lunes, 21 de marzo de 2016

Diseño de apps para niños

La segunda charla del día corrió a cargo de Álvaro Varona, miembro del departamento de Diseño de producto de SM, y creador de uno de los blogs de apps infantiles de referencia, GeneraciónApps.



Varona focalizó su charla en los niños, uno de los más exigentes consumidores de tabletas. Los más exigentes porque lo que para cualquier adulto puede ser un diseño excelente, para el más pequeño puede pasar inadvertido si la app no hace lo que él quiere que haga. “Para los niños son interesantes las tabletas porque rompen dos barreras que les impedían acceder al ordenador: la física, con el ratón y la intelectual porque ya no hace falta saber leer para poder usarlas”, decía Varona sobre la poderosa atracción que provocan las tabletas en los más pequeños. “El dedo está de moda”, se vuelve a enseñar a sumar con los dedos y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñar. Al igual que estamos diseñando para gente que consumen la información “tumbada” o en el mejor de los casos “mal sentada”. Por eso hay que entender a los niños y “el mejor banco de pruebas para una app es dejar que la usen y la usen”, reconocía.

Álvaro Varona durante su charla
Álvaro Varona durante su charla

El tiempo es uno de los factores críticos a la hora de diseñar una app para un niño, “porque cada niño hace un uso muy peculiar de la tableta, no hay dos niños que usen del mismo modo el iPad”. A esto van unidos otros dos criterios: la dispersión, “hay que atrapar al usuario y no dejarlo escapar porque están a un click de marcharse"; y la saturación de apps que hace que tengas que destacar mucho para triunfar.


Álvaro Varona durante su charla

Varona también apuntó otros factores muy importantes a la hora de diseñar para niños. “Ellos no distinguen entre lo real y lo digital, para ellos es simplemente su mundo”, unir esas dos vertientes puede ser una buena opción, como mostró con un par de apps que se apoyan en lo físico para potenciar lo virtual (Storest, Drawnimal, Telestory).

A los niños de ahora ya nada les sorprende, “la tecnología no asegura el efecto wow”, ni siquiera un buen diseño es garantía de éxito. “Basta con algo simple y que funcione bien, una navegación muy intuitiva”, muchas veces sin voz ni idioma, que sea “muy fácil de entender, sin instrucciones incluso” y con una muy buena y cuidada ilustración. Lo que sí funciona es diseñar con todos los sentidos. Y hay muchas apps que lo hacen. Y el futuro en este aspecto se presenta, según Álvaro, muy prometedor con la realidad virtual, una herramienta que potenciará enormemente en poco años los tres ejes sobre los que se tiene que basar el diseño de tabletas para niños: aprender, divertirse y comunicarse.

viernes, 18 de marzo de 2016

En busca del gráfico global

Diecinueve ediciones contempla ya a las Jornadas de Diseño y Fotografía que organiza cada año por el mes de marzo la Universidad San Pablo CEU. Diecinueve años trayendo a los chavales, y profesionales, que se congregan en su salón de actos a los mejores diseñadores y fotógrafos de España. Y en esta ocasión no iba a ser menos, a punto de cumplir el 20 aniversario de unas jornadas “fundamentales para la Universidad”, como las definió el decano de la USPCEU José María Legorburu.



El encargado de abrir las Jornadas fue Rafael Höhr, editor de infografía de Prodigioso Volcán. Höhr, al contrario de lo que a priori podía parecer, apostó por todos los soportes de la información, porque cada uno tiene sus características, sus virtudes y sobre todo su público. “No tiene sentido no crear gráficos para todos los soportes", reconocía, a la vez que admitía que la única manera de aprender es "equivocarse", y mucho. “Nosotros llevamos equivocándonos mucho”, pero eso que “hicimos mal en el pasado es lo que ahora se está utilizando” y les ha servido de aprendizaje.


Rafa Höhr durante su charla en el CEU
Rafa Höhr durante su charla en el CEU


Höhr repasó brevemente la historia reciente de la infografía. En la prensa moderna los códigos de lectura eran fáciles, se buscaba atraer al lector, “conseguir el efecto ‘wow’”. Al principio, con imágenes que simulaban 3D, luego con gráficos más avanzados. Pero llegó el fin de siglo, el año 2000 y lo cambió todo. Eso ya no valía. Había que hacer gráficos animados, “al principio eran gifs, como los de ahora de twitter”, pero con advertencias de que iba a tardar en cargar “porque pesaba 270k”, rememoró. Y después vino la interactividad, la usabilidad, conectar con el lector.


