lunes, 28 de enero de 2008

Diseñario (II)

Nueva entrega del Diseñario elaborado por el comité de expertos en exclusiva para encajabaja, obra irreverente, colectiva y abierta a la participación de cuantos quieran aportar ideas a través de comentarios o de nuestro correo electrónico.



Apoyo. Se les conoce así a las piezas informativas que complementan la información de un texto general. Están vinculados con el tema principal pero no llegan a tener la entidad informativa necesaria para que se les considere información secundaria relacionada. Los apoyos son unos elementos fundamentales para que la lectura de un periódico sea fácil, ágil y satisfactoria. Confieren dinamismo a la edición, ya que trocean las páginas, y son el necesario aval al que recurrir cuando se necesita una explicación o un flashback informativo. También se les conoce como despieces o destacados. Al diseñar un periódico, y para destacar su importancia y utilidad, se les diferencia tanto tipográfica como formalmente. Son de tal utilidad que muchas veces, en las secciones de diseño, se recomiendan con tal entusiasmo que no es raro oír: "Ven, ven, que te voy a poner un apoyo... como una olla".

Arial. También conocida como la prima pobre de la Helvética, es un tipo de letra sans serif presente en varias aplicaciones de Microsoft y que fue concebida principalmente para su lectura en pantalla. Fue diseñada por Robin Nicholas y Patricia Saunders de la Fundidora Monotype como respuesta a la popularidad de la tipografía Helvetica de Linotype que no quería incluir Microsoft por considerarla demasiado costosa (será porque no tienen pelas, ja). Por eso le compró a Monotype los derechos de una (mala) copia de la Helvetica de mucha menor calidad.
Debido a que la Arial viene incluida en Windows (y a que sale la primera en la lista de tipografías, añadiría yo), se ha convertido en una de las tipografías más populares del mundo (mano a mano con la Comic Sans). Sin embargo, es considerada por los expertos como una burda y barata copia de la Helvética. Otros, los de la conspiración de Bill Gates contra el mundo libre creen que es un virus más (en este caso tipográfico) de la factoría Windows.
Total, que son pocos los que defienden estas letras. Basta con introducir "I hate Arial" en Google para darse cuenta que no cuenta con muchos adeptos. Incluso se han hecho camisetas con la famosa frase, que portan orgullosos sus detractores. Pero nada mejor para darse cuenta de la inspiración tipográfica de Microsoft que echarle un vistazo.
Quiso ser la fuente de los ordenadores, como tantos otros proyectos de Bill Gates, pero los ordenadores siguen inventando fuentes.

Artistas. Subespecie de diseñadores de prensa, alérgicos al periodismo y centrados únicamente en la forma de las páginas, en su decoración más bien, ya que consideran el contenido algo absolutamente secundario y que por tanto nunca leen a no ser que trate sobre cualquier moda pasajera, muy novedosa y esteticoide. Se les conoce en la profesión también con el apelativo cariñoso de "paginitas" (éste es un "paginitas", ése es un "paginitas", nunca yo soy un "paginitas", evidentemente). Las páginas son productos bonitos o feos, en vez de productos informativos, para estos señores que también muestran un vivo interés y centran sus elegantes esfuerzos en el arte de subir a lugares altos o poco accesibles valiéndose y ayudándose de pies y manos, trepar lo define en una palabra la Real Academia.
Pululan por doquier, nada escapa a sus redes, ni por supuesto la Red ya que el ciberespacio es guay y se suele prestar a lugares vacíos de contenido y llenos de estilo.
Un aspecto muy a tener en cuenta en lo que a los artistas se refiere es que, siempre y de manera indispensable, necesitan alguien a su lado que no sea artista para que realice el trabajo que ellos, bajo ninguna circunstancia, están dispuestos a realizar mientras le "dan otra vuelta" a esa página que tienen entre manos desde hace días. Por eso un artista siempre necesitará de alguien que no lo sea a su lado mientras que un maquetador normal puede vivir perfectamente sin artistas cerca, casi lo prefiere.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.

jueves, 24 de enero de 2008

El mundo de Hergé en Madrid

Uno de los recuerdos más nítidos de mi infancia me sitúa en casa de mi tía Merche en Zaragoza. Tras abrir la puerta y los correspondientes abrazos, besuqueos y frases del estilo "cómo has crecido, qué alto estás", salgo disparado hacia el pasillo. A mitad de camino me paro en un armario y abro uno de sus cajones. Acto seguido saco uno de los tebeos de las aventuras de Tintín que mis primos Javi y Pedro guardan ahí. A partir de ahí mi memoria se diluye en las aventuras del periodista, sus inseparables compañero y su entrañable mascota Milú.

