Si se suele recurrir al tópico de que el movimiento se demuestra andando, Curtis enseñó a todos los presentes en qué consiste el diseño periodístico... ¡diseñando una página! Impagable.
¿Cómo se comienza a diseñar una página? Pues como hemos repetido tantas y tantas y tantas y tantas veces,
con el contenido. Con una noticia. Con una historia que contar. Y ahora, teniendo la historia, teniendo el contenido y en función de ese contendido, decidiendo la forma más eficaz de contarla.
Curtis nos mostró un teletipo real, que es una de las formas habituales en las que llega la información a una redacción. No es la única, no la más deseada por los periodistas, no es la ideal... pero real y necesaria también de diseñar. Y a partir de ese primer teletipo tenemos ya un texto y un título, que tienen un formato determinado previamente por el estilo gráfico de nuestra publicación, por el prototipo que se hizo el primer día: una tipografía, un tamaño de letra, un ancho de columna... Además, en esa maqueta gráfica prototipo tenemos cinco columnas en un formato tabloide. Podemos decidir dar una columna a esa noticia, dos, tres, cuatro o las cinco. Dependiendo de la importancia que el responsable de la sección determine para esa noticia. Es la
jerarquía informativa. Fundamental.
Ricardo Curtis sigue leyendo la noticia. Se trata de un cierto escándalo referido al descubrimiento de que Coca Cola está vendiendo "agua del grifo" embotellada en Reino Unido como si fuese agua mineral. Además encuentra entre el texto las reacciones de la competencia, algo que puede servir como primer apoyo. La noticia parece tener interés y necesitamos una imagen. Eso aumenta
la valoración que le damos y el impacto visual que queremos buscar en los lectores. Encuentra una botella de esa marca entre las fotografías que comienzan a enviar las agencias. Tenemos ya algo así:
Curtis sigue leyendo. Siempre el contenido. Coca Cola, evidentemente, dice que no vende "agua del grifo". Que su agua embotellada no es de un manantial —es decir, es 'del grifo'— pero que está tratada con un procedimiento que hace que su agua merezca ser... comprada. Nada más y nada menos que la ósmosis inversa. ¿Qué carajo es la ósmosis inversa?, nos preguntamos o deberíamos preguntarnos porque seguro que nuestros lectores se lo preguntarán.
Pues la ósmosis inversa es aquello que nos va a proporcionar el siguiente elemento informativo importante de la página, que situaremos por debajo y también a tres columnas. Y, además, lo explicaremos de la mejor manera posible incorporando un gráfico.
Pero todavía se puede ir más allá. Casi siempre se puede. Esta marca de agua no lleva demasiado tiempo en el mercado. Es un lanzamiento reciente. Curtis supone durante esa tarde imaginada en una redacción que habría habido anuncios de este producto en su momento, hace relativamente poco. Y, efectivamente, ahí están. En internet se encuentran imágenes sobre la forma de anunciar el agua, que además ahora resultan irónicas, si pensamos en que esos chorros que caen sobre unos jóvenes son agua del grifo. Tenemos el texto, el título, la botella, el apoyo pequeño sobre las reacciones de la competencia, el gráfico sobre el tratamiento del agua, ahora, también la imagen publicitaria.
Está diseñada ya toda una información, que ha crecido con todos estos elementos hasta tener cuatro columnas, y dispuesta en una página.
Pero seguimos atentos a cualquier circunstancia que pueda enriquecerla y, sobre todo, a cualquier nuevo dato que pueda obligarnos a cambiarla en función de la actualidad hasta el último momento disponible antes del cierre. Hemos comenzado diciendo que partimos de un teletipo. Es una noticia que todo el mundo tiene, que la están difundiendo las agencias, internet... y que obliga a que Coca Cola España tenga que reaccionar. ¡Oigan!, clientes, que aquí en España no vendemos "agua del grifo". El agua que embotella y vende aquí esa empresa proviene del manantial de tal y tal. Coca Cola emite un comunicado que nosotros llevaremos, finalmente, a la quinta columna de la página, armando por completo la noticia en función de los contenidos y con los principios fundamentales del diseño periodístico:
orden, jerarquía e identidad (que nuestra página parezca de nuestro medio con la tipografía, el color y los demás elementos gráficos).
