miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ibáñez dibuja la portada de El Cultural


Si esto fuera Magos del Humor, de Mortadelo y Filemón, media ciudad de un país imaginario (que bien podría ser cualquiera de España) estaría persiguiendo a los dos maltrechos "detectives", Ofelia le estaría tirando los trastos a Mortadelo, el superintendente tendría escayolado hasta el último pelo y el profesor bacterio habría saltado por los aires con su último superinvento. Pero no es una viñeta de Ibáñez, por desgracia.

Es un pequeño homenaje a uno de los mejores cómics de humor españoles. Un homenaje a las rotundas curvas de la secretaria, a la barba del profesor, al bigote del jefe, a las gafas del larguirucho, a los dos pelos (ni uno más ni uno menos) del cascarrabias del pantalón rojo y, como no, al sulfato atómico. Y un homenaje a los pequeños pero enormes detalles de humor que son todas y cada una de las viñetas del gran Francisco Ibánez.

Pero no somos los únicos que le rendimos tributo. El Cultural, revista que publica El Mundo todos los jueves, dedica toda su portada a un autorretrato elaborado por el dibujante catalán con motivo de los 50 años de tan curiosa pareja. Una portada distinta a la que normalmente estamos acostumbrados en este tipo de publicaciones, donde se suele optar por una foto. Aunque El Cultural no es la primera vez que usa ilustraciones, pero sí es la primera ocasión (si mal no recuerdo) en la que el protagonista se pinta a sí mismo ad hoc para la revista.


Y en esta portada donde precisamente se ven esos pequeños detalles que hacen tan especial los dibujos de Ibáñez y donde se ríe de él mismo y de todo lo que le rodea. Botes de viagra, coronas de flores que llevan los personajes a su creador, sondas para latas de jugo de nabo, ofertas en ataúdes y su característica firma apoyada, como puede, en un par de muletas. Y así, una infinidad. Una genialidad de primera página que todos los amantes del cómic deberían guardar, al igual que el libro conmemorativo. Una joya. (Podéis ver una avance aquí, aquí, aquí y aquí.)


P.D. Una recomendación sobre el mundo del tebeo, "el género peor comprendido del mundo", como reconoce Scott McCloud en su imprescindible obra "Cómo se hace un cómic". Un repaso exhaustivo a todo el potencial que ofrecen. Un lenguaje poderoso y una capacidad comunicativa extraordinaria. Léanlo, verán como su percepción cambia de manera radical.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

101 gracias

Hoy celebramos nuestro post 101. El 101, no el 100 ni el 99, porque nosotros somos así. No nos gusta la ortodoxia, aunque a veces nos obliguen (obliguemos) a atarnos a ella. Porque nos gusta decir que NO, aunque en realidad pensemos que SÍ. Porque lo que hacemos es informar, aunque algunos piensen que sólo colocamos cajitas sin sentido. Y sólo algunas veces pronunciamos las palabras mágicas. Porque no nos gustan que intenten engañarnos. Nada de eso. Lo hacemos porque nos gusta el 101.

Y lo hacemos por todos vosotros, nuestros lectores, los que nos dejáis comentarios. Con ellos aprendemos y sobre todo, nos divertimos. Por eso, gracias a canales holandeses (!) encarni hinojosa, otras bombillas, u minúscula, fanuno, red miner, joel,dexter morgan, albert campillo, tres patar para un banco (!), maite, al fondo de la redacción, fernando, adriano, fer, mon, borja ventura, carlos valencia, nimo, cuatrotipos, ernesto, capsule2, melonkid, heral, miss delirios, snowgirl, wi-fi conection, buenos aires me duele, web cam, robinson, tomato soup, seguimos trabajando, r, jamm, olga rodriguez, fernando hernandez, juan, cristina, corondel, a cinco columnas, a tu lado, paty isa y sara, juan ramón martín, chiqui esteban, ferran pous, javo wero, millicent, josé alfonso de tomás y muy especialmente a anónimo, por su entusiasta participación. (Respetamos la ortografía de los nombres tal y como la pusieron sus autores.)

