martes, 10 de noviembre de 2009

Hawaii [no] es un paraíso


Fragmento de matrícula del Estado de Hawaii, o Aloha State


Y no me entiendan mal. Las playas son preciosas, con sus palmeras, su arena blanca y fina, su agua cristalina, su leve brisa y su bellísima puesta de sol. También tiene sus turistas, muchos, demasiados incluso, la mayoría de origen japonés; y su paseo marítimo, tachonado de tiendas de lujo para desenfreno y jolgorio de los nipones, que gastan dinero como si no hubiera un mañana.

También tiene restaurantes con comida de todo tipo: hawaiana, europea, americana, rápida, de autor, vegetariana, batidos, helados, cafeterías. Vamos, que si no comes bien es porque no quieres (o no tienes suficiente presupuesto).


Hamburguesería típica de Hawaii.

Pero lo que no hay son cocos, porque el ayuntamiento de Honolulú los retira de los árboles y así evita posibles demandas de viandantes afectados por la Ley de la Gravedad de Newton en su versión tropical.

Y tampoco tiene kioscos. Sí, como lo oyen. Ni un solo kiosco de prensa en toda la ciudad de Honolulú, ni siquiera en Waikiki, su barrio más turístico y una de las dos zonas donde se pueden edificar hoteles en toda la isla. Vista la cantidad de súbditos del Imperio del Sol Naciente, se me hizo la boca agua con la posibilidad de añadir un periódico nipón a mi modestísima colección de diarios de todo el mundo. Una pequeña pero extraña adquisición para mi pequeña afición.


Vistas de Waikiki desde el Hotel Prince Sheraton Kaiulani

Le pregunté a Antonio, colombiano afincado en la isla desde hace 25 años y, a la sazón, mi guía durante la estancia, dónde podía encontrar un kiosco para gastarme unos buenos dólares en auténtica prensa nipona. "No Luisitoooo", me dijo esparciendo la o por la húmeda mañana, "aquí no hay kioscos, lo único los dealers de las calles".



Dealers en las calles de Honolulu, entre ellos el del The Honolulu Advertiser.

Ya había visitado esos famosos dealers, presentes en Hawaii y en todo Estados Unidos. Vamos, los típicos dispensadores que podemos ver en películas y en nuestra serie de periodiquerías. Pero ni un solo kiosquero, ni un solo hawaiano somnoliento por el madrugón típico de todos los kiosqueros, ni un sólo paquete de periódicos esperando a ser colocado en la estantería correspondiente, ni un sólo toldo con la cabecera de un periódico impresa en él. La n con la a. Na´. Debió ver mi cara de decepción, porque se apresuró a decir que igual podía pedir uno en la recepción del hotel. Pero eso era lo fácil.

Durante todo mi estancia en la isla tenía un ojo puesto en las playas y otro en las calles, buscando un leve atisbo de una estructura parecida a un kiosco. Pero nada, no vi absolutamente nada, ni siquiera en mi recorrido por la parte norte de la isla, ni siquiera en la zona donde graban Perdidos. Qué pasa, que Jack y Kate no leen periódicos. ¡Qué desesperación!


La isla del sombrero china, en el norte de la isla y cerca de donde se rueda la serie Perdidos.

Cuando ya creí darme por vencido, visité Ala Moana, el centro comercial al aire libre más grande del mundo. Y me dije "aquí tiene que haber un kiosco fijo". Entre 290 tiendas muy mal se tenía que dar para no encontrar un kiosco. Fue lo primero que busqué y, entre la decepción y la esperanza, vi que en la planta baja, enfrente del hormigueante parking, había un Barnes & Noble, la mayor distribuidora de literatura de EEUU, vamos la Fnac americana, pero a lo bestia. Tras una hábil maniobra de distracción consigo llevar a mi chica hasta ahí. Al entrar localizo a la derecha las revistas, de casi, casi cualquier temática, pero no veo los periódicos por ningún lado. Arrrgghhhh. Tranquilo, respira hondo. Uno, dos, uno dos. Será cuestión de preguntar.

