lunes, 21 de julio de 2008

Diseñario (XXV)

Llegamos aproximadamente al ecuador del Diseñario justo en el momento en el que el comité de expertos de encajabaja encargado de su producción se disuelve, sus miembros toman caminos separados y, compungidos, se van de vacaciones. Con la publicación de la última voz de la letra "M", la más colectiva de esta obra colectiva, la más irreverente y monstruosa en la que han participado todos y alguno más, se despiden de todos nosotros hasta el mes de septiembre en el que prometen volver.





Milenium. Nombre ya no tan futurista utilizado por Protec (véase Edicomp), por la cafetería de la esquina y tres discotecas en la costa, que en el caso que nos ocupa denomina al software creado a finales del siglo XX para modernizar sus productos y compatibilizarlos con las nuevas tecnología usadas por los redactores.
Milenium y sus distintas aplicaciones permiten seleccionar y tratar fotos (Milenium Pictures), consultar las agencias (Milenium News), maquetar páginas (Mileniun Designer) y distribuirlas en un planillo diferenciando sus distintas ediciones (primera, segunda, etc.). De esta manera, tanto periodistas, fotógrafos como diseñadores trabajan con un mismo programa y en los mismos archivos informáticos, en las mismas páginas.
A la hora de diseñar, Milenium (Designer) es muy parecido a Quark. Tiene claves y atajos iguales. También sus herramientas y menús se diferencian en poco, aunque la mayoría de diseñadores continuamos maquetando en Quark, porque el programa de Protec permite diseñar con éste dentro de su sistema. En las últimas versiones, se puede hacer también con Indesign. Su mejor uso es como programa gestor: organiza secciones, paginas y ediciones de una manera clara.
Y abundando en la nomenclatura informática de moda, Protec presentó en la Ifraexpo de Viena 2007 a Milenium Cross Media 6.0. La versión 6.0 ofrece un único interfaz de trabajo desde el que se puede realizar todas las funciones que cualquier departamento del periódico necesite (redacción, informática, publicidad, gestión, etc.): acceder a la agenda de planificación editorial y emitir sugerencias o comentarios, buscar contenidos multimedia, asignarlos a temas o profesionales, editar los distintos canales (eeb, papel, móvil…) en los que vaya a publicar, ver y controlar el estado de las distintas líneas de producción, visualizar los informes analíticos deseados, etc. Lo más destacable es que esta última versión funciona tanto en entornos Windows como Mac OSX .
Así que si ves en una oferta de trabajo que piden conocimientos de Milenium y controlas Quark o Indesign, manda el currículum.

Monstruo. Criatura. Creación. Engendro. Alguien muy bueno en alguna disciplina. O muy feo. Muchas cosas más pero en el diseño de la prensa es un prototipo: el modelo para una nueva publicación, periódico o revista; lo que entrega el diseñador o el estudio contratado cuando se le encarga un nuevo diseño. Y como la criatura que todos imaginamos, el monstruo suele estar hecho de retales, de trozos cosidos...
Hay conceptos que tardamos años en desentrañar y muchos aún de los que necesitamos una inteligencia privilegiada para poder comprender, pero monstruo es un nombre y, sobre todo, una idea que se graba a fuego durante nuestra tierna infancia en nuestro inocente cerebro. Desde entonces, el monstruo llega a personificar y representar todo aquello que nos es desconocido y que por esa razón y por ninguna otra nos da miedo. Antiguas civilizaciones imaginaban las tierras ignotas aún por descubrir repletas de criaturas extrañas y peligrosas, como los dragones.
Monstruo, eso es lo que hay que ser para llevar a cabo la labor de hacer un ídem, porque hacer ese ídem está al alcance sólo de otro ídem. Y no sólo porque sea una labor gigantesca, es decir, monstruosa, sino porque muchas veces te das cuenta de que lo que querías hacer queda fatal, horroroso (como un monstruo) y tienes que echar para atrás. Pero te sobrepones a la monstruosidad, tiras para delante y al final, cuando todos ven el resultado algunos te dicen "tío, eres un monstruo".
Creación que va contra la naturaleza. Retales hilvanados que conforman una criatura abominable. Algo que va contra la cordura y la razón. Un miedo infantil del que no te puedes liberar cuando eres hombre... Hay muchos monstruos famosos. Los hay gigantes, como King Kong o Godzilla. Los hay terroríficos, como Frankestein o Drácula. Los hay espantosos, como la Mosca o Ronaldinho... Incluso los hay que se convierten en atracciones turísticas, como el monstruo del Lago Ness. Los hay que soportan magníficamente el paso del tiempo, como la momia, y otros a los que apenas se les aprecia, como el hombre invisible... Aquel que ilusamente se cree superior a los demás, basándose en un concepto absolutamente equivocado de uno mismo. El monstruo en cuestión es aquel que sabe de todo, que no duda en hacértelo saber y que te mira por encima del hombro, con displicencia, no ya perdonándote la vida, sino apiadándose de semejante aberración de la naturaleza. Aquello que en un principio es una cosa, y a los cuatro días vuelve a ser lo que era antes de ser... en un principio...
Mary Shelley nos muestra al doctor Frankenstein. Un científico que crea un nuevo ser con partes de otros cuerpos. Nosotros, doctores de la letra, de la línea, del espacio, utilizamos las partes de otros periódicos para crear nuestra criatura. Las cabezas de 'El Mundo', los cuerpos del 'El País, los pies de 'El Público', los filetes de 'La Razón', el lomo de 'Abc'. Destrozamos familias para que nuestra creación sea suprema. Seré inmortal con mi criatura. ¡Ja, ja, ja, ja! (risa malévola).


