jueves, 7 de septiembre de 2017

'De políticos y otros animales'


Ayer se inauguró en un edificio emblemático para la historia de la prensa madrileña la exposición 'De políticos y otros animales', muestra representativa de toda la obra de Ricardo Martínez, uno de los más grandes ilustradores de la prensa de todo el mundo a quien tenemos la suerte de tener como compañero y amigo desde hace muchos años.

Los asombrosos originales de los dibujos de Ricardo se pueden admirar hasta el próximo 27 de septiembre colgados en las paredes de una de las salas más especiales de la Fundación Diario Madrid, en la calle Larra, 14. Edificio que fue sede de diarios históricos como El Sol, nacido en 1917 y  en el que escribieron durante sus años gloriosos previos a la Guerra Civil los más destacados intelectuales del país, como Ortega, Unamuno, Menéndez Pidal, Valle Inclán... Terminada la contienda, en sus talleres se editó el diario Arriba y también fue sede del diario Marca hasta mediados de la década de los sesenta. Ahora, además de todas sus actividades y de ser desde hace una década el lugar donde se imparten clases del prestigioso Istituto Europeo di Design, alberga durante este mes arte convertido en periodismo.



Ricardo Martínez durante la presentación de su exposición.

El propio Ricardo presentó en pocas palabras —es más hombre de lápices—, llenas de su humor tierno, primero un agradecimiento a quienes le han ayudado y a quienes le acompañábamos, y después habló de su obra, organizada para esta muestra en varias secciones temáticas: Viñeta humorística, Ilustración política, Goomer —su personaje dibujado, entrañable viajero galáctico a través del cuál nos ha ofrecido una visión de nuestra sociedad crítica y cariñosa—, e Ilustración, en la que como no puede ser de otra forma están sus queridos animales... de los que os hablaremos más adelante.







También forman parte de la exposición los cuadernos personales de Ricardo con los bocetos de sus ilustraciones, simples cuadernos de cuadros con espiral de los que usamos cualquiera, los cuadernos del colegio, vamos; publicaciones con sus creaciones en distintos formatos, libros incluidos; o el material que utiliza para lograr el milagro y que no puede ser más sencillo: dos lápices de distinta dureza, borrador, estilógrafo, tinta china y una cuchilla para rascar la tinta.


En las ilustraciones expuestas en la muestra podemos ver distintas técnicas, mixtas en algunos casos, el uso del color fundamentalmente en su personaje Goomer, pero lo que resulta más asombroso es poder contemplar el original de sus más espectaculares animales realizados con la técnica del scrachtboard —aunque hay quien prefiere utilizar el término en castellano esgrafiado para  esta forma de dibujar, considero que no es una traducción del todo exacta—. Es una especialización del dibujo muy ligada a los Estados Unidos, país en el que residió y trabajó Ricardo en su juventud y de cuyos maestros norteamericanos aprendió. Ya os hemos comentado en alguna ocasión en qué consiste esta técnica tan difícil pero de resultados espectaculares. Básicamente es una mezcla de dibujo y grabado que se consigue partiendo de una mancha de tinta negra a la que se va rascando con una cuchilla las partes luminosas para que el dibujo "aparezca", como si dibujásemos al revés, podría decirse. Y créanme si les digo que ninguna de estas fotografías, como tampoco logra hacerlo ninguna pantalla, puede reflejar exactamente —en realidad, ni remotamente— lo que es contemplar un original de Ricardo de los que ahora pueden verse en Madrid. Háganlo si pueden, vengan a verlos.










Nos encontramos además con amigos y gente importante del periodismo, visual y escrito. Antonio Rubio, Carlos Boyero, Carmelo Caderot, Rodrigo Sánchez, Ulises Culebro, Raúl Arias, Julio Rey...

Dos 'instituciones', cada uno de ellos en su especialidad dentro del periodismo español: Carlos Boyero (izda.), en la crítica cinematográfica y Antonio Rubio (dcha.), en el periodismo de investigación.

Muchísimo talento gráfico y periodístico en esta imagen (de izda. a dcha.): Carmelo G. Caderot, primer director de arte del diario El Mundo y creador de su diseño original; Rodrigo Sánchez, actual director de arte en el mismo diario y responsable de todas las revistas del grupo Unidad Editorial, incluidas sus premiadas portadas de Metrópoli, posiblemente el mejor periodismo visual del mundo; Raúl Arias, talento puro en la ilustración, maestro en múltiples técnicas; María González, actualmente responsable de diseño de Papel, suplemento dominical del diario El Mundo, y con una amplia trayectoria en todas las revistas del grupo al máximo nivel profesional; y el gran Ulises Culebro, periodismo dibujado a diario con inteligencia, elegancia y un estilo indiscutiblemente propio.


El animal ilustrado

Uno de los últimos proyectos de Ricardo Martínez ha sido la publicación de un libro —supongo que muchos de ustedes ya lo conocen y puede que hasta tengan la suerte de tenerlo ya en sus manos— que recoge una de sus pasiones: los animales. Un libro, que es mucho más que un libro.


En esta exposición pueden verse algunos de los originales de de El Animal ilustrado, como la soberbia jirafa que hemos reproducido arriba dibujada con la mencionada técnica del scrachtboard. Esta obra, en la que tuve la inmensa suerte de colaborar en su diseño a las órdenes de Rodrigo Sánchez, está editada por Libros.com gracias a una exitosa campaña de crowfunding que ya terminó con más de 300 mecenas. Por supuesto, el libro sigue a la venta.

Un libro que es mucho más que un libro, decíamos, porque no sólo están las fabulosas ilustraciones de Ricardo y muchos de sus bocetos, sino porque Rodrigo Sánchez las ha puesto en página con un talento que potencia aún más la fuerza de las imágenes. La edición de los textos que abren el libro es un trabajo de diseño a la altura de las geniales ilustraciones. No soy parcial, claro. Por eso lo mejor es que ojeen el libro. El libro impreso.







Volver a editar o reimprimir un libro de estas características es muy difícil, así que todos aquellos a quienes les interese la ilustración y el diseño deberían aprovechar para hacerse con una joya como ésta que, con el paso del tiempo, lo único que puede hacer es revalorizarse. Vayan a la web de Libros.com. Y, por supuesto, vean los originales, alucinen con ellos en la calle Larra de Madrid.


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