lunes, 15 de febrero de 2010

Diseñario 2.0 (XX)

En este mundo incierto existen todavía quienes se refugian en un extraño anonimato y, perdidos, alejados de todo posible reconocimiento, sabiendo además que intentan encuadrar, o poner límites, a una obra que además no los tiene, siguen adelante hacia el infinito, y más allá. Por otro lado, estamos casi seguros de que si la divertidísima, y originalísima, gala de los Premios Goya entregase uno de ellos al mejor diseñario, y lo ganasen quienes escriben cada semana para nosotros esta obra colectiva, irreverente y abierta a vuestra participación sobre el diseño periodístico y la prensa en general, es bastante probable que los enigmáticos miembros del comité de expertos encargados de su redacción no se dieran a conocer ni siquiera para subir, empasillados por los aplausos de todos los asistentes puestos en pie, a recoger el premio. Con todos ustedes, una nueva entrega del Diseñario.





Empasillado. En los periódicos la información no sólo se lee, sino que también se ve. Esto quiere decir que la forma, tantas veces caprichosa, no lo es tanto cuando obedece a un contenido. Una manera de destacar una información, de resaltar su singularidad, consiste en variar su forma, su morfología, haciendo que resalte en medio de un texto de características más ordinarias...
Se conocen como empasillados a los elementos que se encuentran confinados entre dos trazos generalmente horizontales, de manera que la impresión óptica es la de un texto preso en un estrecho pasillo. De ahí, ¡oh, universo inexcrutable! su desconcertante nomenclatura. Los empasillados, por su singular puesta en página, se utilizan para destacar pequeños títulos, epígrafes que aún con afán de título secundario, digamos que no consiguen alcanzar ese rango. ¿Cómo metemos un título dentro de un texto sin llegar a tener la importancia de un segundo título, pero destacándolo de manera que no pase por simple ladillo? Empasillalo. Y con tan simple maniobra, no sólo solucionas la difícil papeleta de contentar a un redactor con pretensiones pero sin recursos, sino que, lo más importante, enriqueces los niveles de lectura de la página. Ya no sólo contiene un primer nivel de lectura, aquel que defienden los titulares, subtítulos y apoyos, sino que engrosan los niveles secundarios, esos que competen a sumarios, ladillos, etc. De un simple vistazo, consigues localizar entre la información una pequeña llamada sobre un tema, tangencial o no tanto, que o bien puede llamar a otra página (en los empasillados de la portada) o bien aumentan la jerarquía de algún ladillo, dando fe de su mayor importancia. No es lo mismo un ladillo en mitad de un texto que una serie de empasillados, con mucha más información y mucho más valorada...
Esto por lo que se refiere al diseño. Porque a los maquetadores también se nos puede empasillar. Esto ocurre con más frecuencia de lo que nos gustaría y se da cuando los redactores, ansiosos por encontrar soluciones a sus problemas, te asaltan en medio del pasillo, cuando estás en la fila para sacar un café, o en el angosto repartidor que da acceso al ascensor. Generalmente te sitian contra la pared, o te cierran el paso hacia el garaje (de ahí el empasillamiento) o en casos extremos, intentan entrar contigo en el baño, en una clara violación de tu intimidad...de tránsito. Lo hacen desbordados por la presión, animados por alguna ocurrencia de última hora, en una clara muestra de imprudencia, porque no hay especie más peligrosa en el reino animal que un maquetador que se siente acorralado. Capaces de cualquier barbaridad en esas situaciones límite, no es la primera vez que se han visto en algún periódico redactores huyendo despavoridos, con las ropas hechas jirones, mientras al fondo, un maquetador con los ojos inyectados en sangre aulla: "¡¡¡¡Me estoy tomando un café, por Dios!!!! ¡¡¡¡Son mis dos minutos libres del díaaaa!!!"

