viernes, 6 de marzo de 2009

Rodrigo, los premios SND y el trabajo en equipo

El encargado de cerrar las jornadas del CEU fue Rodrigo Sánchez, director de arte de las revistas del grupo Unidad Editorial. (Casi) todos conoceis sus trabajos, tanto en Metrópoli como en La Luna o Magazine. Publicaciones en los que quiso destacar "el trabajo en equipo", porque como él confiesa "no es el que hace los dibujos, no es el que redacta los titulares y ni siquiera es el que hace las fotos". Por eso es muy importante tener un buen equipo detrás, en el que incluso un dibujo de tu propia hija puede convertirse en la portada que buscabas desesperadamente. Pero nada mejor para conocer el trabajo de Rodrigo que ver algunas de sus páginas y portadas.


  • Páginas y portadas de la extinta La Luna

  • Páginas y portadas de Metrópoli, la nueva revista de ocio de El Mundo


Pero además, hace poco conocimos el resultado de los 30º premios de la Society of News Design (SND) que se conceden a los diarios y suplementos mejor diseñados en todo el mundo y como no, Rodrigo Sánchez vuelve a estar premiado una vez más. Y van... Hemos perdido la cuenta. En esta ocasión, Magazine se ha alzado con un Reconocimiento Especial del Jurado (dos por su diseño y otros cinco por sus diseños especiales), galardón que comparte con The New York Times y Plain Dealer (Cleveland).

Pero Metrópoli, un clásico de estos premios, también se ha llevado un buen puñado de galardones (no nos extraña, la verdad), en concreto un total de 13 por sus excelentes portadas. En encajabaja.com os ofrecemos, de la mano del propio Rodrigo, algunas de las portadas y páginas que se han merecido tan distinguido reconocimiento. Disfrutadlas. (Pincha en la imagen para verla más grande.)

Estas son las páginas y portadas de Magazine y Metrópoli con las que Rodrigo ha vuelta a ganar un premio de la SND.




jueves, 5 de marzo de 2009

¡Grande Navia!

Le conocíamos por sus grandes reportajes fotográficos para infinidad de medios de comunicación españoles y de todo el mundo, admirábamos su obra y ahora, desde esta mañana, le admiramos a él; porque José Manuel Navia ha inaugurado las XII Jornadas de Fotoperiodismo, Edición y Diseño en Prensa organizadas por la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, dedicadas en esta edición a los Suplementos de Prensa, con una conferencia que quienes hemos tenidos la inmensa suerte de asistir a ella recordaremos... siempre. Desde la primera hasta la última imagen proyectada y, sobre todo, desde la primera hasta la última de sus palabras, hemos disfrutado de un derroche de inteligencia, de saber, de oficio, de amor al periodismo y a la fotografía, de humor y, sobre todo, de humildad. La humildad de quien es absolutamente grande.

"Tenemos el mejor oficio del mundo", ha comenzado Navia, "más que oficio, es una forma de vida". Y ha destacado, además, que es el mejor oficio a pesar de estos momentos de crisis que algunos catastrofistas señalan como el final del periodismo, o del periodismo de calidad, y a pesar de que los cambios tecnológicos puedan dejar a algunos algo descolocados. Este hombre de pequeña estatura y enorme altura intelectual, a pesar de superar los 50 años, ha sabido en este sentido cambiar al formato digital, "aunque me costó tres años, estoy encantado y traigo la mitad de lo que os voy a mostrar en diapositivas y la otra mitad en un pendrive". Trabajos publicados en suplementos de los grandes periódicos "el soporte soñado por todos los fotógrafos de prensa", como el dominical de El País ("el colorín", le llamamos) en el que además fue durante un tiempo jefe de edifición fotográfica, La Vanguardia, La Repubblica (Italia), Expresso (Portugal) y un larguísimo etcétera en el que hay que incluir también a National Geographic, donde ya sabemos el nivel de excelencia que exige a sus fotógrafos.

Pero antes ha querido hacer un breve repaso a la obra de tres grandes fotoperiodistas dedicados al documentalismo, a los grandes reportajes de la historia. Una mirada personal y crítica a esas fotos que todos habíamos visto tantas veces pero que, gracias a Navia, hoy hemos descubierto de verdad, de una manera totalmente distinta porque "las fotos se leen, como los textos, y hay que mirarlas despacio".