Resultado final: Noticia a cuatro columnas con un texto principal, título y subtítulo; imagen de la botella que ilustra de qué estamos hablando; imagen de la campaña publicitaria y un pequeño apoyo sobre ello; apoyo principal en la parte inferior con gráfico que explica el tratamiento del agua; tercer apoyo pequeño con las reacciones de la competencia en la parte inferior de la primera columna; y, finalmente, columna de salida con el comunicado de última hora emitido por la empresa.
Una vez que tenemos la página completa,
el soporte de papel nos permite diferentes lecturas, tal y como nos mostró Ricardo Curtis a continuación:
Y no se quedó aquí la lección de este maestro de diseñadores periodísticos, porque lo siguiente fue ir más allá con la noticia en cuestión y abordar cómo sería su diseño en los distintos formatos digitales: pantallas de ordenador, tabletas, teléfonos móviles... para una vez tenerlos,
buscar las diferencias y las posibilidades de ambos ámbitos: el papel y el digital.
Las primeras conclusiones que extrae Curtis sobre el medio, sobre cómo aparece la información, el papel del lector y el grado de control del emisor:
¿Es algo positivo o negativo cada una de las características de los distintos ámbitos, papel o digital? Pues ni una cosa ni otra, porque lo que ofrecen son distintas posibilidades, tanto al periodista que puede optar por "controlar su mensaje para evitar una descodificación aberrante" (papel) o "dejar que el lector haga su composición del lugar" (digital), como para lector, que puede preferir que un profesional le ofrezca un trabajo completo "que para eso pago" (papel), o bien "buscarse él la vida, porque no se fía" (digital).
Curtis aporta algunas ideas interesantes, puro sentido común y la sabiduría de su experiencia, para lo que él denomina "resolver el dilema". El periodista utilizará tanto el papel como el digital, ya que "son herramientas de las que dispongo para comunicarme con lectores y audiencias", algo que venimos proclamando aquí desde hace unos cuantos añitos. Que no tenemos por qué renunciar a nada. Que no es papel o digital, sino ambos. Y lo utilizará el periodista "en función del mensaje que quiera transmitir", mientras que el lector tendrá más opciones y podrá acudir a uno y otro medio en función de sus propios intereses. Ampliar y no limitar.
Qué significa esto para el mundo de la prensa escrita, según Curtis. Pues que
"el papel sigue siendo una herramienta de comunicación que tiene su propia narrativa: la puesta en página". Y esa puesta en página permite dar a la información un
valor añadido, como muestra el ejemplo real que nos propuso, entre muchos otros, sobre una misma noticia aparecida recientemente en
La Vanguardia:
Valor añadido que además se refuerza en el caso de los grandes reportajes de profundidad, género periodístico que Curtis considera, y unos cuantos con él como nosotros, como un claro ejemplo donde el papel es el soporte ideal:
Las enormes posibilidades también del papel para enfatizar informativamente los mensajes:
Así como la posibilidad de aprovechar la narrativa del papel, para convertirlo en una
herramienta de creatividad y de auténtico
periodismo visual, para lo que mostró distintas páginas elaboradas por la sección de diseño del diario El Mundo con
Rodrigo Sánchez —síganle la pista si es que aún no lo hacen— como director de Arte, al que calificó en su ponencia como "uno de los mejores diseñadores de prensa del mundo":
Capaz incluso de poner en página el jazz vanguardista de Keith Jarret y que lo 'veamos' antes de leer el texto, el mordisco de un vampiro utilizando la tipografía y el color, la ilustración y la tipografía entrelazadas, un eclipse, la ruptura del punk, o incluso el silencio. Pura excelencia en el diseño periodístico.
La paradoja de la situación actual,
según ha expuesto Curtis en varias ocasiones y también en esta última conferencia suya, es que
"el diseño y la puesta en página está alcanzando su máximo histórico de excelencia en la prensa escrita... justo en el momento en el que lo digital amenaza con hacerla desaparecer". Y si bien el panorama no es muy alentador, mi muy querido maestro Curtis, encuentra una esperanza:
"La excelencia en la narrativa de la puesta en página podría ser la base de la reinvención de la prensa escrita". No obstante, termina recomendándonos que pase lo que pase...
"¡que Dios nos pille conectados!".