lunes, 2 de marzo de 2009

Diseñario (L)

Llegamos a la entrega número cincuenta, esa letra romana L en tipografía Georgia, o en cualquiera de las que tengan serif presentes en vuestros ordenadores, porque así es de momento el control de las tipografías en internet, de color rojo, que nos presenta a otra letra, a la última de las vocales en el alfabeto. ¡Cincuenta entregas!, sin faltar una sola semana a vuestra cita, excepto en los previamente anunciados periodos de vacaciones, de este Diseñario, obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, de carácter colectivo, irreverente, no demasiado académico y, por supuesto, abierto a vuestra participación... si queréis.




U


U. Repetido y en coro, sonido que recibe como recompensa aquel maqueta que perpetra una página de periódico llevado por el afán de adornarla en vez de informar. Eso en mayúsculas, en minúscula es otra cosa.

Univers. Tipo de letra de palo seco, obra del gran tipógrafo suizo Adrian Frutiger para la fundición de Charles Peignot en París. Se trata de una familia diseñada para la primera máquina de fotocomposición Lumitype entre 1955 y 1957 y que, además, fue el primer tipo concebido para tener un gran número de series o variantes que abarcaron superfinas, estrechadas, ensanchadas, todos los grosores e inclinaciones imaginables... antes de que las máquinas pudieran deformarlas como sucede en la actualidad. No se necesitó buscar entonces recursos fuera de la tipografía, como los socorridos letraset o las engorrosas y caras manipulaciones fotográficas, porque ofreció nada menos que ¡21 series!, cada una de once cuerpos y cien signos, diseñados uno a uno para cada cuerpo y variante, permitiendo una cantidad increíble de combinaciones, contrastes entre grosores y tamaños inéditos hasta entonces. La base fue la Univers regular (Univers 55) a partir de la cual Frutiger desarrolló todas las demás enfrentándose a importantes problemas ópticos en una labor que a día de hoy nos resulta asombrosa.
Sucedió que, para su desgracia, en esa misma época, justo en el año 1956, la fundición suiza Hass lanzó al mercado su Neue Haas Grotesk, rebautizada como Helvética en 1961 cuando fue adquirida por la empresa alemana Linotype y, claro, a pesar de la enorme calidad del diseño de la Univers, el éxito de su compatriota suiza fue tan grande, que todavía ahora hay quien considera a la Helvética como el tipo de letra más perfecto de todos los tiempos.
Ambos tipos fueron la respuesta suiza al diseño después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se buscaron letras de palo alternativas a la excesivamente geométrica Futura del también genial Paul Renner. Partieron ambos, Frutiger (Univers) y Miedinger (Helvética), del Akzidenz Grotesk creado en 1896 por H. Berthold y mientras la "rigidez" de la composición en frío de la fotocomposición ayudó en principio a la Univers, que contaba con todas sus variantes, las formas poderosas de la Helvética se fueron imponiendo hasta llenar y casi saturar el mundo tipográfico. Las posibilidades que ofreció la digitalización y la facilidad con que pueden deformarse ahora todos los caracteres de todos los tipos de letra con los programas de autoedición han supuesto que aquella ventaja suya inicial resulte ahora intrascendente hasta convertir a nuestra querida Unviers en un tipo más entre cientos, miles, incontables "eslabones posteriores de la cadena" como definió el propio Frutiger cada nuevo tipo de letra y a cada nuevo tipógrafo.

Umbral de descojonamiento. Término creado por el equipo de expertos de encajabaja y que por consiguiente resultará imposible encontrar en ninguna otra obra de referencia ni escuchar en la redacción de ningún periódico, a no ser que se encuentre allí alguno de sus miembros, evidentemente. Define a un punto de no retorno a partir del cual los cambios que se hagan en una página sólo conseguirán empeorarla. Se puede llegar a él aplicando la tan manida como odiosa práctica del "dale otra vuelta" y no tiene nada que ver con reírse mucho al pasar por una puerta, o algo por el estilo.
El umbral de descojonamiento existe, a pesar de que resulta extremadamente difícil determinar cuándo hemos llegado a él, y podemos afirmar su existencia porque nos lo demuestra la experiencia diaria. Así pues, debe considerarse como un descubrimiento científico del que reclamamos la autoría que, además, viene a corroborar un aspecto de la teoría platónica de las ideas: la página ideal, reflejo de su correspondiente "idea", la mejor opción que puede lograrse con determinados elementos y en la que fijamos este escurridizo umbral. Siguiendo este impecable razonamiento lógico filosófico, si alcanzamos la mejor de las páginas posibles, bien sea al primer intento o después de un número determinado y finito de pruebas, o de darle vueltas a algo, estaríamos en un punto (el umbral de descojonamiento) a partir del cual si seguimos haciendo cambios lo único que conseguiremos es empeorar la página, descojonarla.



Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.

sábado, 28 de febrero de 2009

Weekend

BILBAO
Takashi Murakami. Hasta el 31 de mayo el museo bilbaíno Guggenheim (Avda. Abandoibarra, 2) dedica una retrospectiva a uno de los artistas contemporáneos más importantes de Japón, Takashi Murakami (Tokio, 1962).


Considerado el 'Warhol japonés', Murakami fusiona arte tradicional japones, manga, Pop americano y surrealimo europeo. Criticado por los puristas del mundo del arte por la comercialización de sus productos (bolsos Vuitton con sus dibujos, trajes de alta costura) y considerado por estos como un simple diseñador industrial avispado a la hora de colocar sus productos, la obra de Murakami también transmite una versión crítica de la sociedad japonesa actual y de su relación con el mundo occidental, especialmente EEUU.

Pintura, escultura, moda, cine, animación y objetos de 'merchandising' se pueden encontrar en los 2.000 metros cuadrados un recorrido cronológico en la obra de este artista japonés.

MADRID
Max Ernst. Del 11 de febrero al 31 de mayo la Fundación Mapfre de Madrid (Paseo de Recoletos, 23) acerca a esta ciudad la exposición 'Max Ernst: Une semaine de Bonte. Los collage originales'. La muestra recoge parte de los collages que se pudieron ver en el libro 'Tres novelas en imágenes', publicado por Atalanta. 182 collages originales, más dos inéditos que el artista añadió con posterioridad. Se recuperan así unas obras que siguen manteniendo toda la intensidad y la fuerza del momento en el que fueron creadas.

Max Ernst nace el 2 de abril de 1891 en Colonia; hijo de un profesor de alumnos discapacitados. Aprendió a pintar bajo la mirada austera y rigida de su padre. Después de estudiar filología clasica, filosofía, psicología e historia del arte en la universidad de Bonn, se alista en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Una vez abandonado el ejército, se instala en Colonia y se une al movimiento dada que triunfa en Suiza, donde comienza un largo periplo artístico que lo lleva a trabajar en Paris, Londres y EEUU donde emigró y se caso con Peggy Guggenheim, hija de Benjamin Guggenheim (museos Guggenheim), acaudalado hombre de negocios, apasionado coleccionista y mecenas que se hundió en el RMS Titanic. En 1953 regresaría a Francia, a partir de entonces sus obras gozaron de una notable revalorización. Murió en París, el 1 de abril de 1976.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Primero los contenidos

Aunque sean estos contenidos. Los referidos al terrible asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo y, sobre todo, a la esperpéntica investigación posterior, con sus detenciones y reconstrucciones del crimen retransmitidas en directo, convertida en circo metiático por todos, medios de comunicación a la cabeza y espectadores detrás, amigos de la víctima o de los presuntos asesinos y madres de ex novias llevando a sus hijas menores de edad a la televisión para que cuenten lo que hacían con su novio, "el asesino". Con modernas plataformas digitales de internet lanzándose de cabeza a la basura, algunas, como algunos de los medios de todas las épocas en cualquiera de los soportes imaginados. Con Tuenti ofreciéndonos fotografías de una menor, ahora asesinada, en actitudes cariñosas con quien supuestamente la mató a golpes y tiró después su cadáver a un río andaluz. Y con la gente, indignada, acudiendo en masa para linchar a los "¡a-se-si-nos!, ¡hi-jos-de-puta!" mientras la televisión local emite en directo, porque después se cansan, se callan y se apagan los coros.


