Pocas formas mejores de celebrar un aniversario que echando la vista atrás para
ver cuánto y cómo hemos cambiado. La retrospectiva fue el leitmotiv de la más
reciente edición de las Jornadas de Fotografía, Edición y Diseño que por 20º año
consecutivo organizó la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación
de la Universidad San Pablo CEU. Una oportunidad para hacer balance y ver cómo
han evolucionado en estas dos décadas el trabajo de los profesionales del diseño y
la fotografía. Un acto al que asistió la profesora Pilar Concejo, una de las
impulsoras del evento original y decana de la facultad en el momento de la primera
edición.
La primera sesión se orientó sobre todo a la fotografía, con las ponencias de los
profesores Diego Caballo y Concha Casajús. Mención aparte para Mario Tascón,
quien realizó una punzante reflexión sobre la ausencia de innovación en los
periódicos impresos.
Fotoperiodismo y compromiso
Diego Caballo estructuró su exposición alternando muestras del trabajo de algunos
de los más destacados profesionales en España (la mayoría además pasaron en
algún momento por la misma mesa a lo largo de los años) con la enumeración de
algunos principios que debe tener un buen fotoperiodista y con consejos técnicos.
Entre la nómina de nombres, y por citar sólo algunos: Javier Bauluz, Gervasio
Sánchez, Santi Lyon, Cristina García Rodero, Marisa Flórez, Paul Hanna, Carlos
Rosillo…
Cabello mostró sendos ejemplos de cómo la edición de la fotografía modifica el mensaje de la imagen y muestra realidades diferentes
El ponente explicó que la fotografía debe mostrar la realidad y contar un relato.
Una buena fotografía impacta, informa y emociona, pero tras el objetivo debe estar
una persona con la sensibilidad de un contador de historias.
A menudo, una gran fotografía es producto de la experimentación, de buscar una
posición diferente donde colocar la cámara o, sencillamente, de tener suerte y
estar en el sitio adecuado en el momento justo. Por eso -insistió Caballo- el
fotoperiodista debe ser audaz, ir más allá de la agenda de actos y celebraciones
oficiales, llegar un poco antes del inicio del evento, ser el último en irse una vez
concluido e ir siempre buscando un detalle diferenciador.
Una foto es una obra personal de un autor y por tanto es inseparable de sus
intereses o condicionantes, que incluso le pueden hacer escoger un destino, un
conflicto o un encuadre determinado. Este campo a veces entra en conflicto con la
edición fotográfica, un proceso necesario para publicar la imagen en cualquier
soporte pero que si no se hace con precaución puede cambiar el mensaje que
pretendía transmitir el autor.
Tras Diego Caballo fue el turno para la también profesora Concha Casajús, que
expuso su trabajo fotográfico mostrando unos diaporamas: fotografías fijas en
movimiento combinadas con una banda sonora que enfatiza y estructura el relato.
Casajús no se definió como fotoperiodista pero sí admitió un interés por la
narración de historias.
La profesora Casajús expuso dos muestras de su trabajo. La primera, titulada
“África traslúcida”, está más próxima a la fotografía artística, al ser una colección
de imágenes de naturaleza y escenas costumbristas de la vida diaria del
continente africano. Sin embargo, fue otro de los trabajos que expuso Casajús el
que logra aunar la plasticidad y la composición de la buena fotografía con el
compromiso y el posicionamiento que define al periodismo.
Se trata del trabajo “Mujeres que rompieron el silencio”. De nuevo, un diaporama
que combina imágenes, música y, en esta ocasión, texto. Como decíamos, este
trabajo combina la buena composición con el compromiso y la denuncia de la
situación de desigualdad de la mujer en la República Democrática del Congo, a
través de testimonios de mujeres víctimas de abusos y agresiones, todo con el
objetivo de concienciar y lograr cambios legales en aquel país, donde estos
crímenes quedan impunes demasiado a menudo.
Mario Tascón: como los periódicos impresos
han cavado su propia tumba.
Mario Tascón puso el broche a la primera sesión. El ponente, responsable del estudio de diseño Prodigioso Volcán, expuso ejemplos de innovación en el papel impreso que, aunque pudieran rozar lo anecdótico -una revista con páginas hechas con semillas que se puede plantar una vez leída- le sirvieron para criticar la falta de innovación de aquellas empresas periodísticas que se empeñan en apostar en contra de sus propios intereses y anuncian la muerte de su principal producto, al tiempo que retiran recursos de la edición impresa o directamente prescinden de gente en las redacciones.
Tascón se apoyó después en algunos conceptos del campo de la psicología para
explicar ese mecanismo de toma de decisiones, desde la tendencia que todos
tenemos a optar de forma inconsciente por la opción menos arriesgada hasta las
fases del duelo que atravesaron esos empresarios de los medios en el proceso de
asumir que su producto estaba en vías de desaparición. Una actitud que contribuye
a acentuar la caída de la credibilidad de los medios y la falta de confianza del
público Y que ha ocasionado que algunas famosas filtraciones masivas de
información recientes hayan tenido como intermediarios a informáticos y páginas
de volcado masivo de datos como Wikileaks, y no a los periodistas o los
periódicos.
El ponente explica uno de los errores frecuentes en los medios: creer que el proceso de elaboración de la información es el mismo sin tener en cuenta el soporte al que va destinado
Finalmente, Tascón expuso que la tendencia de la información es claramente
móvil, con un 60% de lectores que ya usan este dispositivo como principal vía de
acceso a la información. Esto provoca cambios técnicos (el contenido debe ser
como el agua, adaptarse al soporte que lo contiene) al tiempo que genera nuevas
perfiles en las empresas periodísticas y de comunicación (programadores,
diseñadores web, analistas de datos, etc.). y provoca que otros perfiles se
modernicen y adquieran nuevas habilidades (el redactor debe ser ahora capaz de
editar y promocionar su propio contenido en redes sociales).
Para terminar con una arenga, el ponente animó a no tener miedo a copiar e
inspirarse en trabajos ya hechos, pero explicó que la creatividad surge a menudo
de coger lo establecido y tratar de hacer algo diferente a partir de ello. Para
conseguirlo es preciso tener también la capacidad técnica: “todos tenemos cientos
de ideas geniales cada día, pero hay que ponerlas en práctica”.
Texto y fotografías de Abel España. Fotografía Concha Casajús de USP CEU
Texto y fotografías de Abel España. Fotografía Concha Casajús de USP CEU