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.

jueves, 17 de julio de 2008

W. Eugene Smith contra la maquetación

Alguna vez algún fotógrafo nos ha felicitado por la puesta en página de alguna de sus fotos. Nos ha sucedido, sí. Alguna vez. El resto de las ocasiones, la inmensa mayoría, hemos sufrido exactamente lo contrario, culpables sin posible expiación de haber echado a perder su trabajo, de no haber dado la foto lo suficientemente grande, de no haber incluido el número de imágenes necesarias, de elegir mal dejándonos fuera "la buena"... de tantas cosas más que ellos imaginaron de una manera distinta a como nosotros materializamos. Claro que supondría un milagro del azar que dos personas dispusieran exactamente igual un determinado número de fotos sobre un determinado número de páginas, en un determinado y preciso orden, con el mismo tamaño. Hagamos números si aún recordamos el cálculo de probabilidades. "Oye, esto yo lo habría hecho de otra manera". Sí, claro, incluso yo mismo, de haberlo hecho un día antes o un día después, posiblemente lo hubiera resuelto de otra forma.

Se me viene todo esto a la cabeza bajo la plaza de Colón, en pleno centro de Madrid, sobre cuya superficie estuvo montada no hace mucho una enorme carpa con pantallas gigantescas para ver allí los partidos de la selección española de fútbol en la Eurocopa mientras que aquí abajo PHotoEspaña 2008 nos ofrece una soberbia exposicion sobre el cada vez más grande W. Eugene Smith, el "fotógrafo de la verdad". El maestro del "fotoensayo", o más bien el autor de los que él mismo denominaba "ensayos fotográficos", imágenes y series de imágenes de enorme carga emotiva, a veces manipulando la realidad para conseguir una sensación de mayor realidad (de ahí lo de "Más real que la realidad" que la exposición lleva por título y motivo por el que sufrió algunas críticas), de un nivel técnico siempre en la más absoluta excelencia y, sobre todo, con una fuerza brutal. Imágenes que te gritan y ante las que camino sobrecogido.
Smith trabajó entre 1946 y 1954 para la revista Life, la más importante de la época (llegó a tener más de 20 millones de lectores y fue una de las cumbres del fotoperiodismo) que le consagró como un fotógrafo de fama y prestigio internacional, a pesar de sus continuas desavenencias con la redacción por la puesta en página de sus fotos. Allí publicó estos "ensayos fotográficos" que ahora están en la historia del periodismo y la fotografía. En Madrid se exponen los más importantes y emblemáticos, junto con las páginas de la revista y las pruebas y hojas de contactos del autor.

Country doctor (médico rural). En 1948 se decide desde la sede de Life en Nueva York hacer un reportaje sobre un médico rural norteamericano. Seleccionan al doctor Ernest Cerinai de la pequeña ciudad de Kremmling (Colorado) y el encargo recae en Eugene Smith. Tiene quince días para llevarlo a cabo, pero emplea el doble de tiempo disparando su cámara (el incumplimiento de los plazos será constante en él por su afán de perfeccionismo, de no tener nunca del todo lo que busca), entrega el material a la redacción y no participa en la elección de fotos ni en la maquetación, que le decepcionan. Ya destacan en este primer "fotoensayo" su enorme calidad y la emoción en las imágenes, y con él comienza su fama.



Spanish Village (El pueblo español). 1950. Es para muchos (entre los que me incluyo) su mejor trabajo. Excepcional. Brutal. El Gobierno norteamericano estudia un acuerdo con el gobierno español que supondrá la apertura internacional del régimen de Franco. En ese contexto, Eugene Smith obtiene un permiso para entrar en España con el fin de hacer un reportaje fotográfico sobre un pueblo español que represente al país. El propio Smith cuenta que recorrió 10.000 kilómetros en coche hasta llegar a Deleitosa, en Cáceres, y allí disparó su cámara más de 1.000 veces. No es el pueblo más pobre ni el más avanzado de cuantos encuentra, reconoce, pero las imágenes de un impacto brutal y una calidad asombrosa muestran ojos llenos de miedo, odio y hambre. Lugares miserables sin agua, electricidad, condiciones sanitarias ni de ningún tipo, calles de tierra y pies descalzos de niños... y de mayores.