La página de primera edición del día 18 de febrero que os mostramos estaba determinada por una fotografía a cuatro columnas de las labores de rescate que llevaba a cabo la policía en el río Guadalquivir. Buscaban el cadáver de la joven asesinada tres semanas antes. En una imagen más pequeña aparece en detalle el presunto asesino, Miguel Carcaño, saliendo de su casa a donde lo había llevado la policía para reconstruir el crimen. Al fondo de la imagen se congrega una multitud, que no podemos ver porque el corte de la foto lo impide. Sólo mostramos un detalle porque el tamaño de la imagen no nos da para más. El responsable de la sección de nacional ha decidido apostar por la imagen del río. El título de la información es: "El amigo del supuesto asesino dice que confesó bajo tortura". En el texto de la noticia no se habla sobre las labores de rescate porque ese día no se han producido avances en ese aspecto. Una imagen principal está determinando el diseño de la página, imagen que no tiene que ver con lo que queremos contar. Podrá ser muy "bonita" la página, no entramos en ese peliagudo asunto, pero su diseño no es bueno desde el punto de vista periodístico. No comunica, ni informa. No es eficaz.


En la segunda edición del periódico, el redactor jefe de cierre quiere introducir un elemento nuevo en la página que considera que "no estamos llevando". Se refiere al intento de linchamiento de uno de los asistentes y a cómo la policía logra reducirlo. Eso nos permite, además, modificar toda la estructura para convertir la imagen de detalle en lo que realmente es, la imagen principal, dados los contenidos de la información. Se trata, además de una impresionante fotografía de Raúl Caro de Efe, que condensa en una sola imagen todo lo que está sucediendo con este horrible suceso: toda una multitud contemplando cómo la policía se lleva a un joven que supuestamente asesinó a su ex novia. Todos contemplando el crimen. El crimen como espectáculo con el foco en el público que no se veía en el detalle de la primera versión. Logramos mantener exactamente el mismo texto que teníamos y las estructuras de página del nuevo diseño del periódico nos permiten que el detalle pase a ser esta pequeña secuencia de dos imágenes, hecho secundario en los sucesos del día, elemento secundario, pues, en la página. Diseño y contenido están ahora relacionados. El diseño, informa.

Descubriendo a Weegee en Madrid



La Fundación Telefónica (ya sabéis, Gran Vía 28, Madrid) nos trae un buen regalo para el próximo mes de marzo: la exposición New York´s Weegee. La obra de Arthur Fellig (Zloczew, Polonia, 1899-Nueva York, 1968), más conocido como Weegee, empieza poco a poco a ser reconocida como merece. Llegó a los 11 años a Estados Unidos y con 18 ya se encontraba trabajando en un estudio de fotografía. Tras ser fotógrafo de agencia, la frustración de no poder firmar sus obras le motivó para convertirse en fotoperiodista freelance a partir de 1935. Y se convirtió en más que célebre.

Fue conocido por ser el primero en llegar a la escena de un crimen, a un accidente, a un arresto, a un rescate, y tras publicar en revistas como LIFE, Vogue o Popular Photography, en 1938 consiguió ser el primer y único fotógrafo en obtener un permiso para instalar una radio que le permitía recibir las transmisiones de la policía y los bomberos. Esta ventaja le permitió perpetuar su mito.

Armado con una cámara Speed Graphic de 4x5, calibrada con una apertura de f/16, una velocidad de obturación de 1/200 y una distancia de enfoque de unos 3 metros, más un imprescindible flash de la época, consiguió fotos nocturnas truculentas y de tremendo impacto. Pero también practicó el retrato, el desnudo, las imágenes de multitudes y hasta escenas eróticas. Nada mejor que unas muestras para ver lo que nos vamos a encontrar en esta exposición.













Como modo de apoyo, recomendamos su primer libro de fotografías: Naked City de 1945.

