Pues sí. Al final resulta que no va a ser Obama quien cambie El Mundo, sino su director de arte, Carmelo G. Caderot, junto a su equipo de diseño con Manolo de Miguel a la cabeza, dando forma a un proyecto iniciado hace ya unos dos años por el director del periódico, Pedro J. Ramírez, y que tenemos que hacer en perfecta simbiosis con toda la redacción. Es difícil hacerlo así, pero es así como debe hacerse y a pesar de las dificultades vamos a intentarlo.
Hemos decidido hablar de lo que no queríamos hablar hasta que saliera a la calle, que de estas cosas no se habla antes de tiempo, porque nuestro director lo hizo público el pasado domingo (él sí puede, incluso debe) en su "Carta del director" además de en el más que interesante blog de Arcadi Espada El Mundo por dentro y, como era de esperar, parte de la blogosfera diseñoperiodística o periodística a secas (aquí, aquí, o aquí...) se ha hecho eco de que el diario El Mundo va a cambiar su diseño. También hay quien ha aprovechado para repetir, una vez más, que a ver si el diario cambia además su orientación política (suponemos que para conseguir así una sociedad de pensamiento único, el suyo claro) pero nosotros no entramos en los contenidos porque en nuestro periódico, a diferencia de lo que sucede en alguna que otra secta, quienes lo hacemos podemos pensar y tener la orientación política que queramos... mientras que la línea editorial la marca el director. Como tiene que ser, ¿no?
Volviendo a lo estrictamente formal, que es lo que nos ocupa, el cambio se está produciendo en realidad poco a poco, fundamentalmente en la estructura de sus páginas, como muchos de vosotros habréis apreciado desde hace algunos meses. Los Juegos Olímpicos de Pekín, y la campaña electoral norteamericana han sido acontecimientos destacadados en los que ya hemos aplicado muchas de estas nuevas estructuras:
Hemos decidido hablar de lo que no queríamos hablar hasta que saliera a la calle, que de estas cosas no se habla antes de tiempo, porque nuestro director lo hizo público el pasado domingo (él sí puede, incluso debe) en su "Carta del director" además de en el más que interesante blog de Arcadi Espada El Mundo por dentro y, como era de esperar, parte de la blogosfera diseñoperiodística o periodística a secas (aquí, aquí, o aquí...) se ha hecho eco de que el diario El Mundo va a cambiar su diseño. También hay quien ha aprovechado para repetir, una vez más, que a ver si el diario cambia además su orientación política (suponemos que para conseguir así una sociedad de pensamiento único, el suyo claro) pero nosotros no entramos en los contenidos porque en nuestro periódico, a diferencia de lo que sucede en alguna que otra secta, quienes lo hacemos podemos pensar y tener la orientación política que queramos... mientras que la línea editorial la marca el director. Como tiene que ser, ¿no?
Volviendo a lo estrictamente formal, que es lo que nos ocupa, el cambio se está produciendo en realidad poco a poco, fundamentalmente en la estructura de sus páginas, como muchos de vosotros habréis apreciado desde hace algunos meses. Los Juegos Olímpicos de Pekín, y la campaña electoral norteamericana han sido acontecimientos destacadados en los que ya hemos aplicado muchas de estas nuevas estructuras:
Páginas publicadas durante este verano sobre los Juegos Olímpicos de Pekín.
Páginas publicadas el lunes de esta semana sobre el triunfo español en la Copa Davis
Evidentemente, el rediseño que se quiere llevar a cabo es mucho más, implica sobre todo un cambio no sólo en la estructura de las páginas, sino también en la estructura de la redacción como ha señalado Pedro J., quien también reconoce que la crisis ha obligado a adelantar el proyecto. Estrategia que algunos critican... a la vez que critican a quienes ante una crisis se quedan con los brazos cruzados. Desde el punto de vista del diseño también habrá novedades tipográficas, de organización de secciones o de paletas de color que no os podemos adelantar por motivos obvios pero que pronto estarán en vuestras manos y podréis juzgar. Porque no somos nosotros quienes debamos hacerlo, ser jueces y parte interesada, sino los destinatarios.
