenadamente, a ser tu peor enemigo porque la publicidad ha hecho que lo que antes tenías que contar en 6 páginas ahora lo tienes que hacer en 3 y media. Y seguramente a última hora de la tarde, por supuesto.
En la mayoría de los casos, los planillos sirven a los redactores como primera aproximación al diseño de las páginas... y son precisamente eso, una aproximación (poco aproximada, por cierto), porque no es lo mismo maquetar en un espacio de cuatro centímetos que en un página completa. Y claro, todo lo que cabe en un planillo no siempre cabe en la página real... por mucho que se empeñen algunos.

Pleca. ¿Sabéis esa raya vertical que existe en vuestro teclado y que nunca, repito, nunca, habéis usado? Sí, hombre, esa raya que está partida en dos en la tecla, en la pulsación del uno, y que misteriosamente cuando la pulsas sale entera en la pantalla, sin partir? Pues resulta queridos nuestros, que eso es una pleca. Porque una pleca es una raya vertical, sí, vertical. Que suele usarse para separar distintas ideas en una sola línea, como dos versos o dos acepciones en un diccionario. Por eso nunca la has usado. Porque editar diccionarios es un arte en desuso y porque si ya es difícil poner en pie un verso, imaginad dos dentro de la misma línea...
En los periódicos, en los libros, en las publicaciones impresas, existe otro tipo de raya, al que se le conoce como pleca. Esta raya es horizontal, y suele usarse al final de un texto, para separar una llamada, o una anotación a pie de página, o a veces, un texto de otro. A esta raya, y en realidad al texto que le acompaña, se le conoce como pleca, aunque pleca, lo que se dice pleca... sólo es la rayita de marras.
En las plecas se hacen aclaraciones, se firman artículos en los que han participado más de un autor y se suelen contar unos breves datos biográficos de los autores de un texto. Si por ejemplo tenemos una opinión que firma el director de comunicación de una conocida multinacional americana, al final de ese texto suele aparecer una rayita horizontal, acompañada del texto: "Fulanito de tal es director de comunicación de una conocida multinacional americana..." para información del lector y regocijo del firmante, al que generalmente suele gustar sacar a pasear su cargo.
Las plecas, complejísimas de elaboración, porque no es nada fácil escribir un breve texto bajo una rayita fina, resultan un desafío hercúleo para los redactores de un periódico, a los que muchas veces supera la proporción colosal de la tarea. De hecho, en las redacciones se cuentan leyendas de unos redactores que sabían poner plecas ellos sólos, de los que se llegaron a componer cantatas y elegías y que un día, sin previo aviso, desaparecieron...
Los que quedaron no saben. Ni sabrán, visto lo visto. Cuando tienen que poner una rayita fina, finísima, y luego un textito de tres palabras a punto y aparte palidecen, transpiran, murmuran en lenguas muertas. Los muertos recobran la vida y los que nunca callan enmudecen por su incapacidad. No son capaces siquiera de copiarla de otra página, cuando muchos han hecho carreras exitosas a base de copiar de otros, de todos. El 'Control C, Control V' no sirve para una pleca, si fuera tan fácil no harían falta secciones de diseño...
Y entonces, descuelgan el teléfono, y con un tono exageradamente amable, ese que sólo puede utilizar alguien consciente de su mediocridad, te piden, por favor, que si les puedes poner una pleca al final de su texto. Y como los maquetas somos muy canallas, les decimos que hay un estilo para eso, sólo por oírles tartamudear espantados. Y luego les diremos que si pulsan dos veces sobre tal icono les saldrá la pleca sola y completa, pero para ese momento el redactor ya habrá roto a llorar, implorando clemencia... Incluso les ofreceremos la posibilidad de que se la copien una de otra página, sólo por estirar el disfrute de la situación, ese ridículo momento en el que una persona con estudios superiores haría cualquier cosas que le pidiéramos, con tal de no enfrentarse a la terrible labor de colocar una pleca, una simple rayita seguida de un textito, tan corto como debiera serlo esta propia definición, al final del texto.

