martes, 22 de abril de 2008

Todo esto por un euro

Cuando hablamos de cómo se hace un periódico mucha gente piensa en los redactores, maquetadores y otros periodistas que intervienen en el proceso de producción del diario. Estos son una parte importante del proceso, pero para que todo lo que hayan hecho pueda ser leído, hace falta imprimirlo. Lo que hacemos en el periódico no es más que una versión digital, hasta que no está impreso no podemos decir que tenemos el periódico. Encajabaja visitó el pasado jueves la nueva e inmensa rotativa del diario El Mundo, gestionada por Fabripress. La antigua rotativa será montada en la misma nave que la nueva proximamente.

Poco antes de las 23.00 Paco y Luis nos recibieron en la sede de la rotativa, situada en Meco. A continuación comenzaron a explicarnos el proceso para que el periódico se imprima y distribuya por toda España.

El primer paso del proceso es la recepción de las páginas. Desde la mesa de cierre se envían las páginas que están cerradas (textos y maquetas terminados y corregidos). Poco a poco van llegando hasta la rotativa, que las empieza a distribuir por pliegos (dos páginas por pliego). Cuando los pliegos se van completando se imprimen en las planchas de aluminio, a través de láser, y que, posteriormente, servirán para imprimir el papel periódico. Se imprimen un total de cuatro planchas, una por cada color (CMYK). Esas planchas se colocan posteriormente en un distribuidor que indica en que cuerpo de la rotativa tienen que ir colocadas para imprimirlas según el orden correcto.

Paco nos muestra el ordenador donde se reciben las páginas que envía la mesa de redacción.

Detalle de las páginas recibidas (en verde). En naranja las que se están recibiendo.

Una de las planchas de aluminio recién impresa. Cada una cuesta dos euros.

Luis coloca las planchas en el distribuidor ante la mirada de Mercedes.

El distribuidor con casi todas las planchas colocadas.

Cuando las planchas de los cuatro colores están impresas, los operadores las vas colocando en la rotativa según indica el distribuidor. Ahí es donde la plancha se impregnará con las diferentes tintas e imprimirá el papel para obtener la página de periódico. La propia rotativa es la que se encarga de cortar las páginas y distribuirlas para ordenar el periódico.

Luis coloca las planchas en la rotativa.

Las planchas colocadas perfectamente en la rotativa. Los rodillos las impregnarán de tinta para imprimir el papel.

Las planchas y el papel que imprimirán.

Una vez impreso el papel pasa por esta sección donde la rotativa cortará las páginas del periódico.

Paco le enseña a Nacho un detalle del plano de la rotativa.

Una de las partes más llamativas del proceso es la gestión del papel . El transporte del papel lo hacen robots sin ningún tipo de control humano. Programados según las características de la nave en la que están, son capaces de ir a recoger el papel a la zona de desembalaje y colocarlo en la parte de la rotativa que se ha quedado sin papel. Todo ello sin intervención humana y gracias a unos sensores colocados en las paredes y columnas de la nave que alberga la rotativa.

Torres de papel esperando a ser desembaladas

Papel salmón para los periódicos económicos. También se emplea papel blanco y reciclado.

Aquí se prepara el papel...

...para que los robots lo distribuyan.

Y aquí se almacenan para cambiar los rollos cuando se agotan.

Cuando todo está listo, las máquinas arrancan y comienza la función. En los puestos de control la actividad es frenética y se trabaja a destajo para ajustar la impresión a la máxima calidad. Se trabaja con varias pantallas de ordenador donde se calibran las tintas, el agua, la velocidad, etc. y se sacan ejemplares de control para ver cómo va la impresión. "Esta rotativa consigue ejemplares buenos a partir de los 500-600", comenta Paco. A partir de esos ejemplares la máquina está calibrada y los ejemplares son perfectamente válidos para su venta.

Las máquinas comienzan a ponerse en marcha para imprimir el periódico.

El papel sigue el circuito de la rotativa para imprimir las páginas.

El puesto de control donde se maneja la velocidad, tintas, agua, etc. Trabajo a destajo.

Gráfica con las cargas de tinta de una parte de la rotativa.

70 ejemplares/minuto es lo que marca el ordenador. Poco a poco aumenta la velocidad. Puede tirar hasta 1000 en un minuto.

