lunes, 12 de abril de 2010

Diseñario 2.0 (XXV)

No crean que no nos ha costado hacerles entrar en razón, convencerlos de que abandonen esa vida ociosa y regalada del que sigue la senda de los vagos que en el mundo han sido, y son, para que vuelvan después de lo que ellos mismos calificaron como "parada técnica", hipócrita hasta casi la provocación manera de llamar a esa práctica tan extendida de palparse las vengüenzas. No es que aprovechando la Semana Santa se metan entre pecho y espalda tres semanas de vacaciones, no, es que hacen una "parada técnica"... en fin. Que aquí están de nuevo con todos ustedes los misteriosos, geniales, caprichosos, incalificables miembros del Comité de Expertos de encajabaja con otra entrega del Diseñario, obra infinita, colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general.





Flash. Informativamente, es una primera aproximación a la noticia. Un sujeto, un verbo y un predicado (y a veces ni eso) para dar a conocer una noticia urgente, algo que acaba de suceder. Un urgente, como lo llaman en las webs informativas. Un comunicado rápido, directo, sin florituras.
Si hablamos de informática, es programa de animación vectorial en dos dimensiones. Cuando pinchamos en esos grandes plays que salen en las portadas de las webs, cuando vemos un vídeo de youtube o cuando vemos esos gráficos tan monos y tan multimedia que se mueven y pasan de una escena a otra, eso es flash.
A través de las animaciones, y como si de una película se tratara, se van creando las imágenes, fotograma a fotograma, que conformaran nuestra película. Porque el resultado de un proyecto de flash es, ni más ni menos, que una película.
La principal ventaja de Flash respecto a la animación tradicional es la interacción que permite con el usuario/visitante, pudiendo personalizar, casi en un 100% diferentes aspectos de las animaciones. Imaginad la cara del publicista ante la avalancha de datos para poder vender, vender, vender.
Para muchos, este programa puede parecer algo milagroso. Y realmente casi lo es, porque permite, a través de objetos, polígonos y colores, crear una película desde cero, o reducir a la mínima expresión el peso de un vídeo y poder colgarlo en cualquier página web.
Sin embargo, parece que los "cacharros" que Apple fabrica, como el Ipad, y que los analistas predicen como la tabla de salvación de la prensa, le tienen especial alergia a este formato. Vamos, que no lo tragan y se niegan a pasar por el aro del flash.
Flash también es la luz artificial que se utiliza en fotografía para iluminar una escena. Bien empleada, y no es fácil hacerlo, puede lograr fotografías magníficas, pero mal usada suele ser el desencadenante de que tengamos que desechar una foto "porque tiene un flashazo" impresionante, por no hablar de las "hermosas" sombras que genera si no se controla este aspecto.

Foliar. Término que debe escribirse, y sobre todo pronunciarse, con sumo cuidado a fin de evitar engorrosos malentendidos. Foliar, así, bien escrito, es ni más ni menos que el acto, sí el acto, de poner a cada página su número correcto. Aquel que le corresponde en el orden que se ha determinado previamente para que salga impresa, es decir, que la página que queremos que sea la primera lleve un uno, la segunda un dos... y así sucesivamente hasta la última.

Fondo. Lugar de la información al que el buen maqueta ha de dirigirse si quiere realmente hacer una página que merezca la pena. No hemos de olvidar que la función del maquetador es la de informar. Repitámoslo, una y otra vez, como si de un mantra se tratara: maquetar es informar, maquetar es informar... Y para informar, pequeño saltamontes, hay que ser capaz, tener la valentía, incluso, de levantar la vista más alla de los píxeles de la pantalla que tenemos a unos palmos de la cara. Lo que diferencia a un periodista de un juntaletras es la capacidad de llegar al fondo de los temas, en lugar de golpear y rebotar en la superficie de los mismos, como una vieja polilla intentando conquistar el interior de una bombilla... Y lo que diferencia a un buen maquetador, a un editor, de un pintor de corondel gordo o de un alicatador de tramas de color, también llamadas fondos, es la visión global, esa que te da una panorámica de las informaciones, desde la más pequeña hasta el total de los temas que manejas. La que te hace rechazar una foto, o aquella que te ayuda a dirigir entre la maleza a un desorientado redactor, que ha oído llover pero, confuso, no sabe cómo llegar a campo abierto. Llegar al fondo cuando maquetas significa huir de lo obvio, de lo prefabricado. Tratar al lector con respeto y ofrecerle algo más que el teletipo del día titulado a cuatro columnas...
Generalmente los mejores recursos, los tesoros más preciados, los grandes hallazgos suelen estar escondidos, resguardados a salvo de mediocres que no los merecen en el fondo de los cajones, de los baúles... de la propia experiencia: de las vivencias más personales o de los sentimientos más íntimos. El día que no seamos capaces de llegar hasta ahí, de rebuscar cinco minutos más hasta dar con ellos, será el día en que debamos mirar hacia atrás, y sin más ceremonias, erguir la cabeza y retirarnos.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.

