Este es un artículo que puede escribirse muy pocas veces, y es un honor, todo un privilegio hacerlo. Porque sucede de mucho en mucho que aparezca un libro de historia que, a su manera y en su ámbito, haga historia también, como estamos seguros de que sucederá con la "Historia gráfica de la prensa diaria española (1758-1976)" del periodista especializado en confección y diseño de periódicos —un maquetador y diseñador, como nosotros, para entendernos— Juan Fermín Vílchez de Arribas. Un trabajo que desde el mismo momento de salir a la venta, hace muy pocos días, es ya lo que se denomina una obra de referencia, absolutamente, la primera historia del diseño periodísitico español, y una de las mejores historias de la prensa española en general de las editadas.
Aunque resulte inaudito, no existía libro alguno que recogiera en sus páginas el diseño de los periódicos españoles desde su nacimiento hasta la actualidad (este primer tomo termina con el diario El País en 1976, y el autor sigue trabajando en una segunda parte que abarcaría desde ese momento hasta hoy). Pero es que no sólo es la única, es que el rigor científico y de documentación, la ambición y el ingente esfuerzo individual de Vílchez, que incluye la preimpresión del libro por parte de él mismo (es decir, la composición de textos y elección de tipografías, la maquetación del libro —"lo he hecho yo todo en mi casa con Quark y le he entregado a la editorial los 'pdfs' de las páginas, ellos sólo han hecho la portada"—, la digitalización de las imágenes con cientos de portadas y páginas interiores de periódicos recogidas en años de búsqueda en hemerotecas...) han dado como resultado una obra que no puede calificarse sino de monumental.
Cada uno de los datos que aparecen —¿miles, decenas o centenas de miles?, dejémoslo en incontables— está comprobado personalmente por el autor bien en hemerotecas, en los archivos de los medios que siguen existiendo o bien con entrevistas personales con responsables implicados que, además, lo complementan. "Prefiero equivocarme yo solo a citar errores como me ha sucedido en otras ocasiones, o como le ha sucecido a autores que citaban otros autores", con datos que supuestamente eran correctos y en los que Vílchez ha descubierto inexactitudes. Como en el caso del primer diario español impreso en offset, error repetido hasta esta obra que lo sitúa correctamente en el diario mallorquín Última hora, año 1966.
Fermín Vílchez nació en Pedro Martínez, Granada, en 1949. Titulado por la Escuela Oficial de Periodismo y posteriormente licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en los diarios Sur, Diario de Barcelona, El País (formó parte junto a Reinhard Gäde y Julio Alonso de quienes hicieron aquel primer diseño que ha creado escuela), El Periódico de Catalunya (autor también junto a Carlos Pérez de Rozas de su primer diseño) o La Vanguardia. Fue el último director de la mítica revista de humor satírico La Codorniz y posteriormente dirigió también Panorama. Ha sido responsable del diseño de un buen número de revistas, incluidas las editadas por el Grupo Z, y ha remodelado periódicos por toda España. También ha recibido premios por su trayectoria en el diseño de medios impresos.
Nos encontramos en una cafetería del centro de Madrid, entre su barrio de Chamberí y Cuatro Caminos. Me esperaba leyendo un diario deportivo —"es el único que compro ahora, de vez en cuando", me dice con su onmipresente sonrisa— y enseguida comenzamos a hablar de periódicos, su gran pasión. Cuando le pregunto quién ha sido para él el mejor diseñador de prensa en España, Vílchez hace primero una necesaria división por épocas históricas, "sobre todo por los condicionantes técnicos", en cada una de ellas. Es complicado comparar trabajos realizados con tecnologías tan distintas e imposible saber qué hubieran hecho unos con los medios de otros. "Pero si tengo que decir uno", arriesga Vílchez, "posiblemente sería José Escuder". Periodista que tuvo que exiliarse a los Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado "y que luego trajo de allí ideas que aplicó a la prensa española en la época de la II República haciendo que avanzara y cambiara todo el diseño, la confección decían entonces, de los periódicos". Años de la II República que Vílchez califica "sin ninguna duda", y junto a la posterior etapa de los años 80, como "la época dorada de la prensa española. Para que te hagas una idea", me cuenta con entusiasmo, "en las Cortes de entonces había ¡47 periodistas!", y más de 80 periódicos sólo en las ciudades más importantes (¡30 en Madrid y 27 en Barcelona!). "Había tiradas superiores a 200.000 ejemplares en los diarios más importantes, y todo eso en un país que por desgracia tenía unos índices de alfabetización bajísimos".