Dos operarios controlan los ejemplares impresos.

Por esta ventana se sacan los ejemplares de control.

La banda de colores que hay en el medianil del periódico sirve para controlar la impresión.

Comparando dos ejemplares ven que algo no va bien, los parámetros de una tinta no son correctos y las fotos salen verdes.

Depósitos de tinta de la rotativa.

Tuberías por donde discurren las distintas tintas, una por cada color.

Detalle del depósito de tinta amarillo (no os recuerdan las letras al word art).

Una vez que la máquina está ajustada, todo marcha sobre ruedas. Los ejemplares van saliendo hacia la zona de cierre a través de un complicado circuito donde se insertan los encartes, se dividen las ediciones, se embalan y se mandan a distribución.

Circuito por donde se distribuyen los periódicos en la zona de cierre.

Detalle de una parte del circuito.

Los ejemplares preimpresos se guardan en enormes cilindros para usarlos el día de publicación.

Varios cilindros de ejemplares preimpresos.

Detalle de uno de los cilindros preimpresos.

En esta máquina se insertan hasta seis encartes distintos, entre ellos los ejemplares de suplementos preimpresos.

Periódicos listos para embalar. Los primeros son los de las líneas aéreas, trenes, etc. y los que se tienen que distribuir más lejos.

Operarios embalan ejemplares de suscriptores en una máquina semiautomática.


Una vez que los ejemplares están embalados y empaquetados, están listos para su distribución a través de las furgonetas de prensa, encargadas de llevarlas a los kioscos, donde podemos comprar el periódico por sólo un euro. No os parece poco después de este proceso.

Las furgonetas listas para distribuir los periódicos.


P.D. Desde aquí queremos dar las gracias a Paco, Luis y todos sus compañeros por la amabilidad con la que nos atendieron. ¡Muchas gracias!

lunes, 21 de abril de 2008

Diseñario (XIV)

Aunque pueda parecer increíble los lunes han dejado de ser ese día aciago que todos odiamos porque hay que volver al trabajo o al cole. Bueno, casi todos, porque en los periódicos trabajamos también los fines de semana lo que nos obliga a librar cualquier día y a odiar, consiguientemente, cualquier día de la semana también. Y decíamos que han dejado de ser aciagos los lunes porque desde hace ya catorce semanas el comité de expertos de encajabaja publica una ¡nueva entrega del Diseñario! Obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación... aunque sea lunes.




Fusilar. Pegarle cuatro tiros a alguien, así a lo bruto. Alguien que además, por lo general, está atado, amordazado e indefenso. Pero, sin necesidad de derramamientos de sangre, por fusilar se conoce la capacidad de ciertos profesionales para adaptar, mimetizar, calcar, imitar, asumir, rendir homenaje o apropiarse del trabajo de los demás, y lo que es más importante, hacer que parezca una idea original. ¿Estamos hablando de copiar? Hombre... sí y no. Aunque hay una frase hecha que se oye con frecuencia en las redacciones: "diseñar consiste en copiar y que no se note", o la variante de "diseñar es copiar y que parezca tuyo".¿Eso es malo? Hombre... sí y no. Porque, a ver, que levante la mano el maqueta que no haya aprovechado nunca alguna idea de otro compañero de profesión. Porque el diseño y las buenas ideas entran por los ojos y se quedan grabados en la retina, y mucho más si la idea se le ha ocurrido a otro y no a ti. Y al final nos alimentamos todos de todos, en una suerte de antropofagia globalizada. Seguramente por eso se le llame fusilar, porque una vez publicas, estás indefenso ante la realidad de que tus ideas compongan las páginas de otros.
Debido a esto, surge un perfil determinado de profesional, especialista en escudriñar la prensa internacional, o hacer batidas en los medios más peregrinos para, con un poquito de aquí y otro poquito de allí, cascarse un rediseño completo. Y cobrarlo. Que esto tiene su mérito y también hay que valer. Que copiar sin que te pillen no es fácil, y si no que se lo pregunten a Ana Rosa Quintana o a tantos otros fusiladores, los que fusilan. Aunque, hay que declar claro que en sentido estricto más que inspirarse en otros, o adaptar, imitar, rendir homenaje o versionar, fusilar es un sinónimo de fotocopiar. Es: "este se ha marcao un control-c, control-v".