Podremos degustar la muestra en la Fundación del 5 de marzo al 17 de mayo. Y para más información sobre su vida y obra, visiten la recomendable Weegee´s World.

martes, 24 de febrero de 2009

Vuelven las Jornadas del CEU



La Universidad San Pablo-CEU de Madrid ha convocado las XII Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa que tendrán lugar la semana que viene, los días 4 y 5 marzo, con el tema central de Suplementos de prensa. Son ya ¡doce años! los que llevan organizando el que sin lugar a dudas es el acto académico más importante de los que se celebran en nuestra ciudad sobre el diseño periodístico. Este año nuestro muy querido Pedro Pérez no está al mando de las Jornadas, porque ha emprendido una nueva etapa profesional, pero continúa su labor la profesora Laura González Díez que ya el año pasado nos sorprendió organizando unas Jornadas dedicadas a la moda que fueron todo un éxito.
En el apartado de Fotoperiodismo José Manuel Navia abrirá las jornadas, al que seguirá Ricardo Gutiérrez, jefe de fotografía del diario El País. Javier Sicilia y Alexis Rodríguez, redactor jefe de suplementos de ABC, se encargarán del apartado de Edición y, finalmente, en el Diseño tendremos al siempre interesante Rodrigo Sánchez, director de arte en diversas cabeceras de Unidad Editorial, y a José Luis Marián, actual director de arte de la revista Mujer Hoy (y antiguo compañero nuestro en la sección de diseño de El Mundo y en el grupo Zeta).


Las conferencias tendrán lugar en su lugar habitual, en el Salón de Grados de la Universidad, calle Julián Romea, 23; y hay de plazo hasta el próximo 26 de febrero para inscribirse (12 euros, gratis para alumnos y ex alumnos del CEU). En el díptico que reproducimos figura el programa completo con horarios, la dirección y la manera de inscribirse.

lunes, 23 de febrero de 2009

Diseñario (XLIX)

No se crean que el comité de expertos encargado de la redacción del Diseñario lo forma un grupo homogéneo, sin disparidades de criterio, en el que las tareas se reparten por igual y la vida apartada que llevan discurre como en el anhelado país de Jauja. Como en cualquier grupo humano, existen algunas disfunciones y no todos viven en el agobio del inexorable plazo de entrega. A pesar de eso, y de que las diferencias se solventan entre caballeros, es decir, a tiros y con padrinos de por medio, la sangre aún no ha llegado al río y eso les permite ofrecernos una nueva entrega, fieles a su cita semanal, de esta su obra sobre el diseño periodístico y la prensa, de carácter colectivo, irreverente y abierta a vuestra participación.




Tipografía. "La tipografía puede definirse como el arte de disponer correctamente el material de imprimir de acuerdo con un propósito específico: el de colocar las letras, repartir el espacio y organizar los tipos con vistas a prestar al lector la máxima ayuda para la comprensión del texto. La tipografía es el medio eficaz para conseguir un fin esencialmente utilitario y sólo accidentalmente estético, ya que el goce visual de las formas constituye rara vez la aspiración principal del lector”, así de contundente e incontestable define la tipografía el insigne Stanley Morison, a quien os presentamos aquí hace muy poco, en la voz correspondiente al tipo de letra Times, del que fue coautor. Ante definición tan redonda, incluida en la Encyclopaedia Britanica en Londres y Chicago en 1929 en la entrada de “tipografía”, y que sigue apareciendo hasta el día de hoy, poco más podemos, y sobre todo nos atrevemos a añadir. Tan sólo señalar que el término tipografía se utiliza en la prensa y las artes gráficas para definir distintas cosas: la primera es la tipografía entendida de manera general, tal y como la definió Morison, que englobaría el diseño completo de una publicación con la adecuada elección de los tipos de letra; la segunda se referiría al arte de diseñar los tipos de letra exclusivamente; y la tercera es un empleo tal vez incorrecto, pero muy frecuente, que es el de llamar tipografía al conjunto de tipos de letra de una publicación, e incluso a un tipo de letra concreto, así utilizamos una "tipografía" determinada, Times o Helvética por ejemplo, en vez de utilizar un "tipo de letra", como deberíamos decir. Pero queda más fino, y supuestamente profesional, decir eso de "yo prefiero esta (o aquella) tipografía".

Tipógrafo. Dibujante de letras. Gútemberg, Jenson, Aldo Manuzio, Garamond, Caslon, Baskerville, Didot, Bodoni, Stanley Morison, Eric Gill, Paul Renner, Max Miedinger, Jan Tschichold... todos estos nombres (y muchísimos más, claro) deberían ir en negrita, según determina nuestro libro de estilo, pero ya dijimos que la negrita servía para destacar una palabra. Si lo utilizamos para todas, entonces no destacamos ninguna y sólo creamos una mancha negra, difícil de leer, inaceptable para cualquier tipógrafo.

