lunes, 3 de noviembre de 2008

Diseñario (XXXV)

Semana de sobresaltos, de condenas y abrazos, de emocionantes comentarios a modo de pequeños encuentros con gentes que a pesar de los años siguen estando ahí, en nuestro recuerdo y nosotros en el suyo. Quisieron destruir y matar y nos han unido, han dado vida a sentimientos que teníamos algo olvidados, pero que existirán siempre. Semana de todos con la Universidad de Navarra. Incluso del comité de expertos de encajabaja que nos ofrecen otra entrega de su colectivo, irreverente y abierto Diseñario sobre el diseño periodístico y la prensa en general, a la vez que condenan el que quisiéramos que fuese el último atentado terrorista.





Publicidad. Elemento que no suelen tener en cuenta los diseñadores cuando proyectan las páginas en el prototipo de una publicación. Posiblemente por la relación inversamente proporcional que existe entre el nivel de invasión de la publicidad en una página y el nivel de "artistismo" de esa misma página. O sea, a mayor publicidad, menos arte. Y como para el arte estoy yo, piensa con razón cualquier diseñador que se tome en serio a sí mismo, pues de las páginas de publicidad que se ocupen los maquetadores. Que para eso están. Este fenómeno lleva, pues, a que sean estos últimos quienes crean las estructuras para la mayor parte de las páginas que aparecen impresas, porque al menos hasta ahora y esperemos que por mucho tiempo (¡joder con la crisis!), las páginas con publicidad son mayoría.
Este desencuentro entre publicidad y arte sucede porque nuestra querida compañera de páginas y de Facultad suele ocupar espacios y huecos, generalmente los que más perturban al que intenta encajar los elementos de una página de manera coherente y ordenada. Es una de sus características, la de incomodar. Lo que nos lleva a una curiosa contradicción, porque hundiéndonos como nos hunde no queremos sin embargo que desaparezca de las páginas del periódico en el que trabajamos. Alguno de nosotros hemos vivido la terrible situación de formar parte de un silencioso corrillo que pasaba las páginas del periódico sin que apareciese publicidad ninguna, pálidos, mirándonos unos a otros sin decir palabra hasta que al fin aparecía una y la alegría inmensa duraba las milésimas de segundo que otro tardaba en decir: ¡pero si es una chapa!
Y es que existe la creencia en los periódicos de que vivimos de ella. Una creencia que vayan ustedes a saber de dónde ha salido. Algo frecuente por otro lado, lo de las creencias extrañas en torno a la publicidad, ya que se conocen personas que incluso piensan que la publicidad ¡nos engaña! Qué cosas. Realmente, más que ser ella quien nos da de comer a los periódicos, o a lo seres humanos que los hacemos, deberíamos pensar que nos damos de comer mutuamente, porque si bien es cierto que un alto porcentaje de los ingresos de la prensa se deben a la publicidad, no lo es menos que la publicidad necesita un soporte que la difunda (¿se imaginan que ningún medio de comunicación aceptara la publicidad de un determinado anunciante? ¿qué pasaría con él, por mucho dinero que tuviera?). Puestos ya en este nivel gastronómico al que hemos llegado, hay incluso quien sostiene, terco y digno, que lo que le da de comer a él no es ni la publicidad, ni su empresa... sino su trabajo.

Punto. Es como terminan todos los artículos periodísticos. Todos. Sin excepción. No así los títulos de las noticias. Porque ninguno tiene punto. Ninguno. Sin excepción. Medida tipográfica. Se obtiene dividiendo un cícero o una pica en doce partes iguales. Diversas equivalencias con el sistema métrico decimal. No viene al caso enumerarlas. Lo que se desplaza un elemento seleccionado en los programas de diseño gráfico cuando se pulsa una vez las flechas de desplazamiento de cursor. Arriba. Abajo. Derecha. Izquierda. Medida de los cuerpos. Medida de la interlínea. Cosa que mola (es un punto, ¿no?). Fin de la voz "P".