Plumilla. Redactor. Quienes escriben en los periódicos, televisiones, radios y demás inventos digitales textos propios o editan textos de otros, o de las agencias. Conviene recordar, y repetir más que de vez en cuando, aquello que nos enseña el maestro de periodistas en general, y de maquetas en especial, Pedro Pérez, acerca de que "en un periódico trabajan periodistas; unos escriben, y son redactores (o plumillas, añadimos nosotros aquí, en voz baja para seguir escuchando a Pedro), otros hacen fotos y son fotógrafos, otros hacen infografías y les llamamos infógrafos o infografistas, y los hay que maquetan las páginas, y son maquetadores. Todos son periodistas, especializados cada uno en distintos elementos del mensaje informativo que elabora un periódico".
Aclarado el ámbito de actuación del plumilla, nos podemos adentrar en el más peliagudo asunto del posible carácter peyorativo, neutro, o incluso positivo y hasta cariñoso de la expresión plumilla, cuyo origen no consideramos necesario explicar por lo obvio que resulta. Y es que se trata de un apelativo que se ha utilizado con todas esas intenciones, aunque para nosotros predomine la última, tiernos como somos.
Se ha utilizado. Efectivamente, plumilla empieza a resultar casi un anacronismo. Cada vez se escucha menos en un periódico, es hasta un poco chocante o pasado de moda desde el punto de vista estético sonoro oírlo, un tanto ridículo en un medio digital en el que hablar de un "plumilla multimedia" (dispuestos a hacer casi todo a cambio de casi nada) es un absoluto contrasentido ya que, recordemos el comienzo de esta voz, un plumilla sólo escribe; lo que no es poca cosa, sobre todo si se hace bien.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Cómo hacer periodismo en internet



"¿Qué es un medio de comunicación en internet?... ¿un periódico?, ¿una televisión?, ¿una radio? No estaremos llamando periódico digital a algo que en realidad hace converger a todos los medios, utilizando textos, imágenes, sonidos... pero que en realidad es algo nuevo y no es un periódico, ni una radio o una televisión. Creo que estamos esperando a que se produzca un éxito en un medio parecido a los que conocíamos para encontrar un modelo, y posiblemente lo que termine triunfando sea algo que no conocemos todavía", nos ha contado Mario Tascón durante el segundo día de las II Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información que se celebran esta semana en la Universidad Rey Juan Carlos I de Fuenlabrada (Madrid), y que os estamos contando en ésta y en otra entrega anterior.

Pedro Pérez y Mario Tascón, en las II Jornadas de la URJC (la calidad de la imagen es la propia del zoom digital de un iPhone)


"Mario Tascón va a contarnos muchas cosas, y muy interesantes", ha comenzado presentándole el organizador de las Jornadas, nuestro querido maestro y amigo Pedro Pérez, para después hacer un breve repaso de su trayectoria profesional, unas de las más importantes en lo relativo al periodismo en internet de nuestro país, por no decir la primera. Desde sus inicios dirigiendo un periódico en su comarca del Bierzo hasta su actual puesto de asesor de la empresa Diximedia (creada anteriormente por él, y que edita el sitio web lainformación.com, la Practicopedia o el blog especializado en medios de comunicación 233grados, dos de ellos parte de nuestra galería permanente de enlaces), pasando por el diario El Mundo, donde tuvimos la oportunidad de trabajar juntos, y en los que puso en marcha una de las mejores y más avanzadas secciones de infografía del momento, y donde puso en marcha después, nada más y nada menos, que el sitio web del periódico, elmundo.es (líder en lengua castellana desde entonces); responsable más tarde del relanzamiento del sitio web de El País; o su labor de consultoría internacional en Innovations (en nuestra galería de enlaces "imprescindibles"), por mencionar lo más importante. Absolutamente incontestable.