Rafa Höhr durante su conferencia
Rafa Höhr durante su charla en el CEU


El punto de inflexión lo marcaron los atentados del 11S. “La animación era imprescindible para contar ese hecho”, recuerda el infografista, que en ese momento estaba trabajando en El País. “El primer gráfico que sacamos ese día fue un estático”, tan rápido "que todavía no se había estrellado el segundo avión", recuerda Höhr. Pero poco a poco, a medida que iban llegando datos lo fueron ampliando, modificando y completando con interactividad. “Al final del día, tuvimos 38 versiones del gráfico, cada una con más información” que la anterior. El periodista recuerda los flujos de trabajo y cómo esa primera versión del gráfico fue la base para el resto de gráficos que se dieron sobre ese tema durante las semanas siguientes. “Ese fue el punto donde se podía trabajar a la vez en web y en papel, buscando una economía de recursos de un soporte a otro.”


Sin embargo, la llegada del iPad volvió a cambiar todo. El usuario abandona el ratón y ahora maneja todo con su mano. “Había que añadir un valor añadido a lo hecho en la tableta”, dice Höhr, “aprender a usar el giroscopio, el 3d, audio, vídeo…” Y las redes sociales traen otra nueva vertiente, la simplificación de contenido, el consumo rápido y sencillo, un nuevo paradigma en los gráficos, “donde se están haciendo cosas muy interesantes”, reconoce.


Rafa Höhr durante su conferencia
Rafa Höhr durante su charla en el CEU

Esto implica una forma nueva de concebir los gráficos, la infografía. “Ahora estamos en el gráfico global: un gráfico tiene que funcionar de muchísimas maneras pero sin perder la esencia”. No hay que pensar un gráfico para un soporte y luego adaptarlo a otro. “Hay que pensar el gráfico para distintos soportes”, ver qué se puede dar en cada uno y dotarle de “diferentes profundidades de contenido, que no contenidos distintos”, puntualiza. Eso no significa que haya que saber programar, “pero sí saber que tenemos a nuestro alcance muchas herramientas” para conseguir un gráfico pensado para ser consumido de muchas maneras distintas.


La semana que viene el resumen de las charlas de Álvaro Varona y Pablo Errea.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Entrevista a Victor Palau, de Gràffica


Víctor Palau. Foto: graffica.info


"El digital es información y el papel es emoción"

Todo empezó en el año 2009 como un punto de encuentro en el que desembocar la pasión por el diseño de Ana Gea y Víctor Palau. Siete años después, Gràffica se ha convertido en una de las webs de referencia del diseño en España y Latinoamérica. Tanto, que tienen sus propios premios, distintos a los habituales del sector y que premian cosas que en otros certámenes resulta imposible. Ahora, lanzan su revista en papel, apelando al reposo, la reflexión y la emoción que supone imprimir. Este primer número aborda, a modo de documental impreso, el futuro del diseño en España, un porvenir en el que la tecnología lo ha cambiado, y cambiará, todo. 


Lleváis en internet desde 2009 y os habéis convertido en una de las web de referencia en castellano para el mundo del diseño. ¿Cómo nació graffica.info?

Todo empezó con un blog personal y por la pasión de contar. Al principio era un lugar donde poder explicar, contar a otros lo que ocurría en el mundo del diseño gráfico. Una nueva marca, una nueva tipografía, una opinión sobre algún tema… poco a poco la audiencia fue creciendo y decidimos, Ana Gea y yo, convertir ese blog personal en algo donde más profesional y participativo. 


¿Vuestra vocación es ser algo más que una web de noticias sobre diseño?

Ser una web de noticias sobre cultura visual es ya mucho. Pero es cierto que hacemos muchas otras cosas dentro de la divulgación del diseño, la creatividad y las tendencias visuales. También somos una tienda, una web de ofertas de empleo… y en general también hacemos talleres, conferencias… y unos Premios que son nuestra gran fiesta.


También tenéis unos premios en el mundo del diseño. ¿Por qué decidisteis crear estos premios?

Los premios de diseño son un poco perversos desde nuestro punto de vista. Para que te den un premio hay que pagar una inscripción y presentarse. Hay una voluntad de querer ser premiado por parte del profesional. Y en ocasiones la actividad profesional es una estrategia dirigida a conseguir premios. Por tanto, no se le concede el premio siempre a quien lo merece, sino a quien puede pagarlo (las inscripciones son realmente altas) y a quien quiere que se lo den… Hay profesionales muy, muy validos que no se preocupan por estas cosas o simplemente no tienen los recursos para hacerlo.

Además en muchos premios el jurado es muy reducido, en ocasiones de una sola persona, que decide sobre el bien y el mal. Un diseñador (o unos pocos) que juzga a otros diseñadores.


Nosotros queríamos proponer otra manera. Unos premios en los que nadie se puede presentar, nadie paga, y hay un jurado muy extenso (más de 20 profesionales de diferentes áreas de la cultura) que no son sólo diseñadores. Eso nos daba como resultado otra mirada sobre nuestra actividad.

Por eso los Premios Gràffica premian cosas que sería imposible que se les diera un premio de los habituales y que sin embargo son enormes proyectos o profesionales.


Ahora os habéis lanzado con una revista en papel cuando la tendencia parece indicar justamente lo contrario. ¿Qué os ha llevado a editar una revista en papel?