Tres maestros absolutos, clásicos indiscutibles. Primero Eugene Smith y su reportaje sobre el pueblo español Deleitosa aparecido en la revista norteamericana Life (revista que para Navia es el modelo del que parten todos los suplementos de prensa, "y no se ha hecho nada radicalmente nuevo desde ese comienzo, sólo dar algunas vueltas"). Sobre Smith, ya os comentamos aquí y os mostramos imágenes sobre esta pieza maestra del fotoperiodismo, "Spanish Village", con motivo de su reciente exposición en Madrid dentro de PhotoEspaña. Dejando claro que para él se tratan de obras maestras del documentalismo fotográfico, Navia ha puesto de manifiesto y ha destacado aquellos elementos de estos auténticos iconos del siglo XX que son producto de la mayor o menor manipulación, de la puesta en escena que llevaba a cabo Smith para conseguir las fotos que él quería obtener "porque él ya tenía una idea preconcebida de la España que quería fotografía y forzó la realidad". Son pues, "¿realidad o cuento?", los asombrosos reportajes de Smith, "pues un poco a medias".

Reportaje de Eugene Smith sobre el Pueblo Español

Le ha tocado el turno después a Walker Evans (del que todavía estamos a tiempo para ver su exposición en Madrid) y a su serie de fotografías sobre la depresión norteamericana realizadas entre julio y agosto de 1936 en el sur de los Estados Unidos, escalofriantes documentos sobre la pobreza "sin manipulación, auténtico trabajo documentalista, sin recreación... con una fe inmensa en la propia realidad". Además del trabajo de Evans, cuya dureza y verdad causaron que sólo se publicasen muchos años después y en formato de libro porque "ningún medio las quiso publicar", Navia ha mencionado el trabajo de James Agee, el periodista que acompañó a Evans en este auténtico viaje hacia lo más duro de la realidad, plasmado en el libro reeditado recientemente en España "Elogiemos ahora a hombres famosos". "Posiblemente el mejor libro sobre periodismo que yo haya leído", nos ha confesado Navia.

El tercero de los maestros sometido a su mirada crítica ha sido, nada más y nada menos, que Robert Frank. Pasando imágenes en el proyector sobre un fotorreportaje de Frank en nuestro país, muy poco después del realizado por Smith, Navia nos ha contado, admirado, que "esto sí era España... esto es fotografía en estado puro". Una tercera vía entre la puesta en escena de Smith y la durísima ausencia de todo lo que sea una imagen frontal de Evans, "intentar ser artista para los periodistas, y periodista para los artistas".


Edición fotográfica
La segunda parte de las jornadas sobre fotoperiodismo debía correr a cargo del editor jefe de fotografía del diario El País, Ricardo Gutiérrez, pero un imprevisto de última hora le impidió hacerlo ("nos han llamado de El País diciéndonos que tiene una reunión urgente que no estaba programada") y entonces el propio Navia cogió el toro por los cuernos para hablarnos de edición fotográfica. Y si la primera parte resultó interesante, la segunda ha sido absolutamente impagable.

José Manuel Navia en varios momentos de su conferencia


Ya durante el descanso nuestro querido amigo y maestro Pedro Pérez, organizador junto a Laura González Díez de las Jornadas hasta el año pasado porque ahora afronta nuevos retos profesionales (Laura sigue adelante con esta imprescindible labor de manera sobresaliente) nos hizo notar que se trataba de uno de los pocos fotógrafos, si no el único, de cuantos habían pasado durante doce años por estas jornadas que habían mostrado las fotos "puestas en página". Y es que este gran fotógrafo y periodista entiende el periodismo como obra colectiva, como lo que es. "No hacemos lo que hacemos para el lucimiento del fotógrafo, ni del plumilla, como les llamamos cariñosamente, ni de nadie... no importa si no publican tu foto o eligen otra que te gusta menos, hay que hace lo mejor posible las fotos, tenemos que hacer cada uno nuestro trabajo de la mejor manera posible" pensando que después, otros, intentarán hacer también lo mejor posible su trabajo editándolas, poniéndolas en página, diseñando y maquetando, escribiendo... "el periodismo, es un trabajo de equipo y quien se enfada o no acepta estas cosas, no sabe de qué va todo esto".

