lunes, 19 de octubre de 2009

Diseñario 2.0 (VII)

Se ultimaban los detalles de esta entrega, se afinaban las frases y se corregían acentos, puntuaciones y frases buscando la perfección que habita en el infinito, y más allá, cuando al comité de expertos de encajabaja le llegó la noticia de la muerte de Andrés Montes. Como un mazazo. Y terminamos, terminaron queremos decir, queriendo dedicársela a él. No le conocíamos personalmente, incluso alguno de nosotros padecía sus retransmisiones mientras otros le adoraban. Pero nos hemos acordado de tantos partidos de baloncesto y de fútbol, de sus frases y su lenguaje explosivo, de sus motes imaginativos y pegadizos, de lo que ha hecho reír este periodista inclasificable a tanta gente mientras él debía sufrir un proyecto personal fracasado que lo debió llevar a este triste e inmerecido final, que nuestro humilde Diseñario de hoy, ya sabéis, esa obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, irreverente y abierta a vuestra participación, está dedicado a Andrés Montes, showman, animador, presentador, periodista.





Carácter. Signo o marca que se escribe. En tipografía, una letra. En prensa, sistema de conteo absolutamente inexacto con el que se calcula la extensión de los textos. Porque los caracteres no compromenten ni al que los escribe ni al que los cuenta. Cuando alguien te dice que va a escribir un adelanto de unos mil ochocientos caracteres, es que tiene pensado de antemano escribir, por lo menos, el doble. Por eso se mide en caracteres, y no en líneas o palabras. Porque matemáticamente es mucho más fácil contarlos sin posibilidad de error y así determinar con exactitud en cuánto nos hemos pasado. Hay premio para el que doble la cantidad de espacio solicitado en un primer momento.
Pero el carácter no sólo se escribe. El carácter también se tiene. Y se forja. Porque es el carácter el rasgo definitorio supremo del buen maqueta. Imprescindible para desempeñar semejante labor, sólo un maquetador con carácter será capaz de decir no en un situación de máxima tensión. Sólo un maqueta con carácter podrá templar los nervios y encontrar soluciones cuando todos los demás estén ya buscando culpables. Porque lamentablemente, todavía pululan por las redacciones personajes que imponen en vez de consultar y amenazan en lugar de argumentar. Y ante estos tipos, normalmente parapetados tras su cargo, no suele bastar con razones profesionales o seriedad. Aquí es cuando uno tiene que sacar el carácter. Curtidos a lo largo de los años en encontronazos y peleas dialécticas, los maquetas que se precien no dan un paso atrás. Esa determinación en la mirada, ese mentón obstinado, ese rictus iracundo es el propio de alguien que lleva toda la vida intentando hacerse entender, predicando en el desierto, forcejeando con los artistas, luchando por un respeto del resto de sus compañeros que, como el valor a los soldados, se les supone, pero no siempre existe.

Careto. Rostro, cara, jeta. En diseño, foto a una columna (o menos) de la cara de uno de los protagonistas de la información. Igualita, igualita a la foto del DNI, la del carnet de conducir o la del video club. Es necesaria para que conozcamos cómo es la cara del presidente de Kazajistán. Aunque la mayoría de las veces se utiliza de un modo estético: alivia las páginas que llevan mucho texto.
¿Quién no ha visto mil veces la cara de Berlusconni, Anasagasti o Forlán protagonizando estas pequeñas fotos? Insisto en pequeñas fotos porque este es uno de los temas de debate entre el redactor y el maquetas. Hay fotos de caras que se pueden dar a cinco columnas, seis, siete, etc. Porque tienen fuerza, porque destacan un momento informativo y por otros mil motivos que justifiquen su uso. Pero dar la cara del presidente de alguna entidad bancaria, empresario, abogado, político o cualquier señor con corbata mirando a la cámara con gesto insulso a más de una columna es horrible. Sólo le falta el cartel de "Se busca" debajo.
El careto es un guiño al lector que en ocasiones localiza la noticia que busca sin leer el título.
También se suele escuchar "Vaya careto que trae Pérez hoy". Esto quiere decir: 1) que Pérez ha pillado un atasco y ha aparcado mal. 2) Qué Pérez está enfermo. 3) Que Pérez es del Atleti. 4) Que Pérez está cabreado (casi siempre por el apartado 3). 5) Qué Pérez ha estado toda la noche de marcha y ha dormido 3 horas. Y 6) Que a Pérez le han puesto una multa por aparcar mal.
Pdta: Un recuerdo cariñoso a Félix Rodríguez de la Fuente y al lirón careto desde las páginas de encajabaja.