Claro que hay quien ya está lanzando juicios, algo apresurados tal vez. Nuestro gurú favorito, el gurú Varela, escribe en su blog y con la etiqueta "fin era prensa" que este rediseño se hace "no se sabe si para parecerse todavía más a El País, como ha hecho en los últimos años", curiosa afirmación en boca de un "consultor y experto en medios de comunicación" cuyas ideas no hacen otra cosa sino parecerse, o repetirse, a las de los gurús anglosajones del apocalipsis. Un gurú para quien los rediseños no solucionan nada (y puede que en ocasiones tenga razón) que no sea su propia cuenta corriente, a tenor de todos los rediseños en los que ha participado aportando más "ideas" que páginas. Un señor que se toma muy en serio a sí mismo, afable y cariñoso con sus semejantes, de quien hablan bien aquellos que no han tenido el placer de trabajar con él, y que ahora se dedica a tiempo completo a aburrirnos con sus sermones 21 sobre lo que tenemos que hacer y lo que tenemos que pensar. Y con lo que SI hay que hacer y lo que NO hay que hacer en un tono pomposo y pendante cargado de la única verdad de quien nunca se equivoca. Acierta tanto, que incluso publica este mismo artículo dos veces: en su blog personal Periodistas 21 y en su blog Sociedad cableada de Soitu (web que merece mucho la pena, que recomendamos no porque tengamos allí algunos amigos sino por su apuesta arriesgada, nueva y su calidad: imprescindible Pérez de Albéniz y su blog El Descodificador). Esto de escribir lo mismo en sitios diferentes debe tratarse de una práctica del nuevo periodismo 3.0, "rentabilidad duplicada" si lo bautiza un gurú, o algo así que nuestras mentes inferiores no alcanzan a comprender y que por eso necesitamos leer dos veces con la ayuda de su prosa ágil y fresca... o una vieja práctica del periodismo de siempre, de ese que se muere, la de intentar colar el mismo artículo en dos medios, con el manido y patético truco de cambiarle alguna palabrita, como quien disimula silbando.
Nosotros sí nos vamos a equivocar porque no vamos a hacerle caso. Vamos a seguir haciendo un periódico de papel. De maravilloso papel. Sí, coño, de papel. Vamos a intentar mejorarlo, vamos a buscar nuevas fórmulas, vamos a intentar hacer páginas nuevas, a no repetir la misma en dos sitios... Y por eso, entre otras cosas, se rediseña El Mundo.
Claro que hay quien ya está lanzando juicios, algo apresurados tal vez. Nuestro gurú favorito, el gurú Varela, escribe en su blog y con la etiqueta "fin era prensa" que este rediseño se hace "no se sabe si para parecerse todavía más a El País, como ha hecho en los últimos años", curiosa afirmación en boca de un "consultor y experto en medios de comunicación" cuyas ideas no hacen otra cosa sino parecerse, o repetirse, a las de los gurús anglosajones del apocalipsis. Un gurú para quien los rediseños no solucionan nada (y puede que en ocasiones tenga razón) que no sea su propia cuenta corriente, a tenor de todos los rediseños en los que ha participado aportando más "ideas" que páginas. Un señor que se toma muy en serio a sí mismo, afable y cariñoso con sus semejantes, de quien hablan bien aquellos que no han tenido el placer de trabajar con él, y que ahora se dedica a tiempo completo a aburrirnos con sus sermones 21 sobre lo que tenemos que hacer y lo que tenemos que pensar. Y con lo que SI hay que hacer y lo que NO hay que hacer en un tono pomposo y pendante cargado de la única verdad de quien nunca se equivoca. Acierta tanto, que incluso publica este mismo artículo dos veces: en su blog personal Periodistas 21 y en su blog Sociedad cableada de Soitu (web que merece mucho la pena, que recomendamos no porque tengamos allí algunos amigos sino por su apuesta arriesgada, nueva y su calidad: imprescindible Pérez de Albéniz y su blog El Descodificador). Esto de escribir lo mismo en sitios diferentes debe tratarse de una práctica del nuevo periodismo 3.0, "rentabilidad duplicada" si lo bautiza un gurú, o algo así que nuestras mentes inferiores no alcanzan a comprender y que por eso necesitamos leer dos veces con la ayuda de su prosa ágil y fresca... o una vieja práctica del periodismo de siempre, de ese que se muere, la de intentar colar el mismo artículo en dos medios, con el manido y patético truco de cambiarle alguna palabrita, como quien disimula silbando.
Nosotros sí nos vamos a equivocar porque no vamos a hacerle caso. Vamos a seguir haciendo un periódico de papel. De maravilloso papel. Sí, coño, de papel. Vamos a intentar mejorarlo, vamos a buscar nuevas fórmulas, vamos a intentar hacer páginas nuevas, a no repetir la misma en dos sitios... Y por eso, entre otras cosas, se rediseña El Mundo.