miércoles, 25 de febrero de 2009

Primero los contenidos

Aunque sean estos contenidos. Los referidos al terrible asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo y, sobre todo, a la esperpéntica investigación posterior, con sus detenciones y reconstrucciones del crimen retransmitidas en directo, convertida en circo metiático por todos, medios de comunicación a la cabeza y espectadores detrás, amigos de la víctima o de los presuntos asesinos y madres de ex novias llevando a sus hijas menores de edad a la televisión para que cuenten lo que hacían con su novio, "el asesino". Con modernas plataformas digitales de internet lanzándose de cabeza a la basura, algunas, como algunos de los medios de todas las épocas en cualquiera de los soportes imaginados. Con Tuenti ofreciéndonos fotografías de una menor, ahora asesinada, en actitudes cariñosas con quien supuestamente la mató a golpes y tiró después su cadáver a un río andaluz. Y con la gente, indignada, acudiendo en masa para linchar a los "¡a-se-si-nos!, ¡hi-jos-de-puta!" mientras la televisión local emite en directo, porque después se cansan, se callan y se apagan los coros.


La página de primera edición del día 18 de febrero que os mostramos estaba determinada por una fotografía a cuatro columnas de las labores de rescate que llevaba a cabo la policía en el río Guadalquivir. Buscaban el cadáver de la joven asesinada tres semanas antes. En una imagen más pequeña aparece en detalle el presunto asesino, Miguel Carcaño, saliendo de su casa a donde lo había llevado la policía para reconstruir el crimen. Al fondo de la imagen se congrega una multitud, que no podemos ver porque el corte de la foto lo impide. Sólo mostramos un detalle porque el tamaño de la imagen no nos da para más. El responsable de la sección de nacional ha decidido apostar por la imagen del río. El título de la información es: "El amigo del supuesto asesino dice que confesó bajo tortura". En el texto de la noticia no se habla sobre las labores de rescate porque ese día no se han producido avances en ese aspecto. Una imagen principal está determinando el diseño de la página, imagen que no tiene que ver con lo que queremos contar. Podrá ser muy "bonita" la página, no entramos en ese peliagudo asunto, pero su diseño no es bueno desde el punto de vista periodístico. No comunica, ni informa. No es eficaz.


En la segunda edición del periódico, el redactor jefe de cierre quiere introducir un elemento nuevo en la página que considera que "no estamos llevando". Se refiere al intento de linchamiento de uno de los asistentes y a cómo la policía logra reducirlo. Eso nos permite, además, modificar toda la estructura para convertir la imagen de detalle en lo que realmente es, la imagen principal, dados los contenidos de la información. Se trata, además de una impresionante fotografía de Raúl Caro de Efe, que condensa en una sola imagen todo lo que está sucediendo con este horrible suceso: toda una multitud contemplando cómo la policía se lleva a un joven que supuestamente asesinó a su ex novia. Todos contemplando el crimen. El crimen como espectáculo con el foco en el público que no se veía en el detalle de la primera versión. Logramos mantener exactamente el mismo texto que teníamos y las estructuras de página del nuevo diseño del periódico nos permiten que el detalle pase a ser esta pequeña secuencia de dos imágenes, hecho secundario en los sucesos del día, elemento secundario, pues, en la página. Diseño y contenido están ahora relacionados. El diseño, informa.

Descubriendo a Weegee en Madrid



La Fundación Telefónica (ya sabéis, Gran Vía 28, Madrid) nos trae un buen regalo para el próximo mes de marzo: la exposición New York´s Weegee. La obra de Arthur Fellig (Zloczew, Polonia, 1899-Nueva York, 1968), más conocido como Weegee, empieza poco a poco a ser reconocida como merece. Llegó a los 11 años a Estados Unidos y con 18 ya se encontraba trabajando en un estudio de fotografía. Tras ser fotógrafo de agencia, la frustración de no poder firmar sus obras le motivó para convertirse en fotoperiodista freelance a partir de 1935. Y se convirtió en más que célebre.