sábado, 10 de abril de 2010

Luto 2.0 en Polonia



Esta mañana nos hemos levantado con la triste noticia de la muerte del presidente polaco Lech Kaczynski y otras 95 personas en accidente de avión. Nos imaginamos a un país desconcertado y sumido en la tristeza por la muerte de su máximo mandatario.




Aún así, o tal vez como respuesta al dolor, los medios han reaccionado de manera rápida y eficaz, no sólo en el fondo, también en la forma. Y lo han hecho de forma imaginativa. Nos enteramos a través de nuestro compañero Sergio Rodríguez y su blog El Catalejo, que la mayoría de las webs informativas de Polonia e, incluso, la web de la presidencia polaca, se han teñido de luto. Pero han ido un paso más allá de la tradicional corbata negra y el crespón en la solapa. Han convertido sus píxeles al blanco y al negro para demostrar su luto. Un luto 2.0 para afrontar un duro trance. Desde aquí, mucho ánimo para todos los polacos.

viernes, 9 de abril de 2010

Ladillo, D.E.P.



Estamos de luto porque una de las consecuencias indeseadas, y no previstas, en el rediseño de nuestro periódico ha sido la práctica desaparición de nuestro querido ladillo. Se ha ido, sin casi hacer ruido, silenciosamente, sin rechistar.

Como bien dice el Comité de Expertos encargados de la redacción del Diseñario, ladillo es el "pequeño epígrafe que se inserta en el texto y sirve para situar al lector ante lo que se le avecina. Suele destacarse tipográficamente o con un cuerpo mayor. Pertenece a un segundo nivel del lectura, ese que se alcanza sólo cuando profundizamos en el texto. Su utilidad, aparte de informativa puede ser estética, puesto que los ladillos contribuyen a aligerar los textos largos, y se agradecen profundamente cuando nos enfrentamos a varias columnas seguidas de texto". Todo un clásico del periodismo y los periódicos.


Un ladillo.

Pero sucede que en los nuevos modelos de páginas hay muchos más elementos que antes con esa misma doble función, informativa y estética para aligerar la sensación de "plomo" en las columnas. Sumarios, sumarios dobles y hasta triples, pequeños destacados con fondos de color al ancho de columna natural, o con un ancho mayor "mordiendo" las columnas de texto, apoyos en negrita y justificados en bandera que en ocasiones también practican el abordaje de las columnas vecinas, llamadas a la web con su formatito especial, llamadas al nuevo Orbyt (la web de contenidos "premium" de pago), fotos que también dan mordisquitos a las columnas... tantos, que no queda apenas espacio para colocar un sencillo y noble ladillo. Colocarlo rompería, todavía más, el ya de por sí truncado ritmo de lectura.

Nuestro querido e inseparable titulito, que tantas veces nos salvó de un ladrillazo, ahora ha quedado relegado, únicamente, para aligerar noticias secundarias a una columna, y sólo cuando esa columna va de arriba hasta abajo de la página.


Varias páginas en las que el ladillo ha sido sustituido por otros elementos.

Descanse en paz, hasta siempre ladillo... o hasta el nuevo rediseño. Que en esto del diseño periodístico nunca conviene enterrar nada del todo porque existe la resurrección y damos fe de ello. Mientras tanto, si sucede lo mismo en vuestro periódico, podéis imprimir la esquela con la que abrimos este post y colocarla en la pared del departamento de diseño como estamos haciendo nosotros ahora mismo.