Futura. Es el primer tipo de letra que algunos logramos distinguir de todos los demás. Tan sencillo. Tan sencillo de reconocer. Su "a" era distinta, es distinta, como un círculo. Sus rasgos rectos, la ausencia de detalles como detalle del alfabeto que quiso ser "la letra de su tiempo" cuando nació, hace ya tiempo, a comienzos del siglo XX y terminó siendo la letra del futuro.
El tipógrafo alemán Paul Renner (1878-1956) alcanzó la inmortalidad tipográfica diseñando este tipo de letra entre los años 1924 y 1926. Se trata de caracteres sin serif (posiblemente los más sin serif de la historia), de líneas absolutamente rectas y circulares, sin contraste en sus rasgos, como dejó escrito el propio Renner: "En el diseño de la Futura, todo partía del deseo de transferir la estructura geométrica de las mayúsculas también a las minúsculas ... Suprimí y erradiqué conscientemente todas las pequeñas cualidades que penetran en el diseño por iniciativa propia cuando se desarrolla a partir de la escritura manual". A pesar de tratarse de un tipo de palo seco, la Futura consigue una distribución regular del color del texto, ese gris que se refleja de la página de un libro cuando nuestra mente mezcla el negro de los caracteres con el blanco del papel, característica más propia de las letras romanas y motivo por el cual se suelen emplear en textos largos. Y eso hace de ella un tipo algo especial, "espiritual" añadía su autor para quien no era una letra grotesca sino una "romana sin rasgos". Y para lograrlo modificó las estructuras geométricas, circulares y lineales, así como el contraste, todo de una manera muy sutil para que, precisamente al dejar de serlo por estos cambios, parecieran geométricas y sin contraste a nuestros ojos. "Si haces una letra absolutamente circular", escribió, "nuestros ojos creerán que no lo es".
Paul Renner trabajó como diseñador gráfico, además de tipógrafo y pintor, labores que compaginó con la enseñanza. Defendió las tesis del movimiento de la Bauhaus, aunque no perteneció a la mítica escuela de diseño, arte y arquitectura creada en Weimar (Alemania) en 1919 por el arquitecto Walter Gropius y cerrada en 1933 por los nazis, y las de la Nueva Tipografía, de las que su Futura es una muestra evidente. Con este título de "Nueva Tipografía" el también tipógrafo alemán Jan Tschichold (Leipzig, 1902) publicó en Berlín en 1928 una obra considerada fundamental, y revolucionaria, para el desarrollo de la tipografía en el siglo XX y que postula, a grandes rasgos, la eliminación de los ornamentos en favor de la función o la estandarización frente a la variedad (aunque hay que señalar que el libro no se compuso con el tipo de Renner a pesar de que ya estaba en el mercado). La Futura se asoció entonces a la Nueva Tipografía y a La Bauhaus por su funcionalismo extremo (la función va por delante), pero en realidad Renner lo que había pretendido era conseguir un nuevo tipo de letra "alemana", una tercera vía entre las disputas sobre las letras góticas, asociadas al nacionalismo alemán y defendidas por sectores conservadores, frente a las romanas que algunos veían extranjeras. En 1926 fue nombrado director de la Escuela de Oficios de Impresión en Múnich y fue miembro fundador y director de la Escuela de Maestros para Impresores alemanes, cargo que tuvo que abandonar en 1933 tras ser detenido por sus continuas críticas a la política cultural de los nazis, letra gótica incluida. Se convirtió en uno de tantos alemanes que también sufrieron el nazismo, abandonó después su país y se instaló en Suiza por un breve periodo para volver a Alemania en 1934. Vivió una especie de exilio interior hasta su muerte en 1956 en Múnich.
La Futura es un tipo de letra que estuvo muy ligado al momento en el que fue creado, "busco encontrar el tipo de nuestra época", escribió también Renner y lo publicitaba con ese lema la fundición Bauer para quienes lo diseñó, y, sin embargo, ha logrado atravesar la barrera del tiempo. Pudo haberle pasado lo que a esas películas de ciencia-ficción impregnadas de una dosis excesiva de "futurismo" y que, por esa misma razón, envejecen inmisericordemente enseguida (no queremos ni recordar los vehículos de La Fuga de Logan, o el mobiliario, la decoración y en general toda la dirección de arte de La Naranja Mecánica, para evitar molestos chirridos neuronales). Pudo haberle pasado porque nació inmersa en ese futurismo, mecanicismo y vanguardia que han quedado ligados no al futuro, sino al pasado, a cuando nacieron, a su época de comienzos del siglo XX; y sin embargo, por esos milagros inexplicables para los que existen tantas explicaciones como osadía al hacerlas, ¿su funcionalismo?, la Futura se ha convertido en otro de los clásicos porque, a muchos, a quienes eligiéndola hemos construido su éxito, nos sigue pareciendo cada día una letra del futuro.


