¿Saben cuántas veces los tribunales de Justicia han dictado sentencias declarando "abusivos" los servicios mínimos que las Administraciones Públicas decretan cuando hay huelgas en la Sanidad, Educación, limpieza...? ¿No?, claro. Pero lo que sí 'saben' es que los funcionarios y los empleados públicos en general "incumplen siempre" los servicios mínimos; como en la pasada huelga de la basura en Madrid, nuestra ciudad. ¿A que eso sí lo saben? Claro. Pues los tribunales vienen dictando sentencias una vez sí y otra también declarando "abusivos" los servicios mínimos que decreta la Administración desde hace años. Meses después de que haya terminado la huelga, claro está también. Un derecho constitucional que se pisotea de manera reiterada y sabiendo que se hace. Los decretan igual los mismos ¿responsables? políticos a quienes se ha condenado ya por hacer exactamente eso.
¿Y saben ustedes por qué saben una cosa y la otra no? ¿O una mucho, y se indignan, y la otra muy poco y apenas le prestan atención? Pues porque los sindicatos hace mucho tiempo que perdieron la batalla de la comunicación pública. Nosotros 'sabemos'con total claridad que las huelgas son "salvajes" y que se "toma a los ciudadanos por rehenes" porque la opinión se forma de una determinada manera, en especial lo que se denomina opinión pública. Y esa manera es a través de la comunicación. Quien controla la información, quien sabe manejarla, moldearla y difundirla, y tiene tanto la determinación como los medios económicos necesarios para llevarlo a cabo, es quien conforma la opinión pública. Los medios de comunicación son una parte en este proceso, no el todo.
Si atendemos en concreto al diseño periodístico y a la comunicación visual, que es lo nuestro, los sindicatos hace mucho que están en claro fuera de juego en lo que a la comunicación se refiere, como decía, porque sin ir más lejos, la delegación de Madrid de la principal central sindical del país, CCOO, sigue enviándome por ¡correo ordinario! un ¿periódico? cuya cabecera es MS (Madrid sindical) al que podríamos calificar de obsoleto... en los años ochenta.
Una batalla que pierden todos los sindicatos, no sólo Comisiones. Hay que ser necesariamente autocrítico porque yo formo parte del Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM) y créanme que hubiera preferido no haber encontrado ninguno de los boletines que, con la cabecera de Luz y Taquígrafos, también se enviaban hace tiempo por correo ordinario a los afiliados, para que así no vieran la auténtica joya que hacíamos, principalmente en la forma... ¡siendo periodistas! ¡Profesionales de la comunicación!
No lo diseñaba yo, sólo soy un afiliado, entre otras cosas porque lo que se dice diseñar no lo hacía nadie. Ahora ya no se imprime ni se distribuye y es la página web de nuestro sindicato la que se encarga con desigual acierto de la comunicación, así como diversas cuentas en las redes sociales. Ha mejorado mucho, muchísimo en realidad porque había que ver y sufrir la web anterior. Aunque tarde, con la 'batalla' de la que vengo hablando en todo el artículo sino perdida, al menos en clara desventaja.
Y es que ¿saben cuántos seguidores tiene, por ejemplo, la cuenta de tuiter del principal sindicato de nuestro país? ¿Les parecen muchos? ¿Conocen alguna iniciativa de los sindicatos españoles en las redes sociales? ¿Alguna movilización utilizando este canal tan ágil y eficaz para ello?
Señores responsables de comunicación de los sindicatos, rediseñen sus periódicos al menos. Y, ya puestos, toda su estrategia de comunicación. Son necesarios para nuestros país, posiblemente ahora más que nunca.