Pero también queremos dar gracias a Pedro Pérez Cuadrado y a Laura González Díez por todo lo que hacen desde el CEU, que es mucho, como sus encuentros y jornadas, a los ponentes de las mismas, a Norbi, por acogernos con cariño en Estepona (ché pibe) y nombrarnos "sucesores" de su Visualmente (estilo Jack Bauer), a los organizadores y ponentes de la V Cumbre Mundial de Diseño en Prensa, a todos los otros blogs compañeros que enlazamos y nos enlazan, a nuestros compañeros de sección en el periódico y al resto de colegas del periódico por el pozo sin fondo de anécdotas en que se han convertido... En definitiva, a todos aquellos que nos han facilitado esta aventura que comenzó una noche de verano y que sin vosotros no tendría ningún sentido.

Millones de gracias. El equipo de encajabaja.

Los cuatro miembros de encajabaja celebrando el post 101 entazabaja.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Páginas literarias

Tendrían que ser mis frases de una sencillez extrema, lo mas opuestas a rebuscados comienzos con un verbo, para que mi escritura fluyese como la de Ian McEwan. Depuradas, limpias, despojadas de cualquier amaneramiento y, sin embargo, luminosas, gotas destiladas de esencia pura y fresca. Las palabras justas en frases directas que por un inexplicable milagro de los dioses se abren en infinitos significados y emociones. Vuelvo la vista hacia las palabras anteriores y es justo lo contrario de lo que estoy haciendo, porque escribir así... ¿cómo se hace? Es para volverse loco.

¿Y a que viene todo esto, aquí? Pues a que dentro de la literatura a veces viven también los periódicos, incluso el diseño de una página puede formar parte de una novela. Como sucede en Amsterdam, publicada en 1998 en Londres y cuyo autor, evidentemente, es el mencionado Ian McEwan. Un grande del que también es muy recomendable leer la absorbente Amor perdurable, y, sobre todo, Expiación, convertida en un clásico con sus muy pocos años. Pero hoy hablamos de Amsterdam porque, además de su mencionada relación con la prensa es la mejor manera de empezar con este escritor. Esta novela absolutamente magistral obtuvo el premio Booker de ese mismo año en el Reino Unido, aunque he de decir que a mí los premios, de cualquier clase, me suelen reblandecer los músculos, algún músculo más que otro, también es cierto. Lo que realmente interesa es lo que cuenta y cómo lo cuenta.

Te agarra con fuerza y no te suelta desde el comienzo en el funeral de una bella, inteligente y joven mujer que reúne a cuatro de quienes fueron sus amantes: el viejo millonario aburrido con quien estaba casada; el actual ministro ultraconservador de asuntos Exteriores; Vernon, director del periódico londinense El Juez; y Clive, compositor musical de éxito que trabaja en una sinfonía del milenio. Clive y Vernon, amigos desde la juventud, forman parte de la élite progresista y culta de Londres en contraste con los otros dos hombres. El relato de una jornada en el periódico, incluida una hilarante reunión para decidir los temas del día siguiente, nos pone en situación de quién es este periodista de pocos escrúpulos que intenta salvar un diario en caída libre. También tiene dificultades el compositor para terminar su sinfonía: busca una melodía perfecta que no llega.