Siempre vamos un poco a contracorriente. Lo que ha ocurrido es que después de 7 años de información en internet teníamos la necesidad de contar otras cosas, de otro modo, y no lo podíamos hacer en digital. 






Yo siempre digo que el digital es información y el papel es emoción. Una imagen a doble página es un impacto que no se consigue en un móvil. Un titular con una tipografía grande, destacados, ladillos, despieces… todo ese lenguaje no es posible en digital. Eso era una de las cosas que necesitábamos pero también un espacio de mayor reflexión y análisis. Los textos largos, aunque Jot Down parece decir lo contrario, no funcionan bien en digital.


Ahora tenemos un espacio donde no estamos sujetos a la viralidad, los likes, estadísticas, usuarios únicos… 


¿Qué acogida ha tenido el primer número?

Increíble. Muy por encima de nuestras expectativas. La primera semana se vendieron más de 1.000 ejemplares desde prácticamente todas partes. No solo España. México, Estados Unidos, Reino Unido, Italia… Hicimos una tirada de 3000 ejemplares que se nos va a que dar corta sin duda.

Cómo se hizo Gràffica en papel - Making of from gràffica on Vimeo.


Vuestro primer número está enfocado al futuro de la profesión. ¿Tenéis pensado hacer de cada número una unidad temática o que esa temática ocupe una parte amplia de la revista pero deje también espacio para otros temas?

Lo llamamos Revista Documental. Nosotros ponemos el micrófono pero los protagonistas son los profesionales que cuentan y hablan sobre el tema. Expresan su opinión que es mucho más valiosa que la nuestra. Incluso hemos quitado las preguntas para que ni siquiera esté presente nuestra impronta o que el lector se vea inducido por lo que les preguntamos.

Hay muchos temas alrededor del mundo del diseño y la creatividad que son susceptibles de hacer un documental. 

Además en cierta manera sí hay documental ya que la revista en papel se apoyará en entrevistas en video que hemos realizado a diferentes personas del sector, incluso a algunos que aparecen en la revista, que redundan sobre la temática y la opinión sobre el tema central de la revista. Se podrán ver en la web y en las redes sociales. 


Hablando de futuro, ¿Cómo veis el mundo del diseño en España? ¿Y en Latinoamérica?

El futuro es muy interesante. Estamos en un momento en que todo cambia y que hay muchos paradigmas, muchos modelos que se han venido abajo. En la revista vemos que todos los modelos son viables siempre que se sepa lo que uno hace, pero es cierto que hay una nueva manera de dedicarse a la creatividad que ya no es la tradicional de un diseñador con un ordenador que solo sabe hacer logos o maquetar libros. Ahora hay miles de formas de diseñar y aplicar nuestros conocimientos a cientos de nuevos canales y soportes. La tecnología lo ha cambiado todo y lo va a seguir cambiando.



En España el sector está muy tocado porque las empresas no han sabido aprovechar los conocimientos de los creativos para mejorar sus empresas y sus negocios. En Latinoamérica me da que están igual o peor. Lo que nos llega de allí es muy esperanzador ya que hay países que están creciendo mucho y se nota que se están haciendo muchas cosas en el mundo de la cultura visual. México, Argentina, Perú … pero están lejos de lo que sería óptimo o deseable. 


Lo que si está claro es que ahora mismo da un poco igual donde estés. Se puede trabajar desde Perú para todo el mundo y viajar a ciertos lugares de vez en cuando. Nosotros mismos somos un ejemplo de lo que llamamos ahora Emigrante 2.0.


¿Cuáles son los principales problemas que creéis que tiene el diseño gráfico en España?

El principal problema es que no se ha fomentado en ningún lugar una buena calidad de la cultura visual. Los programas de televisión, por ejemplo, tiene un diseño de imagen francamente deplorable (excepto Canal +). Esto hace que toda la población tenga un conocimiento visual muy bajo. Eso afecta a las empresas que generan productos para ese contexto visual. También las instituciones públicas han dejado de contratar a los mejores y han optado por lo más barato o yo me lo guiso yo me lo como.



Incluso las empresas públicas dedicadas a promocionar el diseño han desaparecido. Barcelona parece el único reducto donde el diseño es tema de estado y se utiliza como herramienta de atracción de negocio e incluso turística. 


Vosotros tratáis mucha de las disciplinas del diseño. ¿En cuál creéis que destaca más España?

Eso es complicado. En tipografía somos una referencia muy importante. Grandes tipógrafos que desde España crean tipos muy usadas en todo el mundo o que participan en proyectos editoriales a nivel internacional. Hay muchas disciplinas con mucha actividad, pero ahora que operamos en la aldea global, ya no se sabe quién es quién ni donde trabaja cada uno. Por eso decir que España es potente… más bien hay mucha gente haciendo muchas cosas en muchos sitios.


¿Tiene España mucho que envidiar a los países anglosajones en cuestiones de Diseño?