A pesar del salvoconducto, empieza a sufrir un acoso velado de las autoridades y Smith teme que no pueda sacar el material. Se va de nuestro país antes de lo previsto y sin avisar, con la sensación del trabajo no terminado. El reportaje no se publica hasta después de que el Congreso de los Estados Unidos aprueba el convenio con España. Eugene Smith lo considera, pues, un fracaso. La maquetación, pies de foto, elección y secuencia de las imágenes, así como el texto del reportaje le parecen fallidas y lamenta que desde la redacción de Life no le hayan dejado participar en todo el proceso. Las páginas de la revista están en la exposición y a pesar del rechazo de Smith la edición fotográfica es soberbia, lo que contribuye a que su mito siga creciendo.



Nurse Midwife (La comadrona). 1951. Regresa de España y él mismo propone un reportaje sobre las comadronas. Elige a Maude Callen, maestra y enfermera negra que trabaja en muy duras condiciones para el departamento de salud pública principalmente con gente de su raza en Carolina del Sur. Aun así, el humilde automóvil en el que se desplaza la comadrona vale más dinero que todo el pueblo de Deleitosa junto, y estas miradas transmiten esperanza. Una vez más, las fotografías son hermosas, llenas de humanidad, de vida, de pasión... En esta ocasión Smith sí está satisfecho con el resultado porque una vez publicado el reportaje, los lectores de la revista comienzan a enviar dinero de forma espontánea de manera que se construye una clínica con el nombre de Maude entre las chabolas, que el fotógrafo documenta en otro reportaje de 1953. Por una vez, sus imágenes sirven para cambiar el mundo.



A Man of Mercy (Un hombre piadoso). 1954. En 1952 se concedió el Premio Nobel de la Paz al médico, teólogo y músico Albert Shweitzer. El fotógrafo decide hacer un reportaje fotográfico sobre la misión que este alemán tiene en Lambarene (Africa ecuatorial) y se desplaza hasta allí con veinte bolsas de material fotográfico. Las cosas no van del todo bien y no existe conexión entre ambos. Está a punto de renunciar a los pocos días, pero al final concluye el reportaje sobre el hospital, la aldea, y el hombre que lo lleva adelante. A su regreso a Nueva York y tras un laboriosísimo trabajo de revelado hasta conseguir lo que quiere de cada imagen (no había photoshop) la revista no acepta una vez más sus sugerencias sobre el diseño y la puesta en página de sus fotografías, lo que supone la ruputra definitiva.



Pittsburg. Cuando Eugene Smith abandona la revista Life tenía 36 años, estaba considerado uno de los mejores fotógrafos del mundo, y empezó a trabajar para la agencia Magnum. Le proponen un reportaje sobre la ciudad de Pittsburg y entonces ve la oportunidad para llevar adelante su auténtica obsesión: crear un photo-essay total, en el que nada escape de su control. Él maquetará ahora las páginas con sus fotos, él decidirá qué fotos, qué tamaños, en qué orden, él escribirá los pies de foto, él escribirá todos los textos, él investigará el tema, él decidirá el formato y el papel. La empresa que se propone es de tal calibre que después de ¡cuatro años! fotografiando sin respiro la ciudad y diseñando páginas, su perfeccionismo y su obsesión por no dejar nada fuera le llevan a una depresión aguda y al fracaso, porque el libro no llega a publicarse. Sólo parcialmente un tiempo después.



Las fotografías, no obstante, vuelven a ser de una perfección y una fuerza sublimes. Pocas veces se ha llegado a un grado tal de fuerza y poesía juntas en imágenes en blanco y negro como algunas de Pittsburg. Están expuestas en Madrid también las páginas diseñadas y dibujadas a mano por el propio Eugene Smith, y son tremendamente parecidas a las que hicieron con sus fotos en Life, las que tanto rechazó hasta la ruptura. Y sus páginas no son mejores, porque a pesar de lo que decía el maestro del ensayo fotográfico, el hombre que buscó la verdad y la realidad más allá de lo real, la puesta en página de sus fotos en la revista Life está a la altura y al servicio de las imágenes, de la información que quiere transmitir. La maquetación del reportaje sobre España, de 1951, no está superado por nada que se haga hoy. Es magistral. Y no fracasó, removieron conciencias entonces y ahora, no fueron un fracaso porque todavía ahora, o incluso ahora más que nunca, son historia del fotoperiodismo que crece con los años.