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.
Diseñario (XXXIV): píxel-prototipo.

viernes, 31 de octubre de 2008

Made in Spain

La editorial Electa acaba de publicar un libro con este título y subtitulado "101 iconos del diseño español". Y eso es precisamente lo que ha recopilado en sus páginas Juli Capella: "iconos reconocibles que nos identifican" (a lo español, se refiere el autor, evidentemente).

Capella, nacido en 1960, es diseñador y arquitecto (el estudio Capella García Arquitecura firma proyectos como el Hotel Omm de Barcelona, el conjunto de adosados Can Via en Santa Coloma de Cervelló, o el Edificio Diagonal 203 también de Barcelona); hombre inquieto que escribe desde 2004 una columna en el Periódico de Catalunya sobre arquitectura, urbanismo y diseño (aunque no deja pasar cualquier tema); colaborador ocasional también en otros periódicos como El País y Avui; coleccionista de objetos e imágenes fálicas, sí falos; creador y director de la revista Diseño (doce números que se editaron en Barcelona desde 1984 hasta 1987), entre otras; comisario de distintas exposiciones (300% Spanish Design, Spain Loves Japan, Oscar Tusquets...); autor de numerosos libros (Arquitexturas, Arquitecturas diminutas, Nuevo diseño español...) y varios millones de cosas más aunque él confiesa en su página web (que os recomendamos que visitéis por su calidad y por lo divertida que nos ha parecido) que "lo que hubiese querido ser es rock'n'roll star".

El libro recoge una magnífica colección de objetos "no objetiva", admite Capella (que además cita la ingeniosa frase del poeta José Bergamín: "Si fuese un objeto sería objetivo; pero como soy un sujeto soy subjetivo"), que a pesar de su reconocida subjetividad, a nosotros nos ha parecido muy completa. Posiblemente habrá diseños excluidos que podrían haber estado (el propio autor enumera muchos de ellos en la introducción, "pero había que poner un límite"), pero de lo que no nos cabe ninguna duda es de que sobre ninguno de los incluidos. Están organizados en apartados temáticos: Hogar, Mobiliario, Indumentaria, Transporte, Comer y beber, Juego y ocio, y Grafismo. De todos ellos se incluye al menos una imagen, aunque lo normal es que sean varias, así como un texto explicativo con datos sobre el creador y la trayectoria de la obra.



En el apartado del diseño gráfico, denominado en el libro "Grafismo", figuran el Toro de Osborne (obra del pintor Manolo Prieto en 1956 para la agencia publicitaria Azor), las distintas imágenes corporativas de Iberia, de Telefónica, "Naranjito" (que habrá quien no sepa qué es), la "llama multimillonaria" del Banco de Santander, la letra Eñe, el diario El País (el único periódico que aparece en esta recopilación de iconos del diseño español), los carteles de las películas de Almodóvar (diseñados casi todos por el argentino Juan Gatti), la mascota de Barcelona 92 de Mariscal, la publicidad de El Corte Inglés, los escudos del Real Madrid y del Barça, la imagen de las tiendas Zara, la campaña Turismo de España de Joan Miró, los carteles de toros, los inmortales Mortadelo y Filemón, el logotipo de La Caixa (también de Miró), TVE y sus logos (el primero de los cuales sea posiblemente el logotipo que más han visto los españoles), Repsol, y las trompetas amarillas de Correos.



El libro se abre con una imagen de satélite de la Península Ibérica y una cita, larga y profunda a la vez, de "Del sentimiento trágico de la vida", publicado en 1913 por Miguel de Unamuno. En ella, el intelectual intenta justificar su famosa frase "¡que inventen ellos!", que replicó cuando le hicieron notar el poco espíritu científico de los españoles comparado con el del resto de los europeos (ingleses, franceses y alemanes, supongo). Pero la explicación no ha tenido la fama que la famosa frase sí tuvo y que tanto daño nos ha hecho. Es evidente que Unamuno no consiguió "españolizar Europa", como propuso con valentía, en vez del camino aparentemente más fácil de europeizar España en el que todavía estamos, sin que desde mi punto de visto hayamos conseguido demasiado. Don Miguel nos dice que si no tenemos espíritu científico, "algún espíritu tendremos". Y es en ese espíritu, en el nuestro, donde debemos volcarnos. Si, por ejemplo (y el ejemplo es ya nuestro), un malagueño como Picasso fue el mayor genio de la pintura del siglo XX, y la pintura no deja de ser comunicación visual, tal vez en el diseño sí podríamos decir "¡que inventemos nosotros!"