Oficinas de The Honolulu Advertiser, el periódico más antiguo de la isla



Asalto al primer dependiente que veo: "Do you have newspapers?". "Oh yes, in the cash desk", me responde con una amplia sonrisa mientras coloca libros en un cajón de oferta. Ahí me dirijo, no hay nadie, no hay cola, increíble, lo voy a conseguir... Le pregunto a la cajera si tiene prensa extranjera. "No", glups. ¿Y americana?. "No", glups, again. Bueno, pues por lo menos tendrán el USA Today. "No". ¿Again?, pienso yo. Ni siquiera el USA Today, ni el The New York Times, pero qué clase de isla es esta. Por lo menos tendrán los periódicos locales. "Yes", dice. Bueno, pues "give me two", uno de cada. Así que me voy con el Honolulu Advertiser y el Honolulu Star-Bulletin, que visto lo visto, no es poco.

El párking para supervivientes de Pearl Harbor, donde fallecieron más de 1.300 soldados americanos, muchos de ellos formando familias enteras.

Pero uno tienes genes maños y no me iba a rendir tan fácilmente. Al día siguiente nos acercamos con Antonio a Pearl Harbor, visita obligada, tanto por historia como por significado. Impresionante y sobrecogedor. Un monumento flota en la Bahía de Pearl City, donde patriotismo y tragedia se dan la mano bajo un sobrecogedor y respetuoso silencio. Aquí está todo dedicado a los veteranos de la guerra, testigo del horror de la guerra. Y el párking y la tienda no iba a ser menos. Y en la tienda fue donde encontré otras de las joyas que me llevé para España y que no esperaba encontrar vista la escasez de papel prensa en la isla: un par de facsímiles de periódicos de la época. Titulares extrabold para gritar que Pearl Harbor ardía bajo las bombas niponas. Una pequeña joya.

El monumento a los fallecidos en Pearl Harbor, justo encima del USS Arizona.

Pero no me di por vencido y seguí buscando mi "arca perdida". Tuve que rendirme, así que esta vez mi objetivo era la recepción del hotel, último cartucho antes de volver a España. Ahí me encuentro con un amable y florido recepcionista que, lejos de extrañarse por mi interés en coleccionar periódicos, se metió en un cuartucho y salió con un periódico en la mano. Era el Nikkei, periódico económico japonés. Pero a mi me daba igual porque no lo iba a entender de todas formas. "It´s for you" me silbó con una sonrisa en sus labios. Debió ver mi cara de felicidad porque enseguida se le iluminó el rostro y me preguntó si ya lo tenía. Obviamente dije que no y me fui "leyendo" y exhibiendo el periódico como un trofeo de caza. Lo tenía, lo había conseguido. Objetivo cumplido. A pesar de no haber ni un solo kiosco en el paraíso...



Todos los ejemplares que conseguí para mi pequeña colección de periódicos. Hay periódicos de Dallas, San Francisco, Los Ángeles, Hawaii y Las Vegas.

Gracias, en hawaiano.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Semana del diseño

Interesantísima la semana que se plantea. En tan sólo 4 días, los que van del 10 al 13, vamos a poder disfrutar en diferentes puntos de la Península de algunos de los eventos diseñiles más importantes del año. Todo muy concentradito.

CUMBRE DE DISEÑO DE CÓRDOBA



La cumbre Mundial de Diseño se traslada este año a Córdoba. Los días 10 y 11 podremos disfrutar de las ponencias de, Guillermo Gómez Hill, Chiqui Esteban, Rafael Höhr, Tomás Ondarra, Ulises Culebro, Jaime Serra o Javier Sicilia, entre otros. Recordaros que esta cumbre reúne cada año a lo mejor del diseño, tanto de Europa como del otro lado del charco, como pudimos ver en la última edición que se celebró en Estepona. Podéis ver el programa completo aquí.

ÑH06



Hoy acaba el plazo de inscripción, así que si queréis ir a los premios ÑH06 (versión española de la SND) tenéis que daros prisa. Y la verdad es que merece la pena ir a Lisboa y poder disfrutar los próximos días 11 y 12 de conferenciantes de la altura de Dino Santos, Mario Feliciano (creador de la tipografía del último rediseño de El país), Carlos Pérez de Rozas y Mario Tascón, entre otros. Podéis ver el programa completo, y los un pelín altos precios de inscripción aquí

I JORNADAS DE DISEÑO EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN



Acercándonos al fin de semana, podremos asistir los próximos días 12 y 13, en la Universidad Rey Juan Carlos a estas jornadas organizadas por el profesor Pedro Pérez Cuadrado, responsable, junto con Laura González, de las clásicas jornadas del CEU. En Fuenlabrada, sede de las Jornadas, estarán, entre otros, Chiqui Esteban, que tiene mucho trabajo esta semana, Ángel Sopeña, Manuel Durán y Mario Benito, miembro de este humilde blog. El programa completo, aquí.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Sentido común