G


Garamond. Es una de las tipografías más usadas e influyentes del siglo XX (y elegantes, añadimos desde aquí). Fue creada por el tipógrafo e impresor Claude Garamond, nacido en Francia a finales del Siglo XV. Garamond fue el primero que se especializó en el diseño, grabado y fundición de tipos como servicio a otros impresores, asistido por su pupilo Jacques Sabon. Además, fue también el primero en producir una versión de las tipografías de Aldus Manutius, de la cual salió la famosa Garamond, votada como una de las más importantes de toda la historia, y que se convirtió en una de las tipografías romanas más usadas hasta el siglo XVIII. Ya durante el siglo XX varias fundiciones tomaron como base estos tipos para redibujar sus propias versiones y la labor de la tipógrafa y estudiosa Beatrice Warde, amante además del celebérrimo Stanley Morrison, sí el creador de la Times, sirvió para recuperar el nombre de Garamond como autor de estos caracteres, en una rocambolesca historia casi de detectives que esta mujer publicó en la revista The Fleuron con seudónimo masculino, porque a las mujeres todavía no se las consideraba capaces de investigar y razonar, o votar en unas elecciones.
Garamond fue un poco más allá como tipógrafo y, en su afán perfeccionista, fue pionero en preocuparse por el proceso global de edición: papel, tintas, tipografía, ilustraciones y encuadernación, lo que le otorgó gran fama durante su época. Esta fama le permitió ser el tipógrafo real de Francisco I, para quien diseña "Grecs du roi". En 1545 crea su propia fundición de tipos, junto a Jean Barbé y el impresor Pierre Gaultier (a la sazón, su suegro). De su imprenta salen ejemplares de, por ejemplo, la "Pia et religiosa meditatio" de David Chambellan. En esta imprenta se desarrollaron, según algunas versiones, los primeros tipos romanos en cursiva.
A pesar de su éxito Garamond muere en 1561 totalmente arruinado y por eso su viuda, para subsistir, se vió obligada a vender los punzones originales de su marido a los tipógrafos Christopher Plantin, Guillaume Le Bé y Conrad Berner. Con ellos hicieron un catálogo y después, un siglo más tarde, el cardenal Richelieu los incorporó a la Imprenta Real de Francia con el nombre de Caractères de l´Université, nombre que conservaron hasta el siglo pasado, hasta que llegó Beatrice para desenterrar a Garamond.
Posiblemente sea una tipografía más apropiada para literatura que para periódicos, pero no por ello dejamos de admirar los trazos de este alfabeto. Entre las variantes de su tipografía destacan: URW Garamond, ITC Garamond o Adobe Garamond Garamond. Incluso existe una página web para diferenciar entre la Adobe y la ITC.

Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.

viernes, 18 de abril de 2008

Génesis de un rediseño

Lo prometido es deuda. A través de nuestra sección de Firmas En Caja Alta os traemos toda la información sobre el rediseño de La Gaceta de los Negocios. Eduardo Cruz, responsable de la sección de diseño del diario nos cuenta los pormenores de un trabajo que vio la luz el pasado 12 de marzo.


Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, Eduardo Cruz (Pamplona, 1970), lleva desde 2002 como responsable de la sección de Diseño de La Gaceta de los Negocios. Anteriormente trabajó para Diario de Burgos, el Diario Oficial de los Juegos Olímpicos del 92 y para la revista Nuestro Tiempo.

Génesis de un rediseño

A comienzos del otoño pasado, José María García Hoz asumió la dirección de La Gaceta de los Negocios. A los pocos días de llegar me encargó que iniciara el rediseño del periódico, tomando como punto de partida un prototipo de veinte páginas impresas que él tenía de un proyecto anterior que nunca llegó a nacer y que se iba a llamar Nuevo Diario.

