Como ya os informamos a comienzos de la semana, han tenido lugar las VII Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información, organizadas por nuestro muy querido Pedro Pérez Cuadrado desde la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos en su campus de Fuenlabrada, dedicadas este año a la "Documentación de y para una comunicación de excelencia".
La documentación en un medio impreso
"Internet ha cambiado drásticamente los servicios de documentación", comenzó su conferencia Juan Carlos Blanco, responsable del departamento de Documentación del diario El País. "No existe ningún medio impreso, al menos que yo conozca, que no tenga su página web. Y esto ha significado que si antes éramos zahoríes, que buscábamos agua en un desierto, ahora somos potabilizadores porque estamos en una auténtica inundación".
Juan Carlos Blanco, jefe de Documentación de El País (izda.) y el profesor de la URJC Jesús del Olmo presentándole
Este documentalista, filólogo de formación, explicó su más que acertada metáfora sobre el agua detallando cómo era su trabajo antes de internet y cuál es su trabajo ahora, el suyo y el de su equipo, un equipo que antes estaba agrupado "y algo aislado"; ahora "estamos integrados en el resto de las secciones, interconectados, y no tenemos un departamento con una ubicación específica". ¿Zahoríes y potabilizadores? Sí, porque antes la información era muy escasa y ellos estaban especializados en encontrarla para facilitar la labor al resto de la redacción y ahora es todo lo contrario, la red nos ha inundado de información y por eso "tenemos que filtrarla, hacer que sea potable. Discriminar qué información es útil y cuál no". Y eso, si cabe, requiere una especialización aún mayor que da valor a su trabajo y al producto de las informaciones de los medios que apuestan por la documentación.
Empezó hablando sobre la información digital que ahora ofrece el diario El País. Juan Carlos Blanco incidió en dos aspectos que son muy destacados en lo que a la documentación se refiere y que tal vez no sean muy conocidos para los lectores, pese a lo útiles que son: las etiquetas, o tags; y la hemeroteca de la página web. "Las etiquetas son la evolución digital de las carpetas temáticas que teníamos antes", explicó, y que ahora están a disposición del lector. "Nuestro periódico ofrece la posibilidad de navegar por etiquetas" —algo habitual en todas las páginas web—, "y eso supone que se agrupen las informaciones que el documentalista o el propio periodista considera con criterios periodísticos y documentales que deben estar relacionadas así".
Como su exposición fue del ahora a lo anterior, terminó explicándonos la ingente labor que hacían antes de la era digital "en la que recortábamos todos los días periódicos y archivábamos fotografías copiadas en papel fotográfico... que todavía conservamos, claro, junto a más de 150.000 negativos". Además del trabajo de préstamo a toda la redacción y el control necesario. "Pero, tanto antes como ahora", concluyó el jefe de Documentación de El País, "la generación de valor del documentalista está en la selección y la jerarquía" —los más elementales valores periodísticos, añadimos nosotros—. "Si convencemos a los lectores de estos valores, nuestra profesión tendrá sentido."
Documentación para el diseño de moda
Pedro Pérez nos sorprendió con la conferencia de José Gil Mendoza, del Laboratorio de Tendencias/Documentación de El Corte Inglés. Y nos habló cuando presentó al ponente de "un auténtico tesoro" de revistas de moda de los siglos XIX y XX, libros y todo tipo de documentos de este campo, material audiovisual incluido, reunidos en un inmueble de Madrid para dar servicio a los diseñadores de moda o expertos en marketing y publicidad que trabajan para el Corte Inglés.
José Gil Mendoza, del Laboratorio de Tendencias/Documentación de El Corte Inglés (izda.) y el profesor de la URJC y organizador de las Jornadas Pedro Pérez
Una colección que se empezó a gestar "hace unos 11 años", comenzó Gil Mendoza, "cuando me encargaron que organizara una estructura para que los diseñadores pudieran acceder a los fondos de una biblioteca, podríamos llamarla así, y de esta forma tener muchos datos y referentes para sus colecciones de moda. También para los encargados del márketing, publicidad, etc."
Nos mostraron imágenes del lugar y de sus fondos bibliográficos: 2626 volúmenes catalogados por títulos, autor, tema y digitalizados en una base de datos a la que se puede acceder tan sólo desde una intranet de la empresa. Tienen además, 227 audiovisuales sobre desfiles de modas; "estamos suscritos a 137 publicaciones periódicas de todo el mundo relacionadas con la moda y tenemos un fondo histórico de más de 830 ejemplares de publicaciones periódicas anteriores a este siglo". Y esto son datos de 2014 que seguramente se hayan quedado algo pequeños.
Aunque el ponente lo explicó con auténtica pasión, casi no es necesario tener que detallar la enorme utilidad de este increíble, y bastante desconocido para los profanos, fondo de información sobre la moda, seguramente el más importante de nuestro país. Pero lo resumió José Gil Mendoza con acierto: "ante lo efímero de la moda, es necesario conocer y tener acceso a toda la información posible de forma fluida y dinámica lo antes posible".
Conclusión
¿Quién puede proporcionarnos mejores y más datos —añadimos humildemente nosotros—, imágenes o cuantos elementos de interés relacionados con el tema periodístico que estemos diseñando, que un departamento profesional de Documentación periodística?
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