Algo parecido, elevado a la enésima potencia, le ocurrió a Jordi Tardá, aunque en diversas etapas de su vida y en grado superlativo en cada una de ellas. No en vano, y gracias a todo el material recopilado (impresionante) durante tantos años ha montado en la Fundación Carlos Amberes una magnífica exposición denominada "Tíntín en el mundo de Hergé".

Flyer de la exposición

Apasionado por el dibujante belga, no se declara coleccionista del mundo de Tintín, sino "Hergeólogo", o lo que es lo mismo, arqueólogo de Hergé. Y vaya si es un buen arqueólogo. Se ha trillado todas las tiendas de antigüedades de Bruselas, la ciudad que vio nacer a Georges Remí, verdadero nombre del creador de Tintín, todo con un único objetivo: conseguir todo el material posible relacionado con Hergé.

Pero volvamos a la exposición. La cantidad de material es tan grande que es difícil no salir de la misma con la sensación de que antes no habíamos visto nada más que una ínfima parte del universo hergeriano (¿se dirá así?), que el tebeo que leímos y releíamos no era más que la puerta de entrada a un mundo inabarcable. Ediciones de múltiples países, pruebas de imprenta, bocetos, fotolitos, ideas, trazos inacabados, periódicos de la época en los que trabajó, incluso objetos atípicos, como botellas de champán decoradas con viñetas de Tintín, cartas del propio Hergé o bustos del dibujante, son solo algunos de los ítems que podemos encontrar aquí. Y también material de Hergé en otras facetas de su vida o material de otras fuentes en las que se habla de él (periódicos, libros, etc). Toda una labor arqueológica.

Uno de los objetos de la exposición (perdón por la calidad, mi móvil no da para más)


Todo esto se completa con una variada y detallada exposición de todas los cómics con su cronología, tanto en España como en las ediciones originales, anécdotas, personajes principales, libros en los que se inspiró Remi, etc. Y, cómo no, una detallada evolución de la vida del propio Hergé, que marcó a fuego el desarrollo de ese gran personaje que fue Tintín y su inimitable flequillo. Un personaje pegado a la actualidad. Recordemos algunos de los temas con los que tiene que lidiar el joven periodista: la Guerra Fría, tráfico de armas, espionaje o temas paranormales.

Con tanto material, es difícil no caer rendido ante los trazos de Milú, Hernández y Fernández y el genial Archibald Haddock, entre otros personajes. Personajes que marcaron la infancia de muchos de nosotros.

Para los que fueron a ver la exposición de Tintín en París (entre los que me encuentro), simplemente decirles que vayan también a ver esta exposición. No tiene nada que ver. La cantidad de material y la variedad la hacen complementaria e imprescindible para los amantes del universo de Hergé.

Cabecera de la gaceta que dan en la exposición

Por último recordaros que la exposición estará hasta el día 3 de febrero en la Fundación Carlos Amberes de Madrid (Claudio Coello, 99). La entrada es gratuita, aunque si donas un euro te obsequian con una gaceta dedicada a la exposición en la que personajes de todos los ámbitos (Gallardón, Miguel Ángel Aguilar, Benoit Peeters, entre otros) se declaran fanáticos "tintinólogos".

Os dejo que tengo que pegarle un toque a mi tía Merche para ver si todavía tiene el armario en el pasillo.

miércoles, 23 de enero de 2008

El móvil de Triviño

Los fines de semana en la nueva sede del periódico están siendo un poco raros. Durante la semana hay ocasiones en que es bastante complicado encontrar El Mundo o El País para poder echarlo un vistazo. Sin embargo, los fines de semana tenemos todos los periódicos españoles (con edición nacional) y una gran parte de los europeos. Podemos leer La Gazzetta dello Sport, Liberation, The Sunday Times o The Mail on Sunday.

Precisamente de este último queremos hablar hoy. De los ingleses admiramos muchas cosas: su té, algunas de sus series de televisión, su cine social (Full Monty Lloviendo piedras, etc), sus galletas, sus escritores, algunos de sus músicos y sus increíbles ciudades. Pero también "odiamos" (entre unas grandes comillas, por favor), su clima, que conduzcan por la izquierda, su alimentación (porque al sándwich de pepino con mantequilla no se le puede llamar nunca comida), que no hayan adoptado el euro y el diseño de alguno de sus periódicos (no todos, por supuesto).

Concretamente de The Mail on Sunday, una recopilación de todo lo que no se debe hacer si no quieres que te tachen de periódico sensacionalista. Ellos lo son y no les importa, pero ¿sería esto posible en España?

Todos conocemos cómo es el diseño de estos periódicos, pero vamos a ver por qué con cada página que pasamos de este periódico recibimos un golpe en la retina del que es difícil recuperarse.

Titulares gigantescos, tramas en los títulos y/o fotos, imágenes pixeladas, desproporcionadas o silueteadas sin ton ni son, subtítulos casi más largos que el propio tema, publicidad al más puro estilo Bakunin o el uso indiscriminado del color (en una azúl, en otra amarillo) son solo algunos de los ejemplos. Y mi "favorita", siluetas encima de los titulares. Genialidad, creación, que dirían los chicos de Muchachada Nui.

He aquí algunas muestras de titulares, subtítulos, siluetas, etc:


Y aquí un par de ejemplos del uso del color:


Y aquí viene(n) la(s) pregunta(s) del millón. ¿Es necesario?, ¿tiene que ser realmente así?, ¿por qué el caos domina todo esto?, ¿es este caos el único orden en el que pueden diseñarse estos periódicos?, ¿la gente que los compra no se siente un poco mareada cuando termina de leerlos?, y por último y no por ello menos importante, ¿se merece Inglaterra un diseño periodístico de este calibre? 

Por Dios, si Triviño ha estado varios meses en Reino Unido rediseñando los periódicos de Murdoch, ¿no podían haberle pegado un toque al móvil?.

lunes, 21 de enero de 2008

Diseñario (I)

Encajabaja inicia hoy la publicación del que hemos bautizado como Diseñario, un diccionario de términos relacionados con el diseño en prensa elaborado por un comité de expertos en exclusiva para nuestro blog durante los últimos meses. El Diseñario es una ambiciosa iniciativa sin pretensiones académicas ni doctrinales que tal vez sirva de algo a quienes se inician en nuestro muy honorable quehacer o a quienes se inciaron hace ya mucho y, como nosotros, se empeñan en seguir aprendiendo cada día. Si no es así, al menos confiamos en que les entretenga. El Diseñario es, además, una iniciativa abierta y participativa, a cuantas sugerencias o aportaciones quieran hacer nuestros lectores a través de sus comentarios o enviándolas a nuestro e-mail. El mencionado comité de expertos, que casualmente coincide con el equipo de encajabaja, evaluará las aportaciones de nuevas entradas, añadidos a las existentes, rectificaciones, modificaciones, críticas y cuantas propuestas nos lleguen para la publicación posterior en la web de una versión definitiva.

Cada semana se publicará una nueva entrega del Diseñario que hoy ve la luz, hasta completar todas sus voces.




A

Aire. Elemento que permite que una página respire o no. La falta del mismo es la causa directa para que nuestro trabajo "no respire", y el exceso provoca que la página salga volando... por la ventana, abierta para que entre el aire.
También puede utilizarse con la acepción de "parecido" (ejemplo: "tiene un aire a...").

