Se ultimaban los detalles de esta entrega, se afinaban las frases y se corregían acentos, puntuaciones y frases buscando la perfección que habita en el infinito, y más allá, cuando al comité de expertos de encajabaja le llegó la noticia de la muerte de Andrés Montes. Como un mazazo. Y terminamos, terminaron queremos decir, queriendo dedicársela a él. No le conocíamos personalmente, incluso alguno de nosotros padecía sus retransmisiones mientras otros le adoraban. Pero nos hemos acordado de tantos partidos de baloncesto y de fútbol, de sus frases y su lenguaje explosivo, de sus motes imaginativos y pegadizos, de lo que ha hecho reír este periodista inclasificable a tanta gente mientras él debía sufrir un proyecto personal fracasado que lo debió llevar a este triste e inmerecido final, que nuestro humilde Diseñario de hoy, ya sabéis, esa obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, irreverente y abierta a vuestra participación, está dedicado a Andrés Montes, showman, animador, presentador, periodista.
Carácter. Signo o marca que se escribe. En tipografía, una letra. En prensa, sistema de conteo absolutamente inexacto con el que se calcula la extensión de los textos. Porque los caracteres no compromenten ni al que los escribe ni al que los cuenta. Cuando alguien te dice que va a escribir un adelanto de unos mil ochocientos caracteres, es que tiene pensado de antemano escribir, por lo menos, el doble. Por eso se mide en caracteres, y no en líneas o palabras. Porque matemáticamente es mucho más fácil contarlos sin posibilidad de error y así determinar con exactitud en cuánto nos hemos pasado. Hay premio para el que doble la cantidad de espacio solicitado en un primer momento.
Pero el carácter no sólo se escribe. El carácter también se tiene. Y se forja. Porque es el carácter el rasgo definitorio supremo del buen maqueta. Imprescindible para desempeñar semejante labor, sólo un maquetador con carácter será capaz de decir no en un situación de máxima tensión. Sólo un maqueta con carácter podrá templar los nervios y encontrar soluciones cuando todos los demás estén ya buscando culpables. Porque lamentablemente, todavía pululan por las redacciones personajes que imponen en vez de consultar y amenazan en lugar de argumentar. Y ante estos tipos, normalmente parapetados tras su cargo, no suele bastar con razones profesionales o seriedad. Aquí es cuando uno tiene que sacar el carácter. Curtidos a lo largo de los años en encontronazos y peleas dialécticas, los maquetas que se precien no dan un paso atrás. Esa determinación en la mirada, ese mentón obstinado, ese rictus iracundo es el propio de alguien que lleva toda la vida intentando hacerse entender, predicando en el desierto, forcejeando con los artistas, luchando por un respeto del resto de sus compañeros que, como el valor a los soldados, se les supone, pero no siempre existe.
Careto. Rostro, cara, jeta. En diseño, foto a una columna (o menos) de la cara de uno de los protagonistas de la información. Igualita, igualita a la foto del DNI, la del carnet de conducir o la del video club. Es necesaria para que conozcamos cómo es la cara del presidente de Kazajistán. Aunque la mayoría de las veces se utiliza de un modo estético: alivia las páginas que llevan mucho texto.
¿Quién no ha visto mil veces la cara de Berlusconni, Anasagasti o Forlán protagonizando estas pequeñas fotos? Insisto en pequeñas fotos porque este es uno de los temas de debate entre el redactor y el maquetas. Hay fotos de caras que se pueden dar a cinco columnas, seis, siete, etc. Porque tienen fuerza, porque destacan un momento informativo y por otros mil motivos que justifiquen su uso. Pero dar la cara del presidente de alguna entidad bancaria, empresario, abogado, político o cualquier señor con corbata mirando a la cámara con gesto insulso a más de una columna es horrible. Sólo le falta el cartel de "Se busca" debajo.
El careto es un guiño al lector que en ocasiones localiza la noticia que busca sin leer el título.