El mismo reportaje fotográfico de José Manuel Navia "puesto en página" en distintas publicaciones internacionales

Para José Manuel Navia la edición consiste en contar una historia, y la puesta en página debe obedecer siempre a un criterio, tener un "porque sí"; las fotos no deben ponerse de manera que la "página quede bonita, no, no es eso... debe haber un propósito, un propósito periodístico", contar, informar, como decimos siempre, no decorar. Y el fotoperiodista "como dice la palabra, es fotógrafo y es periodista, debe ser capaz de redactar correctamente el pie de todas sus fotos, identificar a los personajes siempre que sea posible, porque el fotógrafo de prensa es un informador... si alguien quiere colgar después tus fotos en un museo, ¡pues mira qué bien! Pero nosotros las hacemos pensando en que sean publicadas en medios de comunicación". Es que no se puede añadir ni quitar nada. Sí, sí y sí.

"El soporte ideal de la fotografía es el papel, aunque no me disgustan las pantallas", nos confiesa este hombre inteligente, culto y divertido, "además tengo un blog" (que evidentemente pasará a nuestra galería de enlaces porque ya hemos visto la calidad de las imágenes y reflexiones allí publicadas y que no debéis perderos), con el que también disfruta porque como él mismo advierte "¡bienvenida la tecnología, tú te crees que alguien que hubiera podido fijar imágenes con medios físicos, no digo ya digitales, se habría metido en el embolado de los haluros de plata y la química... hombre, la humanidad hace siempre lo que puede". ¡Grande Navia!, muy grande. Gracias.


Postdata
Durante este primer día de las jornadas la noticia más comentada allí fue, qué duda cabe, el tremendo expediente de regulación de empleo planteado por los directivos del ABC. ¡Más de la mitad de la plantilla del periódico! ¡238 trabajadores, el 52 por ciento del total! Y este mismo día el decano de la prensa madrileña habla de 3.481.859 parados ...y sigue. Sigue en parte por actitudes como la propia empresa editora de esta portada. Muchos de quienes formamos parte de este oficio, todos los que esta mañana lo comentábamos allí, estábamos de acuerdo que así, seguro que no se salvan los periódicos. Casi todo lo contrario. Un abrazo a la gente del ABC y suerte para salir de esta crisis brutal en la que todos, de una u otra manera, estamos metidos.


Texto: Mario Benito. Reportaje fotográfico: Luis Blasco

miércoles, 4 de marzo de 2009

Un pequeño detalle

En ocasiones son los pequeños detalles los que deciden cómo va a terminar una página. Son pequeñas cosas que te dicen "así no", es mejor de esta manera. Aunque esa otra manera sea la menos correcta para hacerlo, lo que no significa que no sea válida.

Nos encontramos en este caso con una página doble (en realidad una y media porque lleva media de publicidad) sobre el destino de Bush y sus secuaces (acertadísimo titular, por otra parte). La foto principal está clara: el innombrable y sus compinches en una conferencia de prensa, una de las pocas ocasiones en las que se juntan.

¿Cuatro o cinco columnas? Cuatro porque a cinco es exagerada y además hay que meter el detalle de Condoleeza Rice, que aporta la cuota femenina al cuarteto. Original foto que hubiera quedado muy bien a tres columnas muy grande, pero primero, ya la habíamos dado y segundo, no es la protagonista principal.

La crónica es larga, así que tiene que pasar texto a la otra página sí o sí, donde además tenemos que llevar otro tema sobre el futuro (futurísimo, diría yo) senador que derrotará a Obama y los demócratas. Tres columnas es el espacio asignado a este segundo tema.

La teoría dice que las dos columnas de pase de texto a la otra página deberían ir juntas y, a poder ser, con un sumario para aligerar la masa de texto. Pero eso es sólo la teoría. Veamos cómo sería:

Así debería haber ido...

Pero ahora viene la práctica y el pequeño detalle que hace que no pueda ser así y tengamos que optar por la opción menos correcta (que no incorrecta). Y es que los pequeños desguaces que lleva el texto hacen imposible que vayan juntas, ya que llevan una línea de separación por arriba. Los blancos no quedan alineados, por lo que da una sensación un poco confusa, y no puede llevar sumarios porque añadidos a los desguaces dejarían demasiados blancos en las columnas. ¿Solución? Pasar a la opción menos mala. Una columna a cada lado y un pequeño (gran) salto de texto. Así:

... pero así queda mucho mejor.