Encuadrar. Delimitar el espacio de una fotografía, decidir qué va a aparecer en ella y qué se va a quedar fuera. Es "el escenario de la imagen", según la mejor definición impresa que hemos encontrado ("El ojo del fotógrafo", Michael Freeman). No es un tecnicismo cualquiera, ni uno más de entre los muchos que gasta la fotografía, porque se trata ni más ni menos del elemento que en la mayor parte de los casos diferencia la foto de un pofesional o un aficionado avanzado de la que podríamos denominar "foto del cuñado". Sí, ese que se compró en Andorra o Canarias un mamotreto de muchos millones de píxeles con su funda incorporada y se dedica ahora a cortar pies, por los tobillos, nada de planos medios americanos o de la nacionalidad que sea, mientras el cielo, o una pared acribillada con las sombras del flash, o la nada, ocupan dos terceras partes de la imagen. El lo llama "enfocar", a encuadrar, tal vez porque de que el motivo fotografiado esté en foco, nítido en el plano de la imagen, ya se encarga la cámara, a duras penas, autofocando si nos permiten la licencia.
El encuadre está muy relacionado con el corte que se le quiera dar a las imágenes para ser impresas, y de cuyos aspectos ya nos ocupamos en la voz correspondiente. Pero si bien el corte es una intervención en una imagen ya realizada, el encuadre es de lo que nos ocupamos, o deberíamos, cuando estamos tomando la fotografía, y para lo que conviene mirar no sólo la figura central que queremos inmortalizar sino todo el rectangulito de nuestro visor para ver así todo lo que allí aparece, cómo está organizado (eso sería la composición) y dónde están los límites, dónde empieza y termina la imagen. Aspectos todos ellos sobre los que el fotógrafo tiene que decidir y que no lo hace ni hará ninguna cámara por sí sola, analógica, digital o de rayos X.


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.
Diseñario 2.0 (XIX): Elzevir-empacar.

viernes, 12 de febrero de 2010

Revista de blogs (IX)

Cada día son más los blogs que aparecen en Internet, pero no por ello todos merecen ser destacados. Sin embargo, en esta suerte de Revista de prensa (cibernética) os traemos una nueva entrega de los blogs, personales o no, que merecen nuestra atención.




En la boca del lobo. En uno de sus últimos post, el periodista Ramón Lobo, celebra el primer cumpleaños desde que sus amigos le convencieran para utilizar el blog como herramienta de comunicación. Y nosotros le damos las gracias a sus amigos por animarle y a él por ser uno de los diarios personales de visita obligada dentro del maremágnum de [des]información en el que se ha convertido internet. Esta es, sin duda, la única boca del lobo en la que no nos da miedo entrar. Y uno de los mejores blogs periodísticos en lengua castellana. Por ello, pasa a nuestra galería de imprescindibles.





Periodista (y) colegiado. Ha sido trencilla y es periodista. Si sumamos esas dos facetas, criticadas por sistema, nace este blog en el que nuestro compañero y, sin embargo amigo, Alberto D. Prieto desgrana la polémica futbolera generada por los hombres de negro. Como un padre nuestro, recita la norma para decir qué es penalti, por qué es fuera de juego y si la expulsión es merecida o no. Nosotros, aún así, seguimos protestando y gritamos: "Ha sido el seis, penalti y expulsión".





Malaprensa Llevan ya un tiempo descubriendo a los Pepé Gotera y Otilio de los medios impresos. Destapando aquellas chapuzas y errores que deberían avergonzar a sus responsables. Por eso, no tienen piedad en darnos a conocer titulares erróneos, estadísticas malinterpretadas (conscientemente o no) e incluso errores becariales de esos que te alegran el café de la mañana. Josu Mezo, su editor, tiene tanta (y tan necesaria) "mala leche" que tiene hasta sus propios premios. Todo para convertir la malaprensa en buena.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Maquetar es informar (y V)

Finaliza con esta entrega la serie de vídeos que os hemos estado ofreciendo sobre la conferencia "Maquetar es informar", que a cargo de nuestro compañero de blog Mario Benito, inauguró las I Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información organizadas por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Terminamos con el apartado titulado "Equilibrios de poder", donde explicamos la curiosa contradicción que se da en la redacción de un periódico donde algunos periodistas no consideran periodística nuestra función... pero todos ellos quieren controlarla. Todo el mundo "sabe" de diseño.


Maquetar es Informar (y V) from encajabaja on Vimeo.



Para nosotros, la tensión dialéctica entre las distintas secciones y la sección de diseño es necesaria; de la confrontación de criterios periodísticos saldrán las mejores páginas cada día, mientras que de la imposición arbitraria y sin criterio del "cambia esta página porque a mí no me gusta", propia generalmente de quienes tienen poder pero no saben, lo más probable es que el resultado sea mediocre.

Como en las anteriores entregas, la toma de imágenes corrió a cargo de Quique Falcón y Nacho Arbalejo; y la edición de vídeo es de nuestro compañero de blog Quique Falcón.

Terminamos agradeciendo una vez más, porque es para nosotros muy importante el que un foro así nos haya permitido tener una voz, aunque sea en minúsculas, la oportunidad que nos dio la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y muy especialmente a nuestro querido maestro y amigo Pedro Pérez Cuadrado, organizador de las Jornadas, que nos invitó a que participáramos en ellas contando, y mostrando, nuestra manera de entender el diseño periodístico. Gracias a él nos hemos dado cuenta además, de que "Maquetar es informar" es el lema de este blog, y así figurará en un próximo rediseño de nuestra cabecera.
Gracias también tanto a los alumnos que tuvieron la paciencia de escucharnos y hacernos preguntas, como a quienes habéis seguido la conferencia en diferido a través del blog.


Anteriores entregas
Maquetar es informar (I)
Maquetar es informar (II)
Maquetar es informar (III)
Maquetar es informar (IV)

martes, 9 de febrero de 2010

Besos y almíbar

Probablemente esta sea la semana más edulcorada de todo el año. Los grandes (y no tan grandes) comercios ponen en marcha su maquinaria para que los novios y novias, maridos y mujeres, amantes y amados se estiren y tengan un detalle el próximo domingo 14 de febrero. Sí, el día de San Valentín (tranquilo, todavía tienes tiempo para comprar algo). Y, probablemente, esta canción de The Beatles, sea la que más suene durante estos siete días.



Es el espíritu del Día de San Valentín, del que difícilmente la gente puede abstraerse. Y nosotros, gente de espíritu débil cuando de amor se trata, hemos caído. Sí, porque si no, no tiene explicación que diéramos no una, ni dos, sino !tres fotografías de besos! en una misma sección.

Y tenemos que reconocer que lo hemos hecho aposta. Ana Alonso, de Internacional, y un servidor lo decidíamos a medida que diseñábamos la sección de Mundo. Con la primera foto ni lo pensamos, quedaba perfecta; con la segunda, el almíbar ya asomaba un poco y la coincidencia besucona nos hacía gracia; pero con la tercera lo pensamos un poco y decidimos apostarlo todo a rojo corazón, a pesar de las comprensibles dudas de Concha, editora gráfica. "Es la semana de San Valentín", teníamos la excusa perfecta.

Tres besos, tres, en las páginas de Mundo

lunes, 8 de febrero de 2010

Diseñario 2.0 (XIX)

Si los miembros del muy secreto comité de expertos de encajabaja encargados del Diseñario fuesen capaces de salir de su retiro para echar un vistazo a la difícil situación económica que vivimos, a la que esta semana todo el mundo mundial parece haberse puesto de acuerdo para hundir un poquito más con la ayuda inestimable del Gobierno y la "constructiva" oposición, (genial, una vez más, la viñeta del genial Ricardo el pasado martes, 2 de febrero) seguramente llegarían a la sabia conclusión, sabios como son, de que este país está necesitando un gobierno de concentración en el que participen todos, o al menos un gran acuerdo de todas las fuerzas políticas, sindicatos, empresarios... de todos y cada uno de los ciudadanos juntos, sin importar la ideología de cada uno, para sacar esto adelante... pero mucho nos tememos que no vamos a lograr ni siquiera que se pongan de acuerdo para salir a echar ese vistazo y tengamos que contentarnos con las entregas semanales de esta obra suya, nuestra y vuestra, colectiva, irreverente y abierta, sobre el diseño periodístico y la prensa en general.





Elzevir. Familia de prestigiosos impresores y editores de los Países Bajos, cuya actividad transcurrió entre 1580 y 1712. En el siglo XVII, cuando fallece el fundador Luis Elzevir (originario de Lovaina, pero que estableció la imprenta en Leyden, Holanda) deja el negocio a sus nueve hijos que lo extienden con sucursales en La Haya, Utrech y Amsterdam. En 1620 obtuvieron el título de Impresores de la Universidad y entre 1622 y 1652 alcanzaron su máximo esplendor. Aunque al parecer las técnicas comerciales de estos señores combinaban ediciones en pequeño formato precursoras del ahora llamado libro de bolsillo con técnicas que pasaban por alto cualquier consideración ética con tal de vender (cambiar las portadas de los libros para hacer pasar por nuevos ediciones sobrantes, o hacer modificaciones mínimas para burlar a la SGAE de turno, por ejemplo), los libros editados por ellos entonces son apreciadísimos por su calidad y reciben el nombre de elzevirianos o elzevirios.
Además, con el nombre de elzeviriano se denomina todo un estilo de tipos de letra herederos de los que diseñó Van Dyck para los Elzevir en este siglo XVII. Tipos de ojo medio elevado, de amplios contrastes y remates robustos que se alejaban de la caligrafía manual mucho más que sus antecesores renacentistas italianos y luego franceses.
Como elzevirianos (o de estilo antiguo) se llama a los números del tamaño del texto en minúsculas, elegante y refinada manera de componerlos en libros con aire clásico, en vez de con la acostumbrada altura de las mayúsculas como hacemos en la mayor parte de los impresos, incluidos nuestros descuidados periódicos.