Fue conocido por ser el primero en llegar a la escena de un crimen, a un accidente, a un arresto, a un rescate, y tras publicar en revistas como LIFE, Vogue o Popular Photography, en 1938 consiguió ser el primer y único fotógrafo en obtener un permiso para instalar una radio que le permitía recibir las transmisiones de la policía y los bomberos. Esta ventaja le permitió perpetuar su mito.

Armado con una cámara Speed Graphic de 4x5, calibrada con una apertura de f/16, una velocidad de obturación de 1/200 y una distancia de enfoque de unos 3 metros, más un imprescindible flash de la época, consiguió fotos nocturnas truculentas y de tremendo impacto. Pero también practicó el retrato, el desnudo, las imágenes de multitudes y hasta escenas eróticas. Nada mejor que unas muestras para ver lo que nos vamos a encontrar en esta exposición.













Como modo de apoyo, recomendamos su primer libro de fotografías: Naked City de 1945.

Podremos degustar la muestra en la Fundación del 5 de marzo al 17 de mayo. Y para más información sobre su vida y obra, visiten la recomendable Weegee´s World.

martes, 24 de febrero de 2009

Vuelven las Jornadas del CEU



La Universidad San Pablo-CEU de Madrid ha convocado las XII Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa que tendrán lugar la semana que viene, los días 4 y 5 marzo, con el tema central de Suplementos de prensa. Son ya ¡doce años! los que llevan organizando el que sin lugar a dudas es el acto académico más importante de los que se celebran en nuestra ciudad sobre el diseño periodístico. Este año nuestro muy querido Pedro Pérez no está al mando de las Jornadas, porque ha emprendido una nueva etapa profesional, pero continúa su labor la profesora Laura González Díez que ya el año pasado nos sorprendió organizando unas Jornadas dedicadas a la moda que fueron todo un éxito.
En el apartado de Fotoperiodismo José Manuel Navia abrirá las jornadas, al que seguirá Ricardo Gutiérrez, jefe de fotografía del diario El País. Javier Sicilia y Alexis Rodríguez, redactor jefe de suplementos de ABC, se encargarán del apartado de Edición y, finalmente, en el Diseño tendremos al siempre interesante Rodrigo Sánchez, director de arte en diversas cabeceras de Unidad Editorial, y a José Luis Marián, actual director de arte de la revista Mujer Hoy (y antiguo compañero nuestro en la sección de diseño de El Mundo y en el grupo Zeta).


Las conferencias tendrán lugar en su lugar habitual, en el Salón de Grados de la Universidad, calle Julián Romea, 23; y hay de plazo hasta el próximo 26 de febrero para inscribirse (12 euros, gratis para alumnos y ex alumnos del CEU). En el díptico que reproducimos figura el programa completo con horarios, la dirección y la manera de inscribirse.

lunes, 23 de febrero de 2009

Diseñario (XLIX)

No se crean que el comité de expertos encargado de la redacción del Diseñario lo forma un grupo homogéneo, sin disparidades de criterio, en el que las tareas se reparten por igual y la vida apartada que llevan discurre como en el anhelado país de Jauja. Como en cualquier grupo humano, existen algunas disfunciones y no todos viven en el agobio del inexorable plazo de entrega. A pesar de eso, y de que las diferencias se solventan entre caballeros, es decir, a tiros y con padrinos de por medio, la sangre aún no ha llegado al río y eso les permite ofrecernos una nueva entrega, fieles a su cita semanal, de esta su obra sobre el diseño periodístico y la prensa, de carácter colectivo, irreverente y abierta a vuestra participación.