Es un pequeño detalle, pero nos ha marcado cómo tenía que ir la página. La otra forma no es incorrecta, pero así queda mejor. ¿Qué os parece? ¿La primera opción o la segunda?



lunes, 2 de marzo de 2009

Diseñario (L)

Llegamos a la entrega número cincuenta, esa letra romana L en tipografía Georgia, o en cualquiera de las que tengan serif presentes en vuestros ordenadores, porque así es de momento el control de las tipografías en internet, de color rojo, que nos presenta a otra letra, a la última de las vocales en el alfabeto. ¡Cincuenta entregas!, sin faltar una sola semana a vuestra cita, excepto en los previamente anunciados periodos de vacaciones, de este Diseñario, obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, de carácter colectivo, irreverente, no demasiado académico y, por supuesto, abierto a vuestra participación... si queréis.




U


U. Repetido y en coro, sonido que recibe como recompensa aquel maqueta que perpetra una página de periódico llevado por el afán de adornarla en vez de informar. Eso en mayúsculas, en minúscula es otra cosa.

Univers. Tipo de letra de palo seco, obra del gran tipógrafo suizo Adrian Frutiger para la fundición de Charles Peignot en París. Se trata de una familia diseñada para la primera máquina de fotocomposición Lumitype entre 1955 y 1957 y que, además, fue el primer tipo concebido para tener un gran número de series o variantes que abarcaron superfinas, estrechadas, ensanchadas, todos los grosores e inclinaciones imaginables... antes de que las máquinas pudieran deformarlas como sucede en la actualidad. No se necesitó buscar entonces recursos fuera de la tipografía, como los socorridos letraset o las engorrosas y caras manipulaciones fotográficas, porque ofreció nada menos que ¡21 series!, cada una de once cuerpos y cien signos, diseñados uno a uno para cada cuerpo y variante, permitiendo una cantidad increíble de combinaciones, contrastes entre grosores y tamaños inéditos hasta entonces. La base fue la Univers regular (Univers 55) a partir de la cual Frutiger desarrolló todas las demás enfrentándose a importantes problemas ópticos en una labor que a día de hoy nos resulta asombrosa.
Sucedió que, para su desgracia, en esa misma época, justo en el año 1956, la fundición suiza Hass lanzó al mercado su Neue Haas Grotesk, rebautizada como Helvética en 1961 cuando fue adquirida por la empresa alemana Linotype y, claro, a pesar de la enorme calidad del diseño de la Univers, el éxito de su compatriota suiza fue tan grande, que todavía ahora hay quien considera a la Helvética como el tipo de letra más perfecto de todos los tiempos.
Ambos tipos fueron la respuesta suiza al diseño después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se buscaron letras de palo alternativas a la excesivamente geométrica Futura del también genial Paul Renner. Partieron ambos, Frutiger (Univers) y Miedinger (Helvética), del Akzidenz Grotesk creado en 1896 por H. Berthold y mientras la "rigidez" de la composición en frío de la fotocomposición ayudó en principio a la Univers, que contaba con todas sus variantes, las formas poderosas de la Helvética se fueron imponiendo hasta llenar y casi saturar el mundo tipográfico. Las posibilidades que ofreció la digitalización y la facilidad con que pueden deformarse ahora todos los caracteres de todos los tipos de letra con los programas de autoedición han supuesto que aquella ventaja suya inicial resulte ahora intrascendente hasta convertir a nuestra querida Unviers en un tipo más entre cientos, miles, incontables "eslabones posteriores de la cadena" como definió el propio Frutiger cada nuevo tipo de letra y a cada nuevo tipógrafo.

Umbral de descojonamiento. Término creado por el equipo de expertos de encajabaja y que por consiguiente resultará imposible encontrar en ninguna otra obra de referencia ni escuchar en la redacción de ningún periódico, a no ser que se encuentre allí alguno de sus miembros, evidentemente. Define a un punto de no retorno a partir del cual los cambios que se hagan en una página sólo conseguirán empeorarla. Se puede llegar a él aplicando la tan manida como odiosa práctica del "dale otra vuelta" y no tiene nada que ver con reírse mucho al pasar por una puerta, o algo por el estilo.
El umbral de descojonamiento existe, a pesar de que resulta extremadamente difícil determinar cuándo hemos llegado a él, y podemos afirmar su existencia porque nos lo demuestra la experiencia diaria. Así pues, debe considerarse como un descubrimiento científico del que reclamamos la autoría que, además, viene a corroborar un aspecto de la teoría platónica de las ideas: la página ideal, reflejo de su correspondiente "idea", la mejor opción que puede lograrse con determinados elementos y en la que fijamos este escurridizo umbral. Siguiendo este impecable razonamiento lógico filosófico, si alcanzamos la mejor de las páginas posibles, bien sea al primer intento o después de un número determinado y finito de pruebas, o de darle vueltas a algo, estaríamos en un punto (el umbral de descojonamiento) a partir del cual si seguimos haciendo cambios lo único que conseguiremos es empeorar la página, descojonarla.



