martes, 17 de noviembre de 2015

La puñetera portada 'sábana'

A veces lo más sencillo, es lo más complicado de hacer. Desde que tenemos un nuevo formato 'sábana' de portada los domingos, mucho más grande, el doble exactamente, el esfuerzo por conseguir hacer un diseño eficaz en ella es también el doble para nosotros. El friso superior presentando los productos complementarios de la oferta del domingo: Papel, Zen, Crónica y Mercados funciona muy bien...



...pero en el resto de la página el reto de llenar mucho más espacio del que estamos acostumbrados a utilizar y en el que nos movemos con la experiencia propia de toda nuestra tradición en formato tabloide, nos llevan en ocasiones, tal vez, a incluir demasiados elementos.

Bueno, pues el último domingo, el desafío fue precisamente el contrario. Eliminar todos los elementos, incluido el friso que tanto nos ayuda, para componer una página taaaaan grande con apenas un título, subtítulo, UNA SOLA fotografía y varias llamadas a distintos artículos todos del mismo tema: los atentados de París, evidentemente.

Y empezamos probando con una fotografía, magnífica...


..que nos ocasionaba el terrible problema de que cuando la página se dobla —y el formato 'sábana' se vende doblado en el quiosco—, la primera página espectacular de nuestro periódico del domingo simplemente desaparecía para convertirse en una mancha gris, sin título, sin información, sin nada.




Y probamos con otra gran fotografía, cuidándonos de componer el título en la parte superior para evitar el indeseado defecto de su desaparición cuando se dobla



Y con otra imagen más, llevando también el título a la parte superior pero de una manera distinta. Además, incluimos el símbolo de la torre Eiffel-lazo solidario en la cabecera diseñado por nuestro director de arte, Rodrigo Sánchez. Es una fotografía llena de fuerza que le da fuerza a toda la página pero que, tal vez, fuera más apropiada para un día antes.



Así que seguimos buscando, y tras probar todavía otras dos más llegamos hasta la última. Con otra imagen poderosa con la que logramos más consenso, incluido el consenso del propio director que, como debe ser, es al final quien decide:


Aun así, que el subtítulo 'pisara' la cabeza de la imagen era algo que no terminaba de convencerle, al director. Por lo que el director de arte buscó una solución para el subtítulo en dos bloques que, junto al detalle final del logo de la cabecera modificado con los colores de Francia —seguro que no se le ha escapado a MAJ— resultó finalmente la fórmula final en la que se imprimió la portada 'sábana' del domingo. Posiblemente, la mejor de las que hemos hecho hasta el momento en este puñetero formato, puñetero por no ser mal hablado aquí, en realidad nos referimos a ella en otros términos...



martes, 10 de noviembre de 2015

Cabeceras mutantes

No esperábamos, ni mucho menos, una reacción así al artículo que publicamos hace poco sobre la conveniencia o no de modificar la cabecera de un periódico, ya sea con un cambio permanente —hasta el próximo cambio permanente— o bien de manera puntual como respuesta del diseño periodístico a un acontecimiento determinado. Pero nuestro muy querido Miguel Ángel Jimeno, MAJ, editor de 'La Buena Prensa', el más necesario de todos los blogs sobre prensa impresa de los que se editan en castellano y profesor de periodistas, no deja nunca de sorprendernos para bien.

Y es que, respondiendo a nuestro debate, ha estado publicando en las redes sociales una serie de portadas de diarios impresos de todo el mundo en los que sustentar su punto de vista sobre lo bien que le parece que la cabecera pueda modificarse. Una selección tan interesante que no hemos podido resistirnos a publicar aquí:






















También Alejandro Rost contribuyó en tuiter al debate aportando dos buenos ejemplos argentinos: la respuesta de Página/12 a las acusaciones de "amarillismo" y otra del también diario argentino Crítica:





Si alguien más se anima, el tema es infinito. Y apasionante.

Y, claro, gracias MAJ. Una vez más.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Documentación y diseño

Como ya os informamos a comienzos de la semana, han tenido lugar las VII Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información, organizadas por nuestro muy querido Pedro Pérez Cuadrado desde la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos en su campus de Fuenlabrada, dedicadas este año a la "Documentación de y para una comunicación de excelencia".