"Por alguna razón la industria ha supuesto que el lector de periódicos es un tipo al que no le gusta leer ¡...! Suena un poco contradictorio, porque si no le gusta leer no lo comprará aunque hagas textitos de diez líneas"

"La prensa se ha acostumbrado a un beneficio exagerado. Y se ha acostumbrado a gestionar según los criterios de la industria del entretenimiento: rentabilidad y escaso valor del capital humano (...) Ahora el fin de estos grupos es hacer ricos a sus accionistas. Si gestionas un periódico con un criterio de estricta rentabilidad lo más probable es que te lo cargues. Y se está viendo, la mayor parte de los periódicos se están haciendo peor cada día"

"La prensa escrita ha renunciado a la profundidad y el periodismo de calidad se está publicando en libros. Los periódicos se están quedando en un terreno de nadie, entre lo inmediato, donde los nuevos medios le dan sopas con ondas, y lo duradero, que está en los libros"

"Este es un oficio que no te hace rico. Te divierte mucho, genera cierta tensión que acaba dañándote la salud, es bastante imprevisible... luego lo bueno que tiene, conviene disfrutarlo. (...) Cuando eres fuerte con los fuertes, te lo pasas muy bien, pero te llevas muchas hostias. Si eres fuerte con los débiles y débil con los fuertes acabarás teniendo una opinión relativamente mala de ti mismo, y eso no te va a ayudar"

Vamos a tener que escuchar menos a tanto gurú hablándonos del futuro, y más a algunos periodistas hablándonos del presente. A los buenos.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cuestión de criterio




El Parlamento español, para alegría de muchas personas que consideran que los ricos tienen la culpa de que les echen del trabajo o de que les suba la hipoteca, ha acordado modificar el régimen fiscal de los extranjeros residentes en nuestro país que ganen más de 600.000 euros anuales. Estas personas tributarán a partir del 1 de enero al 43%, y no al 24%, como hasta ahora, sustancial diferencia pues. Esta medida afecta principalmente a los deportistas, y muy especialmente a los futbolistas extranjeros de nuestra Liga.

Para ilustrar en portada este tema se podía haber elegido la imagen de uno de los nuevos cracks de nuestro fútbol, como Cristiano Ronaldo, Ibrahimovic o el que cada uno quiera poner. Pero no.

Resulta que todo esto tuvo su origen en una iniciativa que intentaba atraer a España profesionales de élite, científicos y deportistas extranjeros mediante un régimen especial que les hacía tributar como no residentes y a un tipo del 25% (luego al 24%) y sólo por sus rentas españolas, frente a los contribuyentes residentes que tributaban al 43% (luego al 45%). Se le llamó "Ley Beckham". Por tanto, este tema en portada podía ilustrarse también con una imagen del célebre futbolista, y más cuando se le menciona en el cintillo. Pero no.

La opción por la que ha optado hoy Negocio en su portada es poner a la mujer del Sr. Beckham, o sea, Victoria Adams. Pues no lo entiendo, la verdad. Porque que yo sepa, la Sra. Adams ya no reside en España, lo que podía haber salvado la elección. Es desviar un poco la mira. ¿Alguien le encuentra una justificación coherente?

martes, 3 de noviembre de 2009

De lo grande a lo pequeño, de lo pequeño a lo grande

Trabajar en un periódico pequeño no es fácil. Falta de medios técnicos, poco personal, presupuesto muy reducido, etcétera, etcétera. Sin embargo, desde los periódicos pequeños, aquellos que pueblan los kioscos de multitud de provincias españolas, se puede hacer un magnífico trabajo. Si no, que se lo digan a Lola Gómez, responsable de Diseño del Heraldo de Soria y habitual ganadora de premios de la SND.


