jueves, 3 de febrero de 2011

'The Daily'.... el híbrido de la ¿información?

Ayer, un envejecido Murdoch nos presentó lo más joven, el que dice que es un nuevo medio de comunicación. Lo más nuevo. Y el todo internet lo repitió. Y el todo internet, y el papel, y las televisiones... y el todo todo, que además se prestaron a hacerle gratis la campaña publicitaria de lanzamiento a la manera de como se las hacen a Apple. Claro que The Daily es un producto para el iPad, ¡ohhhhh!, ese cacharrito guay y molón que como pudimos escuchar en Saturday Night Live "millones de personas compran y después intentar averiguar para qué lo quieren". Pues para comprar The Daily, y para comprar música y películas y libros electrónicos (ebooks, por favor) y... y todo lo que pueda venderse, para qué va a servir. Si es como una tarjeta de crédito conectada las 24 horas del día a la tienda del señor Jobs, iCard debería haberlo bautizado iGod.


Un señor Jobs que no pudo acompañar al señor Murdoch de la imagen en la presentación de ayer por causa de una nueva recaída de su deteriorada salud y en la que a pesar de que el lema para el lanzamiento de este producto sea "New times demand new journalims" se habló casi en exclusiva de las bondades técnicas del mismo, pero muy poco o nada de periodismo. Mucho sobre el continente pero apenas contenido sobre contenidos.

Para empezar, y aunque sea sólo como curiosidad sobre esos contenidos, el más nuevo de los medios coincidió en su propuesta de portada con el más veterano de los periódicos en papel que se imprimen en nuestra ciudad, el ABC de Madrid. En todo, en la gran fotografía (casi, casi, realizada curiosamente también por un Español, Emilio Morenatti para AP la de The Daily y firmada por AFP la del periódico madrileño), en la composición y distribución de elementos tipográficos y gráficos, casi hasta en el mensaje del título, aunque el de ABC sea algo mejor, o tenga algo de "sustancia" periodística al menos.




Como tenemos la desgracia de no ser gurúes, a primera vista, y dejando bien claro que a pesar de los muchíiiiiisimos análisis entusiastas que sobre este producto ya se han hecho (súper Mario García comenta en su blog que "la paciencia no es una de las virtudes de nuestra época" en uno de los análisis más exhaustivos y rigurosos sobre The Daily, en inglés, con muchos enlaces y citando incluso a quien él califica como "design guru"), dejando bien claro, decíamos, que esta propuesta necesita más tiempo para poder ser valorada, no llegamos a ver las ventajas de un producto que parece renunciar a las ventajas de internet asumiendo para colmo alguno de los inconvenientes del papel. Aunque quiera venderse como lo último del mundo digital, es como si fuese un híbrido entre dos especies, papel y digital, que hubiera conservado lo peor de cada una de ellas y se hubiera desprendido de las mejores posibilidades de una y otra para competir así en la dura lucha de la evolucion.

Es decir, elaboran el "periódico" un día antes, como no le queda más remedio que hacer al papel para poder imprimir y distribuir cientos de miles de ejemplares, precisamente uno de los inconvenientes de la prensa impresa que tantos "expertos" ponen de manifiesto, y con razón, sin que sepamos muy bien por qué o para qué en este caso, desaprovechando una de las características más poderosas de internet como es la posibilidad de informar al momento sobre lo que sucede (dicen que habrá algunas actualizaciones, supongo que porque no llegan a creerse del todo las bondades de hacerlo todo un día antes, y porque no les va a quedar más remedio que hacerlo).