A nivel de profesionales no tanto, a nivel del uso del diseño en la vida diaria… TODO! Ir a un supermercado en Londres y ver lo que está en el linea es increíble. Los libros, la prensa, los programas y cortinillas de televisión… los logos!!! Y no es que aquí no sepamos hacerlo igual de bien, de hecho todos vemos lo que se hace en casi cualquier parte, el problema es que aquí es difícil encontrar al otro lado a alguien que este a la misma altura y con los mismos objetivos...


¿Y el futuro de la prensa?

La prensa siempre estará ahí. En un formato o en otro. Lo que cada vez está más cerca es la muerte del periódico en papel que se compra en el quiosco. Hay que pensar que lo que ocurre en el papel está obsoleto en el mismo momento que es está imprimiendo. Pero… si que surgirán nuevas propuestas de periódicos más segmentados, con contenidos mejores. Los casos de La Marea, Jot Down, Libero, nosotros mismos… es el ejemplo de que la gente está cansada de la prensa tradicional y quiere otros temas y de otro modo.




El País con toda la cantidad de especiales que está haciendo parece que el periódico sea lo de menos y es la excusa para vender todas las demás revistas…

La prensa está y estará … lo que ocurre es que cuando hay cambios cuesta volver a recolocar las cosas en su sitio. Es como las mudanzas, siempre hay cajas que se quedan por ahí desperdigadas...


¿Nos podéis dar unos nombres de gente a la que no podemos perderles la pista durante los próximos años?

Ufffff!!!!! Cualquiera de los que sale en la revista habrá que tener mucho ojo con ellos…

sábado, 5 de marzo de 2016

Jeff Jarvis y el futuro del periodismo

Llegaba Jeff Jarvis (1954) a la Universidad San Pablo CEU con el aura de gurú del que todos quieren oír cómo será el futuro de los medios. Pero nada más lejos de la realidad. El norteamericano confesaba, humilde, no saber cómo será ese futuro, aunque sí sabía quién lo protagonizaría: “Vosotros”, le dijo a los centenares de estudiantes que abarrotaban el Aula Magna. Serán ellos los que tengan que “construir” ese futuro. “Sois vosotros, los jóvenes, los que tengáis que reinventar lo viejo, yo ya estoy demasiado viejo para luchar”, ironizaba arrancando una sonrisa a su entregado audiencia.


Jeff Jarvis durante la charla en el CEU. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno

Al igual que lo hizo Guttemberg, el primer emprendedor en esto de los medios, según Jarvis, son los jóvenes los que tengan que conseguir un producto nuevo, los que tengan que salir a la calle y preguntar “qué os hace falta, qué queréis, qué necesitáis”. Es esa búsqueda de las comunidades donde está el futuro del periodismo. Porque la función del periodismo, de los periodistas, es “servir a las comunidades, identificar un problema y ayudar a la comunidad a resolverlo". “Hay que añadir valor a la vida de la gente”, dijo. “No podemos pensar que basta con hacer un periódico”.



El auditorio del CEU. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno

La época en la que la responsabilidad del medio terminaba cuando el receptor recibía el mensaje empaquetado ha terminado. “Con Internet todo ha cambiado”, sentenciaba Jarvis. “Estamos volviendo a la época pre Guttemberg”, donde el conocimiento se transmitía boca a boca, lo único que “ahora se transmite click a click”. “El público es lo valioso”, enfatizaba, y puso como ejemplo los podcast, que “nos enseñan a tener una relación directa con la comunidad”.

En esta situación es difícil diferenciarse en la maraña de medios, webs, radios, televisiones, etc. que hay en todo el mundo, pero Jarvis animaba a los estudiantes a agarrar “ese gran reto” y hacerlo suyo. A ser algo más que periodistas, a arriesgarse, a emprender, a terminar con el modelo de negocio actual de “copiarnos unos a otros infinitamente y desaprovechar un montón de talento”. “Hay un montón de nuevas oportunidades”, les animaba.

Google y Facebook

El profesor de la Universidad de Columbia, que se acercó a los alumnos para contestar a sus preguntas, criticó la actitud de los medios europeos respecto a Google y Facebook, inmersos en una absurda pelea que desde su punto de vista, americano 100%, no comprende. “Necesitamos estar ahí”, insistía el americano, que invitaba a los medios a reunirse con ambos gigantes tecnológicos para explicarles qué hacen, cómo lo hacen e intentar sacar el mayor provecho posible. Porque las vías de distribución han cambiado, para siempre. Y Google y Facebook son esas nuevas vías.

Eso, además, supone un cambio cultural. "Las masas, como tal, han desaparecido". Ahora somos individuos, y “Google y Facebook lo saben” y nos tratan como tal. "Mi periódico local no sabe dónde vivo, doónde trabajo, qué me gusta; Google y Facebook, que son empresas gigantes, sí". El trabajo es escuchar a esos individuos e identificar sus necesidades. “Necesitamos menos productos para las masas y más productos para los individuos”, recetaba Jarvis. “Google y Facebook nos pueden enseñar muchas cosas”.