Páginas que el propio Eugene Smith maquetó a mano para su libro "Pittsburg", que no llegó a publicarse, expuestas ahora en Madrid


Id a verlo si podéis, si estáis en Madrid. Todo lo que os hemos contado y algunos reportajes más (uno de los últimos que realizó en Japón sobre vertidos contaminantes en Minamata, 1971-73 con una fotografía que ha llegado a ser denominada "la piedad del siglo XX" y que los familiares de quienes aparecen permiten que se exhiba pero no que se reproduzca en libros u otras publicaciones; o sus primeros trabajos en la Segunda Guerra Mundial, de donde volvió herido) están en la plaza de Colón hasta el próximo 27 de julio, y forman parte de PhotoEspaña 2008. Las imágenes pertenecen al catálogo de la exposición, una edición de La Fábrica con una calidad (y un precio, eso sí, 55 euracos del ala... que merecen la pena si uno puede gastarlos) a la altura de tan altas imágenes, con análisis, reproducciones de las páginas de Life y textos del propio W. Eugene Smith.

martes, 15 de julio de 2008

Diseño de la noticia

Dicen que es bueno tener amigos hasta en el infierno. Y sería curioso en este caso tener en tan ardiente lugar un corresponsal que nos contase cómo se diseñan allí las noticias, que las habrá, calientes exclusivas sobre atrocidades, gentes depravadas y maldades sin fin que a fin de cuentas es de lo que se nutren los periódicos. Aunque todo se andará, de momento nos conformamos con tener uno, y de los buenos, en el estudio Cases i Associats de Barcelona al que ha llegado recientemente desde La Vanguardia donde fue director de arte durante años. Con estos datos ya sabréis que hablamos del inclasificable e inagotable Carlos Pérez de Rozas, periodista diseñador, profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, miembro de una saga familiar de fotoperiodistas catalanes y, sobre todo, amante de los periódicos.

Desde este estudio internacional (con oficinas en Barcelona, Buenos Aires y Miami) del que ahora es uno de sus directores ha tenido el detallazo de enviarnos el libro que acaban de publicar con el título de "Diseño de la Noticia". Una auténtica joya que repasa de manera concienzuda, con análisis y entrevistas a directores implicados en cuyos diarios han trabajado, los proyectos de Cases i Associats entre 2006 y 2008.



El libro os podemos asegurar que es un auténtico lujo para quienes estén interesados en el diseño periodístico. Por cómo está editado (algo que suele importarnos relativamente porque en ocasiones, no en esta, encarece el precio sin que los contenidos, pobres, lo justifiquen) y, sobre todo, por la información que proporciona. Por la cantidad y calidad de las páginas que muestran sus páginas, por la interesante introducción titulada "¿Por qué la gente lee diarios?", por las entrevistas con todos los directores de los medios que se han rediseñado, por el enorme abanico de medios de multitud de países en casi los cinco continentes... Imprescindible. Gracias, Carlos. Un abrazo y ya sabes que nuestros humildes píxeles están siempre a tu disposición, esperándote también.

lunes, 14 de julio de 2008

Diseñario (XXIV)

Estamos en un mes que no parece tener fin para los miembros del comité de expertos de encajabaja encargados del Diseñario. Nos ofrecen, no obstante, agobiados por el implacable calor de Madrid y a la espera de unas vacaciones que nunca llegan, otra entrega semanal de esta su obra irreverente acerca del diseño periodístico y la prensa, sin ánimo académico ni doctrinal, abierta a vuestra participación que ellos quisieran más entusiasta pero de la que toman buena nota cuando se produce (han registrado para la versión definitiva la aportación de la voz "fotolito" por parte de lorena. Gracias, dicen).





Margen. Es el espacio comprendido entre la mancha y el límite del papel. O sea, la cantidad de espacio en blanco que queda sin imprimir en la parte superior, inferior, derecha e izquierda; el blanco que rodea lo que está impreso. El margen, en lo que a los libros se refiere, es también un lujo; márgenes generosos son sinónimo de derroche de papel y derroche de elegancia. Existen proporciones ya calculadas y relaciones armónicas entre la zona impresa y los márgenes (el gran Tschichold recomienda que el margen inferior sea ligeramente más amplio que el superior, y que también los márgenes internos que dan al medianil, el derecho en páginas pares y el izquierdo de las impares, sean también mayores que los márgenes externos). En los periódicos los márgenes son de menor importancia que en los libros, porque evidentemente no existen lujos al imprimir y lo significativo es utilizar la mayor parte del papel (que también es de menor calidad) para la información que durará tan sólo un día en manos de los lectores. Podríamos definirlo, pues, como impresión de usar y tirar. Por eso, los márgenes suelen ser iguales y pequeños.
Margen es además ese límite que todos tenemos antes de estallar, saltar por el aire que nos rodea y convertirnos en energúmenos ante las adversidades, incomodidades y molestias que nos asestan los demás... que en un periódico son muchas y continuadas. Y como en la prensa ya hemos mencionado que los márgenes son pequeños, pues pequeño es el margen de todo maquetador periodístico que se tenga a sí mismo como tal. Una cosa es ser alguien amable, flexible, abierto a los demás y en general buena persona, y otra muy distinta es trabajar en un periódico, en la sección que sea y, sobre todo, en maquetación y diseño.

