Miguel Buckenmeyer es diseñador y un especialista en comunicaciones enfocado en el diseño de periódicos, revistas e información relativa al mundo de los negocios. Recientemente Miguel fue el creativo y el director de arte detrás de El Economista, el diario económico español que fue nombrado uno de los periódicos mejor diseñados del mundo por la Society of News Design en 2006. Miguel ha trabajado para periódicos y revistas internacionalmente reconocidos como el Washington Post y El Mundo Magazine. También ha participado en la creación de prototipos editoriales y en proyectos de rediseño en Estados Unidos, Francia, Méjico, Portugal, España y Venezuela. Su trabajo ha ganado varios galardones y ha aparecido en las publicaciones de la Society of News Design, la Society of Publication Designers y el Type Directors Club. Miguel está licenciado en Ciencias Políticas por la universidad de California, y tiene un Master en Relaciones Internacionales por la universidad de Georgetown. Su página web es www.miguelbuckenmeyer.com
Los diez mandamientos para rediseñar
un medio de comunicación (I)
Un diseñador gráfico de medios impresos como yo hablando de los diez mandamientos del diseño periodístico en la era de Internet me recuerda a la comedia de 1981 de Mel Brooks, “La Loca Historia del Mundo”, Parte Uno. En una escena de la película, Moisés baja del monte Sinaí después de hablar con Dios, quien le había concedido tres tablas de piedra en las cuales estaban escritos los sagrados mandamientos según los cuales los israelitas tenían que orientar sus vidas. Moisés mira al pueblo de Israel, levanta las tres tablas y comienza a explicarles el don de los mandamientos que Dios les había dado: “El Señor, el Señor Jehová nos ha concedido estos 15 mandamientos …” En ese momento, una de las tres tablas se le escapa de las manos, se cae al suelo y se rompe en pedacitos. Entonces Moisés mira el suelo, luego sube la cabeza y mira al pueblo y continua: “…estos 10, sí 10 mandamientos que todos tenemos que obedecer.”
Seguramente hay más de diez reglas universales de diseño periodístico, organización de la información o estética visual aplicada a la transmisión periódica de noticias que las que ahora expongo en esta modesta serie. Estos principios no se incluyen, bien porque los ignoro (Dios no me los ha revelado) o porque no se me ocurren en este momento (Dios me los ha enseñado pero se me han olvidado) o bien por que no controlo otros campos como el diseño de medios interactivos (Dios no me ha dado tantos dones como yo quisiera) que son tan o incluso más importantes para el futuro del periodismo que el papel. Aún así, intento resumir en 10 reglas básicas algunas lecciones que yo he aprendido (y sigo reaprendiendo) en mis 15 años de experiencia diseñando medios impresos.
Mandamiento 1. Haz los deberes, empóllate el tema y crea un concepto
La primera regla y lo fundamental es que crees un concepto o una visión de antemano de qué es lo que quieres hacer y hacia dónde quieres ir. El gran gurú norteamericano de la gestión y autoayuda en el campo de la empresa, Stephen Covey, lo llama la virtud o el hábito de “empezar con un fin en mente”. Hablando de la selección de una profesión, vocación o trabajo, Covey dice que todos tenemos que subir una escalera en la vida, pero pocos nos ponemos, antes de empezar a escalar, a pensar bien en contra que pared vamos a poner nuestra escalera.
Aplicado al diseño periodístico, esto quiere decir que tengamos los objetivos o criterios para nuestro proyecto bien definidos y que no nos dejemos llevar por el azar a la hora de empezar nuestro proyecto. Tenemos que definir las metas del proyecto y diseñar en función de ellos. Este principio es importante porque es la base tanto del proyecto editorial como del empresarial. Pequeñas desviaciones o equivocaciones en el planteamiento, o la falta de planificación, no solo pueden perjudicar a la utilidad del diseño en cuestión sino que también pueden dañar la marca de la empresa editora. Esto no quiere decir que tengas los estilos gráficos ya diseñados en la cabeza antes de que te pongas a dibujar sobre un papel en blanco o abrir un documento nuevo de QuarkXpress. Sólo quiero decir que debes tener claro las metas del proyecto y las pautas que vas a seguir.
Para poder determinar las metas y las pautas del proyecto, tienes que hacer tus deberes; tienes que hacer las investigaciones necesarias para descubrir los objetivos de la empresa además de los problemas actuales de los contenidos, navegación, etc. y así empezar a crear soluciones visuales. Además, este paso te ayudará a ti y sobre todo a la empresa. Un proyecto sin este paso previo de la investigación es puro maquillaje. El producto puede ser más o menos atractivo estéticamente, pero no se desarrolla como producto y pierde su competitividad. (Más adelante, dentro de esta serie, hablaremos en concreto del rediseño de El País).
El primer paso de todo proyecto gráfico entonces es hacer un inventario de preguntas cuyas respuestas te ayudarán a hacer un análisis sobre las necesidades de la editora y su producto. Entrevista al director, el editor, redactores individuales y repasa los resultados de encuestas a los lectores o paneles de lectores realizados por la empresa, etc. Intenta entender los hábitos, intereses y gustos del lector medio, al que la empresa editora aspira a llegar. Relacionado con eso -si no logras convencerles de alguna idea mejor-, trata de conocer bien y adaptarte a su estrategia empresarial. Las preguntas a las que te puedes enfrentar en esta primera etapa probablemente incluyan las siguientes:
• ¿Quién es el lector medio?, ¿Qué temas le interesan?, ¿Cuánto tiempo pasa leyendo o ojeando el producto?, Si es el público en general, ¿qué temas les interesan a los distintos grupos a los que va dirigido el periódico o revista?
• ¿Qué estrategia tiene la empresa editora para llegar a su público?, ¿Hay nuevas maneras o tendencias en la formar de darles información o contarles historias?
• ¿Qué tono editorial tiene o quiere tener el producto: popular, vanguardista, o clásico?, ¿Qué tipografías reflejan este tono?
• ¿En qué formato tiene que ir: Tabloide, Berliner, sábana? (esto ultimo va siendo menos relevante en los últimos años)
• ¿En qué páginas hay color: algunas, ninguna o todas?, Si hay color, tendrás que emplearlo con una paleta conforme con el tono editorial del producto. ¿Qué tonos se adecuan al lector medio: colores fuertes o suaves, mucho o poco?
• Cual es la historia de la empresa editora y su producto?, ¿Qué contenidos funcionan bien, cúales no?, ¿Cúales se pueden mejorar con un poco de esfuerzo?
• Si es un producto regional, local o relacionado con un sitio determinado, ¿cuáles son sus historias y tradiciones por si hay una manera de incorporarlas en el proyecto?
Una vez contestadas preguntas como estas, tendrás las pautas que orientarán el proyecto. Con esto, podrás ayudar al editor y al director a concebir nuevos contenidos, organizar la información y desarrollar los estilos gráficos.
Por ejemplo, si es un diario gratuito que llega a un público generalista, quizás seleccionarías un código de colores primarios y vivos para cada sección como hace el ADN, Metro y LondonPaper. Al contrario, si la empresa editora de un gratuito decide que quiere hablar a un público de “alto standing” (y más poder adquisitivo), entonces podrías elegir, colores más sutiles. Este es el caso del gratuito holandés “DAG” que lanzó un rediseño de la portada en febrero de 2008.
Seguramente hay más de diez reglas universales de diseño periodístico, organización de la información o estética visual aplicada a la transmisión periódica de noticias que las que ahora expongo en esta modesta serie. Estos principios no se incluyen, bien porque los ignoro (Dios no me los ha revelado) o porque no se me ocurren en este momento (Dios me los ha enseñado pero se me han olvidado) o bien por que no controlo otros campos como el diseño de medios interactivos (Dios no me ha dado tantos dones como yo quisiera) que son tan o incluso más importantes para el futuro del periodismo que el papel. Aún así, intento resumir en 10 reglas básicas algunas lecciones que yo he aprendido (y sigo reaprendiendo) en mis 15 años de experiencia diseñando medios impresos.
Mandamiento 1. Haz los deberes, empóllate el tema y crea un concepto
La primera regla y lo fundamental es que crees un concepto o una visión de antemano de qué es lo que quieres hacer y hacia dónde quieres ir. El gran gurú norteamericano de la gestión y autoayuda en el campo de la empresa, Stephen Covey, lo llama la virtud o el hábito de “empezar con un fin en mente”. Hablando de la selección de una profesión, vocación o trabajo, Covey dice que todos tenemos que subir una escalera en la vida, pero pocos nos ponemos, antes de empezar a escalar, a pensar bien en contra que pared vamos a poner nuestra escalera.
Aplicado al diseño periodístico, esto quiere decir que tengamos los objetivos o criterios para nuestro proyecto bien definidos y que no nos dejemos llevar por el azar a la hora de empezar nuestro proyecto. Tenemos que definir las metas del proyecto y diseñar en función de ellos. Este principio es importante porque es la base tanto del proyecto editorial como del empresarial. Pequeñas desviaciones o equivocaciones en el planteamiento, o la falta de planificación, no solo pueden perjudicar a la utilidad del diseño en cuestión sino que también pueden dañar la marca de la empresa editora. Esto no quiere decir que tengas los estilos gráficos ya diseñados en la cabeza antes de que te pongas a dibujar sobre un papel en blanco o abrir un documento nuevo de QuarkXpress. Sólo quiero decir que debes tener claro las metas del proyecto y las pautas que vas a seguir.
Para poder determinar las metas y las pautas del proyecto, tienes que hacer tus deberes; tienes que hacer las investigaciones necesarias para descubrir los objetivos de la empresa además de los problemas actuales de los contenidos, navegación, etc. y así empezar a crear soluciones visuales. Además, este paso te ayudará a ti y sobre todo a la empresa. Un proyecto sin este paso previo de la investigación es puro maquillaje. El producto puede ser más o menos atractivo estéticamente, pero no se desarrolla como producto y pierde su competitividad. (Más adelante, dentro de esta serie, hablaremos en concreto del rediseño de El País).
El primer paso de todo proyecto gráfico entonces es hacer un inventario de preguntas cuyas respuestas te ayudarán a hacer un análisis sobre las necesidades de la editora y su producto. Entrevista al director, el editor, redactores individuales y repasa los resultados de encuestas a los lectores o paneles de lectores realizados por la empresa, etc. Intenta entender los hábitos, intereses y gustos del lector medio, al que la empresa editora aspira a llegar. Relacionado con eso -si no logras convencerles de alguna idea mejor-, trata de conocer bien y adaptarte a su estrategia empresarial. Las preguntas a las que te puedes enfrentar en esta primera etapa probablemente incluyan las siguientes:
• ¿Quién es el lector medio?, ¿Qué temas le interesan?, ¿Cuánto tiempo pasa leyendo o ojeando el producto?, Si es el público en general, ¿qué temas les interesan a los distintos grupos a los que va dirigido el periódico o revista?
• ¿Qué estrategia tiene la empresa editora para llegar a su público?, ¿Hay nuevas maneras o tendencias en la formar de darles información o contarles historias?
• ¿Qué tono editorial tiene o quiere tener el producto: popular, vanguardista, o clásico?, ¿Qué tipografías reflejan este tono?
• ¿En qué formato tiene que ir: Tabloide, Berliner, sábana? (esto ultimo va siendo menos relevante en los últimos años)
• ¿En qué páginas hay color: algunas, ninguna o todas?, Si hay color, tendrás que emplearlo con una paleta conforme con el tono editorial del producto. ¿Qué tonos se adecuan al lector medio: colores fuertes o suaves, mucho o poco?
• Cual es la historia de la empresa editora y su producto?, ¿Qué contenidos funcionan bien, cúales no?, ¿Cúales se pueden mejorar con un poco de esfuerzo?
• Si es un producto regional, local o relacionado con un sitio determinado, ¿cuáles son sus historias y tradiciones por si hay una manera de incorporarlas en el proyecto?
Una vez contestadas preguntas como estas, tendrás las pautas que orientarán el proyecto. Con esto, podrás ayudar al editor y al director a concebir nuevos contenidos, organizar la información y desarrollar los estilos gráficos.
Por ejemplo, si es un diario gratuito que llega a un público generalista, quizás seleccionarías un código de colores primarios y vivos para cada sección como hace el ADN, Metro y LondonPaper. Al contrario, si la empresa editora de un gratuito decide que quiere hablar a un público de “alto standing” (y más poder adquisitivo), entonces podrías elegir, colores más sutiles. Este es el caso del gratuito holandés “DAG” que lanzó un rediseño de la portada en febrero de 2008.
Caso práctico: National Post (Canada)
Planteamiento inicial: “Hacer lo que no hacía nadie” era el concepto inicial de la empresa editora y de la diseñadora del proyecto, Lucie Lacava. Creando el prototipo del “National Post”, diario que fue lanzado en 1998, Lacava tuvo que crear una maqueta que no compitiese con las otras 28 cabeceras de la editora Southham y que fuese diferente a los principales competidores nacionales como el “Globe and Mail” y el “Toronto Star”.
Tipografía: Según Lacava, la mayoría de los periódicos norteamericanos generalistas entonces titulaban con una tipografía serif. Ella convenció a los directores de ir a contracorriente y usar una letra san serif para los titulares principales. Investigando revistas antiguas de moda encontró una tipografía ideal y encargó al tipógrafo Americano, Jim Parkinson la creación de un alfabeto contemporáneo y digital completo que -con algunas modificaciones y añadiendo distintas anchuras- más tarde se llamaría “Richmond”. La versión condensada de la eventual Richmond se usó para los titulares principales (que van en caja alta en la portada) y para los titulares de informaciones (que van verticalmente a una columna).
El palo seco se complementó con la Miller Display, la preciosa y versátil Scotch Roman dibujado por Matthew Carter en 1997. La Miller se usa para los titulares de informaciones secundarias que van en horizontal a más de una columna y para titulares de reportajes especiales. Para la cabecera del periódico y de cada cuadernillo, Parkinson adaptó la Miller, creando una versión comprimida y estirando los serifs latinos.
Portada del National Post
Muestra de la Richmond Bold Condensed en el National Post
Cabe destacar que el National Post hizo un semirediseño en septiembre de 2007 actualizando la cabecera y aperturas de los cuadernillos poniéndolos en vertical y sobre fondos de color (la imagen de la portada es posterior al rediseño). El cambio más notable has sido la colocación de la cabecera del periódico y de cada cuadernillo en una posición vertical en cada página en vez de horizontal. También han ampliado el tamaño del cuerpo de texto y su interlineado. Finalmente, han mejorado la legibilidad y aumentado el número de destacados y infografía según el director del periódico Douglas Kelly. Para ver más imágenes de los prototipos, visite este link.
1 comentario:
Buen artículo, logra resolver muchas de mis dudas respecto al tema. Gracias
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