En un mundo complicado todo comienza a complicarse aún más cuando el viudo millonario pone en manos del director del periódico unas fotos comprometedoras que su esposa tomó del ministro de Exteriores vestido de mujer, el conservador azote de homosexuales. A pesar de la oposición de casi todos, incluida la de su amigo el compositor de quien esperaba más apoyo, Vernon decide publicar esas fotos para salvar al país de un político hipócrita y fascista y de paso las ventas de su periódico. Diseña él mismo la página, la primera página, porque “conocía la fuerza de lo que tenía entre manos. Dejaba que las imágenes hablaran por sí mismas”. Y cuando está a punto de enviarla a la rotativa, entonces.... pues sucede lo que no voy a desvelar, faltaría más, para que así leáis Amsterdam. No sé si el diseño de una página es literatura en alguna otra novela, pero en esta auténtica obra maestra sí lo es. Divertida, precisa e implacable en su crítica de la naturaleza humana a la que nadie escapa. Un derroche de inteligencia. Lean a McEwan, amigos, a los enemigos es mejor no recomendárselo porque podrían hacerse más sabios.



Y más

Otras novelas “periodísticas” de obligada lectura: Imperio, de Gore Vidal, fascinante; El americano impasible, del inmenso Graham Greene, sin palabras; Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi, estremecedora y rebosante de estilo; Una sirena en la noche, del italiano Roberto Giardina, deliciosa novela juvenil que no ha perdido su frescura (¡es de 1978, joder!) en la que el protagonista es el periodismo.
Aunque estoy seguro de que no están todas y de que vosotros también tendréis vuestras novelas “periodísticas” imprescindibles, ¿no?

jueves, 1 de noviembre de 2007

Cuando menos es más

A los redactores les encanta meter muchas fotos en sus páginas. Sí, es así. Vienen con una pila de fotos y te espetan: "Vamos hacer un álbum chulo [sic] con estas fotos que te traigo". Ahí te echas a temblar... Hay ocasiones en las que el álbum está justificado e incluso le viene bien al tema porque así los lectores pueden ver los personajes que han asistido al evento. Pero hay otras en las que merece la pena apostar por una sola foto que sea capaz de acompañar y complementar el mensaje que transmite el texto de la página. Una sola foto para dominarlas a todas.

Las páginas que hoy os traemos son un ejemplo de esto que os comentamos. El tema del día era la inauguración de la ampliación del Museo del Prado. Los Reyes le querían dar una dimensión especial al acto, de ahí la elección del cuadro Fusilamiento de Torrijos. Todo está milimétricamente preparado en la Casa Real, no se deja nada al azar.

Precisamente se elige una foto con fuerza para la portada. Los Reyes y las autoridades en una curiosa escalera sólo rota por la reina, custodian y casi imitan el cuadro. En la portadilla de la sección de Cultura se apuesta por otra gran foto. Los personajes ante la inmensidad de la ampliación. Como en la anterior imagen, un elemento que "rompe" la foto, la mirada del Príncipe Felipe hacia la claraboya que da luz a la sala.

Las tres páginas en cuestión. La última, finalmente, no salió

Y en la tercera página está la "polémica". Dar varias fotos, cuadradas, con varios personajes o apostar por una gran foto que acompañe al titular y lo explique. Porque no hay que olvidar que texto y fotos deben ir de la mano. No se entiende el uno sin el otro.

La primera opción de los chicos de Cultura fue dar un collage con cuatro fotos, cuatro planos con varios personajes, como un póquer de ases. Un poco plano, la verdad. No apostaban por nada y no ayudaban a comprender el título de la columna. ¿Quién se reconciliaba, Aguirre, el mandamás del BBVA? ¿Quién?... No quedaba claro.

Sin embargo un rato después bajó Fran, responsable ese día de la sección de Cultura y decidió cambiar la foto. "Vamos a dar esta más grande", dijo. Y mejoró el asunto, vaya si lo mejoró. Una foto grande con los personajes aludidos en el título bien centrados y pillados en un momento de "complicidad". Una foto que complementa perfectamente a la columna que acompaña, algo que no siempre sucede. Hasta el propio Fran, sorprendido, reconoció que quedaba "mucho mejor". Lo dicho, menos, a veces, es más.

Las tres páginas con la página que sí salió publicada

martes, 30 de octubre de 2007

Revista de blogs (III)

Os traemos una nueva entrega de nuestra revista de blogs con una selección de los mejores enlaces de este mundillo.