Marrón. Trabajo que nadie desea realizar y que normalmente cae al que en ese momento se encuentra o más despistado o más liado. Aunque puede ser fácil de identificar, es extremadamente complicado librarse de él y solo unos pocos tienen esa habilidad innata. Es muy habitual en el periodismo en general, y en la maquetación en particular.
Algunas pistas para identificar un marrón: si viene de un jefe la frase mágica suele ser: "Oye Xxxxx (aquí tu nombre) ven un momento, a ver si me haces esto...". Si viene de un compañero la frase es: "Xxxxx, puedes hacerme esto, no me ha dado tiempo y me tengo que ir. Te dejo aquí todo el material, está chupado."
Una vez que el material está en tu poder ves que no es tan fácil.
El marrón es unidireccional, nunca se puede devolver a la misma persona. Si quieres pasarlo tiene que ser a otra persona distinta. En todas las redacciones existen expertos en passing brown, que es, ni más ni menos, que la acción de pasar un brown (marrón).
Pero para saber bien lo que es un marrón nada mejor como ver los distintos tipos que existen y que han sido estudiados y catalogados en la red: Página del marrón.

Medianil. Por mucho que Quark se empeñe, el medianil no es el espacio entre dos columnas de texto. Eso se llama calle o como mucho corondel ciego (si no lleva rayas) o corondel a secas. Medianil es, en una publicación de dos hojas o más, la zona por donde se pliega el papel. Sí, esa donde el vetusto ABC coloca las grapas, ésa dónde todos hemos dado, alguna vez, golpes de karate intentando que volviera una página mientras sujetábamos el periódico con la otra mano, sorteando viandantes a la salida del metro... A la hora de maquetar, se le llama también medianil a la suma de los márgenes interiores de una doble página (junto con la zona de pliegue) y hasta hace muy poquito se caracterizaba porque no se podía invadir, salvo en el caso de páginas centrales. Esto se debía a que las rotativas no estaban preparadas para imprimir completamente a sangre (ver sangre... cuando se publique) y se temía el siempre lamentable corte de la imagen a unos milímetros del pliegue. Pero con los últimos avances tecnológicos, esto está superado. Y por eso ahora, se puede invadir el medianil de las páginas enfrentadas sin necesidad de que coincidan en centrales, donde las dobles son una sola página. Esto da muchísimo juego, sobre todo para pasar imágenes de una página a otra. Porque eso sí, se pueden cortar imágenes, pero nunca, bajo ningún concepto se debe cortar texto en un medianil (por ejemplo el de un gráfico). Si ya de por sí resultan difíciles de leer, si encima los cortamos estamos cursando una invitación para que no se lea el gráfico.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.

jueves, 10 de julio de 2008

El alma inmortal de los periódicos (y II)

Volvemos con la segunda y última entrega para ofreceros hasta el último detalle del Primer Encuentro Profesional de Diseño Periodístico organizado por Unidad Editorial y la Asociación de la Prensa de Madrid. El primero de nuestros artículos de la semana pasada lo dedicamos a las intervenciones de la mañana (Miguel Ángel Mellado, Dino do Santos, Rodrigo Sánchez y Gianni Valenti, como recordaréis) y tras la correspondiente pausa para comer en un calurosísimo día, pero que muy calurosisímo, de esos en los que el asfalto de Madrid parece que vaya a derretirse, volvimos a la carga para encontrarnos con una jornada de tarde absolutamente grande.


Spiros Polikandriotis

Es el denominado visual editor (el responsale del diseño vamos) del periódico griego "Eleftheros Tipos", elegido por la organización y el jurado de los European Newspaper Award como mejor periodico nacional diseñado de Europa en 2007 por su espectacular puesta en página. Que lo es. Ya habíamos visto páginas de este diario de Atenas en la red a raíz de su premio, pero la cantidad y calidad de lo que nos mostró Spiros nos dejó estupefactos a todos los asistentes.


Spiros Polikandriotis en dos momentos de su intervención. Abajo, comentándonos una de las aperturas de su innovador diario.



Porque, además, insistía una y otra vez, en cada página doble que nos proyectaba, en hablar de los contenidos de la misma. No en los cintillos, o los blancos elegantísimos, las tramas de esa paleta de color magnífica y sutil, ni en la tipografía siquiera, sino en los contenidos. En cómo la información tenía que redactarse de una manera distinta para maquetarla también de una manera distinta. "Hay que cambiarle el alma al periódico", nos dijo, no basta con los cambios superficiales.

Nos puso en antecedentes de la situación de la prensa griega, con publicaciones "poco imaginativas, con mucho texto, pocas fotos, mucha política. Sin colorido, mal diseñados", hasta que la familia propietaria de "Eleftheros Tipos" (Prensa Libre) se puso en manos de la consultora internacional Innovation con el resultado de este proyecto de Javier Errea que ahora desarrollan Spiros y todo el equipo del diario en una nueva redacción adaptada también a un modo distinto de hacer periodismo impreso, diseñada por el arquitecto de Innovation en Nueva York, Saf Fahim.