Tipografía. "La tipografía puede definirse como el arte de disponer correctamente el material de imprimir de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto. La tipografía es el medio eficaz para conseguir un fin esencialmente utilitario y sólo accidentalmente estético, ya que el goce visual de las formas constituye rara vez la aspiración principal del lector”, así de contundente e incontestable define la tipografía el insigne Stanley Morison, a quien os presentamos aquí hace muy poco, en la voz correspondiente al tipo de letra Times, del que fue coautor. Ante definición tan redonda, incluida en la Encyclopaedia Britanica en Londres y Chicago en 1929 en la entrada de “tipografía”, y que sigue apareciendo hasta el día de hoy, poco más podemos, y sobre todo nos atrevemos a añadir. Tan sólo señalar que el término tipografía se utiliza en la prensa y las artes gráficas para definir distintas cosas: la primera es la tipografía entendida de manera general, tal y como la definió Morison, que englobaría el diseño completo de una publicación con la adecuada elección de los tipos de letra; la segunda se referiría al arte de diseñar los tipos de letra exclusivamente; y la tercera es un empleo tal vez incorrecto, pero muy frecuente, que es el de llamar tipografía al conjunto de tipos de letra de una publicación, e incluso a un tipo de letra concreto, así utilizamos una "tipografía" determinada, Times o Helvética por ejemplo, en vez de utilizar un "tipo de letra", como deberíamos decir. Pero queda más fino, y supuestamente profesional, decir eso de "yo prefiero esta (o aquella) tipografía".

Tipógrafo. Dibujante de letras. Gútemberg, Jenson, Aldo Manuzio, Garamond, Caslon, Baskerville, Didot, Bodoni, Stanley Morison, Eric Gill, Paul Renner, Max Miedinger, Jan Tschichold... todos estos nombres (y muchísimos más, claro) deberían ir en negrita, según determina nuestro libro de estilo, pero ya dijimos que la negrita servía para destacar una palabra. Si lo utilizamos para todas, entonces no destacamos ninguna y sólo creamos una mancha negra, difícil de leer, inaceptable para cualquier tipógrafo.

Tipómetro. Artilugio de medición (en cíceros, puntos, milímetros, picas, etc.) similar a una regla que algunos aseguran haber visto habitualmente en las redacciones de los periódicos hace unos años. Ahora, como el lince, es una especie en extinción y se cuentan con las manos de los dedos los periodistas que tienen uno en su poder, el cual guardan bajo siete llaves como si se tratara de la fórmula para el elixir de la eterna juventud. Sin embargo en las facultades de periodismo (por lo menos en algunas) su existencia ha proliferado gracias al micro hábitat de modernidad que impera en estos templos del conocimiento. Su origen se lo debemos a un tal Martín Domingo Fertel (francés él) y con él podemos medir el tamaño (cuerpo) de las letras (cuando son grandes), la interlínea, la dimensión de las columnas, etc.

Título. Esencia de noticia. Primer nivel de lectura. El elemento textual de mayor cuerpo y "peso" tipográfico de cuantos componen una noticia, por eso lo reconoceréis.

Track. Si no tenemos nada que ver con el mundo del diseño, lo primero que nos viene a la cabeza al ver la palabra "track" son los primeros reproductores de CD que te iban cantando "track 1", "track 2"... según iba avanzando el CD. En este contexto era la "pista" que se estaba reproduciendo.
En el campo en el que nos movemos, primero tenemos que explicar que cada vez que un diseñador crea una publicación se plantea el tipo de letra que quiere para su texto. Por ejemplo, para el párrafo general va a elegir una familia Times, un cuerpo 9 y una interlínea 10. Considera que ésta es su elección, pero el espacio que hay entre las letras ("A" y "V", "I" y "L") es demasiado ancho. Entonces manipula las condiciones de párrafo y las condiciones de texto para juntar o separar las letras, números y signos de puntuación que quiera. Una vez hecho todo esto, tiene su letra perfectamente definida.
Entonces llega el redactor y empieza a escribir. Y escribe. Y escribe. Y de repente le sobran 20 líneas. Y utiliza el "truco" que algún maqueta simpático le ha enseñado: comprimir el track (antiguamente, cambiar el set). Juntar las letras. Y, sin tener ningún reparo, le aplica una compresión que más que juntar las letras, las funde. Y así, ni corto ni perezoso, entrega su página con todo, todo, lo que el quería contar... aunque apenas se pueda leer.
Cuando utilizamos el track, modificamos lo que quería como texto el diseñador de esa publicación. Estrechamos el espacio entre letras de los títulos, los sumarios, los pies, TODO. Utilizado con cuidado es una buena manera de ganar texto, pero siempre dentro de unos parámetros que, incluso, también te marca en ocasiones el creador del texto. En las últimas versiones de casi todos los programas de maquetación se les aplica un límite máximo y mínimo para que no se supere.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Periodiquerías (II)