Sobre las distintas etapas en la confección de diarios, Fermín Vílchez sostiene que "hay que hablar de unos ocho grandes periodistas confeccionadores, a los que ahora se llamaría diseñadores", para poder entender la historia de esta disciplina. El primero de todos, muy importante y un auténtico pionero, fue Suárez de Figueroa, curiosamente el último periodista que murió a consecuncia de un duelo en España. Y es que "en esa época el derecho de rectificación se ejercía con espada".
—Pero... ¿cuándo sucedió esto? —le pregunto asombrado.
—Pues en 1904. Es que los duelos no se prohibieron en España hasta bien entrado el siglo XX.
—Pero sería con pistolas, ¿no?
—No, no, no... con espadas.
Hasta la llegada de la II República además del citado Suárez de Figueroa, Vílchez destaca a Manuel Fontdevilla y al también mencionado José Escuder como las tres figuras más importantes en la confección de diarios. La Guerra Civil supuso un "terrible paréntesis" para todo el país del que la prensa y consiguientemente el diseño periodístico no podían escapar; "todos los buenos periodistas o bien tuvieron que dejar el país, perdieron la vida o fueron encarcelados". Hay que esperar hasta las décadas de los 60-70 para encontrar lo que Vílchez denomina un "esplendor, sobre todo, de la prensa vespertina de Madrid", con figuras destacadas como José Asensi (en el diario Pueblo), Fernández de la Cancela (figura importantísima en el diseño periodístico español que desarrolló su labor en El Alcázar, Nuevo Diario —el primer periódico español que incorporó el denominado 'diseño modular' y no El País como muchos creíamos; modelo modular creado por Peter Palazzo en 1963 para la edición dominical del New York Herald Tribune—), y al alumno de Cancela Luis Infante, director y diseñador de la etapa fundamental del diario Marca que lo llevó a lo que es ahora, el primer periódico en número de lectores de España, y que antes fue un pionero de lo que ahora se llama "rediseño", aplicando todo lo que permitía el offset y la fotocomposición en diarios de toda España ("algo así como el Cases de los últimos años", resume Vílchez).
El último lugar de este primer tomo de la historia gráfica de la prensa española está dedicado al alemán Reinhard Gäde, autor junto a Julio Alonso del diseño del diario El País en 1976, y en el que participó el propio Vílchez. En último lugar, pero por puro orden cronológico ya que además de ser el único periódico que ocupa todo un capítulo, lo titula como "un diario para una nueva época". Por si fuera poco, si cuando le pregunté quién era el mejor diseñador Fermín Vílchez estableció diferencias y mencionó varias personas, cuando le pregunto a bocajarro "¿cuál es el periódico mejor diseñado en España en toda su historia?", a quemarropa me contesta de inmediato: "El País. Sin ninguna duda. El diseño que hizo Gäde para El País es el mejor de los que se han hecho nunca en España. Sin duda alguna, es el mejor". Un diseño que creó una escuela que no sólo han seguido en mayor o menor medida todos los diarios españoles desde entonces (habrá que esperar al segundo tomo), sino también parte de la prensa europea de calidad.
"La época más brillante de la historia de la prensa diaria española se inició con la aparición de El País", termina escribiendo Fermín Vílchez en este primer volumen. "A partir de entonces surgieron numerosos rotativos en casi todas las ciudades, editados en modernas imprentas de offset, y los que ya existían renovaron totalmente sus tecnologías de producción. El diseño periodístico se convirtió en uno de los ejes principales de los cotidianos". Pero concluye el autor que "sin embargo, esa época duró pocos años, comparada con todas las vividas desde que nació en Madrid, en 1758, Diario noticioso... Una crisis progresiva se apoderó del llamado cuarto poder por culpa, sobre todo, de los nuevos medios de comunicación surgidos a finales del siglo XX".