Además de todo color y nuevos textos y temas, el diario ha apostado por la infografía y la fotografía "centrada en el ser humano y siempre en función de la noticia"; "hemos pasado de pagemakers a designers" con "diseñadores periodistas que intervienen en el trabajo"; las "páginas dobles se diseñan ahora antes de escribirse"; las portadas suelen dedicarse a un tema (diríamos que como todas las que se suelen hacer en muchos de los nuevos periódicos, pero no, no son iguales. Son mejores que ninguna que hayamos visto, como lo son también sus páginas dobles); una apuesta por el visual journalism que se basa en "no digas, enseña, muestra"; además de nuevas secciones y suplementos.

Spiros Polikandriotis, joven periodista y diseñador alejado del estereotipo artisticoide y engreído que tanto daño ha hecho a nuestro trabajo, afable y abierto, concluyó su intervención en tono un tanto optimista y esperanzador hablando de los resultados de "todo este esfuerzo": aumento de ventas del periódico (que antes caía irremediablemente) hasta duplicarse y en días triplicarse; nuevos lectores, "algunos de ellos antes no compraban periódicos"; público joven (estos dos últimos aspectos, nuevos lectores y además jóvenes, de ser ciertos y tampoco hay por qué dudar, son muy importantes en estos tiempos de papel que se muere y demás); "hemos conseguido alejarnos de la imagen del periodismo político"... Toda una lección para quienes piensan que el periodismo visual es tan sólo un cambio de diseño. Es forma y CONTENIDOS.


Mark Porter

Es, como la inmensa mayoría sabréis, el creative director del prestigioso diario británico The Guardian, posiblemente el mejor diseñado del mundo, si es que tal cosa puede someterse a competición y siempre con el permiso del más modesto diario ateniense del que os hablábamos hace un momento. Y si optimista era el mensaje del joven periodista griego, no podemos decir lo mismo del veterano diseñador escocés (tuvimos el imprudente error de decirle que en esta Eurocopa todos los ingleses apoyaban a la selección española de fútbol y por consiguiente "vamos juntos". "Yo soy escocés", nos contestó rápido y cortante, con dos taladros por pupilas, pero la ira nórdica no llegó a desatarse y rápidamente intercambiamos sonrisas y nuestra tarjeta de encajabaja por la de su afamado blog, en el que incluye un interesante y breve análisis sobre el diferente tratamiento de la prensa deportiva española a lo sucedido en la Eurocopa, cuya semifinal él vivió en persona en la plaza de Colón, asombrado y sorprendido por lo que vio, "libre de amenazas" al contrario de en Inglaterra, más que por el tratamiento periodístico posterior, dice. Ahora pide saber cómo fue el tratamiento de la final porque desde el norte de Londres no tiene acceso a la prensa deportiva española. "Tengo mucha curiosidad", confiesa en el blog).


Mark Porter en la Asociación de la Prensa de Madrid, incidiendo sobre el formato tabloide que se impone en Gran Bretaña a pesar de los intensos debates que han tenido.



Y reseñamos su pesimismo porque a pesar de haber intentado (y conseguido, añadimos nosotros) "integrar el periodismo escrito y el visual", los resultados no le parecen esperanzadores porque todos los grandes periódicos occidentales, incluido The Guardian, siguen perdiendo lectores, no atraen a los jóvenes, "mientras las entradas a las páginas web", incluida la de su periódico, "crecen de día en día". Por eso, aunque él no lo confesó en público, nuestro querido amigo Pérez de Rozas (ex director de arte de La Vanguardia, ahora en Cases i Associats), nos contó que en el último año Porter se ha volcado en el diseño de todo el portal web de su periódico.
Que el diseñador de The Guardian no encuentre propuestas de futuro en los nuevos diseños de periódicos es posiblemente la causa de su poco entusiasmo por el comentadísimo rediseño de The Sunday Times, "una ocasión perdida", según escribe Porter. (Tenéis un magnífico análisis en varias entregas en nuestro blog amigo y vecino Cuatro Tipos, polémicas incluidas, sobre este rediseño de The Sunday Times a cargo del español Alfredo Triviño o Al Trivino como le llaman en el mundo anglosajón, Mario García sin ir más lejos en su blog para calificarle como "el mejor diseñador de su generación". Al superdiseñador norteamericano sí le parece interesante esta propuesta).


Mesa redonda

El acto final de las jornadas profesionales sobre diseño periodístico fue una mesa redonda con la participación de Rodrigo Sánchez como moderador, el propio Mark Porter, Carlos Pérez de Rozas, y Carlos Soria (presidente de Innovation). No hubo acuerdo o conclusión en la que todos estuvieran de acuerdo sobre el futuro de la prensa escrita. Pérez de Rozas incidió en la necesidad de una prensa libre para garantizar sociedades abiertas y democráticas "sea en el soporte que sea"; Porter, pues que sólo ve el futuro de papel muy oscuro y Rodrigo que se muestra atento a cuantos cambios sucedan para no perderse ninguno. El debate comenzó con una pequeña introducción a cargo de Carlos Soria que no tuvo ni una sola coma de desperdicio.

"Nos encontramos en una encrucijada en la industria de los media", comenzó Soria (quienes estudiaran periodismo en Navarra deben conocer a quien fue Decano de la Facultad de Comunicación, señor de unos cuantos años ya y más sabiduría aún, lleno de ideas frescas). Una crisis provocada por internet, evidentemente, ya que "la prensa tradicional nació en libertad condicional", mientras que internet "ha nacido libre, y tiene por tanto un potencial increíble". "Internet no es un medio de comunicación, es algo mucho más grave... es una matriz tecnológica que incluye todos los medios actuales, presentes y futuros", y se nos quedó tal carita a todos que a continuación esbozó una sonrisa y pasó a tranquilizarnos, algo. "No creemos a los talibanes digitales, ¿eh?", añadió. "Seguirá existiendo el papel como soporte de ideas, pero los periódicos no serán como los de ahora".


De izquierda a derecha: Mark Porter, Rodrigo Sánchez y Carlos Soria durante su intervención.


Tendrán que cambiar, en esto coincidimos muchos (y así lo hemos escrito en distintas ocasiones en encajabaja). "Sufrirán cambos dramáticos, lo de ahora son los aperitivos de los cambios". Reducir los costes, como están haciendo muchos periódicos importantes, "es matar a la vaca, exprimirla hasta que en vez de leche dé sangre", continuó Carlos Soria, "ellos mismos se están matando". La mayoría de los rediseños son "maquillar al muerto para intentar venderlo luego a alguno que pase por allí". Y frente a estas dos posturas, la de exprimir y la de maquillar, está la tercera: HACER ALGO. Pero en ésta "no hay soluciones mágicas". Expuso entonces Soria las ideas fuerza de su consultora Innovation, las "turbinas informativas", es decir aprovechar el enorme potencial de las actuales grandes empresas informativas (incluidos los periódicos, o principalmente los periódicos) para ser productores de contenidos. Modificar el reloj de la información, suprimiendo las "horas de cierre" para que esa turbina genere contenidos las 24 horas de los siete días de la semana. Y cuidar el buen periodismo, el alma de todas las turbinas informativas. El alma de todo lo que hacemos nosotros. Y vosotros.


Luis Blasco / Mario Benito

martes, 8 de julio de 2008

Cuando un buen equipo mejora una buena idea

Porque dos cabezas piensan mejor que una sola, pero peor que tres. O al menos eso nos decían en la facultad. Claro, que luego conoces cabezas que no piensan, pero ése es otro post...

El caso que os mostramos se nos presentó la semana pasada. Agustín Pery, director de EL MUNDO de Baleares, gran periodista, mejor editor y sobre todo, buen amigo, nos pidió que le echáramos un cable con una idea que se les resistía en la isla. Querían hacer el típico efecto de rasgado en la página, para ilustrar los perfiles de dos miembros de un mismo partido, ahora irremisiblemente enfrentados (qué cosas tan raras les pasan por allí ¿verdad?)

Página original sin el "rasgado"

El efecto de rasgado se ha utilizado en prensa mil y una veces, no es nada nuevo, pero aún así, intentamos darle una vueltecilla. Recogimos, pues, el guante con interés, aunque la verdad, lo que necesitaban era más una ilustración que trabajo de maquetación. Así que con la precisión del campeonísimo Rafa Nadal, se ejecuta un passing brown a nuestro ilustre Luis Parejo, brillante ilustrador al que ya conocéis los asiduos a nuestro blog. Y entre los dos nos pusimos a rizar el rizo, que si yo lo rompo por aquí, que si mejor que sea a sangre, para que el efecto sea mas potente... Al final, la humilde aportación maquetil consistió en torcer un poco el perfil de salida y los folios, para reforzar la idea no sólo de página rota, sino también de desplazamiento.




...Y así quedó tras jugar un poquito con ella


Y éste es el resultado final. ¿Os gusta? A nosotros sí, queda una página espectacular y distinta. Y a mi me gusta especialmente porque es fruto de una cadena de decisiones acertadas, en las que cada uno aportó su granito de arena. ¡Ay! si siempre funcionara esto igual...

lunes, 7 de julio de 2008

Diseñario (XXIII)

El comité de expertos de encajabaja desapareció la semana pasada envuelto en una tormenta roja, ebrios de gloria española o algo así. O ebrios. No los hemos podido rescatar de esa interminable celebración eurocopera hasta ahora, justo a tiempo para recuperar la entrega del Diseñario que el lunes pasado nos escamotearon. Ya sabéis, esa obra colectiva que llevan a cabo de manera irreverente y abierta a la participación de cuantos quieran aportar ideas, sean seguidores o no de la selección española de fútbol. Y de Rafa Nadal.