La documentación en un medio impreso

"Internet ha cambiado drásticamente los servicios de documentación", comenzó su conferencia Juan Carlos Blanco, responsable del departamento de Documentación del diario El País. "No existe ningún medio impreso, al menos que yo conozca, que no tenga su página web. Y esto ha significado que si antes éramos zahoríes, que buscábamos agua en un desierto, ahora somos potabilizadores porque estamos en una auténtica inundación".

Juan Carlos Blanco, jefe de Documentación de El País (izda.) y el profesor de la URJC Jesús del Olmo presentándole


Este documentalista, filólogo de formación, explicó su más que acertada metáfora sobre el agua detallando cómo era su trabajo antes de internet y cuál es su trabajo ahora, el suyo y el de su equipo, un equipo que antes estaba agrupado "y algo aislado"; ahora "estamos integrados en el resto de las secciones, interconectados, y no tenemos un departamento con una ubicación específica". ¿Zahoríes y potabilizadores? Sí, porque antes la información era muy escasa y ellos estaban especializados en encontrarla para facilitar la labor al resto de la redacción y ahora es todo lo contrario, la red nos ha inundado de información y por eso "tenemos que filtrarla, hacer que sea potable. Discriminar qué información es útil y cuál no". Y eso, si cabe, requiere una especialización aún mayor que da valor a su trabajo y al producto de las informaciones de los medios que apuestan por la documentación.

Empezó hablando sobre la información digital que ahora ofrece el diario El País. Juan Carlos Blanco incidió en dos aspectos que son muy destacados en lo que a la documentación se refiere y que tal vez no sean muy conocidos para los lectores, pese a lo útiles que son: las etiquetas, o tags; y la hemeroteca de la página web. "Las etiquetas son la evolución digital de las carpetas temáticas que teníamos antes", explicó, y que ahora están a disposición del lector. "Nuestro periódico ofrece la posibilidad de navegar por etiquetas" —algo habitual en todas las páginas web—, "y eso supone que se agrupen las informaciones que el documentalista o el propio periodista considera con criterios periodísticos y documentales que deben estar relacionadas así".

Como su exposición fue del ahora a lo anterior, terminó explicándonos la ingente labor que hacían antes de la era digital "en la que recortábamos todos los días periódicos y archivábamos fotografías copiadas en papel fotográfico... que todavía conservamos, claro, junto a más de 150.000 negativos". Además del trabajo de préstamo a toda la redacción y el control necesario. "Pero, tanto antes como ahora", concluyó el jefe de Documentación de El País, "la generación de valor del documentalista está en la selección y la jerarquía" —los más elementales valores periodísticos, añadimos nosotros—. "Si convencemos a los lectores de estos valores, nuestra profesión tendrá sentido."


Documentación para el diseño de moda

Pedro Pérez nos sorprendió con la conferencia de José Gil Mendoza, del Laboratorio de Tendencias/Documentación de El Corte Inglés. Y nos habló cuando presentó al ponente de "un auténtico tesoro" de revistas de moda de los siglos XIX y XX, libros y todo tipo de documentos de este campo, material audiovisual incluido, reunidos en un inmueble de Madrid para dar servicio a los diseñadores de moda o expertos en marketing y publicidad que trabajan para el Corte Inglés.


José Gil Mendoza, del Laboratorio de Tendencias/Documentación de El Corte Inglés (izda.) y el profesor de la URJC y organizador de las Jornadas Pedro Pérez


Una colección que se empezó a gestar "hace unos 11 años", comenzó Gil Mendoza, "cuando me encargaron que organizara una estructura para que los diseñadores pudieran acceder a los fondos de una biblioteca, podríamos llamarla así, y de esta forma tener muchos datos y referentes para sus colecciones de moda. También para los encargados del márketing, publicidad, etc."

Nos mostraron imágenes del lugar y de sus fondos bibliográficos: 2626 volúmenes catalogados por títulos, autor, tema y digitalizados en una base de datos a la que se puede acceder tan sólo desde una intranet de la empresa. Tienen además, 227 audiovisuales sobre desfiles de modas; "estamos suscritos a 137 publicaciones periódicas de todo el mundo relacionadas con la moda y tenemos un fondo histórico de más de 830 ejemplares de publicaciones periódicas anteriores a este siglo". Y esto son datos de 2014 que seguramente se hayan quedado algo pequeños.