Tipómetro. Artilugio de medición (en cíceros, puntos, milímetros, picas, etc.) similar a una regla que algunos aseguran haber visto habitualmente en las redacciones de los periódicos hace unos años. Ahora, como el lince, es una especie en extinción y se cuentan con las manos de los dedos los periodistas que tienen uno en su poder, el cual guardan bajo siete llaves como si se tratara de la fórmula para el elixir de la eterna juventud. Sin embargo en las facultades de periodismo (por lo menos en algunas) su existencia ha proliferado gracias al micro hábitat de modernidad que impera en estos templos del conocimiento. Su origen se lo debemos a un tal Martín Domingo Fertel (francés él) y con él podemos medir el tamaño (cuerpo) de las letras (cuando son grandes), la interlínea, la dimensión de las columnas, etc.

Título. Esencia de noticia. Primer nivel de lectura. El elemento textual de mayor cuerpo y "peso" tipográfico de cuantos componen una noticia, por eso lo reconoceréis.

Track. Si no tenemos nada que ver con el mundo del diseño, lo primero que nos viene a la cabeza al ver la palabra "track" son los primeros reproductores de CD que te iban cantando "track 1", "track 2"... según iba avanzando el CD. En este contexto era la "pista" que se estaba reproduciendo.
En el campo en el que nos movemos, primero tenemos que explicar que cada vez que un diseñador crea una publicación se plantea el tipo de letra que quiere para su texto. Por ejemplo, para el párrafo general va a elegir una familia Times, un cuerpo 9 y una interlínea 10. Considera que ésta es su elección, pero el espacio que hay entre las letras ("A" y "V", "I" y "L") es demasiado ancho. Entonces manipula las condiciones de párrafo y las condiciones de texto para juntar o separar las letras, números y signos de puntuación que quiera. Una vez hecho todo esto, tiene su letra perfectamente definida.
Entonces llega el redactor y empieza a escribir. Y escribe. Y escribe. Y de repente le sobran 20 líneas. Y utiliza el "truco" que algún maqueta simpático le ha enseñado: comprimir el track (antiguamente, cambiar el set). Juntar las letras. Y, sin tener ningún reparo, le aplica una compresión que más que juntar las letras, las funde. Y así, ni corto ni perezoso, entrega su página con todo, todo, lo que el quería contar... aunque apenas se pueda leer.
Cuando utilizamos el track, modificamos lo que quería como texto el diseñador de esa publicación. Estrechamos el espacio entre letras de los títulos, los sumarios, los pies, TODO. Utilizado con cuidado es una buena manera de ganar texto, pero siempre dentro de unos parámetros que, incluso, también te marca en ocasiones el creador del texto. En las últimas versiones de casi todos los programas de maquetación se les aplica un límite máximo y mínimo para que no se supere.


Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.

jueves, 19 de febrero de 2009

Periodiquerías (II)





Bilbao (España, 2009) /Miguel Ángel Majadas






Resistencia (Chaco - Argentina, 2007) / Gustavo Flores






Múnich (Alemania, 2008) / Mario Benito




Miguel Ángel Majadas, periodista de vocación y algunos años ya de profesión, ha sido el primero de nuestros lectores en enviarnos la foto de una periodiquería suya, todo un clásico de Bilbao: el quiosco de prensa frente al Hotel Ercilla.
Gustavo Flores, jefe de diseño en el diario argentino El Litoral, profesor de diseño gráfico en el ISET (Instituto Superior de Educación y Trabajo) de Chaco y autor del blog Materiadiseno, lector que, como tiene que ser, nos ha criticado en algunos comentarios de artículos anteriores, nos envía también para esta sección una fotografía de "Sprint", su quiosco, en la para nosotros lejana ciudad de Resistencia, capital de la región de Chaco en el noroeste de Argentina. Paga al final de mes los periódicos y revistas que compra a diaro como él mismo cuenta en una entrañable entrada de su blog sobre esta periodiquería.


Enviadnos fotos de vuestras periodiquerías, de ese lugar en vuestra ciudad donde todavía se venden periódicos, y las publicaremos aquí. Si queréis.


Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla