En medio de muchos que corren. Un hombre leyendo el periódico en el centro de la imagen rodeado de figuras desdibujadas por la prisa, todas movidas menos él porque tal vez la velocidad lenta del obturador ha buscado una metáfora visual de la deshumanización, la de muchos, casi todos a esa hora temprana que se divisa al fondo en un reloj de la estación de tren india de Mumbai, Bombay para nosotros.
Tenéis que confiar en lo que os cuento porque soy consciente de la nula calidad de la toma, la lente (no los tan socorridos megapíxeles) de la cámara de mi teléfono móvil no da para más. Auque podéis verla en la web de la Agencia Magnum. O acercaros hasta la Casa Asia en Madrid, un poco más arriba del Palacio de las Cortes, en la misma carrera de San Jerónimo, para disfrutar allí de las emocionantes imágenes de Raghu Rai, el más grande de los fotógrafos de prensa indios.
Y encontrar las manos de su hijo entrelazadas a las de su padre (el hijo y el padre de Rai); gente; las terribles fotografías suyas sobre la tragedia de Bhopal que dieron la vuelta al mundo viajando en periódicos; gente; reflejos; la madre Teresa e Indira Gandhi; gente y atmósferas; toda la India real y libre de tópicos en multitud de formatos, a veces con encuadres extremos en vertical o en horizontal que no hacen sino alimentar la fuerza de estos documentos gráficos, periodismo y arte, que abarcan todo lo que ha sido la India desde 1964 hasta 2007.
Raghu Rai nació en 1942 en una zona de la India que hoy la política y la intolerancia religiosa han decidido que se llame Pakistán. Ha trabajado en periódicos y revistas de su país, es el único fotógrafo indio que forma parte de la Agencia Magnum desde 1979, autor de una veintena de libros, ganador en tres ocasiones del World Press Photo, elegido en 1993 Fotógrafo del Año en Estados Unidos... en fin, pero lo mejor son las imágenes. No obstante, estos datos, bueno muchos más, junto con todas las fotografías expuestas en Madrid y Barcelona (porque la exposición se divide en sus trabajos en blanco y negro presentados en Madrid y su obra en color expuesta en Barcelona, aproximadamente unas cincuenta imágenes en cada sede) se pueden consultar y descargar desde la Casa Asia, que pone a disposición de todos, GRATUITAMENTE, así como la entrada a la exposición (hasta el día 27 de abril), GRATIS, igualito, igualito que hacen los organismos públicos culturales como ya os comentábamos que cobran por entrar, por toser, no, por toser te regañan, por sus postales y souvernirs, y no te cobran los folletitos y la información porque no te lo suelen proporcionar.
Camino sobrecogido entre las salas de la exposición, completamente solo, y asombrado descubro que las espectaculares reproducciones a gran formato están hechas con impresoras de chorro de tinta (¡Ay de la fotografía tradicional, que se nos van del todo las copias en papel fotográfico proyectando luz!) con una calidad, una profundidad en los negros, una gama de grises, unos blancos luminosos... y me detengo un instante ante una de las más hermosas y certeras metáforas sobre lo que significa hoy leer un periódico. Uno entre muchos, una persona con rostro, alguien que se detiene un momento entre la prisa de todos para leer. Gracias, Rai.
Tenéis que confiar en lo que os cuento porque soy consciente de la nula calidad de la toma, la lente (no los tan socorridos megapíxeles) de la cámara de mi teléfono móvil no da para más. Auque podéis verla en la web de la Agencia Magnum. O acercaros hasta la Casa Asia en Madrid, un poco más arriba del Palacio de las Cortes, en la misma carrera de San Jerónimo, para disfrutar allí de las emocionantes imágenes de Raghu Rai, el más grande de los fotógrafos de prensa indios.
Y encontrar las manos de su hijo entrelazadas a las de su padre (el hijo y el padre de Rai); gente; las terribles fotografías suyas sobre la tragedia de Bhopal que dieron la vuelta al mundo viajando en periódicos; gente; reflejos; la madre Teresa e Indira Gandhi; gente y atmósferas; toda la India real y libre de tópicos en multitud de formatos, a veces con encuadres extremos en vertical o en horizontal que no hacen sino alimentar la fuerza de estos documentos gráficos, periodismo y arte, que abarcan todo lo que ha sido la India desde 1964 hasta 2007.
Raghu Rai nació en 1942 en una zona de la India que hoy la política y la intolerancia religiosa han decidido que se llame Pakistán. Ha trabajado en periódicos y revistas de su país, es el único fotógrafo indio que forma parte de la Agencia Magnum desde 1979, autor de una veintena de libros, ganador en tres ocasiones del World Press Photo, elegido en 1993 Fotógrafo del Año en Estados Unidos... en fin, pero lo mejor son las imágenes. No obstante, estos datos, bueno muchos más, junto con todas las fotografías expuestas en Madrid y Barcelona (porque la exposición se divide en sus trabajos en blanco y negro presentados en Madrid y su obra en color expuesta en Barcelona, aproximadamente unas cincuenta imágenes en cada sede) se pueden consultar y descargar desde la Casa Asia, que pone a disposición de todos, GRATUITAMENTE, así como la entrada a la exposición (hasta el día 27 de abril), GRATIS, igualito, igualito que hacen los organismos públicos culturales como ya os comentábamos que cobran por entrar, por toser, no, por toser te regañan, por sus postales y souvernirs, y no te cobran los folletitos y la información porque no te lo suelen proporcionar.
Camino sobrecogido entre las salas de la exposición, completamente solo, y asombrado descubro que las espectaculares reproducciones a gran formato están hechas con impresoras de chorro de tinta (¡Ay de la fotografía tradicional, que se nos van del todo las copias en papel fotográfico proyectando luz!) con una calidad, una profundidad en los negros, una gama de grises, unos blancos luminosos... y me detengo un instante ante una de las más hermosas y certeras metáforas sobre lo que significa hoy leer un periódico. Uno entre muchos, una persona con rostro, alguien que se detiene un momento entre la prisa de todos para leer. Gracias, Rai.