Carpintero. Los más veteranos del lugar, especies tal vez en vías de extinción porque posiblemente no llegarán quienes los releven sino otros haciendo otras cosas, muchas a la vez y por el mismo precio, hablan de periodistas especializados en editar, corregir, supervisar, tareas llamadas "de mesa" en la redacción frente a las más conocidas y románticas del reportero o el corresponsal, del que pisa la calle buscando noticias. Hablan de carpinteros o fontaneros para referirse a ellos, a quienes meten a martillazos precisos las piezas que componen cada página editando con una rapidez y profesionalidad que posiblemente los nuevos tiempos no se puedan permitir, tan modernos ellos, tan periodistas ciudadanos, tan multimedia, tan baratos.

Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.

sábado, 17 de octubre de 2009

De repente

Ha sido sin aviso, de repente, sin el tiki-taka que le hizo famoso para el gran público. Odiado y amado a partes iguales, el "mítico" Andrés Montes se ha ido en una fría noche madrileña. Algunos no le aguantaban, para otros era un genio. Pero para todos era un ¡¡¡¡¡¡Jugón!!!!!



viernes, 16 de octubre de 2009

encajabaja en la web 2.0



O en la 3.14 o en la suprared que quieren crean o como demonios se diga. Lo cierto es que encajabaja.com ya está en la web 2.0, en la que cada uno elige los ingredientes con los que quieres hacer su ensalada de lectura diaria. En la que los amigos (cibernéticos) se cuentan por centenas y la popularidad de los sites se mide con rasero de "ratings" y votos a gogó.

Pero también en la web participativa, en la que a una pregunta amable le sigue una respuesta rápida, en la que podemos encontrar aquello que sólo existía en nuestra imaginación, en la que compartir es norma y agradecer lo habitual. En la que participamos nosotros, en la que participáis vosotros. La que construimos todos.


Si pinchas en este icono, al final de cada post, sumas un voto en bitácoras.com

Ya estamos aquí. Concretamente debajo de cada post. Esos pequeños y extraños logos. Son las imágenes de bitácoras, facebook, y hasta del amado-y-odiado-a-partes-iguales twitter. En todos esos sitios y en más, como en los siguientes lectores de blogs: menéame, technorati, del.icio.us, digg, google, o yahoo. Y si pinchas en el primero, votas el post en bitácoras (sólo si te ha gustado), y si lo haces en el segundo vuelas a twitter, y en el tercero al amistoso facebook y así sucesivamente. Pero sólo si te ha gustado el post, eh, no queremos que votes a lo loco. Y, además, puedes leer post de gente muy interesante, que no sólo estamos nosotros.

Estás a un solo click de navegar por la 2.0. Nosotros ya navegamos. ¿Y tú?

jueves, 15 de octubre de 2009

La propiedad conmutativa

El orden de los factores no altera el producto. Ya...



"Perdona, es que me he equivocado, no es un tres por cinco, es un cinco por tres."



miércoles, 14 de octubre de 2009

Periodiquerías (X)




San Francisco (Estados Unidos, 2009) / Luis Blasco





Puerto de Santa María (Cádiz, España, 2009) / Javier Vidal






Málaga (España, 2009) / Quique Falcón

Newspaperman (España, 2009) / Sergio Falcón



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú

martes, 13 de octubre de 2009

Moderación salarial en tiempos de crisis

Contaba Julio Camba que en los Estados Unidos de América del Norte la máxima aspiración de sus ciudadanos era, más que llegar a ser presidente del país, convertirse en ex presidente. Libres ya de toda responsabilidad y crítica, los medios de comunicación eran, y son, capaces de pagarles ingentes cantidades de dinero a cambio de nada, que es precisamente de lo que tratan las colaboraciones en prensa con tan excelsas firmas. Está escrito con una inteligencia deslumbrante, una perfección formal por la que no pasa el tiempo y el humor más corrosivo que periodista español alguno haya gastado hasta la fecha en uno de los artículos recogidos en "La ciudad automática", crónicas que envió como corresponsal del ABC en Nueva York entre los años 1929 y 1931, incluido Crack bursátil que vivió y relató. Hablaremos de Camba, pero no ahora.