Hablar de Lola Gómez es hablar de Maquetación y Diseño periodístico con mayúsculas. Ha participado en multitud de proyectos editoriales, desde la que ha llevado a cabo una labor muy fructífera. En 1986 se incorporó al extinto Diario 16, desde donde pasó, como tanto otros, a participar en la fundación de El Mundo en 1989, donde trabajó en el departamento de diseño del diario y del Magazine. Ocho años después, deja Madrid y viaja hasta las frías tierras castellanas para incorporarse al Heraldo de Soria como diseñadora de Suplementos. Actualmente ocupa la dirección de Arte del Heraldo. Trabajando para ese pequeño periódico ha sido galardonada en dos ocasiones por la SND y en cinco (de seis ediciones) por los ÑH, capítulo español de la Society of Newspaper Design.

De lo grande a lo pequeño, de lo pequeño a lo grande.
Mis comienzos en esta profesión fueron en Diario 16. Allí se dibujaba la maqueta con un lápiz rojo, otro negro y con un tipómetro transparente, y en los textos se contaban matrices para después hacer una regla de tres. Conocí la mesa de luz y los primeros ordenadores donde se componían las galeradas que más tarde iban a talleres.

Después, en su fundación, pasé a formar parte de la plantilla de El Mundo. El periódico nacía y yo, como maquetadora, crecía con él. Estrenamos los primeros ordenadores con Edicomp 4000, aquellas maquetas donde se visualizaban las cajas pero no los textos… Era de locos visto desde ahora. Un día, Carmelo Caderot, el director de Arte, se fió de mí y me dejó maquetar el Magazine de la primera época. Este suplemento no se hacía con el Edicomp, sino en maqueta de papel, tirando de la fotocopiadora y de la ampliadora de laboratorio de fotografía. Y allí, al cabo de poco tiempo, me pusieron un Mac delante.

Los que no han conocido todo eso no se pueden imaginar lo que sentí cuando hice mi primera maqueta en aquella pantalla. ¡Se podía hacer de todo y lo que era aún mejor: lo veías! (Parezco una abuela, pero no hace tanto tiempo de eso).

Y hasta hoy.

1. NO HAY EXCUSA
Fui de lo grande a lo pequeño. Pero si ahora comparo los medios técnicos que tenía entonces con los que tengo ahora en la redacción de Heraldo de Soria, el abismo es evidente. El saldo actual, a favor. En este momento, todos los periódicos españoles disponen de la tecnología suficiente como para desarrollar un buen diseño cuidado y de calidad, incluidos los pequeños. Así que eso no es obstáculo para no poder hacer un buen trabajo. No hay excusa. Aunque a veces, tampoco presupuesto.









2. DE TODO UN POCO
El problema llega cuando descubres que el funcionamiento del equipo de diseño es atípico comparado con diarios más grandes. No sólo se realiza trabajo de maquetación con sus respectivos suplementos, sino que además han de llevarse a cabo tareas de producción, control de planillo y publicidad -que también se diseña en la propia sección-, esquelas, anuncios por palabras, parte de la labor fotográfica, como es el tratamiento de las imágenes y el envío de los PDFs a la rotativa (que en nuestro caso, se encuentra en Zaragoza) y todo eso a cargo de cinco personas.










3. NUNCA PASA (CASI) NADA
Por si eso fuera poco, en una ciudad pequeña pasan muy pocas cosas, y todo lo que ocurre es cíclico. Año tras año se repiten por las mismas fechas idénticos acontecimientos, algo que obliga a mis compañeros redactores a echarle mucha imaginación para no repetirse. Aprovechan cada acontecimiento, por mínimo que sea, para hacer algo especial, y nosotros desde maquetación hacemos lo propio, procurando que cada día el lector se encuentre con una sorpresa visual, con un guiño, con un nuevo regalo. Ahí es donde hay que agudizar el ingenio. No hay tecnología que valga.










4. PERO A VECES, SÍ PASA
Y el día que ocurre algo importante… Ese día sabes que la mitad del periódico va a ir de eso. Entonces llegan los del departamento de publicidad y te colocan en las páginas de apertura, empezando en la 2, unos módulos a lo largo de toda la cobertura. Por supuesto, no se puede decir que no, que de eso vivimos. Ese día nos estiramos y damos más páginas a color de lo habitual porque el tema lo merece, y podemos saltar a 24 o incluso a 32 si hay además un suplemento. Lo habitual son 8 o 16 y hay que intentar que el color quede bien distribuido a lo largo del periódico, aprovechándolo en las páginas que tengan las mejores imágenes.






