La primera entrega se centró, jeje, en el mal uso del término "medianil", y en vuestros comentarios a ese post le propusísteis que analizara el término "sumario", fuente de malentendidos en todas las redacciones. Y como ya os hemos contado que él es así, pues aquí tenemos ya la segunda entrega de esta serie, en la que nos habla de...
Cuando abordo la identificación de los elementos tipográficos de las páginas para explicárselos a mis alumnos dejo que sean ellos los que los descubran y, después, les otorgamos un nombre que –pensamos– es el correcto. Eso, y lo que uno ha ido oyendo en redacciones y talleres a lo largo de algunos años, me llevan a atribuir al término sumario no memos de cuatro significados diferentes y todos ellos de uso corriente, a mi entender.
No nos ayudan demasiado en este caso ni el diccionario de la RAE –que no tiene una acepción siquiera cercana al sentido periodístico que demandamos–, ni el Diccionario de Edición, Tipografía y Artes Gráficas de José Martínez Sousa. Esta magnífica obra sí que contempla el término, pero su orientación hacia el producto libro le lleva a definiciones que, aunque estemos hablando también de productos impresos, no funcionan exactamente igual.
Para otorgar un mayor rigor a lo que apuntamos esta vez nos ayudamos del Diccionario del Periodismo, de Antonio López de Zuazo Algar, donde sí encontramos afinidad con los usos que hemos empleado siempre.
1. Un uso (mal uso desde mi punto de vista) muy común de ‘sumario’ es emplearlo en lugar de ‘subtítulo’. Lo dice el ‘Diseñario’ en su primera edición. Cuando enumeramos los elementos de la cabeza de una información decimos: antetítulo, título y sumario, en vez de subtítulo. Lo he detectado en numerosas redacciones. Pero Lopez de Zuazo define: “parte de la cabeza, bajo el subtítulo, que informa de algún punto de interés de la noticia”. Alguien pensará que esta figura no existe en diarios o revistas de hoy en día, pero miren estos ejemplos.
Son diarios norteamericanos de mediados del siglo XX donde, bajo el título, se amontonan ‘sumarios’ varios, con alineaciones diversas y abriendo página.
Y, además, López de Zuazo puntualiza: “Suelen existir tres sumarios, principalmente en las entrevistas y reportajes. El estilo de su redacción no es tan escueto como el del título y subtítulo: puede ser una frase algo larga”. Particularmente, esta explicación del profesor López de Zuazo me parece correcta pero con la matización de que, en el diseño de diarios actual, no necesariamente debe ir el sumario bajo el subtítulo y que, consecuentemente, no tiene porqué pertenecer a la cabeza de las noticias. Lo que nos lleva a la segunda acepción.
2. Destacado, intertítulo, entresacado… que de las tres maneras lo he oído. En realidad es el término más y mejor empleado para ‘sumario’. Es un elemento textual, aparece entre el resto de los elementos de la página (texto, imágenes, recuadros, etc.), adelanta información que después leeremos en el cuerpo de texto (de ahí su importancia en lo de la doble velocidad de lectura), tiene una tamaño mayor que el texto base, pero no tanto como el titular y se constituye en referencia visual.
Sobre el empleo de los sumarios que se refieren a esta acepción hay teorías diversas. Una de las más manidas es la de si la situación del sumario debe interferir la lectura continuada del texto. Dicho de otra manera, si el sumario debe hacer saltar al lector cuando lee texto. El nacimiento de El País en España con el diseño de Gäde lo prohibió de forma rotunda y muchos diarios lo imitaron. Con el tiempo las cosas se flexibilizaron y ahora parece que no es tan importante, siempre que la puesta en página deje meridianamente claro dónde continúa el texto.
También existen otras formas de colocar los sumarios sin necesidad de cortar literalmente las columnas y muchos diseños los sitúan sangrando párrafos a izquierda o derecha.
3. La acepción que más pretenden conocer mis alumnos es la que interpreta que ‘sumario’ es el índice de portada de algunos periódicos. López de Zuazo también la contempla. Y dice: “Sumario del ejemplar: índice de las informaciones que contiene un periódico. Suele publicarse en la primera página de un diario o en la página editorial de una revista. Puede ir encabezado por la expresión ‘En este número’ u otra similar”.
La confusión índice-sumario es bastante habitual y muchas veces, se usan de forma ambivalente. Yo prefiero usar ‘índice’.
Quien haya trabajado en una redacción habrá oído, sin duda, gritar a algún maquetador lo siguiente: ¿Quién escribe los sumarios de primera? Esto nos lleva a la siguiente alternativa:
4. Se denominan sumarios (o sumarios de portada) a la batería de titulares de pequeño tamaño que se utilizan como ‘llamadas’ que hacen referencia a informaciones del interior del ejemplar.
Estos sumarios deben llevar al menos el pase de página que remita a su ubicación real, pero, a veces, también se acompañan de recursos tipográficos no textuales tales como filetes, recuadros fondos de trama, etc.
Se entiende igualmente que la disposición (horizontal o vertical) de estos sumarios es indiferente para la denominación (muchos habrán oído llamarlo ‘rataplán de primera’, pero es un hecho que si se constituyen en friso o faldón de la portada aparecen casi siempre en ‘ventanas’ y en alguna de ellas se combinan con fotos de tamaño reducido, a veces una silueta.
Se recomienda, no obstante, releer la nota sobre sumario que aparece en la primera edición del ‘Diseñario’. Es buena y, sobre todo, real como la vida misma.
Entregas anteriores:
Centrado a la derecha (I): medianil.