Jeff Jarvis escucha atentamente una de las preguntas que le hicieron. Foto de Fernando Bonete Vizcaíno


Ese producto, además, es infinito, no se acaba nunca, se alimenta constantemente. “Hay que acabar con la idea de que vendemos un producto acabado”, decía Jarvis. La conversación sigue presente, “no pasa nada por reconocer que te has equivocado”, escucha a tu audiencia, alimenta la conversación. “Nuestra labor como periodistas es aportar valor a ese flujo, tenemos que volver al periodismo ‘slow”.

Ese periodismo slow que hace falta también necesita de un nuevo modelo de publicidad. “Ya no vale decir, ‘mira que auriculares más bonitos, cómpralos'. No, la publicidad ha cambiado, los periodistas tenemos que reinventar la publicidad porque los anunciantes no lo van hacer”. Ya no vendemos audiencias, posibilidades de que visualicen el producto miles de personas, “ahora vendemos habilidades, como la capacidad de hacer viral un contenido, la capacidad de crear comunidad”.


Y eso lo tienen que hacer los periodistas. No los robots, “que no sustituirán a los periodistas”. Tampoco los programadores, “porque los periodistas no tienen necesariamente que saber programar, pero sí tienen que saber hablar con el que programa”, conocer su lenguaje, saber qué te está diciendo.

Por eso Jarvis apuntaba a otro fundamento del periodismo del futuro, “el trabajo en equipo”, pequeños equipos de trabajo con variedad de perfiles para conseguir lo que para él es la clave de la cuestión: identificar una comunidad y resolver sus necesidades. Es decir, volver al periodismo.






Además del autor de libros como ‘Y Google ¿cómo lo haría?’ o ‘El fin de los medios de comunicación de masas’, también han participado Ana Ormaechea, periodista y alumna de Jarvis en la Universidad de Columbia, Luis Martín, Chief Digital Officer de Cope, Borja Bergareche, Chief Innovation Officer de Vocento, Jesús Moreno, Director de desarrollo de producto web de A3Media, Carlos Relloso, Chief Digital Transformation Officer de Prisa, Olalla Novoa, periodista de El Mundo, Anaïs Pérez, Head of Communcations de Google España, Consuelo Sánchez Vicente, Directora General de Comunicación del Ministerio de Presidencia y Pere Vila, director de Tecnología, Innovación y Sistemas de RTVE.

martes, 1 de marzo de 2016

5W

WHAT

Un nuevo proyecto periodístico, hecho por periodistas, a contracorriente de lo que consultores y cantamañanas del 'modelo de negocio' repiten sin saber de lo que hablan. Grandes reportajes sobre información internacional a los que se dedica el tiempo que necesitan, escritos por periodistas que saben de lo que escriben porque viven en los acontecimientos que narran y cuyos textos buscan la excelencia de la literatura, entendida ésta como una manera de contar el mundo. Fotoperiodismo de máxima calidad. Aquí no hay listas con las 10 paridas del momento, vídeos 'virales' con alguien que se da un golpe, titulares con la palabra "sexo" o la foto de una teta para buscar el clic fácil y rápido.


5W es una nueva revista que tiene como lema "crónicas de larga distancia" y eso lo explica todo. Lanzaron una web hace unos meses y un proyecto de crowfunding para conseguir 25.000 euros con los que publicar una revista impresa. Obtuvieron algo más del doble y la revista, ¿o es un libro?, ha salido hace muy poquito de las imprentas.


WHO

Xavier Aldecoa, corresponsal en África del diario La Vanguardia, entre otras muchas cosas; Mikel Ayestarán, periodista free-lance en Oriente Medio; Igor G. Barbero, periodista free-lance en el sudeste asiático; Maribel Izcue, corresponsal de la Agencia EFE durante años en Tokio y colaboradora de medios como El Periódico de Catalunya; Agus Morales, periodista free-lance y director de la revista, ¿o es un libro?, 5W; Pablo R. Suanzes, corresponsal en Bruselas del diario El Mundo, compañero y amigo, sí a veces sucede; Anna Surinyach, fotoperiodista y responsable de la edición gráfica; y Quim Zudaire, responsable de la web, son los miembros del 'Colectivo 5W'. En la revista colaboran, además, muchos más periodistas y fotoperiodistas de prestigio internacional.

De izquierda a derecha, Anna Surinyach, editora gráfica, Agus Morales, director, Pablo R. Suanzes, Carlos Alsina, Xavier Aldecoa y Martín Caparrós lanzándoles sus inteligentes provocaciones.


