Atendiendo al principio clásico de que el orden de lectura en la cultura occidental es de izquierda a derecha y de arriba a abajo, lo primero que aparece en nuestro periódico, antes que la fecha del día o incluso que la cabecera es... ¡una frase célebre!
Filósofos, escritores, políticos, afamados o anónimos pensadores de toda condición, gurúes de la sentencia breve y certera han pasado por "la frase", que es como llamamos a la frase en la redacción. Y no siempre resulta fácil buscar palabras pertinentes para encabecezar todo lo que se puede contar sobre un día, que es en definitiva un diario. Nuestro compañero de la mesa de cierre
Alvaro Tizón nos explica cómo cada día leen el editorial para buscar una idea que se plasme después en una cita célebre. Tienen varios diccionarios de citas que cada vez consultan menos porque ahora lo más rápido y efectivo es utilizar páginas web como
proverbia.net o
wikiquote.
Nosotros queremos reseñar hoy también frases célebres, pero a un nivel más... cercano. Y como ya se cita sobradamente a diseñadores o periodistas pajamentalistas de renombre, vamos a hacerlo con palabras que se han ganado la fama en nuestro entorno inmediato, frases de gentes con quienes trabajamos y convivimos todos los días en la redacción.
"Lo mejor es enemigo de lo bueno", lleva repitiendo durante muchos años nuestro director adjunto
John Müller para agilizar el cierre de las páginas, para terminar el trabajo de una vez. Y aunque pueda parecer a primera vista que esta filosofía pudiera perjudicar la excelencia... en realidad es puro periodismo. Es exactamente lo contrario al
"vamos a darle otra vuelta", frase anónima de muchísimo éxito en todas las redacciones y entre el personal más diseñista en particular, pronunciada a menudo por quienes desconocen el afamado
"umbral de descojonamiento". En realidad, con esto del "vamos a darle otra vuelta" lo que quieren decir es que le des otra vuelta TÚ, que vuelvas a hacer el trabajo otra vez TÚ, porque YO, o sea quien la pronuncia, lo más que haré a pesar del hipócrita plural es quedarme mirando a ver si me gusta o no.
Rocío Galván se pasó muchas noches recitándonos
"el señor es mi pastor, nada me falta", como un lamento tal vez algo resignado o como fruto de su férrea voluntad. La frase hizo fortuna y ahora la oímos cada vez que alguien sufre algún contratiempo... o sea cada muy poco. Rocío creyó que dejaría de prounciarla cuando logró dejar finalmente la noche en busca de un futuro mejor en la sección de Economía... donde además de derrochar inteligencia y dedicación, mucha dedicación, sigue diciéndonos "el señor es mi pastor...", a lo que contestamos nosotros a coro "nada me falta".
"No hay nada como estudiar", nos dice desde hace muchísimo, desde el comienzo de los tiempos casi, y nos lo dice con mucho cariño además,
Manu Llorente, jefe de Cultura a quien mucho cariño tenemos, cada vez que le gusta cómo hacemos una de sus páginas... a las que tiene tanto cariño o más que a nosotros.
"No nos comemos el turrón". Varios autores, generalmente un grupo de optimistas que cada cierto tiempo nos recuerda que nuestros puestos de trabajo, así como la vida en general, son efímeros, vulnerables, finitos, precarios...
No podemos dejar de mencionar al gran
Fernando Bermejo, un auténtico creador en lo que a frases, célebres o no, se refiere. Periodista de la escuela clásica, al frente de Deportes, es autor de entre otras mil o dos mil frases más de una que puede figurar con mérito propio entre las más célebres de cuantas frases célebres existen y que sirve absolutamente para todo sin decir absolutamente nada, o precisamente por eso.
"En mi vida", exclama este talento natural del lenguaje ante cualquier situación que se le presente, fácil o difícil, para rechazar o incluso aceptar algo. Y nos hace exclamarlo después a todos, claro.
"Entre compañeros...", con gesto compungido, nos reprochó en una ocasión
Quique Falcón, compañero de blog como todos sabéis y ahora en el mundo de la edición de vídeo, alguna faena que le habíamos hecho, y con razón. "Entre compañeros...", así, dejando sin terminar la sentencia, ha hecho merecida fortuna puesto que las putaditas abundan tanto... "entre compañeros...".
Y como todas las frases no nos caben, y en algún momento debemos terminar a pesar del tamaño infinito de las páginas en internet, lo vamos a hacer con una dedicada precisamente a las posibilidades del espacio físico. Y es que ante un título con demasiados caracteres para la portada, y ante la insistencia de quienes estaban en la reunión de que aquel título no cabía, se pronunció una frase que ha hecho historia en la redacción:
"Va a caber".