Mario Benito / Luis Blasco

lunes, 5 de abril de 2010

El periodista robot (I)

El famoso periodista multimedia que casi todos quieren que seamos, o que sean quienes vengan a sustituirnos a mitad de precio además, ¿estudiará ciencias o letras? ¿Estudiará?



Tengan en cuenta que este periodista robot que les mostramos y que ha desarrollado el "Intelligent Systems Informatics Lab" (ISI) de la Universidad de Tokio según leímos en Singularity Hub hace ya más de dos semanas en un artículo que ahora repiten todas las webs "informativas", no ha estudiado nada, ni falta que le hace, para dominar a la perfección Photoshop e Ilustrator en cualquiera de sus versiones y actualizaciones, y la suite entera de Adobe qué coño, junto con todo el lenguaje de programación habido y por haber, MySQL, Quark... no, Quark no, que es para papel y suena anticibernético, FinalCut, AfterEffects y lo que se invente en edición de vídeo, Cubase, 3DSutdio y cualquier aplicación que simule las tres dimensiones que desde hace décadas, muchas, nos anuncian que serán el futuro del cine... Y por supuesto, todo lo relacionado con internet, Flash, CSS, HTML, SEO... todo, e insistimos, sin tener que estudiar nada. Se le introduce el software aleccionador mediante un cablecito, o con una llave USB (nunca con un CD, ¡nunca!, que son del pasado, ni siquiera un DVD) o mejor aún con una conexión inalámbrica del tipo que sea y... ¡listo! A funcionar, y nunca mejor dicho.

No hay manera de instalarle conocimientos de historia, economía, relaciones internacionales, filosofía, comunicación o derecho, entre otros muchos molestos y decorativos saberes, con los que pueda comprender y así establecer relaciones para poder interpretar lo que tiene que contar a los otros. No parece necesario que el periodista multimedia robot tenga que saber nada de todo lo que hasta ahora se enseñaba, y se sigue enseñando, en las facultades de periodismo para que los periodistas humanos tengan una "cierta idea" de las disciplinas que ayudan a entender y analizar el mundo. O a especializarse después en alguna de ellas para profundizar en los temas de los que escriba. No debe ser necesario porque en esos listados que de vez en cuando nos "aconsejan" sobre todo lo que necesita saber un periodista multimedia ¿ha visto alguien que se mencione la literatura, o las ciencias políticas, por poner un par de ejemplos básicos? Idiomas sí, inglés vamos, aunque sólo sea para leer las instrucciones de algún cacharrito tecnológico de ultimísima generación (no osbstante, como podéis ver, el periodista robot ya los lleva incorporados de fábrica) y sobre todo para leer por encima las páginas web de una red global que en un abrumador porcentaje está escrita en tan práctico idioma, lingua franca mundial.



Además de prescindir de todas esas molestas condiciones sociales y laborales que demandan los humanos, los pocos que cada vez menos se atreven a hacerlo, el periodista multimedia robot tiene la enorme ventaja de no tener que ocupar ni una sola célula de su preciosa memoria con esos conocmientos que en realidad distraen a los periodistas en la labor para la que realmente los quieren la mayor parte de las empresas que les pagan: llenar de contenidos que no comprometan en lo más mínimo a esas mismas empresas en su sacrosanta labor de ganar dinero, es más, reforzar esos contenidos para obtener únicamente ese ansiado fin. Por eso, no es que no se necesiten los conocimientos mínimos para valorar, para seleccionar (hay ya quienes incluso alardean de que la selección de sus noticias en la portada de su página web la llevan a cabo "robots", en relación a un software específico, precisamente la selección que es una de las esencias del periodismo), para interpretar y poder dar una visión propia de la realidad, no es que no se necesiten esos conocimientos, decímos. Es que se rechazan. Si alguien los tiene, mejor que los oculte si quiere trabajar y más aún si pretende ascender en el periodismo. Prefieren que no pienses, que seas un periodista multimedia robot, "ya pensamos nosotros por ti, tú dedícate a ejecutarlo, a llenar de contenidos nuestra web". Una falta de visión y de perspectiva que se puede comprobar, por ejemplo, en cómo están dando las "distintas" páginas web elaboradas por periodistas multimedia robots esta misma noticia del periodista multimedia robot aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí, y aquí...