Además, desaprovechan todos los ordenadores que no sean un iPad de Apple para su distribución (también dicen que "más adelante" se abrirán a otras "tabletas", pero en principio se cierran dos años exclusivos con el señor Jobs entregándole el 30% de los ingresos). Alguna web informativa gratis, actualizándose al momento, podrá verse no obstante en el iPad con la que tendrá que competir The Daily aunque pretendan competir con periódicos de papel a un precio mucho más barato poque el propio Murdoch se apresuró a resaltar el ahorro en costes de impresión y distribución... pero ¿son los periódicos de papel los competidores del iPad? Y por si fuera poco, este producto digital al parecer ¡no es hipertextual! No hay enlaces, aunque habrá que esperar también para comprobarlo a que se pueda ver este producto global en algún otro sitio que no sea los EEUU donde se distribuya ahora úicamente. ¡Enlaces! Pero qué es eso, pero cómo los va a haber, si la cultura del enlace, auténtica esencia y razón de ser de internet... es "la cultura del todo gratis". Si al iPad deben darle alergias los enlaces (esperemos que no caiga mucho en la cuenta el gran Jobs no vaya a ser que los elimine, igual que el flash, de sus codiciados aparatos dieñados en California y fabricados por millones en China).



Este es el vídeo de presentación que ellos mismos han elaborado y que todos nosotros les difundimos gratuitamente. En lo que poco que puede verse y en lo que respecta al diseño, pues bien. Correcto. No es como para tirar cohetes pero sí que parece que facilite la lectura, lo que a estas alturas y con tanto "diseñismo" suelto, no es poca cosa. Portada y portadillas de sección a lo viewspaper, páginas normales con dos columnas de texto, o tres como máximo, título por arriba y generalmente con una foto a una de las dos columnas o al ancho total de la página (lo más sencillo del mundo... que a veces es lo que mejor funciona)... a primera vista, volvemos a insistir.

La apuesta por el vídeo de producción propia sí que parece interesante, o la curiosa manera de "compartir" información (más encaminada a evitar "gratuidades" que a lo que todos entendemos por compartir), el apabullante desarrollo tecnológico (faltaría más), su precio de 14 céntimos de dólar (aunque hablan tan sólo de suscripción semanal de 99 céntimos y no sé si se podrá hacer una compra diaria) parece realmente competitivo... pero no llego a ver la genialidad del invento híbrido, ni siquiera me parece una buena idea. Casi roza lo absurdo. Así que no descarto de ninguna manera que The Daily pueda incluso triunfar. Si hasta su director, Jesse Angelo, dejó bien claro que "somos muy patrióticos y somos americanos". Pues ya está, qué más contenidos queremos.



Actualización

Bueno, pues aquí estamos de nuevo. Y es que en sólo dos días ya ha habido quien ha conseguido "sacar" The Daily de su entorno natural supuestamente cerrado, en el que tanto empeño pone el señor Murdoch, para ofrecérnoslo a todos gratis, en abierto y disponible para cualquier ordenador independientemente de su marca, diseño o glamour.

Como nos explican en ABC.es, Andy Baio ha creado una página web denominada The Daily Indexed en la que puedes acceder a todas las páginas de The Daily desde un índice. ¿Cómo lo ha conseguido? ¿Pirateando? ¿Hackeando con conocimientos informáticos de genio rebelde? No, sencillamente con ingenio.



Si los artículos tienen la posibilidad de ser enviados por email o compartidos en redes sociales, razona Baio, entonces cada página de The Daily tiene una dirección web (una URL). A pesar de que la aplicación para el iPad las mantiene ocultas, a él le ha resultado fácil encontrarlas y sencillamente hacer un índice poniendo enlaces a cada una de ellas... con todos sus contenidos, vídeos incluidos. 30 millones de dólares. Ridículo. Baio dice en su página web que la fórmula es absolutamente legal, lo mismo que hace Google cuando enlaza e indexa noticias de todos, y que está esperando "con curiosidad la reacción de ellos".

Para colmo, no es la única: The Daily, Daily, con otro sistema.

¿Seguro que pueden estar a la vanguardia de internet en lo referente al periodismo, o en lo que sea, quienes triunfaron haciendo algo absolutamente distinto, gentes del siglo XX que no entienden realmente lo que es internet, que se resisten a la esencia absoluta de la red: el enlace?

miércoles, 2 de febrero de 2011

Fiesta Bombín

Ya está online el número 5 de El Bombín Cuadrado, proyecto colectivo y gratuito de ilustradores, maquetadores y escritores. Para celebrarlo, los bombineros van a realizar una fiesta en Barcelona con mucha música. Y entrada gratuita.