Para comenzar, damos la bienvenida a la blogosfera a Encarni Hinojosa, creadora de Yo hago los dibujitos. Con esta magnífica frase resume a los no iniciados en la materia en qué consiste la infografía y de paso nos enseña su trabajo en La Voz de Cádiz, donde, como en todo periódico pequeño, igual cose un huevo que fríe un alfiler. Porque la vida hay que tomársela con sentido del humor. La animamos desde aquí y le damos la enhorabuena por su recién creado blog.

Desfaziendo entuertos es el blog de José Alfonso de Tomás y en él podemos encontrar diversos trucos para manejar el Photoshop, Quark, Indesign, etc. Trucos que van desde la gestión de color hasta cómo imprimir correctamente un archivo en pdf. 100% práctico y 100% recomendable para manejar a fondo los programas con los que nos tenemos que enfrentar cada día.

Por último, y no por ello menos importante, un clásico de la red. Se trata de Caja de Imagen, blog del departamento de diseño del Heraldo de Aragón. Aunque actualizan menos a menudo de lo que nos gustaría, merece la pena estar atentos a este blog en el que nos muestran el magnífico trabajo realizado en tierras mañas. Lo dicho, un clásico imprescindible.

sábado, 27 de octubre de 2007

Un olvido

Un descuido. Esperábamos un cambio en todos los suplementos de El País y esta semana Ciberpaís ha aparecido con su ropa de siempre, la vieja. Un malentendido. Tal vez el fallo fue nuestro porque en realidad nadie mencionó el suplemento tecnológico. Un abandono, pues. Porque es cierto que ni se le mencionó, ni se le ha renovado como a casi todos los demás (hoy sábado comprobamos que tampoco El Viajero alcanza la modernidad) tal vez por falta de tiempo, de medios, o de interés en hacerlo.

Así apareció, el pobre, el jueves. Al menos le pusieron la mancheta nueva, con su acento azul, arriba a la izquierda. Se debió quedar quieto cuando pidieron voluntarios para someterse al diseño de Óscar Mariné mientras Babelia, Domingo y El País Semanal daban un paso al frente. Y por tanto no le han vestido con los modelos minimalistas, con esas estructuras esenciales de Mariné que tanto se han criticado y que tan extraño me hacen sentir, las críticas digo, porque al parecer debo ser uno de los pocos a quien le parecen bien, muy bien incluso. Tan bien, que ni El País se ha atrevido a ponerlo en página tal cual, como nos lo adelantaron, y ya el primer día de estreno lo llenaron de sumarios en páginas que debían ser sólo de texto y multiplicaron las fotitos en otras. Corren malos tiempos para la lectura, vengo diciendo. Y para el riesgo, al parecer.

¿Y corren malos tiempos para internet, para las nuevas tecnologías, para ser global, para la gente joven? Parece ser que no, ¿no? Entonces, por qué el abandono de Ciberpaís, precisamente el suplemento dedicado a todo esto y que seguramente contará con lectores más jóvenes. Porque después de tanto estudio no creo que sea un olvido, y la falta de medios no nos convence del todo. ¿No será que quienes deciden en el periódico global en castellano en realidad no están en internet, ni se interesan en ello, ni en las nuevas tecnologías, algo que sí atrae a los más jóvenes? ¿No será que Cebrián y compañía no leen o ni tan siquiera hojean Ciberpaís? ¿Sabrán que existe? No puede ser un olvido.

jueves, 25 de octubre de 2007

Palabras mágicas, palabras malditas

Traemos en esta ocasión el artículo de un nuevo colaborador. Nuestro compañero, amigo y gran maqueta, Enrique Falcón, nos ofrece su punto de vista acerca del trabajo en la redacción.

