Ha pasado una semana y, tal y como os prometimos, aquí tenéis la primera entrega sobre las Jornadas de Diseño Periodístico.
El pasado jueves dos miembros de encajabaja tuvimos el enorme privilegio de asistir al primer encuentro profesional de Diseño Periodístico, organizado por Unidad Editorial y la Asociación de la Prensa de Madrid. Hay que decir que estuvimos invitados, porque de lo contrario no habríamos podido asistir dado el desorbitado precio que se estableció y que superaba los 1.000 euros por cada asistente, algo inaudito y desacostumbrado en este tipo de eventos. Desconocemos la razón. El programa anunciado sufrió algunos cambios en los ponentes iniciales, pero los sustitutos estuvieron a la altura y disfrutamos de un encuentro más que interesante.
El encargado de abrir la jornada fue
Miguel Ángel Mellado, director editorial de Unidad Editorial. Mellado se encargó de dejarnos claro desde el principio el papel del diseñador, que es, ni más ni menos que el de "resolver problemas, lo que no significa someterse al redactor. "La página no es del redactor". Primer mensaje esperanzador, parece que hay un redactor que entiende que el diseño del periódico no forma parte de su negociado. Aunque el diseñador "debe trabajar con libertad, pero al unísono del resto del equipo periodístico". Terminó su breve e ingeniosa introducción preguntándose y preguntándonos si un diseñador y un redactor pueden ser amigos o es imposible. Y seguimos dándole vueltas a tan peliaguda cuestión.
Dino do SantosPortugués de nacimiento y tipógrafo de profesión,
Dino do Santos ha sido el encargado de rediseñar la tipografía del semanario portugués "Courrier Internacional" o del diario deportivo también luso "A Bola" entre otros. Rediseños en los que intentó integrar un cambio tipográfico con un cambio general en el resto de los diarios, como un nuevo columnaje, un nuevo tamaño o una nueva periodicidad. "Con el rediseño se levantan nuevas posibilidades, nuevos tipos de letra", nos decía Dino, tipos que tienen que organizar una estructura coherente tanto en la portada como en las páginas interiores. Lo más curioso para profanos como nosotros en el secreto arte de la tipografía fue verle utilizar el programa Fontlab de Abobe para mostrarnos cómo pequeñas modificaciones en los tipos de letras dan como resultado enormes cambios. Como curioso resultó que pudiéramos entenderle porque su exposición fue en un portugués rapidísimo y el sistema de traducción simultánea consta de unos auriculares con los que se puede oír al ponente por los altavoces de la sala a la vez que una voz a no muy alto volumen te lo traduce un ratito después, mientras el orador en su lengua original sigue hablando. Una locura.
Dino do Santos durante su exposición. Para finalizar, nos contó cómo trabaja: "cuando diseño no tengo una voluntad inicial, voy haciendo las cosas a medida que van surgiendo", confesó. Porque todavía "hay muchas cosas que inventar".
Rodrigo SánchezAsistir a una charla de
Rodrigo siempre es algo especial y divertido, no sólo por lo que nos cuenta, sino por cómo lo cuenta. Y si además lo hace con la presencia del inimitable
Carlos Pérez de Rozas, más todavía. En esta ocasión, Rodrigo comenzó revlándonos lo difícil que le resulta explicarle a su madre en qué consiste su trabajo. Reproducimos (más o menos) cómo fue la conversación:
-Madre: Me gustan mucho las fotos que haces hijo, son muy bonitas
-Rodrigo: Mamá, las fotos no las hago yo, yo no sé hacer fotos, me salen fatal. Hay personas que se encargan de eso. Grandes fotógrafos.
-Madre: Ah, pues me gustan mucho cómo te quedan los dibujos, son preciosos...
-Rodrigo: Mamá, no sé dibujar
-Madre: Pues que textos tan bien escritos, muy bien los títulos que pones, todo bien explicado, qué maravilla
-Rodrigo: No los escribo yo tampoco.
-Madre: Entonces estás en la imprenta. Pues qué bien impreso está todo.
-Rodrigo: Tampoco, mamá, tampoco.
-Madre: Pues hijo, qué bien te lo has montado, te pagan por no hacer nada.
Rodrigo sonríe a un comentario de Carlos Pérez de Rozas.
Pero ese no hacer nada, como nos confiesa, es hacerlo casi todo, porque si no estás persiguiendo al ilustrador, estás persiguiendo al fotógrafo, al redactor o al publicista. Ese no hacer nada es, sobre todo, idear la portada. Tener la idea y saber cómo llevarla a cabo. Pero es que además a él también le gusta hacer portadas como las que nos enseñó. Algunas las conocíamos, otras no. Muchas de ellas están hechas solo en Quark, unas auténticas obras de arte.
Carlos Pérez de Rozas, de Casses y Associats, y Elena Rodríguez, de Unidad Editorial, antes de la exposición de Rodrigo. También nos habló sobre la cabecera, esa suerte de tótem intocable que él siempre toca, cambia, le da la vuelta, hasta casi hacerla desconocida, aunque a veces, como "la hemos cambiado tanto, no tocarla ya es cambiarla". Porque quien arriesga, acierta, aunque arriesges por lo obvio "que muchas veces es lo más complicado porque es lo que nadie va hacer".
Gianni ValentiEl último en visitarnos durante la mañana fue Gianni Valenti, periodista de la Gazzetta dello Sport que salpicando su disertación con varios vídeos de escaso interés, presentaciones casi publicitarias, nos explicó el cambio del diario deportivo italiano, el segundo más leído del Mundo. "Hicimos un cambio gráfico, un cambio de contenidos y también de noticias, no sólo hablamos de deportes", lo que les ha convertido en el primer diario deportivo que incluye noticias generalistas. Sin embargo, hay algo que ni pensaron cambiar: el color rosa. "Es nuestro color, la fuerza de nuestro diario". Aunque confiesa que al imprimir el periódico a todo color les ha dado algún quebradero de cabeza con la carta de colores.
Gianni Valentti escucha a una pregunta del público de las Jornadas.
También han reforzado su presencia en Internet con distintos portales, "pero el centro de todo sigue siendo el periódico en papel". Pero, ¿por qué cambiar si funcionaba tan bien?. "Porque hay que ponerse al día, reconoce Valenti, "dar al lector algo más ágil, más bonito, más orientado, ordenado, de lectura más fácil". Además, en el terreno de la tipografía, han abandona la omnipresente Helvética.
¿Y cuál es la nueva filosofía de la nueva Gazzetta?. "Sorprender a los lectores cada mañana, hacer un diario opuesto a la televisión, dar lo que no dan ellos". Y eso lo hacen con las opiniones, buscando un público jóven y un lector medio. Pero eso sí, que nadie les quite el rosa.