Será el próximo día 5 de febrero en la Sala Niu (Almogavers 208), a partir de las 19.30 con Charlie Moth y The Blue Stringers. Además, y como es normal, presentarán el citado número 5, dedicado a la ciencia ficción y en el que el colectivo encajabaja ha tenido el gusto de participar. Podéis leer la revista completa en su web.

Portada del último número


Y artículo del colectivo encajabaja publicado en él.

lunes, 31 de enero de 2011

Diseñario 2.0 (LI)

Parece que no todo está perdido y que este siglo XXI nuestro que tan mal comenzó, y que tan precario caminar lleva en su primera década, empieza a levantar un poquito la cabeza para pedir algo de libertad, de dignidad. Y lo hace en países en los que hasta ahora no pensábamos que tal cosa pudiera suceder, por lo que resulta especialmente emocionante y esperanzador. Valores universales. El comité de expertos de encajabaja envía un abrazo solidario a toda la gente que en Egipto o en Túnez, y en cualquier lugar del mundo, está luchando ahora mismo por lo que merecen y les dedica esta entrega de su Diseñario, obra infinita e irreverente, colectiva y abierta sobre el diseño periodístico y la prensa en general.





Tirada. Son dos cosas (y ninguna relacionada con el juego de los dados, o con la manera que tienen algunos de disponer el material gráfico sobre una página) absolutamente relacionadas: es el acto de imprimir en las rotativas los ejemplares impresos de un periódico (llamado también "tiraje" o "tiro" en los textos más clásicos y en distintas zonas geográficas) y además es también el número de ejemplares que se imprimen.
Esta segunda acepción es la que más utilizamos y la primera que nos viene a la mente cuando se habla de tirada. Conviene tener presente que la tirada puede incluir según quién nos dé las cifras los ejemplares "inútiles" por estar mal impresos y que se desechan (por eso se habla de "tirada útil" cuando nos referimos sólo a los ejemplares válidos), además de los ejemplares que se regalan (o se intercambian) y los que se devuelven de los puntos de venta. Nuestra querida OJD se encarga de aclarar estos "curiosos" aspectos además de controlar la difusión, que se calcula multiplicando por tres el número de ejemplares vendidos y regalados, porque alguien, en algún lugar, supuso un buen día que tres personas leen de media cada periódico.