También se suele escuchar "Vaya careto que trae Pérez hoy". Esto quiere decir: 1) que Pérez ha pillado un atasco y ha aparcado mal. 2) Qué Pérez está enfermo. 3) Que Pérez es del Atleti. 4) Que Pérez está cabreado (casi siempre por el apartado 3). 5) Qué Pérez ha estado toda la noche de marcha y ha dormido 3 horas. Y 6) Que a Pérez le han puesto una multa por aparcar mal.
Pdta: Un recuerdo cariñoso a Félix Rodríguez de la Fuente y al lirón careto desde las páginas de encajabaja.
Pero el carácter no sólo se escribe. El carácter también se tiene. Y se forja. Porque es el carácter el rasgo definitorio supremo del buen maqueta. Imprescindible para desempeñar semejante labor, sólo un maquetador con carácter será capaz de decir no en un situación de máxima tensión. Sólo un maqueta con carácter podrá templar los nervios y encontrar soluciones cuando todos los demás estén ya buscando culpables. Porque lamentablemente, todavía pululan por las redacciones personajes que imponen en vez de consultar y amenazan en lugar de argumentar. Y ante estos tipos, normalmente parapetados tras su cargo, no suele bastar con razones profesionales o seriedad. Aquí es cuando uno tiene que sacar el carácter. Curtidos a lo largo de los años en encontronazos y peleas dialécticas, los maquetas que se precien no dan un paso atrás. Esa determinación en la mirada, ese mentón obstinado, ese rictus iracundo es el propio de alguien que lleva toda la vida intentando hacerse entender, predicando en el desierto, forcejeando con los artistas, luchando por un respeto del resto de sus compañeros que, como el valor a los soldados, se les supone, pero no siempre existe.
Careto. Rostro, cara, jeta. En diseño, foto a una columna (o menos) de la cara de uno de los protagonistas de la información. Igualita, igualita a la foto del DNI, la del carnet de conducir o la del video club. Es necesaria para que conozcamos cómo es la cara del presidente de Kazajistán. Aunque la mayoría de las veces se utiliza de un modo estético: alivia las páginas que llevan mucho texto.
¿Quién no ha visto mil veces la cara de Berlusconni, Anasagasti o Forlán protagonizando estas pequeñas fotos? Insisto en pequeñas fotos porque este es uno de los temas de debate entre el redactor y el maquetas. Hay fotos de caras que se pueden dar a cinco columnas, seis, siete, etc. Porque tienen fuerza, porque destacan un momento informativo y por otros mil motivos que justifiquen su uso. Pero dar la cara del presidente de alguna entidad bancaria, empresario, abogado, político o cualquier señor con corbata mirando a la cámara con gesto insulso a más de una columna es horrible. Sólo le falta el cartel de "Se busca" debajo.
El careto es un guiño al lector que en ocasiones localiza la noticia que busca sin leer el título.
También se suele escuchar "Vaya careto que trae Pérez hoy". Esto quiere decir: 1) que Pérez ha pillado un atasco y ha aparcado mal. 2) Qué Pérez está enfermo. 3) Que Pérez es del Atleti. 4) Que Pérez está cabreado (casi siempre por el apartado 3). 5) Qué Pérez ha estado toda la noche de marcha y ha dormido 3 horas. Y 6) Que a Pérez le han puesto una multa por aparcar mal.
Pdta: Un recuerdo cariñoso a Félix Rodríguez de la Fuente y al lirón careto desde las páginas de encajabaja.
Carpintero. Los más veteranos del lugar, especies tal vez en vías de extinción porque posiblemente no llegarán quienes los releven sino otros haciendo otras cosas, muchas a la vez y por el mismo precio, hablan de periodistas especializados en editar, corregir, supervisar, tareas llamadas "de mesa" en la redacción frente a las más conocidas y románticas del reportero o el corresponsal, del que pisa la calle buscando noticias. Hablan de carpinteros o fontaneros para referirse a ellos, a quienes meten a martillazos precisos las piezas que componen cada página editando con una rapidez y profesionalidad que posiblemente los nuevos tiempos no se puedan permitir, tan modernos ellos, tan periodistas ciudadanos, tan multimedia, tan baratos.
Entregas anteriores del Diseñario 2.0:
Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.