Nuevo Diario era un proyecto redaccional que se resolvía en un diseño, como luego he podido saber a través de Juan Antonio Giner, director de la consultora Innovation :"ND fue el proyecto más apasionante, difícil y más pensado que nunca hayamos hecho". "La organización redaccional que debía implementar ese periódico se concreto en centenares de propuestas, ideas y planteamientos que le daban al periódico la solidez de algo muy pensado".

Portada de Nuevo Diario

Carlos Soria, Juan Velasco, Ally Palmer, Terry Watson y Juan Antonio Giner colaboraron entre 2001 y 2003 con José María García Hoz y Juan Quindelán para "alumbrar una nueva manera de acercarse al periodismo post-televisivo. Al periodismo del día después. Al periodismo de las noticias detrás de las noticias. Al periodismo de problemas y soluciones".

Eso se plasmaba en un buen diseño y en una revolucionaria propuesta de secciones. Seis páginas de 24horas que resolvían todo lo más importante del día anterior; un gran bloque de Historias en el que se seleccionaban los reportajes y análisis más relevantes; y cerraban el periódico las páginas de Opinión.

Es decir, era un diario de paginación muy corta, con mucho análisis en poco espacio.


Diseñar a contrarreloj


Nuevo Diario era un proyecto muy interesante, pero partía de unas premisas iniciales diferentes a las de La Gaceta. Se podían mantener partes del proyecto gráfico, pero había muchas piezas del puzzle que faltaban, que había que fabricar a medida.

El formato de página (berlinés), la ausencia de un libro de estilo, así como de un cuadernillo específico de economía y negocios -algo fundamental para nuestros lectores y publicistas-, y la necesidad de mantener ciertas secciones, firmas y suplementos, hacían que en un primer momento pareciese imposible hacer el rediseño en los cuatro meses que disponíamos, si tenemos en cuenta el revolucionario formato, y que el periódico debía seguir con su cita diaria con el lector.

Sin embargo, la selección tipográfica; Gotham y Gotham condensed de Hoefler & Frere-Jones y Scotch de Fontbureau, y la idea de jugar con una composición de página en horizontal, con informaciones a 5 y 6 columnas, me cautivaron desde el principio.


Scotch FB, de Font Bureau


Colgué en una pared las páginas impresas que me dieron y las empleé como guía básica con la que desarrollar un nuevo prototipo desde un documento en blanco. Como siempre en estos casos, comencé con la definición de la rejilla báse , de 30 columnas, y el interlineado sobre el tamaño de la publicación, tras diversas pruebas con la Scotch Text en distintos cuerpos.

Junto con la rejilla base se estudió un sistema para poder componer páginas pares e impares en las que el efecto de enmarcado y el folio fueran los que se moviesen dentro de la mancha de la página, y no el contenido de la misma. Esto es así porque el sistema editorial pone el folio semiautomáticamente en función de la posición en el planillo que se hace a diario. En distintas ediciones, la página puede cambiar de par a impar, o viceversa. Con esta solución, un cambio de página en planillo no supone una engorrosa remaquetación.


A partir de ese momento se abrieron varios frentes de trabajo con los equipo de maquetación, infografía, informática y publicidad del periódico.


Junto a José Luis Tascón, de gráficos, se definieron la carta de colores básicos que después comenzamos a probar tanto en tramas de página como en las informaciones, para dar coherencia de color a todos los elementos. A la vez, empezamos a pulir un estilo de infografía que rompiese con el formato anterior.

Para ver cómo funcionaba la selección de colores en rotativa, se probaron en algunos elementos aislados del periódico que salían todos los días "escondidos" en algunas páginas. Luego se comparaba el resultado con lo que veíamos en nuestras impresiones y pantallas, hasta obtener los tonos que deseábamos.

Casi a la vez, generamos los distintos estilos para todos los elementos tipográficos (titulares, firmas, ladillos,...) y empezamos a componer portadas de lo que sería el nuevo periódico. Una vez le oí decir a Ricardo Bermejo que cualquier proyecto editorial es bueno comenzarlo con la definición de la portada. Ésta te da el ritmo que va a tener la publicación. A partir de una buena portada, es más sencillo construir buen diseño interior. Seguí su consejo.

Portadas de la nueva Gaceta de los Negocios

Rescaté unas cuantas manchetas de prototipos de rediseños anteriores, que se habían desechado por ser demasiado atrevidas, les di coherencia tipográfica, e, inspirados en el tipo de balconadas de varios periódicos europeos, construimos una imagen gráfica e informativa atractivas en la parte superior del periódico. La elección final de la mancheta fue del director, que tuvo cinco modelos diferentes para elegir. En la parte inferior de la página, se diseñaron también varias soluciones de sumarios para las tres secciones del periódico (Historias, Negocios y Opiniones), además de los titulares y fotografía destacados del día. Tras varias pruebas y una semana de trabajo, las primeras pruebas de portada salían por la impresora, a comienzos del mes de diciembre pasado.

Tras la portada, el lector de la Gaceta se encuentra la parte de mayor carga de actualidad: 24horas, las noticias del día que más importan. Ese arranque del periódico de lectura rápida, bastante arrevistado y tan exhaustivo en el empleo de breves, supone un punto de ruptura con respecto a los periódicos de pago tradicionales, que habitualmente dedican páginas y textos muy largos para contar noticias que casi todo el mundo ya ha visto en internet o televisión.

Portada de 24 horas

A esta sección se le dió algo más de carga gráfica, con respecto al modelo original, y se le añadieron las minisecciones de información de empresas y finanzas, que no existían. La sección se maqueta en cinco columnas básicas, en las que se componen casi un centenar de micropiezas en cinco/seis páginas.

Páginas interiores de 24 horas

Tal vez lo más traumático de poner en marcha 24horas no haya sido el diseño de la sección, sino convencer a la redacción de que lo que antes era un tema de página ahora es una información de 30 líneas, que puede luego remitir a un análisis de la información en páginas interiores. En la actualidad, el trabajo de edición de esta sección es bastante fuerte y hay un equipo encargado de tres personas en la coordinación informativa con el resto del periódico.

Páginas interiores de 24 horas

Después de este atracón, comienza la sección de Historias, Claves y Tendencias, en la que La Gaceta entra en otro ritmo, más sosegado, en el que se analizan aspectos de la realidad que nos rodea, seleccionando las claves de la información. Son temas que se preparan normalmente con uno ó más días, y que están en la agenda de la redacción.

Páginas interiores de Historias, Claves, Tendencias

Aquí se emplean los colores en los epígrafes y en algunos titulares para diferenciar el contenido de los temas. El azul para los temas de nacional e internacional, el rojo para los temas de negocios y el verde se utiliza en los de sociedad. La configuración de páginas que cada sección llevará en el periódico se decide el día anterior, en función de los temas que se cantan en la reunión de previsiones de la tarde. No existe un número de páginas predeterminado para cada sección, sino que es lo más interesante de cada una de ellas lo que se publica


El cuadernillo Negocios sigue el mismo patrón que las páginas de Historias, solo que se asalmonan por entintado todas las páginas de la sección. Una de las prioridades del nuevo diseño era evitar los dos papeles en los que se imprimía el periódico, por el elevado coste de producción que supone.

La dirección del periódico apuntó en cualquier caso que se debía mantener la genética del papel salmón, muy necesaria para la captación de anuncios económicos. Así, se hicieron algunas pruebas de rotativa para ver cómo quedaba el entintado puro y duro sobre las planchas, pero no quedaba muy convincente. Entonces revisé el enmarcado de esta sección y puse el filete que cierra por abajo la página. El resultado gustó más que las pruebas anteriores, y se decidió seguir para adelante con la solución.

Portada de la sección Negocio

A comienzos del mes de enero el prototipo de lo que iba a ser el núcleo central de la nueva Gaceta estaba bastante avanzado, aunque quedaban muchos detalles por pulir, como las páginas de deportes y televisión. El director vió las primeras pruebas y, tras dar el visto bueno, se imprimió un número cero, que sirvió para dar los últimos retoques de colores y estilos tipográficos. A partir de ahí se inició la segunda parte del rediseño; los suplementos.


Con excepción de los cuadernillos de fin de semana, a los que queríamos dotar de una apariencia especiales, debíamos dar coherencia y unificar todos los suplementos, puesto que en la anterior Gaceta había un batiburrillo de propuestas diferentes de suplementos que no era muy coherente. Comencé haciendo un prototipo del suplemento de Legal y Fiscal y otro puramente comercial. En total dieciséis páginas, que, una vez terminadas, sirvieron para crear modelos y soluciones para todas las páginas de encarte.