Tocho. En la vida hay cosas grandes y cosa pequeñas... Y no miréis para otro lado, porque todos sabéis a lo que nos estamos refiriendo. Y dentro de las cosas grandes, las hay grandes, muy grandes... y luego hay tochos. Que como la propia palabra indica son cosas grandes pero a lo vulgar, ordinarias, vastas pero a la vez bastas. Y como todo es trasladable al papel (afortunadamente, todavía) un tocho en prensa es el resultante de cuando una cosa larga se te empieza a escapar de las manos, y va cobrando vida y extensión hasta que ya no hay casi por dónde abarcarlo... Y lo miras y te da pereza, porque casi daría igual por dónde empezaras a consumirlo, porque seguro que te enganchas a él por cualquier lado... y al final no te enteras de nada, como corresponde a cualquier tocho que se precie.
Si nos ponemos técnicos y puristas, un tocho es justo lo contrario de cualquier labor de edición. Se supone que editamos las cosas para que se 'desatochen' si tal palabro existiera y significara la disolución del tocho. Generalmente, los maquetas recibimos la información así, en tochos, porque de todos es conocida la incapacidad manifiesta de los periodistas para sintetizar y resumir ideas... Y como tratantes de tochos, hemos desarrollado cierta capacidad de desentrañarlos, hasta el punto de conseguir sacar lo realmente importante de los tochos, hasta reducirlos a su esencia primigenia, que suele ceñirse a una escueta frase, la mayor parte de las veces. Pero si el cícero es la medida universal del diseño, parece que el tocho se ha estandarizado como medida universal del periodismo escrito previo paso por maquetación... Se entiende por tanto, ahora, que los redactores nos odien, murmuren a nuestras espaldas y recurran a eso ya tan manido de "la dictadura del maquetariado", ya que somos nosotros los desatochadores que los desatochan... siempre contra su voluntad, faltaría más.
Generalmente se nos viene un tocho encima cuando en un folio no se aprecia gris, sino negro, negrísimo (consultad las voces mancha y gris, si tenéis dudas)... Pero también se siente cercano cuando ves que viene ese redactor (jefe) y te comenta muy serio que este texto es que no tiene corte ninguno, porque es un texto buenísimo y elaboradísimo... La de veces que habremos querido explicarle a este tipo de pobreza espiritual que todo, absolutamente todo en la vida tiene corte y edición. Y que además, milagros del ser humano, las cosas editadas y cortadas suelen mejorar... Muchas veces nos hubiera gustado incluso hacerle tragar los cortes y descartes de don Miguel de Cervantes de su afamado Quijote, que también fue editado y recortado, creednos... Y aun así, le quedó tocho, el tocho por antonomasía, el tocho de tochos... ¡la madre de todos los tochos!
Pero no sólo los maquetas 'atochan' las cosas, viva Dios. La capacidad de generar tochos es consubstancial al ser humano, como la de generar paridas. Existe un tipo de maquetador, muy definido, que aunque no quiera, se convierte en el atochador de páginas. Coja lo que coja, le sale un tocho. Y no le hables de blancos, edición gráfica o de despiezar un poco es texto de setenta mil caractéres... porque él sólo sabe hacer tochos. Vive para eso. Sueñas con enormes páramos de tinta. Sus ojos sólo ven enormes bloques preñados de texto. Y no le sacarás de ahí, aunque bien asesorado, podría llegar a desarrollar una prometedora carrera como maquetador de páginas de anuncios por palabras o de parrillas de televisión...
Incluso esta voz que acabáis de leer vosotros cuatro, valientes que no os asustáis por unas cuantas líneas juntas, es un tocho. Y no porque no seamos capaces de concretar, que lo somos, por supuesto. Sino por puro homenaje formal al fenómeno tochil. Porque lo que no pretenderéis es que hablemos de los tochos y os lo resumamos en dos liniejas de nada ¿no?



Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.
Diseñario 2.0 (XLV): rataplán-rediseño.
Diseñario 2.0 (XLVI): registro-retícula.
Diseñario 2.0 (XLVII): ríos-rutero.
Diseñario 2.0 (XLVIII): scoop-solemnidad.
Diseñario 2.0 (XLIX): staff-supervivencia.
Diseñario 2.0 (L): tejadillo-temazo.

viernes, 28 de enero de 2011

Periodiquerías (XXVIII)






Pretoria (Sudáfrica, 2010) / Juan Antonio Sánchez





Manchester (Reino Unido, 2010) / Luis Blasco





Aeropuerto de Heathrow (Reino Unido, 2010) / Mario Benito




Enviadnos fotos de vuestras "periodiquerías" antes de que todas sean iguales y se llamen iPad. Fotografiad esos lugares en los que todavía se venden periódicos, y las publicaremos en esta serie. Si queréis.



Entregas anteriores de Periodiquerías:

Periodiquerías (I):
Madrid - Nueva York - Sevilla
Periodiquerías (II): Bilbao - Resistencia (Chaco-Argentina) - Múnich
Periodiquerías (III): Estambul - Praga - Nueva York
Periodiquerías (IV): Salamanca - Edimburgo - Tres Cantos (Madrid-España)
Periodiquerías (V): Lima - Bruselas - Mérida (España)
Periodiquerías (VI): Londres - París - Roma
Periodiquerías (VII): Las Vegas - Los Cristianos (Tenerife) - Alicante
Periodiquerías (VIII): Antigua (Guatemala)
Periodiquerías (IX): Berlín - Viena - Moscú
Periodiquerías (X): San Francisco - Puerto de Santa María (Cádiz) - Málaga - Newspaperman
Periodiquerías (XI): Lisboa
Periodiquerías (XII): Venecia - San Petersburgo - Osaka
Periodiquerías (XIII): Barcelona - Los Angeles - Buenos Aires
Periodiquerías (XIV): Kabale (Uganda) - Honolulu (Hawai) - Filadelfia
Periodiquerías (XV): Zaragoza - Gerona - Pamplona
Periodiquerías (XVI): Miami - Nueva Delhi - Lima
Periodiquerías (XVII): Hollywood (Los Ángeles - USA)
Periodiquerías (XVIII): Cagliari (Cerdeña - Italia) - São Paulo - Parlamento Europeo (Bruselas)
Periodiquerías (XIX): México DF - Salzburgo - Buenos Aires
Periodiquerías (XX): Milán - Punta Arenas (Chile) - Cannes
Periodiquerías (XXI): Londres
Periodiquerías (XXII): Xian (China) - Assilah (Marruecos) - Bergen (Noruega)
Periodiquerías (XXIII): Damasco - Washington - Turku (Finlandia) - ¿Monumento al lector de prensa? Tampere (Finlandia)
Periodiquerías (XXIV): El Vaticano - St. Ives (Reino Unido) - Harvard (Estados Unidos)
Periodiquerías (XXV): Denia (España) - Seúl - Nápoles
Periodiquería de la Paz (XXV): Pekín
Periodiquerías (XXVII): Como (Italia) - Oporto - Plasencia (España)

jueves, 27 de enero de 2011

Pantallazos... 2

No es el título de una secuela peliculera... es que la actualidad ha venido a echarnos una mano tan sólo un día después de que publicásemos nuestro último post. Un balón que entra pero no entra en un clarísimo gol que clarísimamente no lo ha sido, ha generado que tuviéramos que colocar no un pantallazo en una página de deportes, el de siempre, el que no se ve, el que nos impide además poder dar sola imagen poderosa, sino... ¡CINCO! Y todos de esa misma jugada. No queríamos sopa... pues cinco cazos.



Comentábamos en el post anterior que la tesis más razonable es aprovechar el tamaño del papel para dar mejor una gran imagen (algo que no puede hacerse en la mayor parte de las pantallas), una gran fotografía de calidad y no imágenes en baja resolución capturadas de un vídeo, y dejar para internet la posibilidad de dar esas secuencias de imágenes, o vídeos directamente, para las jugadas "polémicas". Porque en eso una pantalla de ordenador, y la posibilidad de la animación, es superior. Pero no sólo no nos hicieron caso en el periódico, emborronando de nuevo sus páginas de papel con pantallazos, sino que ¡hasta internet! se quiso apuntar a nuestros "queridos" pantallazos... No queríais darlo en un soporte, pues en los dos.

Y tantos pantallazos, a fin de cuentas, para una jugada en la que no llego a entender dónde está la polémica porque todos estaremos de acuerdo en que el balón no entra en la portería... ¿no? Clarísimo.

miércoles, 26 de enero de 2011

Pantallazos, ¿pantallazos?, ¡pantallazos!

Si ven a alguien acercándose el periódico a la cara no es que tenga presbicia. Posiblemente esté viendo (o intentando ver) un pantallazo (una imagen capturada de un vídeo, generalmente de la televisión y con una resolución tan pequeño que apenas permite darla a una columna).

Esto es un pantallazo.

Lejos de corresponderse con su sonoro nombre, son pequeños, borrosos y poco nítidos. Además, te obligan a achinar los ojos, que no es que esté mal, pero es que los ojos son un tema muy delicado. Los meten porque dicen que son "imprescindibles", que los lectores quieren ver (¿?) el momento exacto de la polémica falta, la inexistente mano o el clamoroso fuera de juego. Sinceramente, el que consiga ver algo en esos pantallazos es más por sugestión que por buena vista. Porque verse, lo que se dice verse, no se ve nada de nada. Si acaso se intuye. Y a veces ni eso.

Más pantallazos. Imprescindibles.

Y cada vez son más comunes, porque en esta apretadísima liga-de-dos, la polémica ronda como Pedro por su casa y claro, cuanto más polémica más pantallazos y cuantos más pantallazos más polémica y así en un eterno círculo vicioso de... pantallazos. Y claro, como el fútbol lo abarca todo, el resto de deportes se pican y también quieren sus pantallazos: baloncesto, motociclismo, fórmula 1, etc. No hay deporte que no tenga su pantallazo.