Por eso había tanto interés en escucharle en esta facultad, como por eso lo teníamos también nosotros... y por eso mismo la intervención de Tascón no defraudó lo más mínimo e incluso hubo que prolongar el tiempo de las preguntas hasta un poquito más allá del límite permitido.
Y le escuchamos hablar sobre la "evolución lineal de los periódicos" a diferencia de la ruptura que según él suponen los medios digitales, "cladogénesis", le gusta decir tomando prestado un término de las ciencias naturales. Comentó el "medio líquido", de enorme adaptabilidad a cualquier elemento susceptible de ser información, que tienen las páginas webs; y pasó a detallar siguiendo a Lev Manovich las características que deben tener los medios de comunicación en internet: "cualquier objeto informativo debe poder describirse de forma matemática, y todos deben ser pues, programables; la información tiene que tener estructura modular" (¿os suena de algo?); "y por eso hay tantas fotos cuadradas en internet, no nay nada más modular que un cuadrado; el acceso, manipulación y construcción de objetos informativos tiene que ser automatizable; y los objetos informativos no son algo fijo, tienen variabilidad y pueden existir a la vez en diferentes versiones".




Resumimos como podemos una conferencia repleta de contenidos en la que no faltó la "evolución del ancho de banda", la "evolución de los formatos" o la "importancia de la previsualización" como elementos que ayudan al desarrollo de internet. "El primer error de las empresas de medios", añadió a continuación, "es creer que sólo ha cambiado el proceso de distribución, cuando el cambio en realidad afecta a todo el proceso: captación de información, su elaboración, el almacenamiento y la posterior emisión". Para Tascón, "los tres actores, usuarios, máquinas y medios, están en todo el proceso. Y, por si fuera poco, al final de este proceso aparece uno nuevo que son lo que podríamos llamar hiperpropagadores: las redes sociales, blogs, otras páginas... que enlazan y añaden valor. Disminuye, pues, el propio valor que la marca tiene en sí porque quien te añade valor ahora son los hiperpropagadores, Google...".




Sobre los nuevos perfiles profesionales, Mario Tascón mencionó la importancia de los "arquitectos de la información", de los editores de vídeo, los nuevos expertos en usabilidad, los responsables SEO (encargados de optimizar los sitios web para que estos obtengan puestos destacados en los buscadores), los "desarrolladores de nuevas narrativas" o los "mobile journalits" (algo más sencillo, más profesional, y menos explotador que el concepto que otros nos quieren vender como "periodista multimedia").



El turno de preguntas resultó casi tan enriquecedor o más que la propia conferencia, y el interés de los asistentes porque Mario Tascón contestara alguna de sus muchísimas cuestiones llegó incluso a alguna que otra lucha por el micrófono, no violenta por supuesto. El tiempo, además no podía estirarse indefinidamente pero aun así permitió que nos confesara que "sí que hay mucha calidad en los medios de comunicación internet, es un falso mito que todo sea basura; lo que sucede es que está mezclada con muchas cosas amateur... algunas hasta en los grandes medios, que pretenden vendernos contenidos que a veces no son profesionales, o que da la impresión de que no están hechos por profesionales". O sobre la rentabilidad de los mismos: "Ya hay medios que están funcionando en internet, tanto en audiencias como en lo económico, y el mejor ejemplo en nuestro país es El Confidencial, que no tiene nada que ver con el periodismo basura de rumores como alguno puede pensar, y que es rentable con treinta y tantos profesionales trabajando allí".



Pudimos preguntarle para terminar cómo ve el actual dilema del pago por contenidos en la red, tesis que encabeza Rupert Murdoch a nivel mundial, y que muy recientemente ha puesto en práctica en sus principales medios de comunicación online. "El primer error de la mayor parte de los grandes medios de comunicación, Murdoch incluido, es creer que tienen contenidos exclusivos y de alto valor por los que pueden cobrar... y no es así. No ofrecen casi nada en la red, ni en sus periódicos de papel, por lo que las audiencias estén dispuestas a pagar dinero. No obstante, sí creo que hay contenidos de pago, de alto valor y exclusivos, por los que la gente está dispuesta a pagar, pero el modelo para rentabilizarlo no está claro, penaliza los ingresos por publicidad, y a la larga el medio resulta menos rentable. Es muy posible que sea lo que suceda con los medios de comunicación de Murdoch". Se desconectaron los micrófonos, el proyector y, mientras él apagaba a su vez su inseparable Mac, le rodearon los alumnos para seguir escuchándole.