Hoy el tema es la ex presidencia, lo bien pagada que sigue y, como entonces, a cambio de no se sabe bien qué. Bueno sí, posiblemente siga siendo a cambio de nada. Bien pagada y más, porque incluso en estos tiempos de crisis brutal no sólo les pagan muy bien sino que ademas ¡les suben el sueldo! como consejeros en empresas de comunicación mientras para ahorrar costes se despide a periodistas, es decir, a quienes las llenan de contenidos, como hemos sabido que ha hecho recientemente el señor Murdoch con el señor Aznar. Un 4,3%, para ser más concretos, situando su retribución anual por encima de los 140.000 dólares, que nuestro ex presidente percibe a través de la sociedad limitada Famaztell ("Familia Aznar Botella", ven como hay que apoyar a la familia) creada para gestionar sus ingresos privados, cuando todavía era presidente de nuestro Gobierno, sin que este pequeño detalle le impidiese ya cobrar por dar consejos, nunca favores, eso no, porque ya entonces comenzó su relación con esta empresa.

El señor Rupert Murdoch es el dueño de News Corporation, la empresa dueña de ESTOS periódicos; de ESTOS estudios de cine y productoras audiovisuales; de ESTOS canales de televisión; más ESTOS de televisión por cable; más ESTOS de televisión por satélite; de ESTAS revistas; de ESTAS editoriales de libros; además de ESTAS otras... cosas. Empresa que el último año ha declarado pérdidas por valor de 3.400 millones de dólares.

Y el señor Aznar está contratado como miembro del consejo de administración de esta empresa suponemos que debido a su enorme experiencia y sabiduría en cuanto a comunicación y medios de comunicación se refiere. Recordemos su inteligente política en este sentido durante sus años al frente del Gobierno, en los que se mostró incapaz de aglutinar un grupo mediático que compitiese con Prisa (un grupo que fuera al PP, lo que Prisa es al PSOE). Política que pasó, para más inri, por fortalecer a este grupo de comunicación con decisiones más que discutibles y que terminó, como no podía ser de otra manera, con toda la potencia mediática que Aznar les dio puesta al servicio de echarle del poder para colocar de nuevo a 'su' PSOE. La repetida historia del ingenuo que alimenta a un lobo que después le devora, o a un cuervo que te sacará los ojos. Es para subirle el sueldo como experto en comunciación mientras despiden a los profesionales, ¿no? Como para subir el sueldo a todos los que decicen sobre la estrategia empresarial de los medios de comunicación cuya difusión, calidad y futuro menguan de mes en mes. Su impecable gestión de la información en los terribles días que mediaron entre el atentado del 11-M en Madrid y las posteriores elecciones generales del domingo 14, apenas tres días después, supongo que también figuran en el currículum que le debió entregar a Murdoch.



Aunque hay que reconocer que en realidad no sabemos exactamente cuáles son los consejos que Aznar debe vender tan caros al apuesto magnate de la comunicación mundial. Posiblemente no le diga nada, no le dé ningún consejo, y por eso le suban el sueldo, siguiendo la extravagante teoría detectada por el gran Camba. O tal vez recomiende a su patrón las reformas laborales que machaconamente pregona su partido sobre la conveniencia de la moderación salarial y el abaratamiento del despido. Habría que admitir entonces el enorme mérito del señor Aznar al lograr que le suban el sueldo por recomendar que se lo bajen al resto de sus compañeros de empresa, despidos baratos incluidos en el paquete.

Lo más espeluznante del caso no es el sueldo de Aznar, ni siquiera que se lo suban. Lo que de verdad es aterrador es que un pequeño grupo de "expertos" como él decidan sobre el presente, y sobre el futuro, de los medios de comunicación. ¿Son ellos quienes deciden? Lo que habría podido escribir Julio Camba con lo que sucede ahora... y lo que hubiéramos disfrutado leyéndolo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Diseñario 2.0 (VI)

En estos tiempos en los que se premian los mejores diseños periodísticos de España y Portugal, así como la contribución a la paz mundial, estamos tentados de proponer a los miembros del enigmático comité de expertos encargados de la redacción del Diseñario como candidatos al próximo Nobel de Literatura Especializada en Diseño Perodístico. Si no lo tienen del todo claro los supertacañones nórdicos sobre sus logros conseguidos, siempre podrán premiar sus logros futuros en esta obra colectiva, irrevente y abierta a vuestra participación.