Pantallazos en motociclismo.



Mejor un vídeo como Dios manda.

Sin embargo, nosotros, que intentamos huir de la polémica barata (sólo de la barata), buscamos que los redactores no metan el dichoso pantallazo. Pero no hay manera. Al argumento de: "Si esto ya está en Internet" recibimos la respuesta de "pero nosotros no somos Internet"; al de "pero si cuando salga ya ha pasado un día y medio", el de "sí, pero habrá alguien que no se haya enterado"; y al de "pero si no se ve nada" el de "ya, pero hay que darlo". Este última frase, como bien pensáis, es nuestra favorita. Nos encanta. Apenas nos cabrea. Porque claro, tiene día y medio, no se ve un carajo y no aporta nada. Pero hay que darlo. ¡Viva el periodismo!

Y en baloncesto.


Lo hemos intentado por activa y por pasiva, y no hay manera. Ellos, instalados en el pasado, quieren el pantallazo y se niegan a dar paso al fotón grande y a remitir a la web. Que sería lo suyo, aprovechar el potencial del papel para dar una gran foto, un fotón, y con otros elementos, como apoyos y llamadas, remitir a las web. Páginas con cada vez más visitas y que están potenciando el tema audiovisual, como tiene que ser, por otra parte.

Pero no hay manera, ellos quieren sus pantallazos, no vaya a ser que alguien se quede sin ver la borrosa pierna que derriba al borroso jugador en los borrosos límites del área y que impide el borroso gol.


Con lo bien que se ven los goles en un vídeo.

Nosotros, mientras tanto, seguiremos con nuestra (inútil) resistencia numantina. Intentando que cada vez que haya una falta no le gritemos a la tele: "Ahí va otro pantallazo".

lunes, 24 de enero de 2011

Diseñario 2.0 (L)

En este número absolutamente redondo, si no lo numerásemos a la manera romana, o rotundo, el comité de expertos de encajabaja encargados del Diseñario tienen el enorme honor de compartir su tarea con uno de nuestros queridos lectores de esta obra abierta. Sí, "camisa blanca de mi esperanza" nos envió hace ya tiempo, cuando anunciamos la segunda versión 2.0, una definición para la voz "Teléfono" de altísimo nivel diseñarístico que publicamos ahora que llega su turno alfabético y que agradecmos mil a Eduardo Lamparero. Y como hablamos de lectores, queremos también desde aquí animar a otro de los más fieles, nuestro querido Fernando Sánchez Postigo, para que no se vaya del club de fútbol que es toda su vida, como anunció recientemente tras otro derbi más (aquí tenéis una página de apoyo en Facebook a esta iniciativa solidaria). Dedicada a ellos y a todos nuestros lectores, les ofrecemos la entrega número 50 del Diseñario, obra infinita, irreverente, colectiva y abierta sobre el diseño periodístico y la prensa en general.




T


Tejadillo. Debajo de la cabecera, en el punto más alto de una publicación si hablamos desde la perspectiva espacial, se encuentra el tejadillo. Pequeño, alargado y con barandillas en forma de filetes, es una especie de balcón desde el que asomarse al resto de la portada. Sirve, por lo general, para colocar noticias que no tienen lugar en el resto de la portada, un poco más "seria". Y en ocasiones, quizá demasiadas, para autopromocionar productos de la casa.
Para ser noticia de tejadillo no vale cualquier cosa, de lo contrario no se iría preguntando: "¿Tienes algo para el tejadillo?". Alejada del resto de las noticias, ya sea por sus protagonistas o por las acciones de los mismos, un buen ingrediente para ser noticia de tejadillo puede ser algún militar con excéntricas soluciones a problemas comunes, una mascota de apetito voraz por objetos de alto valor pecuniario, la última ocurrencia (extravagante, por supuesto) del político o artista de turno o algún descubrimiento científico con muy buena prensa, a ser posible relacionado con la salud sexual. Todas ellas colocadas en un sitio privilegiado, porque no cualquier noticia puede estar justo debajo del sancta sanctorum que representa la cabecera.