jueves, 30 de octubre de 2008

Estampa 2008, la feria del grabado

Del 29 de octubre al 2 de noviembre se celebra en el Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid la decimosexta edición de 'Estampa'. El objetivo primordial de la Feria es la promoción y venta de ediciones de arte contemporáneo tanto de España como del extranjero en todas sus facetas: fotografía, vídeo, grabado, arte digital, libros, etc. El reto de este año para los responsables de la Feria Internacional del Grabado será atraer a más de 40.000 personas con su nueva propuesta.

En esta edición cuentan con la presencia del artista Jan Hendrix, uno de los principales referentes de la gráfica contemporánea, quien satisfecho con el nuevo enfoque aglutinador de la Feria, manifiesta que este nuevo giro refleja el intento de los artistas gráficos para aumentar su 'caja de herramientas' y escaparse del 'cajón de la obra gráfica'. Hendríx, autor de la imagen oficial de 'Estampa 2008', afirma que la Feria de este año es la más contemporánea de todas al reunir a más de 650 artistas con unas 3.000 obras diferentes.

Una propuesta interesante para todo aquel que pueda acercarse al Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid este lluvioso fin de semana.

Mi Universidad

Esta mañana, ETA ha atentado de manera vil y cobarde en la Universidad de Navarra. Un coche bomba, aparcado en el parking de la fachada este del edificio central, ha explotado poco antes de las 11:00 h. convirtiendo el lugar en un caos de humo, fuego, hierros y cristales rotos. A escasos cien metros de la explosión , la biblioteca, los comedores universitarios, la Facultad de Comunicación y dos colegios mayores. Miles de estudiantes, profesores y personal de la universidad en sus tareas diarias. Gracias a Dios no tenemos que lamentar víctimas mortales, tan sólo 17 heridos leves por la potencia de la deflagración y cuantiosos daños materiales. Me sigue pareciendo increíble siendo la zona de la explosión una de las más transitadas a esas horas, el camino que conecta los colegios mayores con el edificio central y los comedores.


El edificio central, blanco nuevamente de los terroristas de ETA.


En esa Universidad descubrí hace no tantos años, mi pasión por el periodismo. En esa Universidad conocí a profesores y compañeros que no hicieron sino aumentar mi respeto y admiración por ese profesional que se llama periodista. En esa Universidad abrí los ojos a una realidad que desconocía por idealizada y de la que hoy, afortunadamente, vivo. Y esa Universidad me dio el mayor regalo posible de todos: la posibilidad de conocer a mi mujer. Cuatro de los mejores años de mi vida. Por eso esta mañana, al ver las imágenes del edificio central en llamas, ése en el que empecé mis clases en el aula 34, el mismo edificio en el que pasé interminables horas en "Faustino", la cafetería con la mejor tortilla de patatas del mundo, donde hice mis primeras prácticas de Radio en los estudios de la Torre, y donde pasé años trabajando en sus sótanos con mi querido Antonio Pérez, gallego de pro, charlando, riendo y forjando una amistad que no necesita de proximidad para ser más fuerte cada año, esta mañana me ha dolido como si estuviese allí. La misma impotencia, la misma rabia...

Desde encajabaja condenamos el atentado y queremos mandar un abrazo fuerte y toda nuestra solidaridad a los estudiantes, profesores y profesionales que componen la Universidad de Navarra. Con muchos de ellos nos unen fuertes lazos de amistad y respeto. Muchos de sus antiguos alumnos son compañeros nuestros en el periódico. Que ETA atente en una universidad (en la de Navarra ya ha ocurrido en seis ocasiones) demuestra que tipo de sociedad persigue. Una en la que las ideas, el respeto, el conocimiento, la libertad y la democracia no tienen cabida. En la que discrepar se paga con una bomba.