5. EL FACTOR HUMANO
Un periódico se hace entre todos. Nosotros no somos muchos (alrededor de una treintena) y la mayoría aporta ideas que tenemos en cuenta en la sección.
¿Qué maquetador no agradece que le den un titular de antemano, una palabra, una sugerencia? La chispa que nos haga ir, un día más, de lo pequeño a lo grande.


(El diseño de Heraldo de Soria tiene como base el de Heraldo de Aragón, grupo del que forma parte. Cuando Heraldo de Aragón fue rediseñado por Javier Errea y pasó a formato tabloide, Heraldo de Soria lo adoptó, salvo con unos pequeños cambios que Javier realizó para adaptarlo a las necesidades lógicas de un periódico más pequeño.)

lunes, 2 de noviembre de 2009

Diseñario 2.0 (IX)

Absortos, perplejos, sin dar crédito de que frases de absoluto perogrullo como que "los periódicos se hacen para leer" tengan que recordarse en estos tiempos confusos porque resulta que las empresas periodísticas suponen que a sus compradores no les gusta leer (¡¡¡¡¿¿¿¿????!!!!), los miembros del comité de expertos siguen escribiendo a pesar de que al parecer nadie en este mundo lea, y en el futuro de los gurús mucho menos. Escriben voces, voces, voces... de este infinito Diseñario (cuya propia escritura genera nuevas voces como "apertura", la primera de su versión 3.0), obra colectiva sobre el diseño periodístico y la prensa en general, irreverente y abierta a vuestra participación.





Chiste. También conocido como viñeta o tira o humor gráfico. El chiste es un clásico de nuestros periódicos. Suelen ocupar su espacio en las páginas de opinión y su emplazamiento no es fruto de la casualidad. De hecho podemos decir que son en sí mismos un género periodístico más, ya que desde sus viñetas, con sus trazos y caricaturas, contienen igual o mayor carga de opinión de la que pueda tener un editorial o una columna y encima, todo dicho con una sonrisa, que es como más suelen doler los palos al que los recibe... Las posibilidades del humor gráfico a la hora de formar opinión son tan enormes que de hecho acaban diciendo las cosas que muchas veces no se atreve nadie a poner por escrito. Los límites de lo políticamente correcto o del clamor popular no se suelen aplicar a estos pequeños dibujos. En muchas ocasiones, lo más controvertido, lo más interesante o lo más polémico del día suele estar contado en las viñetas de las páginas de opinión.
En España tenemos la inmensa fortuna de poder disfrutar de grandes de la viñeta como el gran Ricardo Martínez (en solitario o cuando forma duo con Nacho), Gallego y Rey, Forges, Mingote, El Roto, Idígoras y Pachi... Tiernos algunos, conceptuales otros, demoledores, irónicos... certeros analistas todos de la actualidad, auténticas firmas de primera línea que en lugar de escritas nos llegan dibujadas cada mañana, para informarnos mientras nos roban una sonrisa.

Chupar. No es lo que todo el mundo piensa. Ah, que no lo estáis pensando, claro. Pero también lo es, esa práctica habitual en todas las redacciones que en el mundo periodístico existen y que se lleva a cabo bien de manera voluntaria como parte de las actividades de autopromoción aprofesionales, o bien involuntaria como peaje obligatorio, porque para comer suele ser necesario chupar primero. La palabra más frecuente es otra, que no vamos a reseñar por pudor candoroso, y no hay quien se libre de ella (que levante la lengua quien se atreva a afirmar lo contrario).
No es lo que todo el mundo piensa ya que con el término chupar que hemos heredado de las artes gráficas (donde también se chupa lo suyo, si no más) nos referimos a achicar espacios entre letras con el propósito de que quepan títulos (generalmente, también textos) que de natural no cabrían en ese espacio y con ese mismo cuerpo. Es la famosa modificación negativa del track en los programas informáticos de autoedición.
Puede hacerse también, y de hecho se hace, con el equivocado concepto de que esos espacios entre las letras en realidad no sirven para nada y es mejor eliminarlos, teoría propia de esos que creen saber mucho porque en realidad no saben apenas nada, muy frecuente. Existe además el efecto estético de forzar la tipografía hasta que se junten del todo las letras, e incluso mucho más, tarea "artística" poco práctica en los periódicos, excepto en algún suplemento y con un fin muy determinado. Sería como la gran chupada, o algo así.
En el diseño periodístico, además de chupar, también arañamos, comemos espacio, sangramos, tocamos cuerpos, los subimos y bajamos, engatillamos, cortamos los pies, cabeceamos e incluso mordemos, pero todo esto es otra historia que tratamos adecuadamente en sus correspondientes voces y que os invitamos a que consultéis, preferiblemente con la lengua fuera.