Teléfono. Aparato, generalmente de plástico, que sirve para decirle cosas a otras personas. Cuando el receptor es solicitado, el aparato emite un sonido de alerta para que éste se dé cuenta. Por lo general una melodía artificial de poco valor armónico que suena alto.
El teléfono funciona a lo largo de todo el día. Unas veces la llamada llega desde fuera, habitualmente para pedir algo que no se puede dar. Otras, la llamada es interna, generalmente del maquetador que solicita la presencia del redactor para mostrarle la página o viceversa.
En las redacciones hay grandes usuarios de teléfono, hasta el punto que son capaces de desempeñar toda su labor sin levantarse de la silla a lo largo de toda la jornada. Estos amantes del aparato de plástico prefieren descolgar y marcar la extensión a levantarse y caminar dos o tres metros. En perjuicio del medio ambiente y de su propia salud.
Este tipo de conductas telefónicas prolongadas a lo largo del día y a medida que el cierre definitivo se acerca pueden generar en los habitantes de las redacciones graves crispaciones. Recibir la llamada número 60 en el momento en el que se está buscando un titular cuando no hay de dónde sacar es matemáticamente motivo de indignación y cabreo. El caso es extensible al maquetador de ojos inyectados en sangre cuando recibe la llamada en el instante que el programa no le responde.
Para tratar de paliar los efectos nocivos del aparato es recomendable taparle el altavoz —normalmente situado en su parte inferior— con una cama de pos-it adherida con celo.
Nunca, a pesar de la hora del cierre, del número de llamadas recibidas y por extensión del grado de mosqueo, se debe colgar el teléfono con violencia.

Temazo. Es un gran tema, qué va a ser si no. Una gran información que tenemos que dar con un tratamiento especial, una exclusiva, algo que esperamos que tenga un impacto enorme cuando lo publiquemos. O algo que, en otras ocasiones, no es otra cosa sino un "tocho" (consúltese un poquito más adelante) que con la excusa de ser un "temazo" se pretende dar así enterito... para embadurnar con tinta páginas que nunca, nadie, leerá.



Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.
Diseñario 2.0 (XX): empasillado-encuadrar.
Diseñario 2.0 (XXI): enfrentadas-entrevista.
Diseñario 2.0 (XXII): enviado especial-exclusiva.
Diseñario 2.0 (XXIII): exposición-faldón.
Diseñario 2.0 (XXIV): fe de errores-fino.
Diseñario 2.0 (XXV): flash-fondo.
Diseñario 2.0 (XXVI): fotero-fotón.
Diseñario 2.0 (XXVII): free-lance-freehand.
Diseñario 2.0 (XXVIII): galerada-grapa.
Diseñario 2.0 (XXIX): gritar-hemeroteca.
Diseñario 2.0 (XXX): hemorroide-hostias (darse de).
Diseñario 2.0 (XXXI): ilustrator-imposición.
Diseñario 2.0 (XXXII): invisibles-itálica.
Diseñario 2.0 (XXXIII): jefe-ladrillo.
Diseñario 2.0 (XXXIV): lead-localizador.
Diseñario 2.0 (XXXV): lomo-lorem ipsum.
Diseñario 2.0 (XXXVI): MacOs-mesa.
Diseñario 2.0 (XXXVII): modular-morder.
Diseñario 2.0 (XXXVIII): negativo-ñapa.
Diseñario 2.0 (XXXIX): Oblicua-off the record.
Diseñario 2.0 (XL): OJD-on line.
Diseñario 2.0 (XLI): palabrota-pelar.
Diseñario 2.0 (XLII): pieza-pisar.
Diseñario 2.0 (XLIII): planillo-plumilla.
Diseñario 2.0 (XLIV): portadilla-putada.
Diseñario 2.0 (XLV): rataplán-rediseño.
Diseñario 2.0 (XLVI): registro-retícula.
Diseñario 2.0 (XLVII): ríos-rutero.
Diseñario 2.0 (XLVIII): scoop-solemnidad.
Diseñario 2.0 (XLIX): staff-supervivencia.