Aunque el ponente lo explicó con auténtica pasión, casi no es necesario tener que detallar la enorme utilidad de este increíble, y bastante desconocido para los profanos, fondo de información sobre la moda, seguramente el más importante de nuestro país. Pero lo resumió José Gil Mendoza con acierto: "ante lo efímero de la moda, es necesario conocer y tener acceso a toda la información posible de forma fluida y dinámica lo antes posible".


Conclusión

Diseño y Documentación, dos disciplinas que los organizadores de estas VII Jornadas explican que "se manifiestan de una manera transversal en su condición de lenguaje y disciplina en materia de Comunicación, con mayúscula, y del mismo modo que hablamos de diseño periodístico, publicitario o de identidad corporativa, de la misma manera la Documentación participa como referente indispensable de los procesos comunicativos".

¿Quién puede proporcionarnos mejores y más datos —añadimos humildemente nosotros—, imágenes o cuantos elementos de interés relacionados con el tema periodístico que estemos diseñando, que un departamento profesional de Documentación periodística?

lunes, 26 de octubre de 2015

VII Jornadas de Diseño de la URJC


Esta semana (jueves, 29 y viernes 30 de octubre) tienen lugar las VII Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información, organizadas por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos, en su campus de Fuenlabrada.

Parece que fue hace nada cuando nuestro querido Pedro Pérez Cuadrado las ponía en marcha y ya estamos en la ¡séptima edición! Este año, como bien explican en la web de presentación, están dedicadas a la Documentación. La comunicación de excelencia, tan necesaria en la búsqueda de ese modelo que permita la viabilidad del periodismo de calidad, necesita departamentos muy profesionales de Documentación, aunque haya empresas que por ahorrar y recortar no lo quieran ver, y de todo eso y mucho más, de los entresijos de un trabajo que en muchos casos es desconocido, se tratará en profundidad durante estas dos jornadas.

Participan profesionales de medios, periodistas, profesores de universidad, directores responsables de bibliotecas y centros públicos con el ánimo de explicar y también de consolidar la relación que Diseño y Documentación mantienen en las redacciones.

jueves, 22 de octubre de 2015

Primer año del rediseño de El Mundo

El pasado 20 de octubre se cumplió un año del rediseño de El Mundo. Ha sido un año de mucho y muy intenso trabajo en la sección de Diseño del periódico. Un año que podríamos resumir de muchas maneras, pero la mejor es mostrando parte de ese trabajo.

miércoles, 14 de octubre de 2015

La cabecera

Es lo que somos. Ya la contábamos hace unos años en nuestro Diseñario. Y lo que somos, ¿debe ser algo fijo e inmutable? ¿Intocable? ¿Es legítimo, o conveniente, que por llamar la atención buscando un efecto ingenioso —y conste que el periodismo debe llamar la atención— podamos modificar la forma gráfica, el color, la tipografía, el tamaño, la disposición de todos los elementos de ese "núcleo sagrado" del que habla Arcadi Espada cuando habla de la cabecera?

En el debate sobre la intocabilidad de la cabecera, nuestro actual director de Arte, Rodrigo Sánchez, se sitúa en una posición que podríamos llamar radical en la que todo es modificable y en la que, no es muy estético decirlo aunque sea verdad, ha llegado a alcanzar cotas de la más alta excelencia.


Selección de portadas de Metrópoli realizada por la revista Jot Down en un artículo titulado 'Una selección heterodoxa de las mejores portadas de revistas de la historia.

Como podéis ver en los ejemplos mostrados, el mejor periodismo visual que se hace en España desde hace ya bastantes años está, entre otros buenos casos también, en las portadas de Metrópoli —insisto en lo incómodo del asunto, no debe hablarse bien del jefe en casi ninguna ocasión, pero esto lo veníamos diciendo mucho antes de que fuese nuestro mandamás directo—. En estas portadas, Rodrigo ha conseguido, paradójicamente, que la seña de identidad —ésa que nos da la cabecera más que ningún otro elemento— sea el carácter siempre mutante de su cabecera.



Claro que Metrópoli es una revista semanal, un suplemento del diario exactamente, y ahora queríamos hablar de periódicos. Y es que podría parecer ir demasiado lejos —por no mencionar el derroche de creatividad necesario, ¿se puede ser siempre genial?, ¿un día tras otro?— hacer una cabecera distinta cada día y pretender que ese diario sea siempre el mismo. O que lo sea precisamente por eso, como mencionábamos que había conseguido la dirección de arte de Metrópoli.