martes, 30 de marzo de 2010

‘Avatar’ de diseño

Ya que nuestro último post nos situaba en pleno Hollywood con esa fantástica entrega monográfica de "Periodiquerías" a cargo de Gonzalo del Prado, desde allí regresamos con la sorpresa todavía a cuestas de no haber visto cómo la última película del peliculero mayor James Cameron, su publicitadísima Avatar (de un presupuesto casi secreto de unos 500 millones de dólares, la partida de márketing asciende a ¡150 millones!), se quedaba sin ganar todos los óscares ganables como parecía evidente antes de la entrega de premios. La industria no se ha premiado a sí misma, ni se ha rendido al todopoderoso poder del dinero en esta insólita ocasión, como se suele repetir cada año por estas fechas. Y a mí hasta me parece bien. Porque no me gusta Avatar, ni coincido con los planteamientos a los que podemos asociarla desde el punto de vista del diseño periodístico. Sí, eso es... Avatar es puro "diseñismo".


Ya hemos comentado alguna vez, y nuestro "Diseñario" recoge también este término que modestamente hemos acuñado, que el diseño periodístico no debe ser un fin en sí mismo, una propuesta estética ajena a los contenidos informativos, que maquetar la página de un periódico es informar y no decorarla, que se trata de editar contenidos informativos mientras que lo contrario es "diseñismo"... y no lo repetimos para molestar a quienes se molestan, sino sencillamente porque lo entendemos así. Que cada vez que hablemos sobre diseñismo alguien se enfade no es suficiente motivo para que dejemos de hacerlo, ya que como bien dice el gran Lobo "es parte de nuestro trabajo ser políticamente incorrectos".

Y esta película, cuyo espectáculo visual nadie cuestiona, bueno casi nadie, porque conocemos incluso quien no llegó a ver las tres dimensiones, nos lo ha vuelto a recordar con su despreocupación por contar una buena historia, con su enorme esfuerzo en tecnología y recursos financieros destinados a generar tan sólo grandiosas imágenes... que se convierten en un fin en sí mismas.


"En lugar de intentar recuperar el talento creativo de los guionistas televisivos para el medio cinematográfico, han optado por apostar fuerte por la generación de imágenes por ordenador", escribió Enrique Fiblas sobre Avatar antes de la entrega de los premios Oscar en ese nuevo medio digital de altísima calidad periodística que es FronteraD. El artículo, titulado "Avatar, el viejo nuevo mundo", continúa pocas líneas después afirmando que "resulta sorprendente que un proyecto que ha tardado 12 años en ver la luz carezca de un guión con al menos un ápice de garantías (...) El despliegue tecnológico permite unas imágenes que abruman en un principio por su espectacularidad. Pero sin un guión decente que les dé vida, pronto se desvanece la magia de ese mundo magníficamente recreado en algunas escenas, y se cae en una monotonía que convierte el metraje en excesivamente largo". Pues eso es ni más ni menos el "diseñismo".

Y lo más curioso para nosotros no es que haya sido su ex mujer Kathryn Bigelow quien se ha llevado los principales galardones dirigiendo la magnífica The Hurt Locker, una película sobre la guerra de Irak, sino que esa película ganadora tenga precisamente un gran guión escrito por Mark Boal, periodista norteamericano que estuvo en la zona del conflicto.


Fotografías de Mario Benito

La diferencia es que en el cine la cosa parece funcionar mucho mejor que en la prensa. Avatar se ha convertido a pesar de su superficialidad, o gracias también a ello, en una película que ha recaudado muchísimo dinero, no la más taquillera de la historia como se aventuran a escribir quienes repiten lo que les dice la productora sin hacer los correspondientes ajustes del precio del dinero (no tiene el mismo valor un dólar de Avatar que un dólar de Lo que el viento se llevó, que posiblemente siga siendo "la que más dinero ha ganado", como sabe cualquier estudiante de economía... y cualquier persona con sentido común). Y sin embargo, todavía no conocemos a ningún lector que haya esperado una cola para comprar un periódico con un diseño vacío de contenidos relevantes. Lo intentamos a comienzos de los 90 en el diario El Sol, pero su editor Germán Sánchez Ruipérez (el "amo de la burra" como él mismo se autodefinió) hizo perder varios miles de millones de pesetas a Anaya y al resto de los accionistas, y las exiguas ventas junto a una publicidad que tampoco pareció interesarse en el diseño por el diseño sin lectores nos cerraron un periódico que no llegó a cumplir el año y medio de vida.