Álbum. La primera cosa en la que piensa el redactor jefe de cualquier sección de un periódico cuando el director le encarga para ya mismo, o sea siempre, que dedique muchas páginas (de tres en adelante) a un mismo tema. ¿Por qué? Pues porque un álbum, como su propio nombre indica, está compuesto por fotos, es una página hecha sólo con fotografías, y por consiguiente los redactores no tienen que hacer nada excepto poner en cada foto su pie correspondiente, labor que para algunos tampoco parece resultar fácil.
Otra de las ventajas del álbum es que si la página queda bien el redactor jefe en cuestión, y no quienes verdaderamente la hacemos, será felicitado por ello. Estas dos circunstancias unidas, no tener que hacer nada y ser felicitado por ello, son la causa directa de la proliferación de este tipo de antipáginas en los últimos tiempos con la triste excusa de que "hay que hacer un periódico muy visual".

Alinear. Hacer que dos o más objetos sigan un mismo eje visual (un borde superior, un centro físico o visual, etc.). En diseño es importante buscar la alineación de los elementos, para conferir a las páginas estabilidad. También se conoce como alineación (del inglés aligment) a la justificación de los párrafos. Pueden estar alineados a la izquierda, derecha, centro, forzados dejando la última línea libre o forzados en su totalidad. En una última acepción, es la distribución cósmica que se produce en los astros cuando no hay forma posible de plantear una página y de pronto, por arte de magia, la solución se presenta sola irrumpiendo en la inmensidad del folio en blanco. Cabe decir que los astros se alinean de este modo muy de vez en cuando, aun así, suele darse cuando el cierre se te echa encima de manera inexorable.

Antetítulo. El elemento que antecede al título y complementa su significado, aportando o clarificando aspectos informativos del mismo. Su buen uso potencia los distintos niveles de lectura de una publicación. Pero la realidad muestra que no es tan habitual usarlos bien. Abundan los ejemplos de antetítulos mal usados en la práctica del día a día. Hay quien los usa para situar una noticia (para eso ya está la data). También hay quien utiliza el antetítulo para titular directamente. Empieza por el antetítulo y termina en el título, y a lo tonto, gana una línea. Una virtud del correcto antetítulo es la concreción y la capacidad de síntesis. Bien, hemos llegado a ver antetítulos de varios párrafos. Hay quien cuenta su vida en un antetítulo y hay quien posee una sorprendente capacidad de no decir absolutamente nada en una frase con sujeto, verbo y predicado.

Anuncio. Dícese de la información comercial que normalmente se coloca en el último momento cuando ya está la página terminada y que hacer variar por completo la concepción de la misma. El contenido de estos anuncios es variado: ofertas comerciales, compra-venta de productos, contactos, etc. La variedad más odiada es la de publirreportaje por intentar parecer lo que no es: información. Normalmente se mide en módulos. Segunda acepción: lo que nos da de comer.

sábado, 19 de enero de 2008

Nuevo Euskadi, para los de aquí y los de allá

Hace unos días conocíamos el nacimiento de Nuevo Euskadi, revista gratuita dedicada a los inmigrantes del País Vasco. Puestos en contacto con Jordi Álvarez, su maquetador, conocemos un poco más sobre esta nueva publicación.


Nuevo Euskadi nace bajo la batuta de tres personas: Wilson Quintero (Director), Alberto Galindo (Publicidad) y Jordi Álvarez (Subdirector y responsable de diseño). Quintero cuenta con experiencia en este tipo de publicaciones ya que anteriormente había trabajado en revistas como Voces del mundo, también dedicado a los inmigrantes. Por lo tanto aunque el proyecto es nuevo, la experiencia no es desconocida.

Como nos cuenta Jordi, su maquetador, no sólo va dirigido a los inmigrantes, sino también a todos aquellos interesados en esa "nueva realidad generada por la mezcla de culturas y creencias". Con tipografías como Din Black (nombre de sección), Trebuchet (entrevistas), Century (texto base) y Din Light (pies, subtítulos y antetítulos), su objetivo es favorecer la integración en todos los aspectos. Todo ello articulado desde secciones como "El mundo del inmigrante", donde se tratan las relaciones con los vascos o "De aquí y allá" donde se trata el otro lado de la moneda, es decir, la "diáspora" vasca.