Portadas de Inmobiliaria y Legal y Fiscal


El mismo sistema de trabajo se empleo para el rediseño de los tres suplementos que aparecen en el periódico de los sábados (Inversión, Ocio y Familia). Inversión mezcla elementos de 24horas y del suplemento Legal y Fiscal, pero sobre trama salmón.

El cambio del cuadernillo Ocio se ideó mucho antes que el propio rediseño del periódico, pero nunca nos decidimos a ponerlo en marcha. Con el anuncio del nuevo diseño, vimos la oportunidad de hacerlo rodar.

Portada del suplemento OCIO

Nuestra apuesta inicial optaba por utilizar Detroit Bodoni y Titling Gothic de Fontbureau para titulares y cabeceras, pero ya no encajaba con la nueva selección tipográfica. Había bastante trabajo válido de arquitectura de página, pero había que unificar las tipografías y generar más modelos. Víctor Pacho, de la sección de maquetación, de dar coherencia a todo ese maremágnum.

Página interior del suplemento OCIO

Al quitar todos los enmarcados con filetes y romper con imágenes los márgenes de página, se consiguió el contraste y diferenciación con el resto del modelo.

Una vez tuvimos el suplemento de Ocio decidido, nos pusimos a trabajar con el suplemento de Familia, que funciona sobre premisas parecidas, sólo que en el que optamos por subir los cuerpos de letra del texto y ser más generosos con los espacios.


Implementación y puesta en marcha

A comienzos de febrero teníamos el grueso del nuevo periódico totalmente definido, pero quedaba la parte más tediosa: el desarrollo de los formatos de edición y la puesta en marcha en nuestro sistema editorial. Un trabajo poco agradecido pero en el que se avanzó bastante rápido, gracias a que los prototipos estaban realizados con la misma herramienta de trabajo que utilizamos para confeccionar a diario el periódico, Indesign.

Las dos semanas previas al lanzamiento, 12 de marzo, se dedicaron a la explicación a la redacción del modelo de periódico que la dirección quería, y a exponer el nuevo diseño a todos los departamentos de la empresa. Se probaron los comandos de edición que utilizan los redactores y se hizo la reorganización redaccional que el nuevo proyecto requería. Muchos cambios.

Casi no nos quedó tiempo para mucho más. La puesta de largo del nuevo proyecto gráfico coincidió prácticamente con la puesta en marcha. Se puede decir que nuestro primer número cero real fue el día del estreno. Y la definición de muchos modelos de páginas ha seguido durante las tres semanas posteriores al lanzamiento. Lo que da una idea de cómo se hacen los rediseños de muchas publicaciones, como después he podido corroborar con muchos profesionales de ésto.

Pero, pese a lo que pudiera parecer, el día del relanzamiento fue bastante tranquilo. La edición se cerró a las ocho de la tarde y, por los comentarios que llegaron, gustó bastante.

Todavía hay cosas que chirrían un poco, como bien apunta Herminio en su blog cañero, pero en pocos días habrá una revisión completa del maquetero, con un cuerpo más grande, y algunas innovaciones que me han surgido sobre la marcha. Veremos entonces como luce.

Cambios organizativos

Es importante destacar que este rediseño ha sido el más complejo de todos en los que he estado, puesto que no sólo ha afectado al aspecto gráfico del periódico, sino que ha supuesto un verdadero cambio en los horarios y forma de trabajo de la redacción. A parte de la innovación que supone una sección como 24horas y el cambio de mentalidad en las Historias, también se han cambiado aspectos organizativos que en otros periódicos serían impensables. Sólo por poner un ejemplo, a partir del día del lanzamiento la reunión para preparar la portada del periódico se hace a las doce del mediodía. La reunión de las seis de la tarde sirve para ver qué temas se darán en el periódico de dos días después y se hace con la portada ya terminada. El envío de la última página a la rotativa se hace a las siete y media de la tarde. A las ocho ya no queda nadie en la redacción.

En general, la redacción ha recibido bien estos cambios, al ver que se va antes a su casa, con una idea clara de lo que va a escribir al día siguiente.