Bilbao (España, 2009) /Miguel Ángel Majadas






Resistencia (Chaco - Argentina, 2007) / Gustavo Flores






Múnich (Alemania, 2008) / Mario Benito




Miguel Ángel Majadas, periodista de vocación y algunos años ya de profesión, ha sido el primero de nuestros lectores en enviarnos la foto de una periodiquería suya, todo un clásico de Bilbao: el quiosco de prensa frente al Hotel Ercilla.
Gustavo Flores, jefe de diseño en el diario argentino El Litoral, profesor de diseño gráfico en el ISET (Instituto Superior de Educación y Trabajo) de Chaco y autor del blog Materiadiseno, lector que, como tiene que ser, nos ha criticado en algunos comentarios de artículos anteriores, nos envía también para esta sección una fotografía de "Sprint", su quiosco, en la para nosotros lejana ciudad de Resistencia, capital de la región de Chaco en el noroeste de Argentina. Paga al final de mes los periódicos y revistas que compra a diaro como él mismo cuenta en una entrañable entrada de su blog sobre esta periodiquería.


Enviadnos fotos de vuestras periodiquerías, de ese lugar en vuestra ciudad donde todavía se venden periódicos, y las publicaremos aquí. Si queréis.


Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla

martes, 17 de febrero de 2009

Igualdad de contrarios

Una y otra vez se muestran las similitudes entre periódicos con el mismo estilo de diseño, especialmente cuando coinciden las fotografías de sus portadas. Es el ejercicio fácil que llevamos haciendo desde hace años, nosotros también por supuesto, cuando uno se desentiende de los contenidos y repara sólo en la forma, a pesar de que los periódicos, insistimos una vez más, son productos informativos concebidos para ser leídos... más que contemplados. Nosotros, sin embargo, que no somos lectores normales sino contaminados por nuestra deformación profesional sí reparamos en estructuras, en formas, en tipografías, en colores. Por eso, si vamos un poco más allá de la típica jormada en la que El País y El Mundo llevan la misma foto de portada, podemos encontrar también curiosísimas coincidencias entre periódicos que, aparentemente nada tendrían que ver. Uno de derechas, otro de izquierdas. El más antiguo de los que se editan en nuestra ciudad, frente al más joven de todos.





Sin entrar en los contenidos (como suele hacerse en casi todas estas comparaciones, ¿no?) podemos observar un título principal de dos líneas ocupando todas las columnas en los dos casos, acompañado en los dos casos de su correspondiente subtítulo, al ancho total de columnas. En los dos casos la foto se da al ancho total de las columnas inmediatamente después de título y subtítulo. Fotografía que, en los dos casos, lleva su elemento textual calado. Debajo hay un faldón ocupando el ancho total de columnas también con distintos elementos, en los dos casos. En el de ABC con un módulo de publicidad y en el de Público con cinco temas distintos a diferencia de cuando solían apostar por uno. Por encima del título principal y justo debajo de la mancheta en ambos casos encontramos las correspondientes promociones, dos promociones en los dos casos, con sus respectivas imágenes en los dos casos también. ¡Igualdad de contrarios! Al menos en la forma, con las distintas tipografías como único elemento diferenciador, en estructuras iguales.

Desconocemos si el reciente cambio en la dirección de Público, en lo que podría llamarse un "relevo generacional a la inversa", tiene que ver con el hecho de que estén proponiendo cada vez menos la denominada "portada póster", en la que se apuesta por un solo tema con un enfoque esencialmente visual incluso cuando se utiliza sólo tipografía para desarrollarlo. Un tipo de portada que era una de las características propias del joven diario madrileño y de su diseño inicial, obra del prestigioso estudio Cases i Associats de cuyos trabajos ya os hemos hablado en varias ocasiones, y seguiremos haciéndolo, por su más que merecida importancia en el panorama del diseño periodístico, no sólo español sino internacional. Fue el propio Toni Cases quien nos comentó en Estepona que una de las principales apuestas de Público debía ser "una portada diferente a la del resto de periódicos para hacerse un hueco en los quioscos, apostar por un único tema, es su única opción".