O si no hay que cambiarla nunca. Porque el debate clásico en lo relativo a los periódicos surge más bien por el hecho de si puede o debe cambiarse la cabecera con alguno de sus rediseños, cuando se actualiza su imagen gráfica general; o bien si algún día, por algún hecho excepcional, cambiamos la cabecera también de manera excepcional sólo en esa jornada.

En el primero de los casos, es conocido el enfado de Pedro J, primer director y fundador del periódico, cuando el último rediseño de Rodrigo Sánchez a las órdenes del director que le sucedió, Casimiro García Abadillo, incluía el cambio del color de la bola del verde original al actual azul. También la alineación al centro se sustituyó por la alineación a la izquierda pero esto no causó alarma.





Enfado en el que parecía olvidar nuestro pasional y carismático primer director —a pesar de su asombrosa memoria, créanme, asombrosa— que la cabecera ya se había modificado, bajo su mandato, en un rediseño del anterior y primer director de arte, Carmelo G. Caderot, en 1999, con un cambio de tipografía de la originaria Rockwell a la actual Valencia que, para mí, es quizá un cambio más radical que el del color. Claro que entiendo que para los no iniciados, la tipografía es un mero acompañamiento.



Pero no. La rotundidad, la fuerza, el grito en definitiva de nuestro primer tipo de letra en lo más alto de su primera página cada día eran señas de identidad del periódico muy marcadas. Por eso era una cabecera tan buena, dibujo y letras indisolublemente unidos. ¿Dejaba entonces de serlo? ¿Dejábamos de alzar la voz? No creo que fuera la intención de nuestro entonces director.

Sobre el segundo aspecto, el de modificar la cabecera un día para un acontecimiento especial, nuestro periódico no ha tenido complejo ninguno en hacerlo, es una buena idea cuando la idea es buena. Lo ha llevado a cabo en distintas ocasiones, y con directores distintos: para señalar el crecimiento de la web del diario con Pedro J, por ejemplo, o el último de ellos con motivo del Día de la Infancia a las órdenes de Casimiro.





Todo esto es un desproporcionado preámbulo —en extensión, confío que no en interés— para contar que el otro día se planteó de nuevo el debate sobre la cabecera. Publicábamos un editorial que arrancaba de manera excepcional en portada, ante un hecho excepcional que estamos sufriendo en nuestro país. En España. Esta España nuestra, que dijo el juglar, tan acostumbrada a sufrir el maltrato de los propios españoles. Nacidos en Cataluña, en Madrid, en Bilbao o en donde sea.



Como veis en el primer caso, se planteó mover la cabecera por debajo del editorial de manera excepcional, aunque finalmente se decidió publicar la segunda opción, con la cabecera en su lugar habitual de la parte superior, menos 'atrevido', pero con una solución gráfica no obstante muy buena que también destaca el artículo editorial de una forma elegante. Y volví a escuchar los argumentos recurrentes sobre si la cabecera debe o no debe tocarse, moverse, modificarse...

¿Qué pensáis vosotros?


jueves, 3 de septiembre de 2015

Aylan

Se llama Aylan, tiene 3 años y ayer murió en las costas de Turquía huyendo de la pesadilla de la guerra, persiguiendo un sueño: volver a ser niño.


"El hijo de alguien". Así titulaba The Independent

Su muerte provocó el enésimo debate sobre si es necesario reproducir en los periódicos, digitales o de papel, una foto tan dura, quizá la más dura que se ha publicado desde hace muchísimos años. No por ser explícita, lo es porque su protagonista, Aylan, no olviden este nombre, nos recuerda a nuestros hijos, aquellos que no tiene que huir de su país y que se dedican simplemente a ser eso, niños.

Algunas de las portadas de la prensa Europea.

En El Mundo se debatió, y retransmitió en directo, sobre la conveniencia de dar o no la foto. Hubo unanimidad: Aylan representaba en una sola imagen el drama de los refugiados que asola el viejo continente y avergüenza a los europeos, que ven como sus dirigentes miran hacia otro lado mientras cientos, miles de niños (y adultos) como Aylan se dejan la infancia en las costas y carreteras de Europa.