Quiero agradecer, a modo de despedida, a todo el equipo de diseño (Juanma, Víctor, Gema, Urbano y Julián), gráficos (José Luis, Miguel, Antonio y Concha) y fotografía (Rosa, Jesús, Luis y José) de La Gaceta el esfuerzo que han realizado en sacar esto adelante. La prueba de que ha merecido la pena ya está en el quiosco.

jueves, 17 de abril de 2008

Lo que pudo ser

En un periódico suele ser complicado tener programadas las cosas. Siempre sucede algo que lleva al traste tus planes iniciales y tienes que cambiarlo todo. Pero en acontecimientos como el de ayer, la final de Copa del Rey nos referimos (qué si no) podemos tener algo más de previsión y nos permite hacer cosas distintas.

Ayer había dos planes. El plan A, conservador, y el plan B, arriesgado. Arriesgado porque suponía poner la ficha en la tercera columna, cuando normalmente va debajo del título, al principio de la crónica y porque suponía poner el pie de foto en la esquina superior derecha de la foto en lugar de ponerlo debajo de la misma. La verdad es que la final se resolvió pronto, aunque el Getafe no la dio por perdida nunca y casi consigue remontar, pero el jefe de la sección de Deportes, Fernando Bermejo, ya tenía decidido que había que apostar por lo arriesgado. Era una ocasión excepcional y había que aprovecharlo. Así, el periódico salió esta mañana con esta apertura por la victoria del Valencia:


Pero para llegar a lo arriesgado antes hubo que descartar lo conservador, que era lo siguiente:


Y vosotros qué sois: ¿arriesgados o conservadores?

miércoles, 16 de abril de 2008

Romper las reglas

Aprovechamos uno de nuestros casos prácticos para presentar (un poco tarde, ya lo sé) el suplemento económico que El Mundo distribuye los domingos. Impreso en papel salmón, Mercados, nombre del suplemento, cuenta con cerca de 80 páginas de información económica, incluyendo las típicas páginas de anuncios laborales y las tablas con los indicadores financieros más importantes.

Pero volvemos al caso práctico. En el tema de apertura, una página doble (triple en ocasiones, más la portada, claro) se nos planteó un problema con un gráfico. No por el contenido sino por la forma con la que el departamento de infografía había decidido plantearlo. La forma era la siguiente:


Lo único que condicionaba el gráfico era que tenía que ir en la segunda página del tema porque la primera va ocupada (casi) siempre por una foto y un titular a 5 columnas. Por lo tanto tendría que ir con la continuación del texto. Pero se nos planteaba un problema: si colocábamos el gráfico de esa manera, el ritmo de lectura se rompía. Es decir, al ir las páginas enfrentadas (son las páginas 2 y 3) el salto de texto entre una y otra se interrumpía con el gráfico y eso no favorecía la legibilidad del tema. La página quedaría (y quedó) de la siguiente manera:


La infografía cortaba el ritmo de lectura y cabeceaba con la foto de la izquierda. Así no podía ir, pero no tenía fácil solución. Me explico. Había que cambiar todo de orden, ponerlo todo a la derecha, es decir, las barras más grandes al lado de la columna de opinión que había en la salida de la página y trasladar las pequeñas a la izquierda. De esta forma conseguíamos, además, que separaran la información de la opinión. El gráfico tendría que ser así:


Perfecto, era viable, pero no nos venía nada bien, la verdad. ¿Por qué? Porque deja un blanco en la página inconcebible cuya única solución era un absoluto disparate: dejaba una columna totalmente aislada. Así era la "no-solución":


Se nos ocurrió intentar cambiar el gráfico y poner la columna grande a la derecha del todo, para que así no dejara el blanco y separara más claramente la información de la columna de opinión. Pero eso era imposible. La columna grande representa los datos de 2007 y la mediana los datos de 2008. Poner los datos de 2007 a la derecha de los de 2008 no era la mejor solución porque nuestro orden de lectura (al contario que en la escritura árabe) es de izquierda a derecha e interpretaríamos los datos al revés, es decir, los de 2007 como los de 2008 y viceversa. Por lo tanto, la mejor opción que teníamos era imposible de llevar a cabo. Y no nos quedaba más remedio que incumplir la regla de no interrumpir el ritmo de lectura, sobre todo de manera tan descarada. Pero, a veces, hay que saltarse las reglas. Para eso dicen que están...