Entregas anteriores del Diseñario:

Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.
Diseñario (XXXV): publicidad-punto.
Diseñario (XXXVI): Quark.
Diseñario (XXXVII): rasgo-recuadro.
Diseñario (XXXVIII): redacción.
Diseñario (XXXIX): redactor-redonda.
Diseñario (XL): rejilla-resolución.
Diseñario (XLI): revista-ritmo.
Diseñario (XLII): robapágina-rotativa.
Diseñario (XLIII): sábana-sangría.
Diseñario (XLIV): sección-serif.
Diseñario (XLV): silueta-subtítulo.
Diseñario (XLVI): sumario-suplemento.
Diseñario (XLVII): tabla-teletipo.
Diseñario (XLVIII): texto-tipo.
Diseñario (XLIX): tipografía-track.

sábado, 28 de febrero de 2009

Weekend

BILBAO
Takashi Murakami. Hasta el 31 de mayo el museo bilbaíno Guggenheim (Avda. Abandoibarra, 2) dedica una retrospectiva a uno de los artistas contemporáneos más importantes de Japón, Takashi Murakami (Tokio, 1962).


Considerado el 'Warhol japonés', Murakami fusiona arte tradicional japones, manga, Pop americano y surrealimo europeo. Criticado por los puristas del mundo del arte por la comercialización de sus productos (bolsos Vuitton con sus dibujos, trajes de alta costura) y considerado por estos como un simple diseñador industrial avispado a la hora de colocar sus productos, la obra de Murakami también transmite una versión crítica de la sociedad japonesa actual y de su relación con el mundo occidental, especialmente EEUU.

Pintura, escultura, moda, cine, animación y objetos de 'merchandising' se pueden encontrar en los 2.000 metros cuadrados un recorrido cronológico en la obra de este artista japonés.

MADRID
Max Ernst. Del 11 de febrero al 31 de mayo la Fundación Mapfre de Madrid (Paseo de Recoletos, 23) acerca a esta ciudad la exposición 'Max Ernst: Une semaine de Bonte. Los collage originales'. La muestra recoge parte de los collages que se pudieron ver en el libro 'Tres novelas en imágenes', publicado por Atalanta. 182 collages originales, más dos inéditos que el artista añadió con posterioridad. Se recuperan así unas obras que siguen manteniendo toda la intensidad y la fuerza del momento en el que fueron creadas.

Max Ernst nace el 2 de abril de 1891 en Colonia; hijo de un profesor de alumnos discapacitados. Aprendió a pintar bajo la mirada austera y rigida de su padre. Después de estudiar filología clasica, filosofía, psicología e historia del arte en la universidad de Bonn, se alista en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. Una vez abandonado el ejército, se instala en Colonia y se une al movimiento dada que triunfa en Suiza, donde comienza un largo periplo artístico que lo lleva a trabajar en Paris, Londres y EEUU donde emigró y se caso con Peggy Guggenheim, hija de Benjamin Guggenheim (museos Guggenheim), acaudalado hombre de negocios, apasionado coleccionista y mecenas que se hundió en el RMS Titanic. En 1953 regresaría a Francia, a partir de entonces sus obras gozaron de una notable revalorización. Murió en París, el 1 de abril de 1976.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Primero los contenidos

Aunque sean estos contenidos. Los referidos al terrible asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo y, sobre todo, a la esperpéntica investigación posterior, con sus detenciones y reconstrucciones del crimen retransmitidas en directo, convertida en circo metiático por todos, medios de comunicación a la cabeza y espectadores detrás, amigos de la víctima o de los presuntos asesinos y madres de ex novias llevando a sus hijas menores de edad a la televisión para que cuenten lo que hacían con su novio, "el asesino". Con modernas plataformas digitales de internet lanzándose de cabeza a la basura, algunas, como algunos de los medios de todas las épocas en cualquiera de los soportes imaginados. Con Tuenti ofreciéndonos fotografías de una menor, ahora asesinada, en actitudes cariñosas con quien supuestamente la mató a golpes y tiró después su cadáver a un río andaluz. Y con la gente, indignada, acudiendo en masa para linchar a los "¡a-se-si-nos!, ¡hi-jos-de-puta!" mientras la televisión local emite en directo, porque después se cansan, se callan y se apagan los coros.