Y hay más, mucho más que podréis encontrar en este libro absolutamente imprescindible del que sólo os hemos mostrado una pequeña muestra representativa. Periodismo 'visual' desde comienzos del siglo XX, portadas póster incluidas (aunque ahora a todo ello lo llamemos viewspaper con la pretensión de que así hablamos de algo 'nuevo'), siluetas, fondos de color, juegos tipográficos, portadas 'escritas a mano' en 1920... La historia del diseño periodístico español es un antídoto contra cierta arrogancia actual que supone que inventa cosas que ya están inventadas. Hay que tener cuidado, humildad y conocer lo que hicieron otros antes porque no vive precisamente el diseño periodístico una de sus mejores épocas... como no la vive en realidad la prensa impresa en general sobre cuyo futuro es pesimista Fermín Vílchez. "Escribí un artículo para Noticias de la Comunicación, ¡en 1980!", y recalca la fecha dos o tres veces, "titulado: '¿El fin de los periódicos impresos?... y creo que ahora le quitaría los interrogantes al título".
Cuando le pregunto para terminar por el diseño periodístico de nuestros días, sonríe Vílchez con ojos pícaros, de niño listo y travieso, y sin entrar en demasiados detalles ni mencionar periódicos concretos me confiesa que "no se trata de poner rayitas por todos lados. Si es que no es eso... o fondos de color así porque sí. El diseño tiene sentido si refleja la estructura de una redacción y, sobre todo, si está al servicio de los contenidos, del enfoque periodístico, de lo que se quiere contar. Y hacer lo más simple, lo más sencillo... eso es lo más difícil".
Nos despedimos ya en la calle, él sigue sonriendo y yo pesadísimo le repito mil veces que gracias. Gracias, Fermín, porque todos aquellos que como tú amamos los periódicos sólo podemos agradecerte el que hayas sacado adelante un libro así.
Portada y última página del primer número del Diario Noticioso, Curioso-erudito y Comercial Público, y Económico, de 1758. El primer periódico editado en España, que en la obra de Vílchez se reproduce a tamaño original en su formato 'cuartilla' (más pequeño que un folio)
Aunque resulte inaudito, no existía libro alguno que recogiera en sus páginas el diseño de los periódicos españoles desde su nacimiento hasta la actualidad (este primer tomo termina con el diario El País en 1976, y el autor sigue trabajando en una segunda parte que abarcaría desde ese momento hasta hoy). Pero es que no sólo es la única, es que el rigor científico y de documentación, la ambición y el ingente esfuerzo individual de Vílchez, que incluye la preimpresión del libro por parte de él mismo (es decir, la composición de textos y elección de tipografías, la maquetación del libro —"lo he hecho yo todo en mi casa con Quark y le he entregado a la editorial los 'pdfs' de las páginas, ellos sólo han hecho la portada"—, la digitalización de las imágenes con cientos de portadas y páginas interiores de periódicos recogidas en años de búsqueda en hemerotecas...) han dado como resultado una obra que no puede calificarse sino de monumental.
Cada uno de los datos que aparecen —¿miles, decenas o centenas de miles?, dejémoslo en incontables— está comprobado personalmente por el autor bien en hemerotecas, en los archivos de los medios que siguen existiendo o bien con entrevistas personales con responsables implicados que, además, lo complementan. "Prefiero equivocarme yo solo a citar errores como me ha sucedido en otras ocasiones, o como le ha sucecido a autores que citaban otros autores", con datos que supuestamente eran correctos y en los que Vílchez ha descubierto inexactitudes. Como en el caso del primer diario español impreso en offset, error repetido hasta esta obra que lo sitúa correctamente en el diario mallorquín Última hora, año 1966.
Fermín Vílchez nació en Pedro Martínez, Granada, en 1949. Titulado por la Escuela Oficial de Periodismo y posteriormente licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en los diarios Sur, Diario de Barcelona, El País (formó parte junto a Reinhard Gäde y Julio Alonso de quienes hicieron aquel primer diseño que ha creado escuela), El Periódico de Catalunya (autor también junto a Carlos Pérez de Rozas de su primer diseño) o La Vanguardia. Fue el último director de la mítica revista de humor satírico La Codorniz y posteriormente dirigió también Panorama. Ha sido responsable del diseño de un buen número de revistas, incluidas las editadas por el Grupo Z, y ha remodelado periódicos por toda España. También ha recibido premios por su trayectoria en el diseño de medios impresos.