De periodicidad mensual y diseñado "bajo criterios periodísticos", se nutre fundamentalmente de reportajes y entrevistas y se distribuye en los lugares de paso habituales de este colectivo (locutorios, instituciones, asociaciones culturales, etc.). Todo ello elaborado por tan solo cinco personas, que buscan a la "gente anónima que tiene mucho que contar y que vaya más allá de los clichés".

jueves, 17 de enero de 2008

Unos tanto... y otros tan poco

Encontramos en los blogs compañeros Maquetadores y Quintatinta referencias al listado de 50 blogs sobre diseño que ha elaborado el diseñador gráfico mexicano Ulises E. en su blog el50 sobre "diseño, música, internet, juegos o lo que se me ocurra". Y nos llevamos una grata sorpresa, no sólo porque nos haya incluido en su lista, hecho que agradecemos y que nos honra, sino sobre todo por el rigor, el trabajo exhaustivo de rastreo en la blogosfera y el buen hacer que hay en este top 50, que son muchos.

El gran trabajo de Ulises E., incluyendo imágenes de los 50 blogs analizados así como una breve y certera descripción de cada uno de ellos además de los enlaces correspondientes nos ha permitido conocer blogs sobre diseño de los que hasta ahora no teníamos noticia y todos, absolutamente todos los enlaces de Ulises nos han llevado hasta sitios muy interesantes y de altísimo nivel, aunque todavía no nos haya dado tiempo a clickear la lista completa. Enhorabuena, pues, a este diseñador y bloguero mexicano que se lo ha "currao" y con un resultado sobresaliente. Nuestra visita periódica a su blog es obligada así como nuestra gratitud, otra vez, por incluirnos entre tantos y tan buenos blogs.



Y otros tan poco

Porque es así. Puede parecer que elogiamos a quien nos incluye y que criticamos a quien nos ignora. Pero aunque eso también sucede, lo mejor de la lista que elogiamos arriba sobre los 50 blogs de diseño no somos nosotros, ni que nos haya mencionado, entrad en su página y se podrá comprobar lo que decimos, como también podréis comprobar la pobreza y la falta de criterio del apartado sobre diseño del libro de muy reciente aparición "La gran guía de los blogs 2008".

Editado por Rosa Jiménez Cano y Francisco Polo junto a un equipo de colaboradores, que curiosamente sí suelen incluir sus blogs personales en la "guía", la sección dedicada a Diseño e Imagen no es que se olvide de nosotros, que a fin de cuentas somos unos recién llegados, es que sobre todo se olvida de Cuatro Tipos, de Maquetadores, de Quintatinta, ¡es que no figura Visualmente!, y tantos otros... es que no está nadie si exceptuamos Alzado, Alquimistas del Diseño o Vecindad Gráfica, junto a cuatro curiosidades a los que hemos entrado para ver qué eran por primera y última vez.

En fin, tal vez el desconocimiento y la pobreza sucedan sólo en este apartado de diseño y el resto de disciplinas sí incluyan los blogs en castellano que interesan, en eso no podemos juzgar, y no lo hacemos. Como también esperamos que si este equipo y Ediciones del Cobre editan futuras Guías de los blogs de 2009 en adelante, el apartado del diseño y la imagen esté mejor tratado, aunque no nos incluyan a nosotros, de verdad. Y es que lo mejor de la web no está en los libros, lo mejor de la web está en la web.

lunes, 14 de enero de 2008

La tortura china

Ahora ya sé lo que es. Nos habían hablado de gotas de agua sobre la cabeza, de cosquillas en los pies durante horas, de refinadas y múltiples maneras de torturar con las que los chinos disfrutan mientras las aplican meticulosos, armados de paciencia milenaria y una sonrisa en los ojos. ¿O no es una sonrisa?