C


Cabecear. Los ojos te pesan mucho. Poco a poco tus brazos se hacen más y más pesados... Lentamente, tu mirada se clava en un pixel fijo de la pantalla. El ruido de la redacción se amortigua, como si alguien hubiese puesto la tapa de metal al gran tarro de cristal que te contiene. Y antes de que te des cuenta, lo estás haciendo. Lo que empieza siendo un frugal vaivén, se convierte en acusado balanceo. La testa, sin control, se sacude adelante y atrás, adelante y atrás, cada vez con más violencia. Sí, amigo mío, estás dormido. Y privada de autocontrol, tu cabeza se aproxima peligrosamente a la pantalla, al teclado. Sólo tu subconsciente, entrenado durante años de escuelas y universidades, impide que te desplomes con enorme estruendo sobre la mesa, dejándote sobre el escritorio los pensamientos del día junto con el poco amor propio que te quede... Este ejemplo de cabeceo es absolutamente universal. Españoles, estadounidenses, hombres y mujeres de todo el mundo lo han experimentado en alguna ocasión. Generalmente se debe a algún tipo de exceso en la comida y a la posterior falta de riego en el cerebro durante la digestión, aunque en alguna ocasión se haya achacado a la falta de sueño por planchar a horas intempestivas o (incluso) a algún desajuste hormonal. El cabeceo es una constante en los centros de trabajo ( y una redacción no podía ser menos) , sobre todo en aquellas de climas cálidos, en los que el buen comer, el arte de la sobremesa y alguna cervecita de más son el pan nuestro de cada día.
En lo referente al diseño, decimos que dos elementos cabecean cuando están situados juntos en la horizontal de la página, de forma que se tocan el uno al otro. Por aquello del ritmo y del modo de lectura del ojo en la página, los elementos funcionan mejor en vertical que en horizontal. Así, cuando dos títulos (o dos fotos, o dos apoyos, es decir, dos elementos iguales...) coinciden a la misma altura en columnas adyacentes, se dice que cabecean. El efecto es desastroso, ya que generalmente, el elemento de mayor cuerpo termina fagocitando al menor, consiguiendo que pase desapercibido. Y si son iguales en mancha, cuerpo o importancia, terminan matándose el uno al otro, dando al traste con todo intento de jerarquía dentro de la página. En el caso de las imágenes es especialmente deseable evitar el cabeceo. En fotografía, uno más uno, nunca, repetimos, NUNCA, es dos. Generalmente, uno más uno suele ser cero. Y más si las dos imágenes no tienen nada que ver entre sí. Comprobaréis que dos imágenes que cabecean se anulan abolutamente, la una a la otra. Es imposible destacar la jerarquía de alguna de ellas. Suele ser algo a evitar en el cien por cien de las ocasiones.


Caerse. A veces el periodismo camina en la cuerda floja. Y se tambalea el cable cuando un artículo arriesga, cuando merece la pena, cuando está a punto de caer... arrastrando consigo una página, la mejor página jamás diseñada ya que cuando un tema se cae es siempre aquel en el que habíamos logrado combinar de manera única su texto con imágenes, apoyos, incluso con una publicidad imposible y traicionera. Una información se cae cuando, por distintas razones, los responsables de un periódico deciden suprimir su publicación. No se cae una información porque no vaya a publicarse, sino porque se decidió publicar y después se decidió lo contrario. Generalmente después de maquetado, como decíamos, y a ser posible afectando al mayor número de páginas al tener que recolocar temas de aquí a allá para solventarlo. Estas caídas, evidentemente, se producen siempre a última hora, cuando menos tiempo hay para encontrar una solución satisfactoria.
Recordaremos que de niños solíamos caernos a menudo, sobre todo en los columpios. Pero ahora, debido a unos de esos paranormales fenómenos de inversión que sufrimos quienes nos dedicamos a esto del periodismo y aledaños, preferimos caernos a columpiarnos, motivo éste último que intenta evitarse cuando un tema se cae. También cuando te lo pisan, pero esto suena más lógico, ¿no?
También se caen los sistemas informáticos, pero por distintas razones. Tan distintas que nadie, ni quien los ha diseñado, ni quien se encarga de su mantenimiento con el comprometido letrero de "informático" en la solapa, sepan muy bien, ni muy mal, por qué. En estas caídas nadie decide nada y consisten en que todo deja de funcionar. Eso sí, al igual que las caídas de temas, arrastran siempre a las mejores páginas. Debe ser inevitable.

Camisa. Es una hoja superpuesta, transparente o traslúcida, que se coloca sobre el arte final para indicar la posición de los colores o anotar instrucciones para la reproducción. Pero si alguno no logra retener esta voz, tampoco debe preocuparse mucho porque para ser sinceros hay que añadir que nadie, bueno apenas tres o cuatro técnicos en artes gráficas, en la redacción la conoce. Ni siquiera nosotros.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.