Seguro que hay a quien pueda parecerle interesante el diseño y la imagen en sí mismos, independientemente de los contenidos periodísticos o de un guión inteligente, y que se entretengan así mirando colores y texturas y fondos y transparencias y blancos y rayitas, y tipos de letras, gentes como nosotros en todo caso, deformadas por nuestra profesión o con un interés especial en ello, pero no lectores comunes para quienes hacemos los periódicos, porque el "diseñismo" no es ni cine ni periodismo. El cine y el periodismo a lo que se dedican en realidad es a contar historias.

martes, 23 de marzo de 2010

Periodiquerías (XVII)

Nunca imaginamos cuando empezamos esta aventura llamada periodiquerías que viajaríamos para comprar prensa por tantos y tan variados rincones del planeta. Pero lo que nunca hubieramos podido adivinar es que íbamos a ser testigos privilegiados de toda una ceremonia de los Oscars, los premios por excelencia del cine americano. Y para los miembros de encajabaja, cinéfilos y mitómanos a partes iguales, ha sido un regalo inovidable. De hecho, nos ha hecho tanta ilusión, que hemos decidido dedicarle una entrega monográfica. El detalle se lo debemos a Gonzalo del Prado, compañero de profesión, buen periodista y mejor amigo.

Al fondo, la mítica alfombra roja vigilada por el tío Oscar.

Desde hace ya unos años, Gonzalo se encarga de la información de cine en los informativos de Antena 3 televisión. En estos años, ha tenido la suerte de conocer y entrevistar a muchos de los grandes del mundo del cine, los Spielberg, Scorsese, Hanks, Almodóvar, Amenábar, etc, etc... y de visitar los mejores festivales de cine del mundo, entre ellos, los Oscars, de los que está convirtiéndose en asiduo... Parte de esas experiencias las cuenta más en petit comité en su muy recomendable blog Bienvenido Mr. Blog de la web de informativos de Antena 3. Muy recomendable, no sólo porque sea nuestro amigo, sino porque siendo el cine un mundo de ferias y vanidades nos gusta su desapasionada aproximación a la materia: "Sólo soy un informador. De crítico tengo lo que cualquier otro ciudadano de a pie", comenta, con modestia, en su texto de presentación.



Los clásicos dispensadores de prensa americanos, tan cinematográficos.


En la ceremonia de este año, entre agotadoras jornadas de veinticinco horas más jetlag, tuvo el detalle de reservarnos este pedacito de Highland Avenue con Hollywood Boulevard, el mismo día de la ceremonia. En unas pocas horas, esas vallas ahora vacías, estarían rebosantes de curiosos a la caza de un autógrafo mientras las estrellas de Hollywood relucían en la roja alfombra del Teatro de los Sueños. Gracias a Gonzalo del Prado, encajabaja estuvo ahí antes que nadie para compartirlo con todos vosotros.


Encajabaja en los Oscars de 2010. Esto ya no hay quien lo pare....




Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima

lunes, 22 de marzo de 2010

Parada técnica

Así han tenido la poca vergüenza en llamar los miembros del comité de expertos de encajabaja encargados de la redacción del Diseñario un pequeño parón en su labor infinita, empalmando el puente de este fin de semana con las vacaciones de Semana Santa, que han decidido tomarse por su cuenta y riesgo en las entregas de esta obra suya y vuestra... Parada técnica del Diseñario.

Que no cunda el pánico porque el Diseñario volverá, pues, después de este paréntesis en el que nuestros esforzados y anónimos diseñaristas recuperarán energías e inspiración el fin de semana del 10 al 11 de abril. Mientras, si se os pasó alguna entrega, aquí os incluimos los enlaces de toda la edición revisada y corregida del Diseñario 2.0. Ya sabéis, una obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación, sobre el diseño periodístico y la prensa en general.





Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.