El proceso degenerativo del que decía Ricardo Curtis que sufría todo rediseño, en muchas ocasiones más que degenerativo una propia evolución del medio, habría que puntualizar al pesimista Curtis; tal vez un enfoque distinto del nuevo director, Félix Monteira (58 años, 33 de ellos en el Grupo Prisa, miembro fundador de El País en 1976), para dar cabida a más temas en la portada en una concepcion que podríamos definir como más clásica o tradicional en la denominada "prensa de calidad"; o sencillamente que consideren que la actualidad tan llena de noticias de las últimas semanas merecen este tratamiento para volver después a sus portadas de tema único pueden ser la causa de este cambio.

Curioso y que nos puede hacer reflexionar sobre lo iguales que pueden ser a veces las cosas distintas. Porque, si probáis a poner tan sólo una columna de texto a cualquiera de estas dos portadas... es muy sencillo, se hace apenas en unos minutos, pocos, una columna de texto bajo el título y el subtítulo en la primera columna, cortando la foto por la izquierda y dejándola a cuatro columnas (en ABC, a cinco en el caso de Público).... a qué periódicos creéis que empezarían a parecerse ambos. Probad.

lunes, 16 de febrero de 2009

Diseñario (XLVIII)

Hay quien supone que tenemos contacto directo con ellos. Que podemos hablarles, ver sus caras, estrechar sus manos. Pero no es así. Ni siquiera sabemos exactamente dónde están y por eso los imaginamos recluidos en lo alto de una inaccesible montaña cuya cúspide está rodeada por un anillo de nubes. Son ellos, el misterioso y docto comité de expertos, quienes se ponen en contacto con nosotros, rigurosamente una vez por semana, para enviarnos cada una de las entregas de este Diseñario, obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa, irreverente y abierta a vuestra participación.




Texto. La madre del cordero, el núcleo de la historia, el corazón que hace latir los periódicos, la razón por la que estamos aquí.
Podríamos definirlo como un conjunto de letras que unidas unas detrás de otras, con sus espacios, sus cifras y sus signos de puntuación, conforman el cuerpo de la noticia, la base de nuestro trabajo, la razón de ser de los periódicos. Porque es precisamente ese texto el que, ensamblado con cierto rigor y sentido, conforman las noticias, los reportajes, las columnas de opinión, las crónicas deportivas e incluso los breves.
Con los distintos tipos de textos conseguimos transmitir alegría, tristeza, ironía, enfado, preocupación, esperanza, todo un conjuntos de sensaciones con el simple gesto (para algunos, no tanto para otros) de unir una letra tras otra, una palabra tras otra, un párrafo tras otro.
Como uno de los elementos más que forman el diseño de una página es my difícil de medir: o es muy poco, o resulta excesivo (convirtiendo entonces la página en "ladrillo", "tocho" o "tocho infumable", según su abundancia). Son muy pocos, pues, los redactores que se muestran contentos con la cantidad de texto asignada a sus noticias y lo normal es que pidan más o menos mientras que "así está bien" es una rareza de las que se comentan y los viejos del lugar cuentan que sucedió una vez.
El texto, en cualquiera de sus formas, es, como venimos repitiendo en este blog, lo que hace que la gente compre los periódicos. El diseño puede ayudar, sin duda, puede y debe hacerlo más atractivo, más ligero, más fácil de leer visualmente, pero son los textos, bien escritos principalmente, los contenidos, los que hacen que los periódicos se acaben en los kioscos.