Portada de Última Hora, de 1935, confeccionada por José Escuder en formato 'sábana' con el estilo de los diarios norteamericanos en la que aparecen novedades como las fotonoticias
Sorprendente página en formato 'sabana' impresa en tipografía ¡en 1935! del periódico Última Hora realizada por Escuder. Un absoluto alarde técnico en el que, por ejemplo, el título calado en las dos imágenes superiores, "Pellicules", está realizado a mano. En la otra página, una apertura de deportes, además del equilibrio en la composición hay que señalar sobre todo el nombre de la sección destacando precisamente que es una apertura como innovación de entonces... pero que llega hasta hoy
Sorprendente página en formato 'sabana' impresa en tipografía ¡en 1935! del periódico Última Hora realizada por Escuder. Un absoluto alarde técnico en el que, por ejemplo, el título calado en las dos imágenes superiores, "Pellicules", está realizado a mano. En la otra página, una apertura de deportes, además del equilibrio en la composición hay que señalar sobre todo el nombre de la sección destacando precisamente que es una apertura como innovación de entonces... pero que llega hasta hoy
Nos encontramos en una cafetería del centro de Madrid, entre su barrio de Chamberí y Cuatro Caminos. Me esperaba leyendo un diario deportivo —"es el único que compro ahora, de vez en cuando", me dice con su onmipresente sonrisa— y enseguida comenzamos a hablar de periódicos, su gran pasión. Cuando le pregunto quién ha sido para él el mejor diseñador de prensa en España, Vílchez hace primero una necesaria división por épocas históricas, "sobre todo por los condicionantes técnicos", en cada una de ellas. Es complicado comparar trabajos realizados con tecnologías tan distintas e imposible saber qué hubieran hecho unos con los medios de otros. "Pero si tengo que decir uno", arriesga Vílchez, "posiblemente sería José Escuder". Periodista que tuvo que exiliarse a los Estados Unidos en los años 20 del siglo pasado "y que luego trajo de allí ideas que aplicó a la prensa española en la época de la II República haciendo que avanzara y cambiara todo el diseño, la confección decían entonces, de los periódicos". Años de la II República que Vílchez califica "sin ninguna duda", y junto a la posterior etapa de los años 80, como "la época dorada de la prensa española. Para que te hagas una idea", me cuenta con entusiasmo, "en las Cortes de entonces había ¡47 periodistas!", y más de 80 periódicos sólo en las ciudades más importantes (¡30 en Madrid y 27 en Barcelona!). "Había tiradas superiores a 200.000 ejemplares en los diarios más importantes, y todo eso en un país que por desgracia tenía unos índices de alfabetización bajísimos".
Sobre las distintas etapas en la confección de diarios, Fermín Vílchez sostiene que "hay que hablar de unos ocho grandes periodistas confeccionadores, a los que ahora se llamaría diseñadores", para poder entender la historia de esta disciplina. El primero de todos, muy importante y un auténtico pionero, fue Suárez de Figueroa, curiosamente el último periodista que murió a consecuncia de un duelo en España. Y es que "en esa época el derecho de rectificación se ejercía con espada".
—Pero... ¿cuándo sucedió esto? —le pregunto asombrado.
—Pues en 1904. Es que los duelos no se prohibieron en España hasta bien entrado el siglo XX.
—Pero sería con pistolas, ¿no?
—No, no, no... con espadas.