No podréis con nosotros.
Somos más.
Somos mejores.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Rediseño de Gigantes



Allá por noviembre de 1985 salió a la calle el primer número de la revista de Gigantes. 1.200 números después y, convertida en la decana del baloncesto español, estrena editorial (América Ibérica) y nuevo diseño.

De la mano de Ignacio Docampo y su equipo, la editorial ha llevado a cabo un profundo rediseño de la única revista de baloncesto que ha salido a la calle, llueva, nieve o truene, todos los martes de cada semana durante más de 20 años. Ha cambiado de manos en muchas ocasiones (Hobypress, El Mundo...), pero nunca ha faltado a su cita, ya sea con las 52 páginas iniciales o las casi 100 páginas que tienen actualmente. Más, incluso, si como en esta ocasión y coincidiendo con el rediseño, llevan un especial de la NBA.
Como revista más veterana del ramo, ha dejado atrás a otras competidoras como Basket 16, Nuevo Basket o SúperBasket, siempre de la mano de Paco Torres, director durante todos estos números.

Más colores, fotos más grandes y nuevos formatos son sólo algunos de los nuevos elementos que podemos contemplar en este revista. Próximamente Ignacio Docampo, responsable del rediseño, contará en este blog cómo ha sido este proceso.

lunes, 27 de octubre de 2008

Diseñario (XXXIV)

Cuando se compuso "I don't like mondays" estamos seguros de que ni se le pasó por la cabeza a este británico tan solidario que los lunes tendrían, al menos, un motivo para existir e incluso para ser esperados con impaciencia como sucede desde hace treinta y cuatro semanas: las entregas de este Diseñario colectivo, irreverente y abierto, que nos ofrecen el comité de expertos de encajabaja.





Píxel. Bellísima palabra que define un punto de luz. Sustantivo de escritura y pronunciación luminosa. Medida relativa que nos informa de cúanto ocupan y de la calidad de las imágenes, de todas las imágenes digitales: fotografías, vídeos, gráficos e incluso las pantallas de los ordenadores.
Además de bella es una palabra muy joven, nació hacia el año 1963 aunque no existe partida de nacimiento y por tanto distintos padres la reclaman como hija, y es un acrónimo (unión de dos siglas o de partes de palabras) formado a partir de los términos ingleses Picture Element. Es decir, elemento de la imagen. Porque ya decíamos que son puntos de luz, en realidad son como los átomos, las unidades mínimas en las que se descompone una imagen digital. Alguno estará pensando que la palabra píxel tiene una "x" que no sale ni de "picture", ni de "element". Sucede porque en inglés existe una manera coloquial de decir y escribir "picture", acuñado en 1932 por la revista cinematográfica Variety Magazine para referirse a las películas y que es "pix", algo así como el "peli" de aquí. De ahí el pix-el.
La cantidad de píxeles que forman una imagen determina su calidad. Porque cuantos más tengan y por consiguiente más pequeños sean, menos podremos apreciarlos a simple vista o incluso no llegar a apreciarlos (que es lo ideal), dando así lugar a una ilusión óptica de tonos y transiciones continuas de color, así como a contornos definidos o bien degradados. Y es que las imágenes digitales se dedican a eso, a engañarnos, a hacernos creer que se representa la realidad tal como es utilizando un conjunto de puntos que en la realidad no existen, una enorme rejilla de celdas de píxeles. A igual tamaño de una imagen, si tenemos menos píxeles, más grande será cada uno de ellos, llegando incluso a darse el caso de que podamos verlos, con el consiguiente descenso de calidad en los detalles que muchos habréis notado y sufrido cuando necesitamos una foto que se pueda publicar.
En esta rejilla de píxeles que juntos forman la imagen, cada uno de ellos se puede codificar con mayor o menor información (la denominada profundidad de color). Puede utilizarse un byte (8 bits) para cada píxel, de manera que cada punto de luz tendrá 256 variaciones de tonalidad, en escala de grises o de colores (256 es igual a 2 elevado a 8, o sea dos valores posibles tomados de 8 en 8, nunca viene mal un repasillo a las variaciones y permutaciones); o se pueden dedicar 3 bytes (como sucede en las imágenes del sistema RGB, un byte para cada uno de sus tres colores: rojo, verde y azul) con lo cual el número de colores posibles es... a ver quién levanta la mano... 16.777.216, los famosos 16 millones de colores, que en realidad son 777.216 más, y que se obtienen al multiplicar 2 elevado a 8 por 2 elevado a 8 por 2 elevado a 8 (los tres bytes).
Finalmente, mencionaremos que existen los denominados píxeles muertos. Píxeles sin luz, estrellas que no llegaron a brillar en el firmamento de las pantallas de ordenador y que se quedan como diminutos puntos siempre apagados. Se trata de defectos en la construcción de las pantallas que la legislación permite a los fabricantes, siempre que suceda dentro de un límite.

