martes, 16 de abril de 2013

'Quid pro quo'

Tener una sección en el periódico diferenciada del resto es una de las estrategias editoriales más extendida y posiblemente más acertada —aunque resulte difícil 'medirlo'— de los últimos tiempos, aciagos tiempos de crisis. Un tratamiento distinto tanto en la forma como en los contenidos en un cuadernillo del diario supone eso tan manido del "valor añadido" porque, realmente, el lector va encontrar más cosas donde antes no las había: otro tratamiento en los reportajes o incluso reportajes que en las páginas habituales no tendrían cabida, un ritmo distinto de lectura, una edición gráfica más poderosa, más cuidada, más atrevida gracias a un diseño que arriesgue mucho más.

Supone más trabajo en tiempos de recortes de personal, evidentemente, pero se trata del tipo de trabajo que el rigor de las páginas habituales no permite hacer y que diseñadores, fotógrafos, redactores y grafiqueros agradecemos... con la esperanza puesta en que lo agradezcan también los lectores. Un trabajo que, 'quid pro quo', puede verse penalizado en las ocasiones en las que tengamos que intercambiar información entre unas páginas y otras, los tan comentados "cambios" que tantas veces os hemos comentado y que la estructura modular de las páginas de los diarios permiten con cierta facilidad. Y es que, esa modularidad de las páginas es, precisamente uno de los elementos que suelen modificarse en la estructura de los nuevos cuadernillos.


Así diseñamos y publicamos en la primera edición del periódico de este lunes una nueva exclusiva sobre el interminable escándalo del Madrid Arena, incluida en las páginas de la sección 'España'.



Y así abría el suplemento EM/2 —que es precisamente en nuestro diario esa sección diferenciada de la que estamos hablando—, con un reportaje trabajado durante la semana tanto en su diseño como en sus contenidos. Como sucede que las páginas locales de 'Madrid' para la segunda edición del periódico son parte de este cuadernillo EM/2, había que abrir el suplemento con este nuevo tema del Madrid Arena. Y no resultó sencillo readaptarlo todo:


Porque el material gráfico no ayudaba ni un poquito, sino todo lo contrario. Porque lo que se trabajó con tiempo de adelanto había que hacerlo ahora en un momento... junto con todo lo que había que hacer en una tarde de domingo, suplemento deportivo DXT incluido —que es otro cuadernillo con un tratamiento diferenciado también, por cierto—. Acertamos o nos equivocamos casi en equipo porque en estas ocasiones la pantalla de uno, mi compañero de sección y blog Luis Blasco, se convirtió en la pantalla de un corrillo de diseñadores en el que junto a la gran Nora Ayuso estaba yo mismo, con la inestimable ayuda de nuestro entrañable Manu Llorente, redactor jefe encargado de la sección este domingo.

Nada fácil porque, además, no sólo tuvimos que improvisar una apertura y página doble nueva con un material gráfico que era el que era, sino reconvertir, claro, lo que antes era apertura de EM/2 (el reportaje de la sección de Ciencia sobre la afición a correr) en páginas interiores del suplemento... "con el mismo texto", insistía Manu, y los mismos elementos en una estructura que nunca podía ser la misma y con una página menos.


'Quid pro quo', repetía Hannibal Lecter a Clarice, ¿recordáis? Yo te doy información y tú me cuentas cosas de tu vida. 'Algo a cambio de algo', la posibilidad de hacer páginas diferentes... a cambio de una dificultad añadida en modificarlas con la rapidez y facilidad que la estructura modular que dejan de tener permite.

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