Cierre. Hora límite en la que una publicación tiene que estar lista en todos sus aspectos para mandar a imprimir. Normalmente coincide con la oscuridad de la noche. Suele ser una hora fija, con la particularidad de que nunca, y decimos nunca, se cumple. Es requisito indispensable que la hora de cierre sea, casi siempre, utópica.
Sin embargo, el cierre es algo más que esa hora límite. Es un estado de ánimo, una sensación, un sentimiento incluso. Es una espada de Damocles, un péndulo estilo Poe que oscila sobre nuestras cabezas y se aproxima cada vez más y más a medida que el reloj avanza y el umbral de descojonamiento se rebasa. Porque la proximidad del cierre es directamente proporcional al deterioro de las páginas: cuanto más cerca, peor quedan, ya se sabe, la presión del cierre...
Cierre también es una expresión esgrimida por los jefes para llenar más la olla a presión que es el cierre. "Vamos chicos que ya hemos reventado la hora de cierre" o "vamos que no cerramos, joder", son sólo algunas de las dos frases que se oyen en la redacción entre las 21 y 22,30 horas (o la utópica hora de cierre que se haya estipulado en cada periódico: 22.30 para la primera edición y 1.00 de la madrugada para segunda en el caso del diario El Mundo). Por eso se oyen, porque a esa hora ya debería estar todo cerrado. Y todo parece más abierto que al empezar.
Además, el cierre es un imán de anécdotas y problemas, porque son pocos los cierres sin problemas. Siempre que haya cierre, hay anécdota y/o problemas. Que si la impresora no funciona, que si se cae la página, que si entra una noticia nueva y hay que levantarlo todo... Esto suele ser consecuencia directa de la mención de las palabras mágicas a primera hora de la mañana: "hoy vamos a tener un cierre tranquilizo" (o en su vertiente vespertina, "qué bien vamos hoy"). Craso error. Si a los Gremlins nunca se les debe dar de comer a partir de media noche, nunca se debe mencionar esa frase el día de cierre. Nunca. Nunca. Os habéis enterado, si no queréis joder el cierre NUNCA digáis las palabras mágicas.
Pero hay expertos periodistas en reventar el cierre, los conocidos como revienta-cierres. Con las palabras "ya lo tengo casi listo" responde al grito más temido a esas horas: "cómo no lo acabes metemos una chapa y mañana te vas a enterar". Todo aderezado con su dosis de gritos y sudores fríos por parte del resto de la redacción presente. Durante la semana ha madurado el tema y casi siempre lo tenía "acabado", pero el cierre, como el tiempo, pone a cada uno en su sitio y destapa el tarro de la verdad: siempre llegamos al cierre tarde. Siempre. Porque de lo contrario, no sería cierre...
Desgraciadamente, existe otra triste acepción de la palabra cierre, y es la que hace mención al cese de negocio de una publicación. Con este cierre, cese, clausura, liquidación, finiquito, o como se le quiera llamar, de un medio de comunicación, no sólo se pierde un poquito de libertad y pluralidad, sino que también se pierden muchos puestos de trabajo de gente muy competente.
Aunque no nos gusten y queramos que todos y cada uno de los medios de comunicación sigan su andadura, nos tememos que esta acepción nunca la podremos suprimir de este Diseñario. Pero contra eso, podemos tirar del diccionario de antónimos y buscar "apertura".

Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.

viernes, 30 de octubre de 2009

Pepe el brujo

Esto es una llamada de auxilio. Desesperada. Un grito de socorro para que algo, alguien, hagan algo y lo paren. A Pepe el brujo. Pronto.

Nuestro muy querido amigo Charly Carbajosa, uno de los mejores periodistas deportivos que conocemos, especializado en el Real Madrid, no tenía que haberlo hecho. Ni nosotros tampoco. Aunque fuese una historia "curiosa", de esas que se lee todo el mundo, ji ji, jo jo... Ahora ya no nos reímos, algunos claro, otros indeseables amigos del mal ajeno sí y mucho. No nos dimos cuenta de lo que nos decía Raúl del Pozo desde el artículo contiguo, supongo que con cariño. Y ya es tarde para otra cosa que no sean lamentos.