WHEN

Fue el sábado pasado, 27 de febrero de 2016. Estuvimos en la presentación de la revista que ha visto la luz tras más de cinco meses de trabajo, según nos contó su director. Suanzes y Carlos Alsina hicieron de maestros de ceremonias. Muy divertido. Muy ilustrativo. Especialmente divertido e ilustrativo estuvo Martín Caparrós, autor del fa-bu-lo-so texto que sirve como prólogo de la revista, ¿o es un libro?, titulado 'La guerra moderna'. “No hay que hacer lo que el público quiere", nos retó y sorprendió Martín, "hay que hacer periodismo CONTRA el público". O frases como ésta:



WHERE

En el salón de actos del colegio mayor Chaminade de Madrid. Lleno a rebosar, niños pequeños incluidos. Tuvimos la agradable sorpresa de encontrarnos allí con el gran Javier Errea, con quien comentamos las dudas que nos despierta el formato de la revista, ¿o es un libro? y que él comparte. Debate que también se produjo durante la propia presentación. Y es que si bien el tamaño tan pequeño y la tapa dura —como un libro— permiten llevarlo a cualquier sitio, en un bolsillo un poco amplio, facilita su conservación, y puede tener sentido si lo que se pretende es dar preponderancia a los textos, a pesar de que el tamaño de la letra es pequeñíiiiiiiisimo, la edición gráfica sale seriamente perjudicada, a pesar de que según su responsable Anna Surinyach, es algo por lo que apuestan de una manera decidida. Resulta algo contradictorio, porque es un formato que penaliza, y mucho, el magnífico fotoperiodismo que nos ofrecen. Suanzes me retó a que tendría que comerme mis palabras si logran vender los 5.000 ejemplares de este primer número anual, lo que demostraría según él lo idóneo del formato, y encantado acepté escribir un post si, como espero y confío y deseo, logran venderlos todos, admitiendo públicamente mi culpa.

Conexión en directo desde Beirut con Diego Ibarra, autor de la (¿polémica? no todos estaban de acuerdo en que fuera la más apropiada, o que se entendiera del todo) fotografía de la cubierta del primer número de la revista, ¿o es un libro?

Nos encontramos allí con nuestro compañero de redacción Alberto Rojas —un honor para nosotros diseñar páginas para sus crónicas—, que colabora en este primer número de 5W con un reportaje titulado 'Madres coraje en el limbo de los refugiados' que incluye textos y fotografías también suyas sobre seis campamentos de África.
Y también saludamos al terminar a Ramón Lobo, con quien trabajé hace ya... mucho, en el desaparecido diario El Sol: "Hay que resistir", nos dijo cuando comentábamos el degenerativo panorama de los medios impresos tradicionales. Y tiene razón, como casi siempre.

WHY

"Porque, a día de hoy, el papel es la única posibilidad de hacer rentable un proyecto periodístico. Sólo con una web no se puede vivir del periodismo de calidad. Necesitamos lectores, y lectores que paguen por nuestro trabajo", afirmó con rotundidad Pablo Rodríguez Suanzes —coincidimos con él palabra por palabra— en la presentación de este proyecto al que sólo podemos desear que funcione. Por ellos, por nosotros, y por una sociedad mejor, con más cultura y con el más que necesario periodismo de calidad. Amenazado más que nunca, hasta por los propios gestores de las empresas periodísticas de nuestro país.

miércoles, 24 de febrero de 2016

XIX Jornadas de Diseño del CEU

Cartel de las jornadas de diseño del CEU


Falta menos de una semana para que llegue el mes de marzo, mes de entrada de la primavera y de las Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño que cada año celebra el CEU por estas fechas. Y ya van 19 ediciones.

La principal novedad de este año es que las jornadas se concentran en un sólo día, el 17 de marzo, en dos sesiones, una de mañana y otra de tarde. 

Durante la sesión de mañana (las jornadas empiezan a las 10.00h) participarán Rafel Höhr, director de Infografía de Prodigioso Volcán, Álvaro Varona, Diseño y Comunicación en SM y creador del blog de Apps infantiles GeneraciónApps, y Pablo Errea, de Errea Comunicación.

Por la tarde será el turno de dos fotógrafos, Bernardo Pérez, de El País, y Manuel Charlón, fotógrafo de viajes que nos hablarán del fotoperiodismo en los nuevos medios y del reportaje de viajes respectivamente. 

Un año más os invitamos a que no os perdáis estas ya clásicas Jornadas de Diseño que organiza Laura González y su equipo en la Universidad San Pablo CEU. 

lunes, 15 de febrero de 2016

Firmas en caja alta: Rodrigo Sánchez

Este pasado fin de semana se ha celebrado en Siracusa (Nueva York, EEUU) la elección de los ganadores de la 37 edición de los premios SND a los periódicos mejor diseñados del planeta. Pronto sabremos qué periódico será elegido como el mejor diseñado en 2016, galardón que recibirá durante la celebración del congreso de la SND que tendrá lugar en San Francisco los días 7, 8 y 9 de Abril. Durante esos tres días se reúnen en California los mejores diseñadores de prensa del mundo en los que dan su punto de vista sobre la profesión. Este año, además, contará con dos españoles, Alberto Cairo y el Director de Arte de El Mundo Rodrigo Sánchez.