Páginas de El Resumen, dirigido y confeccionado por Augusto Suárez de Figueroa, auténtico pionero en España del diseño periodístico. Son del año 1889, se rompe la 'verticalidad' de los diarios y se pasó del formato 'estándar' al 'sábana' (una tendencia que siguieron todos los demás). Se hacen eco de famoso "crimen de la calle de Fuencarral", suceso que conmocionó a la sociedad y que marcó un antes y un después en la prensa, dándole un impulso hasta convertirla en un auténtico medio de comunicación popular de masas, a lo que contribuyó el nuevo diseño que permitía titulares a cinco columnas ('horizontalidad') y algunas ilustraciones
Portada de Heraldo de Madrid de 1927 compuesta por Manuel Fontdevilla en la que redujo el formato del 'sábana' al 'estándar', y en la que incluso podemos apreciar una infografía. El equilibrio en la composición es perfecto, así como la jerarquía y el orden
Portada de Heraldo de Madrid de 1927 compuesta por Manuel Fontdevilla en la que redujo el formato del 'sábana' al 'estándar', y en la que incluso podemos apreciar una infografía. El equilibrio en la composición es perfecto, así como la jerarquía y el orden
Hasta la llegada de la II República además del citado Suárez de Figueroa, Vílchez destaca a Manuel Fontdevilla y al también mencionado José Escuder como las tres figuras más importantes en la confección de diarios. La Guerra Civil supuso un "terrible paréntesis" para todo el país del que la prensa y consiguientemente el diseño periodístico no podían escapar; "todos los buenos periodistas o bien tuvieron que dejar el país, perdieron la vida o fueron encarcelados". Hay que esperar hasta las décadas de los 60-70 para encontrar lo que Vílchez denomina un "esplendor, sobre todo, de la prensa vespertina de Madrid", con figuras destacadas como José Asensi (en el diario Pueblo), Fernández de la Cancela (figura importantísima en el diseño periodístico español que desarrolló su labor en El Alcázar, Nuevo Diario —el primer periódico español que incorporó el denominado 'diseño modular' y no El País como muchos creíamos; modelo modular creado por Peter Palazzo en 1963 para la edición dominical del New York Herald Tribune—), y al alumno de Cancela Luis Infante, director y diseñador de la etapa fundamental del diario Marca que lo llevó a lo que es ahora, el primer periódico en número de lectores de España, y que antes fue un pionero de lo que ahora se llama "rediseño", aplicando todo lo que permitía el offset y la fotocomposición en diarios de toda España ("algo así como el Cases de los últimos años", resume Vílchez).
Portada del Nuevo Diario, confección de Fernández de la Cancela del año 1967 en formato 'sábana' en la que se aplica por primera vez en nuestro país el denominado 'diseño modular'
Espectacular número especial de El Alcázar de 1963 con motivo del asesinato del presidente norteamericano Kennedy en formato 'tabolide', impreso en huecograbado y diseñado por Fernández de la Cancela, uno de los más grandes diseñadores de prensa de nuestra historia
Página arrevistada en formato 'estándar' para suplemento del diario Pueblo, 1970, obra de José Asensi. "Algo" sensacionalista pero muy compleja de hacer en tipografía
Diario vespertino Pueblo, 1970, formato 'estándar'. El trabajo de Asensi —con tantos detractores como entusiastas— no dejó indiferente a nadie. Pueblo llegó a ser el diario más popular de esta época, cercano a los 'tabloides' ingleses, con el diseño sensacionalista en función de los contenidos y del enfoque de la información. Llegó a ser el periódico más vendido del país con un promedio de 200.000 ejemplares
Diario Regional, 1975, con el rediseño de Luis Infante en formato 'tabloide', en el que aplicó como en tantos otros periódicos que pasaron por sus manos todo lo que permitía el offset y la fotocomposición
Espectacular número especial de El Alcázar de 1963 con motivo del asesinato del presidente norteamericano Kennedy en formato 'tabolide', impreso en huecograbado y diseñado por Fernández de la Cancela, uno de los más grandes diseñadores de prensa de nuestra historia
Página arrevistada en formato 'estándar' para suplemento del diario Pueblo, 1970, obra de José Asensi. "Algo" sensacionalista pero muy compleja de hacer en tipografía
Diario vespertino Pueblo, 1970, formato 'estándar'. El trabajo de Asensi —con tantos detractores como entusiastas— no dejó indiferente a nadie. Pueblo llegó a ser el diario más popular de esta época, cercano a los 'tabloides' ingleses, con el diseño sensacionalista en función de los contenidos y del enfoque de la información. Llegó a ser el periódico más vendido del país con un promedio de 200.000 ejemplares
Diario Regional, 1975, con el rediseño de Luis Infante en formato 'tabloide', en el que aplicó como en tantos otros periódicos que pasaron por sus manos todo lo que permitía el offset y la fotocomposición
El último lugar de este primer tomo de la historia gráfica de la prensa española está dedicado al alemán Reinhard Gäde, autor junto a Julio Alonso del diseño del diario El País en 1976, y en el que participó el propio Vílchez. En último lugar, pero por puro orden cronológico ya que además de ser el único periódico que ocupa todo un capítulo, lo titula como "un diario para una nueva época". Por si fuera poco, si cuando le pregunté quién era el mejor diseñador Fermín Vílchez estableció diferencias y mencionó varias personas, cuando le pregunto a bocajarro "¿cuál es el periódico mejor diseñado en España en toda su historia?", a quemarropa me contesta de inmediato: "El País. Sin ninguna duda. El diseño que hizo Gäde para El País es el mejor de los que se han hecho nunca en España. Sin duda alguna, es el mejor". Un diseño que creó una escuela que no sólo han seguido en mayor o menor medida todos los diarios españoles desde entonces (habrá que esperar al segundo tomo), sino también parte de la prensa europea de calidad.