Hoy he hecho algo prohibido. He sido totalmente consciente de mi acto. Un acto de rebeldía. Una locura.
Sabéis cuando vais por la carretera sin nada de tráfico. Limpia, clara, cristalina. Tu coche circula sin impedimentos y la hora que calculaste de llegada se reduce a cada kilómetro que avanzas. Pero de repente, tu compañero de viaje comenta:
-Parece que hoy no hay muchos coches.
¡¡¡Nooooooooooo!!! ¡¿Qué ha hecho?! Inexplicablemente, a los pocos kilómetros, coincidiendo con un cambio de rasante, aparece ante ti el embotellamiento mejor organizado que has visto jamás: con sus carriles repletos de vehículos salpicados de lentos camiones.


Páginas de primera edición, cuando todo estaba tranquilo...


Bueno, pues esto es lo que pasó...
Trabajo maquetando en el turno de medianoche de un periódico y el pasado 18 de octubre me encontraba en la redacción. Eran las 11:10 de la noche, ya habíamos terminado con todo el trabajo y disfrutábamos de uno de esos momentos en los que el periódico está en un relativo silencio. Había terminado de dar cuenta de un bocadillo cuando cometí la felonía:
-Parece que se presenta una noche tranquila...
Mi compañero Mario se giró rápidamente y me miró desconcertado.
-¿Estás loco? No sabes que está PROHIBIDO decir eso. Son las palabras mágicas.
-Venga, Mario. Hay que huir de la superstición...
-Y del oscurantismo.
Apostilló él. Y prosiguió:
-Como pase algo, te enteras.
Dijo con media sonrisa comprendiendo que mi acción era una bravuconada sin consecuencias. Pero...
11:13. Aparece el jefe de Internacional avisándonos que ha habido un atentado contra Benahzir Bhutto en la India y que no sabe la repercusión pero que nos preparemos.
11:15 y 11:16. Llamada de teléfono de Deportes pidiendo que arreglemos un título que está mal y el crítico de Toros que quiere la foto horizontal en lugar de vertical.
Mientras yo realizo esos cambios, Mario está con el responsable de la noche cambiando la portada.
11:20 y 11:21. Aparecen el jefe de Nacional que quiere cambiar páginas en segunda edición y la encargada de las delegaciones necesita que le pintemos un gráfico para meter la lotería. Mario sigue con la Portada. Corrijo la página de Toros, las de Nacional y contesto a una llamada en la que me preguntan qué tipo de letra tiene que ir en la segunda de Nacional.
11:23. Presencia de una redactora de Local que cambia un par de fotos en una doble y pone mala cara al ver que va a salir más tarde de lo que pensaba.
11:26. El jefe de Internacional ya tiene decidido los cambios. Han muerto centenares de personas y Bhutto ha salido indenme. Organiza su sección. Mario coge un par de páginas y yo otro tanto. Llama otro redactor de local para que le levante la firma que se le ha caído (???????) .
11:30. Atiendo a la redactora de Local. Joder me he olvidado del de Deportes. A ver si acabo pronto con ésta. Los que esperan los cambios a mi lado comienzan una animada charla.
11:32. Llama el Deportes preguntando que qué coño pasa con sus cambios. Se va la de local. Aparecen Economía, Nacional y Televisión.
11:33. Llamada de telefono que no contesto.
Y así, hasta las 11:55. Sin parar. Cambios en Cultura, problemas con una foto en Opinión, otra vez el de Deportes. En menos de una hora realizamos unas 12 páginas y unos 30 cambios. Todo frenético, intentando no cometer errores para no volver a ver al que se acaba de ir.
A las 12:06 el asunto se aclara. Todos se han ido. Mario y yo nos miramos y nos reimos.


... que quedaron así, en segunda edición, después de tan lamentable frase


-Te lo dije. No se puede decir esa maldita frase. -Me dijo Mario. Yo sonrío, recojo mis cosas, cierro el cajón me pongo el reloj y le digo.
-Seguro que ahora que te quedas solo tienes una noche tranquila... -Y el contesta:
-Tío, ¡no me jodas!

Quique Falcón