viernes, 16 de julio de 2010

Un futuro

Nos despedimos hasta un futuro cercano, situado a comienzos de septiembre, queriendo ofreceros qué pasará en un futuro a mucho más largo plazo con el periodismo impreso. Un futuro posible para los periódicos, no el futuro, el que nos ha contado un libro con más de 3.000 años de pasado: el "I Ching" o "Libro de las Mutaciones".

Aunque pudiera parecer que para tales menesteres ya existen infinidad de gurúes mucho más cualificados, consultores y expertos que viven del asunto sermoneando desde un pensamiento científico alejado de supersticiones mágicas, lo cierto es que tenemos la impresión (aunque podemos estar equivocados, faltaría más) de que tanto los sabios chinos de la antiguedad como los gurúes del presente saben lo mismo sobre los periódicos y que utilizan el mismo método para sus predicciones: el azar. También estuvimos barajando la posibilidad de consultar a un echador de cartas que en vez de manos utilizase ocho tentáculos multiplicando así su eficacia, pero están tan ocupados que nos daba hora para una fecha en la que posiblemente haya desaparecido el papel... y el propio adivino, embadurnado en pimentón.

Nos llama la atención, en primer lugar, que este "Libro de las Mutaciones" insista una y otra vez en los cambios, en "adaptarse" a ellos para lograr la "armonía del individuo con el cambiante fluir de las corrientes universales". Nada más oportuno si de periódicos hablamos, pues, en estos tiempos en los que "el hombre ha perdido su Tao, el sentido de su vida, su camino, y el que pierde el camino se ve invadido por la angustia de lo incierto". Como para invitar al libro a una convención sobre el presente de los medios de comunicación, ¿no?

Y ¿por qué el azar nos parece un instrumento adecuado, como se lo pareció a esta escuela filosófica milenaria? Porque el azar "interviene en cada proceso de forma total o parcial, hasta el punto de que en circunstancias naturales, una secuencia de hechos que se ajuste de manera absoluta a leyes específicas constituye casi una excepción". Visto el rigor y el porcentaje de acierto de, por ejemplo, los expertos económicos en estos años recientes, el azar nos parece un criterio tan válido como cualquier otro. O no. Ying, yang. En lo relativo a la comunicación, casi el único del que podamos fiarnos.

Además, a través del azar, "precisamente por su carencia de significado inmediato", se puede encontrar "la expresión de un sentido más profundo", utilizando el simbolismo de las imágenes, como si de arcaico "periodismo visual" se tratara. ¿Hace falta algo más?



Hemos utilizado el "I Ching" (que por cierto debe pronunciarse aproximadamente "Yi Dching", con la "y" como en la palabra "yo") publicado por la editorial Edhasa, que puede considerarse la versión canónica en castellano a pesar de ser una traducción indirecta del alemán previamente traducido del chino a comienzos del siglo XX, comentada por su traductor alemán y gran estudioso de la cultura china Richard Whilhem, de quien hemos extractado estas pequeñas notas preliminares.

El equipo de encajabaja se reunió recientemente con este libro para llevar a cabo una consulta al oráculo del "I Ching" por el procedimiento abreviado del lanzamiento de tres monedas, en seis tiradas, con el cual obtuvimos un primer hexagrama (el número 30, Li, Lo Adherente, el fuego), con un trazo mutante en su tercer puesto, lo que dio lugar a un segundo hexagrama (el número 21, Shi Ho, La Mordedura Tajante).





El "I Ching", dice textualmente lo siguiente para estos dos hexagramas:

30. Li / Lo Adherente, El fuego
El dictamen: Lo Adherente. Es propicia la perseverancia, pues aporta el éxito.
Dedicarse al cuidado de la vaca trae ventura.
La imagen: La Claridad se eleva dos veces: la imagen del Fuego.
Así el gran hombre alumbra, perpetuando esta claridad, las cuatro regiones cardinales del mundo.
Las diferentes líneas: Nueve en el tercer puesto significa:
Al resplandor del sol poniente los hombres o bien golpean la olla y cantan o bien suspiran ruidosamente porque se aproxima la senectud.
Desventura.

21. Shih Ho / La Mordedura Tajante
El dictamen: La Mordedura Tajante tiene éxito.
Es propicio administrar justicia.
La imagen: Trueno y rayo: la imagen de la Mordedura Tajante.
Así los reyes de antaño afirmaban las leyes mediante penalidades claramente establecidas.

Y ahora, ¿qué? Porque esto es lo que se dice habitualmente cuando el oráculo chino "habla". Pues ahora toca interpretar o escuchar las interpretaciones que para estos signos se han hecho desde hace siglos, Confucio y toda su escuela incluidos.
A nosotros nos ha parecido que el primer hexagrama, el que indicaría el estado actual de las cosas, nos dice bien claro lo de perserverar en lo que hacemos, "cuidar la vaca trae ventura" parece bastante sencillo de interpretar, ¿no? Y eso es que lo que pretendemos hacer, cuidar la vaca. Ahora bien, ese hexagrama tiene una mutación en el tercer trazo (nos salió un nueve en la tercera tirada, yang, tres caras en las tres monedas), lo que nos alerta sobre las actitudes de los hombres cuando vivimos el "resplandor del sol poniente", cuando algo llega a su fin, pues. Si los hombres cantan, o sea se desentienden alegremente, o "suspiran porque se aproxima la senectud", o sea se dedican sólo a lamentarse... sufrirán "desventura". También tomamos nota.
Esta mutación da lugar a otro signo al cambiar ese tercer trazo entero, yang, por otro quebrado, ying, su contrario. El signo resultante indicaría el porvernir, dónde nos lleva la mutación del presente. Y aquí, vuelve el desconcierto porque no encontramos una interpretación tan clara como en el anterior. "La mordedura tajante tiene exito", referida a una mandíbula que tuviese un obstáculo para cerrarse y hubiera que moder de forma "tajante", nos sugiere que en el futuro superaremos un fuerte obstáculo. Pero se añade que es "necesario administrar justicia". Que los reyes antiguos administraban justicia con castigos proporcionados. ¿Superamos un obstáculo después de que se haya administrado justicia? ¿No está diciendo esto el libro?



Es posible que vosotros encontréis que estos dos hexagramas os sugieren algo distinto, o que no os digan nada, es una de las virtudes de este libro que no nos ofrece EL futuro, sino UN futuro, una posibilidad... que hay buscar en nuestro interior. "Conócete a ti mismo", es una de las máximas del "I Ching" que han pasado a formar parte de la cultura universal. Claro que también puede crearse toda una escuela de pensamiento milenaria, a la manera china de hacer las cosas, para resolver nuestra tirada... o consultar a algún gurú digital sobre ella.

Pasadlo bien este verano, nos encontraremos en un futuro próximo. Seguro.

2 comentarios:

Carlos dijo...

El I Ching funciona. Lo he probado en más de una ocasión y la verdad es que no iba muy mal desencaminado. Quizá influye lo que uno piensa realmente, y esto te lo confirma.
Saludos y feliz veraneo.

Mario Benito dijo...

Creo que esa es la idea, que busques en tu interior una respuesta, por eso lo de "conócete a ti mismo". Los dictámentes de cada imagen pueden ayudarte, o no, a reflexionar y a que tú mismo saques una conclusión.
Saludos, gracias por leernos y pasa también un buen verano, supongo que junto a los libros