"La época más brillante de la historia de la prensa diaria española se inició con la aparición de El País", termina escribiendo Fermín Vílchez en este primer volumen. "A partir de entonces surgieron numerosos rotativos en casi todas las ciudades, editados en modernas imprentas de offset, y los que ya existían renovaron totalmente sus tecnologías de producción. El diseño periodístico se convirtió en uno de los ejes principales de los cotidianos". Pero concluye el autor que "sin embargo, esa época duró pocos años, comparada con todas las vividas desde que nació en Madrid, en 1758, Diario noticioso... Una crisis progresiva se apoderó del llamado cuarto poder por culpa, sobre todo, de los nuevos medios de comunicación surgidos a finales del siglo XX".
Primera página del primer número del diario El País, formato 'tabloide', 4 de mayo de 1976. El libro reproduce la plantilla de montaje con papel fotográfico (texto de fotocomposición montado después a mano) que el propio autor conserva y que el tiempo y la luz deterioran porque se fijaba para un tiempo pequeño de duración (debe conservarse en total oscuridad para evitar que se ennegrezca del todo). En ambas páginas destaca el estilo sobrio, el formato 'tabloide' en cinco columnas, la implantación de la modularidad incluso para la publicidad ('modularidad total', podríamos llamar y que este diario sí fue el primero en hacerlo), la uniformidad tipográfica, la cursiva en opinión... todo esa racionalidad que tantas veces hemos denominado "modelo que creó escuela"
Y hay más, mucho más que podréis encontrar en este libro absolutamente imprescindible del que sólo os hemos mostrado una pequeña muestra representativa. Periodismo 'visual' desde comienzos del siglo XX, portadas póster incluidas (aunque ahora a todo ello lo llamemos viewspaper con la pretensión de que así hablamos de algo 'nuevo'), siluetas, fondos de color, juegos tipográficos, portadas 'escritas a mano' en 1920... La historia del diseño periodístico español es un antídoto contra cierta arrogancia actual que supone que inventa cosas que ya están inventadas. Hay que tener cuidado, humildad y conocer lo que hicieron otros antes porque no vive precisamente el diseño periodístico una de sus mejores épocas... como no la vive en realidad la prensa impresa en general sobre cuyo futuro es pesimista Fermín Vílchez. "Escribí un artículo para Noticias de la Comunicación, ¡en 1980!", y recalca la fecha dos o tres veces, "titulado: '¿El fin de los periódicos impresos?... y creo que ahora le quitaría los interrogantes al título".
Cuando le pregunto para terminar por el diseño periodístico de nuestros días, sonríe Vílchez con ojos pícaros, de niño listo y travieso, y sin entrar en demasiados detalles ni mencionar periódicos concretos me confiesa que "no se trata de poner rayitas por todos lados. Si es que no es eso... o fondos de color así porque sí. El diseño tiene sentido si refleja la estructura de una redacción y, sobre todo, si está al servicio de los contenidos, del enfoque periodístico, de lo que se quiere contar. Y hacer lo más simple, lo más sencillo... eso es lo más difícil".
Nos despedimos ya en la calle, él sigue sonriendo y yo pesadísimo le repito mil veces que gracias. Gracias, Fermín, porque todos aquellos que como tú amamos los periódicos sólo podemos agradecerte el que hayas sacado adelante un libro así.