Prensa. Máquina para aplastar. Mecanismo que mediante presión obtiene lo que merece la pena (incluso libertad destilada en ocasiones), así como lo que sobra (basura en otras) allí donde se aplica.


Entregas anteriores del Diseñario:
Diseñario (I): aire-anuncio.
Diseñario (II): apoyo-artistas.
Diseñario (III): bandera-blancos.
Diseñario (IV): blog-caja.
Diseñario (V): cajista-cícero.
Diseñario (VI): cintillo-confeccionador.
Diseñario (VII): contorneo-despiece.
Diseñario (VIII): Didot-doble.
Diseñario (IX): Edicomp-encajabaja.
Diseñario (X): entradilla-estilo.
Diseñario (XI): familia-firma.
Diseñario (XII): folio-fotografía.
Diseñario (XIII): Franklin Gothic-fuente.
Diseñario (XIV): fusilar-Garamond.
Diseñario (XV): Gótica-grotesca.
Diseñario (XVI): Gutenberg-huérfana.
Diseñario (XVII): ilustración-información.
Diseñario (XVIII): interletraje-justificado.
Diseñario (XIX): kerning-lector.
Diseñario (XX): legibilidad-línea de base.
Diseñario (XXI): linotipia-luto.
Diseñario (XXII): Mac-mancha.
Diseñario (XXIII): mancheta-maquetador.
Diseñario (XXIV): margen-medianil.
Diseñario (XXV): Milenium-monstruo.
Diseñario (XXVI): negrita-noticia.
Diseñario (XXVII): Ñ-ñoño.
Diseñario (XXVIII): ojo-ordenador.
Diseñario (XXIX): P&J-paginero.
Diseñario (XXX): palo seco-párrafo.
Diseñario (XXXI): pata-PC.
Diseñario (XXXII): periódico-Photoshop.
Diseñario (XXXIII): Pi-pie.

viernes, 24 de octubre de 2008

Rompiendo las reglas

Tal y como vimos en el tercer mandamiento de nuestro amigo Miguel Buckenmeyer, la repetición de elementos es una de las reglas básicas para conseguir una identidad propia. En el caso del suplemento Mercados de El Mundo, tiene, entre otras, dos señas de identidad características: las llamada de portada en la primera página y el friso superior en la sección A Fondo.

Llamadas de portada

Friso


Pero hay ocasiones en los que la superioridad te pide que "hagas algo diferente", "distinto", precisamente para romper ese código e indicar que ese número no es un número normal. Pero hay distinta formas de hacerlo. Una es adaptando lo que tenemos a una nueva forma, pero cumpliendo la misma función. Como pasar de este friso superior...


... a este otro lateral, que se empleó en un número especial en el que se analizaba la situación del sector aéreo. Misma función, distinta ubicación y forma.

Y otra es rompiendo del todo los esquemas establecidos, los códigos, que identifican la publicación. Como por ejemplo, pasando de portadas de este tipo...

... a una portada como esta otra. Eliminamos el friso, el índice y todo lo que hacía reconocible, a simple vista, la portada de Mercados, pero había que hacer algo "distinto". Tanto que convertimos a Gordon Brown en el nuevo Adam Smith.

Pero ahí siempre surge la duda. ¿Podemos romper las reglas?, ¿debemos romperlas?, ¿nuestros lectores seguirán viendo la publicación como antes?. El caso es que, en ocasiones, para poder cumplir las reglas antes hay que romperlas.