Nos explicamos. A oídos de nuestro querido reportero llegó que José Ruz, de 57 años, profesional del vudú con despacho en Málaga, había sido contratado para que con su magia lograse poner fuera de juego a Cristiano Ronaldo, y por extensión al Real Madrid. Fuera de juego en sentido figurado, porque en el real tampoco hace falta que le ayuden mucho para que allí lo encuentre la pelota, y el árbitro. La idea era que este brujo causara una lesión en la estrella futbolera clavando alfileres en un muñeco de cera portuguesa, como puede verse en la imagen. Una lesión no muy grave, pero sí lo suficiente como para apartarle del equipo. Ji ji, jo jo. "En el Madrid están encantados con la originalidad", escribía inocentemente Charly el 29 de septiembre pasado, "aunque en el club se descarta por el momento organizar una batida por Málaga". Cristiano Ronaldo se lesionó exactamente UN DÍA DESPUÉS de que esta noticia fuese publicada, en un partido de Champions que enfrentó al Real Madrid con el Olympique de Marsella tras una durísima entrada de Diawara. Ji ji, jo jo. No ha vuelto a jugar con el Madrid desde entonces.

Suponemos que la idea de la batida por Málaga debe estar en consideración ahora como tema prioritario en el orden del día de cualquier Junta directiva del Real Madrid. Porque después de aquello el Real Madrid, sin su estrella goleadora, sufrió una derrota dolorosísima contra un envejecido Milán, en el Bernabéu para más inri (hostia europea); un más que triste empate con el Sporting de Gijón la misma jornada que el Barça goleó (hostia en Liga); y finalmente el considerado como el mayor ridículo en la historia del club blanco: el humillante 4-0 sufrido ante el Alcorcón, entusiasta equipo de semiprofesionales de segunda B (hostia de copas).

Esto no tendría nada que ver con el diseño periodístico de no ser porque fuimos alguno de nosotros quienes maquetamos aquella página. Quienes nos reíamos mientras elegíamos con qué foto del brujo ilustraríamos el texto con formato fijo de "El zoo del siglo XXI", artículo habitual de la contraportada del periódico. "Mira, si tiene un muñequito donde pone Cristiano Ronaldo con alfileres clavados, jua, jua, ji ji, jo jo." Y ahora qué, porque el otro día, mientras los goles caían uno tras otro en aquel campo modesto en el que además nos "meaban" empecé a sospechar, yo, descreído y racionalista donde los haya, que lo de Pepe el brujo no era una broma, no podía ser una broma. Empecé a sospechar, y a temer. Y a sentir el peso de la culpa porque nunca debimos maquetar aquella página. Aunque uno de los nuestros, uno tan sólo supongo, sospechamos que incluso se alegra con lo sucedido hasta el punto de que lo volvería a hacer con todo el despliegue que el diseño permite. Que no es poco.

Esto es una llamada de auxilio. Desesperadísima. Porque sabemos que ahora mismo, en la víspera de los siguientes partidos que pueden llevarnos al abismo más absoluto, primero frente al Getafe, después contra el Milán de nuevo en Europa, Atlético de Madrid (un respiro casi seguro), vuelta al Alcorcón y por último... contra el ¡BARCELONA!, no, no, NOOOOOOO. Ahora, decíamos, sabemos que Pepe el brujo, un hombre tan malvado que tuvieron que expulsarlo del propio infierno, debe estar en un oscuro despacho malagueño iluminado por velas negras, clavando aún más ese asqueroso alfiler en el inocente cuerpecillo de un muñequito que nunca hizo mal a nadie, y removiendo su punta dentro de la tierna cera de arriba a abajo, a los lados, con saña... y necesitamos que algo, alguien, haga algo y lo paren. A Pepe el brujo.



Actualización: Ha terminado el primero de los partidos que mencionábamos en este post con victoria del Madrid por 2-0 ante el Getafe. La expulsión injusta de un jugador madridista al comienzo del partido nos hizo pensar en la fuerza del lado oscuro de Pepe en acción, del brujo, no de nuestro defensa. Y puede que así fuera. Pero estamos esperanzados porque nuestra llamada de socorro parece haber llegado hasta un alma caritativa que con su magia blanca, y nunca mejor dicho, está empezando a neutralizar a Pepe el brujo. Gracias.