Mancheta. Se dan de codazos por salir en ella... sin perder la sonrisa, eso sí, y un fingido "fair play". Porque figurar allí es ser alguien en un periódico (o en una revista, en una publicación periodística, vamos). Y peder el sitio que allí tenías, desastre que a veces acontece, es precisamente dejar de ser, de existir. Una humillación comparable a las degradaciones militares en las que ante toda la tropa formada te despojan de medallas, de galones, de cargo, de identidad, de trozos de chaqueta cortada a mano en fino paño para quedarte como ella, la chaqueta, hecha jirones.
Si por el contrario, además de estar allí, tu nombre goza de ser impreso en un cuerpo mayor que el resto... entonces, entonces no hay que decir nada más.
Se acomoda generalmente en las páginas de opinión, aunque puede verse en cualquier otro lugar, en la primera página impar de las revistas, o escondida en el más recóndito trozito de papel de aquellos periódicos que parecieran ocultarla, que los hay. Algunas están formadas por apenas tres nombres, y otras quieren emular un listín telefónico, rebajando así el enorme privilegio de figurar en ella, en ese cauce y escaparate de vanidades.
Por si hasta ahora no había quedado claro, mancheta es ese listado de nombres donde, según imperativo legal, aparecen el editor, el director, los principales cagos con responsabilidad real o aparente y la dirección de una publicación periodística, además del depósito legal. Staff, están consiguiendo imponer los anglosajones a todo el mundo mundial que llamemos a la mancheta.
En el mundo de la prensa puede oírse llamar también mancheta a la cabecera de un periódico (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, etc., con sus logotipos, si los hubiere, y alguna frase asociada de publicación conjunta con el nombre del medio), y aunque hay autores que así lo recogen en realidad es cabecera, y no mancheta, el nombre más apropiado para este elemento importantísimo.
También es mancheta un pequeño icono que acompaña al cintillo en temas a los que se quiere dar relevancia y continuidad, que suelen ocupar varias páginas, incluso durante varios días... hasta que lo decida quien figura en primer lugar de la mancheta.

Manuzio, Aldo. Decir que fue el primero de los nuestros tal vez sea decir demasiado porque hay quien considera, consideramos, que ya se puede definir como diseñadores gráficos a muchos de los artistas/comunicadores del arte paleolítico, maestros en algunos casos en lo que se refiere a signos y símbolos, o en dibujos lineales y esquemáticos de auténtica fuerza, sencillez y total capacidad informativa y comunicativa. Pero si nos atenemos al período moderno que delimitamos con la invención de la imprenta, entonces el italiano Aldo Manuzio es posiblemente el primer gran tipógrafo y diseñador, aunque entonces estos últimos no existiesen; maestro impresor que nació precisamente el mismo año en el que Gutenberg parió su inmortal invento, 1449 en Bassiano, pueblecito de la comarca romana del Lazio.
Abrió su taller de tipografía e imprenta en Venecia en 1494 y pronto destacó de entre los innumerables talleres que había en la ciudad de los canales hasta el punto de que el afamado humanista Erasmo de Roterdam viajó (con los medios de la época, no lo olvidemos, pues entonces no existían agencias de bajo coste... ni nada de coste bajo) desde su ciudad en los países bajos hasta Venecia para conocer al creador de tipos "asegurándome así la inmortalidad, si esos textos fuesen impresos por ti". En 1501 lanzó al mercado su pionera y justamente famosa colección de bolsillo con la obra escogida del poeta Virgilio como primer volumen, que llegó a 50 títulos impresos con su imperecedera creación: la letra cursiva, llamada también en su honor, aldina. Caracteres estos que pueden considerarse una de las obras destacadas del Renacimiento y variante desde entonces presente en todos los tipos de letra. Podríamos decir que falleció en Venecia en 1515, pero resulta que los caracteres en cursiva le han hecho inmortal.

Maqueta. Dibujo. Esquema. Embrión de página. Apócope de maquetador.

Maquetador. Nosotros. Los que disponemos el orden y la posición de los distintos elementos que forman una página: textos, imágenes, rayas y distintos adornos, fondos de color... todo lo que aparece en una página. El maquetador no suele decidir los tipos de letra, la paleta de colores, el número de columnas y el estilo general de la publicación que ya están fijados por el director de arte (junto con con el director de la publicación) en el prototipo. La labor del maquetador, coloquialmente el maqueta (sólo para la prensa) es organizar los elementos que le presentan para una página de manera que resulte un todo ordenado, jerarquizado (en el caso de las productos periodísticos) y con una seña de identidad (que parezca una página de nuestra publicación) que consigue el estilo y los tipos de letra ya definidos.
Nuestra humilde y generalmente vilipendiada labor incluye también ayudar a nuestros queridos redactores en todo aquello relacionado con los ordenadores que ellos no sepan hacer, que es mucho. Pero esto en puridad no es trabajo de maquetación (hay quien parece muy listo escribiendo y luego piensa que somos una especie de informáticos o algo así, aunque muchos de nosotros somos periodistas especializados en el diseño y el resto provenga de las artes gráficas) y esta faceta de "Ayuda" está supeditada a la buena o mala disposición del maqueta a quien se lo pidan. Maquetador es también una persona borde. Alguien que dice no. Alguien que siempre encuentra una solución, porque no hay ya otro detrás que pueda encontrarla.
Diagramador y confeccionador (véase confeccionador) son sinónimos de maquetador.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.