Claro que debería haber empezado saludando, porque la cortesía es imprescindible si de China se trata. Bien, ni hao, pues. En lo referente a su famosa tortura de las mil formas, hay que añadir que, además, adopta expresiones mucho menos refinadas, basta darse un paseo por el Chinatown de Madrid, que también existe. Está en los bajos de la plaza de España, en los túneles que llevan al aparcamiento subterráneo, diseminado en esos locales que se construyeron hace años y desde entonces han permanecido vacíos seguramente por el ambiente lúgubre y cutre del lugar hasta dar cobijo ahora a tiendas con todos sus carteles en el alfabeto chino de dibujitos; establecimientos donde venden comida china, pero china para chinos; bazares de ropa; puestos de libros y revistas, e incluso un bar en el que nosotros no sabríamos que pedir, en caso de que nos entendieran. Allí, entre sonidos extraterrestres y el eco lejano de un gong imaginado, encontré El Mandarín.


¿Bonito, eh? Mi primera impresión fue la que sentimos cuando entramos al restaurante chino de nuestro barrio, a uno de ellos quiero decir, y nos extasiamos con su decoración. Y tuve la misma duda inquietante, a saber, ¿son los chinos así de paletos, o son así de paletos porque suponen que eso es lo que nos gusta a nosotros? Es difícil saberlo, porque la comunicación con los chinos es imposible, incluso cuando dicen sí, que te han entendido, te queda siempre la sensación de haber chocado con una barrera transparente e impermeable. A favor de que piensen que los horteras somos nosotros está el hecho de que sus restaurantes y tiendas, los destinados a ellos mismos, no son así en absoluto, son austeros casi en exceso. Por no hablar del refinado arte de la caligrafía, la tinta sobre la seda, la poesía... ¡Qué pensarán de nosotros!

La segunda duda que me asaltó con aquel ¿periódico? en las manos fue, ¿pero cómo es posible que con tantos millones de chinos como nos dicen que hay no haya llegado hasta nuestra ciudad ninguno que diseñe un poco, sólo un poquito, mejor? Claro que esto muy bien puede haberlo perpetrado algún chapuza nacional, que también son muchos. En el staff nadie se atrave a figurar como diseñador; Cristina Chang (suena un poco a coña, ¿no?) es la directora y lo edita una rimbombante Asociación para el Fomento de la Colaboración Económica y Tecnológica entre España y China.


¡Menudo festival de sombras y color! ¡MENUDA TORTURA! ¿Pero quién le habrá enseñado a este osado imprudente lo de la sombra? ¡Que le ha puesto sombras a todos los títulos! ¡En letra hueca! ¡Cada una con un tipo diferente, con un color distinto! Por no hablar de una raya que sale como desde el interior de un apoyo hasta la mitad de la noticia contigua... No puedo seguir. No puedo hacer un análisis riguroso porque parecería que esta gente de El Mandarín me hubiera hecho algo malo y me estoy vengando. Y no, ni los conozco vaya. Lo peor de todo (yo creo que no han reparado en esto) es que el engendro lo hacen una vez, pero lo reproducen miles de veces y lo reparten por todo Madrid.


Tengo la impresión, no, tengo la firme convicción de que detrás de este esperpento con pretensiones de periódico, de esta auténtica castaña envuelta en papel prensa, no está una cultura distinta que no podemos entender, sino la incompetencia y la arrogancia de quien cree que nuestro oficio lo hace cualquiera. Que no son precisos conocimientos, ni formación académica, técnica o del tipo que sea, ni experiencia profesional. Hace falta tan sólo un programa informático y ya está, esto lo coge el cuñado de Fumanchú, que es muy apañado con su nuevo ordenador, y nos lo hace baratito. O no, lo que sería aún peor, de estafa para arriba. Una muestra más del desprecio y la falta de valoración que sufre el diseño periodístico. Que sufrimos.

Hay alguna página con un mérito añadido, las cosas como son. Porque resulta verdaderamente difícil llegar a extremos como el de tener que colocar tres fotos en una página y encontrar la combinación, una entre muchas, en la que todas esas fotos estén en el peor de los sitios posibles. Ni tirándolas desde lejos caerían tan mal.


Salgo del subterráneo con mi ejemplar chino bajo el brazo y subo hasta las aceras de la ciudad de los cielos rojos al atardecer. Me inclino con toda la ceremonia que una ocasión así merece, recomiendo lugares chinos mucho más interesantes que El Mandarín y me despido deseando salud, azar favorable y respeto para todos nuestros y vuestros antepasados. Zàijiàn.