La página de primera edición del día 18 de febrero que os mostramos estaba determinada por una fotografía a cuatro columnas de las labores de rescate que llevaba a cabo la policía en el río Guadalquivir. Buscaban el cadáver de la joven asesinada tres semanas antes. En una imagen más pequeña aparece en detalle el presunto asesino, Miguel Carcaño, saliendo de su casa a donde lo había llevado la policía para reconstruir el crimen. Al fondo de la imagen se congrega una multitud, que no podemos ver porque el corte de la foto lo impide. Sólo mostramos un detalle porque el tamaño de la imagen no nos da para más. El responsable de la sección de nacional ha decidido apostar por la imagen del río. El título de la información es: "El amigo del supuesto asesino dice que confesó bajo tortura". En el texto de la noticia no se habla sobre las labores de rescate porque ese día no se han producido avances en ese aspecto. Una imagen principal está determinando el diseño de la página, imagen que no tiene que ver con lo que queremos contar. Podrá ser muy "bonita" la página, no entramos en ese peliagudo asunto, pero su diseño no es bueno desde el punto de vista periodístico. No comunica, ni informa. No es eficaz.


En la segunda edición del periódico, el redactor jefe de cierre quiere introducir un elemento nuevo en la página que considera que "no estamos llevando". Se refiere al intento de linchamiento de uno de los asistentes y a cómo la policía logra reducirlo. Eso nos permite, además, modificar toda la estructura para convertir la imagen de detalle en lo que realmente es, la imagen principal, dados los contenidos de la información. Se trata, además de una impresionante fotografía de Raúl Caro de Efe, que condensa en una sola imagen todo lo que está sucediendo con este horrible suceso: toda una multitud contemplando cómo la policía se lleva a un joven que supuestamente asesinó a su ex novia. Todos contemplando el crimen. El crimen como espectáculo con el foco en el público que no se veía en el detalle de la primera versión. Logramos mantener exactamente el mismo texto que teníamos y las estructuras de página del nuevo diseño del periódico nos permiten que el detalle pase a ser esta pequeña secuencia de dos imágenes, hecho secundario en los sucesos del día, elemento secundario, pues, en la página. Diseño y contenido están ahora relacionados. El diseño, informa.

Descubriendo a Weegee en Madrid



La Fundación Telefónica (ya sabéis, Gran Vía 28, Madrid) nos trae un buen regalo para el próximo mes de marzo: la exposición New York´s Weegee. La obra de Arthur Fellig (Zloczew, Polonia, 1899-Nueva York, 1968), más conocido como Weegee, empieza poco a poco a ser reconocida como merece. Llegó a los 11 años a Estados Unidos y con 18 ya se encontraba trabajando en un estudio de fotografía. Tras ser fotógrafo de agencia, la frustración de no poder firmar sus obras le motivó para convertirse en fotoperiodista freelance a partir de 1935. Y se convirtió en más que célebre.

Fue conocido por ser el primero en llegar a la escena de un crimen, a un accidente, a un arresto, a un rescate, y tras publicar en revistas como LIFE, Vogue o Popular Photography, en 1938 consiguió ser el primer y único fotógrafo en obtener un permiso para instalar una radio que le permitía recibir las transmisiones de la policía y los bomberos. Esta ventaja le permitió perpetuar su mito.

Armado con una cámara Speed Graphic de 4x5, calibrada con una apertura de f/16, una velocidad de obturación de 1/200 y una distancia de enfoque de unos 3 metros, más un imprescindible flash de la época, consiguió fotos nocturnas truculentas y de tremendo impacto. Pero también practicó el retrato, el desnudo, las imágenes de multitudes y hasta escenas eróticas. Nada mejor que unas muestras para ver lo que nos vamos a encontrar en esta exposición.













Como modo de apoyo, recomendamos su primer libro de fotografías: Naked City de 1945.

Podremos degustar la muestra en la Fundación del 5 de marzo al 17 de mayo. Y para más información sobre su vida y obra, visiten la recomendable Weegee´s World.