La SND publica una entrevista en inglés con el reconocido Director de Arte de El Mundo y las revistas de Unidad Editorial y que nosotros recogemos en castellano aquí, bajo nuestra sección Firmas En Caja Alta, donde los más destacados profesionales del diseño periodístico, y el periodismo en general, dan su punto de vista.



Rodrigo Sánchez ha pasado la mayor parte de su vida profesional rodeado de periódicos y revistas, donde se siente como pez en el agua. Inició su andadura en el mundo de la prensa en ABC. Poco tiempo después pasó al diario económico Cinco Días, que dio pasó a la revista Cambio16 y de ahí a la revista Mercado. En 1990 desembarca en el madrileño Diario El Sol como Jefe de Diseño del Dominical y de los Suplementos. Con el cierre del rotativo en 1992 pasa a formar parte de Unidad Editorial como Director de Arte de sus revistas (Magazine, La Luna, La luna de Metrópoli, etc.) donde ha cosechado innumerables premios por el diseño de sus portadas. En enero de 2014 es nombrado Director de Arte de todo Unidad Editorial, tomando bajo su mando el diseño del periódico El Mundo. Ese mismo año recibe de la Society of News Design (SND) un premio por toda su trayectoria.

¿Cómo ha cambiado tu vida profesional desde que te convertiste en Director de Arte de El Mundo en lugar de sólo sus revistas?

El trabajo se ha multiplicado por 10. Antes llevaba la dirección artística de una docena de publicaciones, algunas semanales, otras mensuales, alguna anual e, incluso, una diaria (un periódico de información médica). Ahora, a todo eso, hay que sumar un diario de tirada nacional y todos sus suplementos semanales y mensuales. Ya no es posible mimar personalmente cada página como antes. Tengo que centrarme en páginas especiales o en proyectos ambiciosos. Por eso es fundamental inculcar al equipo la esencia del diseño, de mi diseño, y las bases de un trabajo bien hecho; cuáles son los mínimos que nos auto exigimos y cuál es nuestra meta de excelencia. Hacer que el periodista diseñador pierda el miedo a la página en blanco y que trate de pensar cada página cada vez, cada día. No hay dos temas iguales, no debería haber dos páginas iguales. Cada tema, cada noticia, cada exclusiva, merece ser tratada de una manera exquisita y singular.


Es cierto que el trabajo se ha multiplicado por diez, pero también se han multiplicado por 10 las oportunidades de hacer páginas interesantes. Cada día es un reto, cada día es una oportunidad. Frente a la serialización de las páginas hemos de ofrecer artesanía periodística. Especialización y diferenciación frente a monotonía y plantillas prediseñadas. Todo se puede hacer, todo se puede cambiar. Solo hace falta rigor y gusto, sensatez e imaginación. Y, por supuesto, mucho trabajo, mucho esfuerzo. Hay que estar en la redacción, hay que estar pendiente y dispuesto a cambiar ideas y modelos sobre la marcha. Desde primera hasta última hora, desde primera a última página. La interacción permanente con los redactores y con los responsables de redacción enriquece el producto final.



Todo periódico tiene en su interior nichos de información donde es posible experimentar gráficamente. La ubicación de los bloques gráficos y tipográficos, la relación entre ellos y su secuencia en el espacio modifican la percepción que el lector tiene de la noticia. Tenemos que trabajar el periódico como si se tratase de una película hecha con cortometrajes, con muchas historias individualizadas pero que todas ellas cuentan la historia de un día. Un día concreto, irrepetible, como el periódico de ese día. El periódico ha de tener dosis permanentes de sorpresa. Una equilibrada mezcla de audacia creativa y rigor informativo. En definitiva, ser capaces de hacer un producto coherente pero que sepa articular y armonizar los diferentes ritmos, las velocidades, que deben coexistir en un diario.

Delicatessen impreso frente a la noticia rápida, una joya diaria para mimar a nuestros mejores y más fieles lectores. Que estén orgullosos de llevarnos bajo el brazo.

Has ganado un premio a tu trayectoria por tus divertidas, inteligentes y bonitas portadas de Metrópoli. También has ganado grandes premios por la narrativa de noticias en las páginas de El Mundo, en particular por el enfoque visual del aniversario de los atentados del 11-M en Madrid. ¿Cómo es tu dirección de arte en este tipo de noticias, tan diferente al entretenimiento y estilo de vida de las revistas?

Metrópoli ha sido, y es, un gran banco de experimentos. En general, las revistas en las he trabajado lo son. Podría decir que he estado casi treinta años entrenándome para este momento. Ahora puedo tratar la información diaria con el respeto y la dedicación que se trata a los reportajes semanales o mensuales. Es como tener un “metrópoli” cada día. Cada página es una portada. La oportunidad de hacer magia con noticias de actualidad, con fotografías de actualidad y, a veces, sacar jugo al hecho de no tener nada: ilustrar solo con tipografía. La noticia se ilustra a ella misma.