Times. En 1932 tuvo lugar lo que podríamos llamar el primer rediseño periodístico de la historia. Suponemos que antes de tan señalada fecha ya se habían hecho cambios en todos los periódicos porque basta con echar un vistazo a los diarios en distintas épocas para comprobar algo que para nosotros resulta evidente: los periódicos siempre están cambiando, como si fueran organismos vivos sometidos a la implacable ley de la evolución. Pero a diferencia de las continuas y progresivas modificaciones de las que hablamos, el lunes 3 de octubre de 1932, ¿fecha inaugural del diseño periodístico?, The Times de Londres apareció con un nuevo diseño obra del mítico Stanley Morison (con una "r", please) compuesto por primera vez en Times New Roman, tipo de letra diseñado específicamente para el periódico y para esta ocasión, inaugurando así una manera de hacer rediseños que han emulado muchos proyectos posteriores. Una versión de los hechos nos dice que un artículo de Morison, de 1931, criticando el diseño del periódico motivó que lo contrataran para rediseñarlo, pero lo cierto es que trabajaba ya para el periódico desde 1929 como "consejero tipográfico" y desde esa fecha presentó tres informes sobre la remodelación que finalmente llevaron a cabo.
La nueva letra fue bautizada con el nombre del periódico, tradición también que muchos han querido seguir, aunque ya la tipografía anterior del diario se llamaba de un modo parecido: Times Old Roman. Por eso nuestra Times fue "new". Es el único tipo de letra diseñado por Morison y tuvo que contar con la ayuda del dibujante del departamento de publicidad de The Times Victor Lardent puesto que él no era grabador de tipos, aunque dirigió todo el trabajo y supervisó cada carácter hasta que lograron lo que este inglés tradicional, vestido siempre todo de negro (hasta la correa del reloj) buscaba. Partieron de un tipo de letra ya existente, la magnífica Plantin de 1914, llamada así por estar basada a su vez en los tipos de letra romanos que Robert Granjon diseñó para la imprenta de Christophe Plantin en Amberes en el siglo XVI. Caracteres cuyas mayúsculas podemos seguir buscando en el tiempo hasta encontrarlas en los monumentos de la antigua Roma.
El tipo diseñado por Morison para The Times en 1932 es, posiblemente, el alfabeto con serif de más exito de todos los tiempos. El más utilizado, el más legible, en el que se escriben los documentos oficiales de los Estados Unidos desde 2004, presente por defecto en los dos sistemas operativos Windows y MacOs a pesar de que algunos lo rechacen por no estar diseñado específicamente para estos tiempos digitales, por supuesto el más "periodístico" de todos no sólo por la cantidad de periódicos que lo han utilizado y utilizan desde entonces sino porque parece adaptarse a cualquier elemento propio de una página de periódico de una manera asombrosa: insuperable en los títulos porque a pesar de ser estrecho y permitir muchos caracteres en cada línea, su ojo de gran tamaño le otorga una gran facilidad de lectura; a la vez que el texo base de la misma noticia no podía componerse en caracteres mejores que estos romanos de aspecto sobrio, objetivos como quieren ser las noticias, con los adornos justos en sus remates para que podamos leerlos sin reparar en ellos, sin que nada estorbe o distraiga, de proporciones perfectas, "libres de frivolidad" como los definió su creador y por ello tal vez denostados en estos tiempos frívolos hasta el exceso, el hastío y el aburrimiento.

Tipo. Puede ser cualquiera persona a la que no conoces lo suficiente como para llamarla por su nombre o aquella línea insubordinada, que siempre cuesta mantener, y que tiende de trazo recto a curva oronda, sobre todo cuando van pasando los años y los vas pasando sentado delante de tu pantalla amiga, la del ordenador.
Pero hablando de lo que nos corresponde, la palabra tipo proviene del griego typos, cuyo significado sería, más o menos, golpe o huella. En la antigua escuela de impresión los tipos (móviles) eran aquellas cajas de plomo en las que iban grabados los caracteres que, combinados hábilmente por los cajistas, componían la base que impresionaba el papel en combinación con la tinta. Por lo tanto, la huella resultante era el fruto de ese proceso mágico consistente en dar forma al significado o dicho de otra manera, de convertir la inmensidad blanca del papel en información editada y lista para ser leída.
La ciencia que estudia, crea y ordena los distintos tipos se llama tipografía. En ella, un tipo de letra es uno o varias modelos de letra que mantienen unas características formales comunes (lo que se llama también familia) No confundir con fuente, como ya hemos explicado en las voces anteriores de esta obra. Un tipo de letra incluye no sólo los caracteres ortográficos, signos de puntación, etc., sino que incluye también signos, símbolos y todo bajo un patrón común que los hace reconocibles como parte de ese grupo, como pasa en las mejores familias (la familia Times, por ejemplo, o la insuperable Helvética).


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.