No es muy diferente explicar gráficamente un suceso o una catástrofe natural a contar la sinopsis de una película de cine negro o policíaco; o una entrevista a una portada de revista dedicada a un protagonista de una superproducción de Hollywood. Todo son historias en las que hay personas involucradas. Y todas esas historias que hay que explicarlas a los lectores. Las unas son de ficción, estas son reales. Pero todo son historias. Nosotros vivimos de contar esas historias.

¿Cuánto tiempo puedes seguir invirtiendo en Metrópoli?

El mismo de antes. Saco tiempo de donde puedo y, si es necesario, de mi tiempo libre. Sigo considerando a Metrópoli como un regalo de Dios, un juguete, una afición más que un trabajo. Es una bendición poder usar ese espacio cada semana y contar con algunos de los mejores profesionales del mundo que están deseando publicar en ese trozo de papel. Envidiaría a cualquier profesional que tuviese la oportunidad de hacer esas portadas semana tras semana…y ya va para más de veinte años.



“Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida.” Confucio

¿Qué rol tiene el trabajo en el área digital dentro de tu jornada habitual? ¿Inviertes mucho tiempo el en el área digital, y en caso afirmativo, en qué tipo de trabajo?

El diseño digital, de momento, no me ocupa un porcentaje de tiempo muy alto. Creo que es un mundo que ofrece un campo enorme de posibilidades pero adolece de poco rigor tipográfico, escaso control de la ubicación exacta de elementos informativos y exceso de publicidad, mucha de ella invasiva. Si a eso sumamos que, además, su diseño externo e interno ha de servir para múltiples soportes digitales (responsive), el reto es aún mayor.



El problema, común en todas las webs, es que su diseño sigue dominado por técnicos e ingenieros sin conocimientos informativos y con casi nulas nociones de tipografía o edición fotográfica. Lamentablemente el diseño digital convencional (webs de diarios) está a años luz del diseño editorial impreso. Falta de jerarquía, falta de precisión gráfica y de relación entre noticias. Funcionan más como un almacén de noticias que como un producto informativo elaborado profesionalmente. Siempre existe una justificación técnica para poder decir que no es posible hacer tal o cual cosa.

Hay un rechazo casi físico a que los diseñadores de prensa intervengamos en la creación y desarrollo, en la traslación de la información de papel a web. Son dos soportes diferentes, dos contenedores diferentes pero trabajan con el mismo contenido: la información.


Los códigos, el lenguaje, el método, los envoltorios, deben estar siempre en manos de diseñadores no de técnicos. La labor de estos, fundamental, es dar soluciones a los retos estéticos e informativos que les planteemos desde las redacciones.

Con una web no eres capaz de hacer la “fotografía” de un día; las historias antiguas se mezclan con las recientes, los géneros se entremezclan, las secciones se confunden. Es un periodismo urgente, descolocado. Se leen noticias aisladas, no medios en conjunto. La capacidad de relacionar historias se pierde. Así como la jerarquización de las noticias. El diseño informativo desaparece. La portada como tal deja de tener sentido.

Es un consumo de noticias “crudas”, pues se llega a la noticia directamente a través de enlaces de redes sociales; noticias descontextualizadas del resto, con la edición justa y sin cuidado por el detalle.

La noticia sin su empaquetado profesional se convierte en “materia prima”, vuelve al origen y se deja en el camino muchas décadas de enriquecimiento, de edición gráfica, de valoración.

Como Director de Arte, parte de tu trabajo es la excelencia, motivación y creatividad de otros. ¿Cómo mantienes tu propia motivación y creatividad en niveles tan altos?

Hay que contagiar la emoción por el trabajo al equipo. Todos han de sentirse parte del producto, coautores, partícipes del éxito. Y, también, hay que ser generosos con los errores, pues es parte del aprendizaje. La parte más difícil es hacer cambiar de mentalidad. Hacerles ver y creer, sobre todo, que es posible hacer las cosas de otra manera. Que hay que saber manejar los principios básicos de la maquetación para poder hacer diseño editorial de altísimo nivel.



Tenemos que crear reglas muy estrictas: formatos rígidos para cualquier tipo de contingencia, con todas las posibilidades contempladas y sus correspondientes soluciones gráficas sistematizadas. Luego, esas estrictas e inquebrantables reglas, hay que tirarlas a la basura y reinventarlas cada día.

La creatividad mejora con el uso. La práctica continua mejora los resortes para relacionar problemas y soluciones y, con ello, muchos recursos surgen casi espontáneamente. La creatividad nunca decae, sino que mejora con el tiempo. Y, además, es contagiosa. El equipo se empapa y se esfuerza en conseguir soluciones ingeniosas a asuntos banales.