Embargo. Embargo: Palabra de múltiples significados en el mundo de la prensa.
1. Sensación fisico/mental que te invade en el momento de hacer una página digna de mención o, como se dice en estos casos, cojonuda. Se puede reconocer a un ser embargado por la emoción de una maqueta bien hecha, cuando parece asomar una lagrimillla por uno de sus ojos o su sonrisa ilumina su cara. Al contrario que un embargo económico, que viene de sopetón, sin aviso y como un bofetón en la cara, este embargo maquetil va creciendo poco a poco a medida que la página es concebida... También se puede reconocer a un ser embargado por alzar los brazos por sorpresa y exclamar "¡Sí!" La gente de alrededor le mira extraño, pero cuando ven la maqueta también resultan embargados... por la emoción, insistimos.
2. Retraso en la difusión de la portada de un periódico. El motivo suele ser evitar romper una exclusiva. Imagínate que se te olvida embargar la portada y la competencia se entera, gracias al típico locutor radiofónico, del temazo que llevas al día siguiente. Si no se embarga esa portada, se puede producir la tercera acepción de embargo (ver punto siguiente).
También se pueden embargar noticias de agencias, que las mandan por la línea con la advertencia de que no se pueden publicar hasta una determinada fecha. Casi siempre se respeta este embargo, aunque siempre hay alguno que, tras pretender publicarla, dice... "Ah, no había visto que está embargada."
3. Retención en la nómina o incautación de bienes por parte de los acreedores del deudor al no poder hacer frente a una deuda. A esta situación se puede llegar por muchas vías, una de ellas la anteriormente citada (la de no respetar el embargo de una portada=bronca=despido=embargo).
La otra, viene derivada del cuasi embargo que provoca acabar una maqueta y que justo en el último momento se caiga el sistema. La reacción inmediata es rabia e incredulidad, que puede derivar en la destrucción del costosísimo equipo empleado. Y de ahí, al embargo, puede haber un paso.
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Empacar. O empaquetar. Hacer paquetes, claro. De periódicos. Aproximadamente de 25 ejemplares cada paquete. Esos paquetes que habréis visto lanzar desde furgonetas a los quioscos en alguna película americana. Se hacen en la propia rotativa y para los no iniciados resultan extremadamente difíciles de abrir porque los periodicos van envueltos con dos durísimas cintas de plástico que sólo se pueden cortar con unas tijeras que nunca están a mano y porque se desconoce el secreto de cómo se abren. Tan fácil. Sin ninguna herramienta ni accesorio. Con las manos. Pero, eso sí, conocimiento secreto que sólo se puede adquirir con años de trabajo en la prensa...


Entregas anteriores del Diseñario 2.0:

Diseñario 2.0 (I): adelanto-alcance.
Diseñario 2.0 (II): apaisado-arte final.
Diseñario 2.0 (III): aspirina-autoedición.
Diseñario 2.0 (IV): background-billete.
Diseñario 2.0 (V): bobina-breves.
Diseñario 2.0 (VI): cabecear-camisa.
Diseñario 2.0 (VII): carácter-carpintero.
Diseñario 2.0 (VIII): catálogo-chillón.
Diseñario 2.0 (IX): chiste-cierre.
Diseñario 2.0 (X): clavo-colchón.
Diseñario 2.0 (XI): columpiarse-comerse.
Diseñario 2.0 (XII): compacto-corresponsal.
Diseñario 2.0 (XIII): corte-crítica.
Diseñario 2.0 (XIV): crisis-crónica.
Diseñario 2.0 (XV): cuadratín-deformar.
Diseñario 2.0 (XVI): desguace-directo.
Diseñario 2.0 (XVII): director-documentación.
Diseñario 2.0 (XVIII): editorial-EGM.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Maquetar es informar (IV)

Seguimos hablando del proceso degenerativo, la evolución de las páginas en el día a día a partir de un prototipo, siempre al servicio de la información. En este apartado de la conferencia "Maquetar es informar" de nuestro compañero de blog Mario Benito que abrió las I Jornadas de Diseño en la Sociedad de la Información organizadas por Pedro Pérez Cuadrado, en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, analizamos casos que afectan al denominado ritmo de lectura, muy importante en una publicación impresa.


Maquetar es informar (IV). El proceso degenerativo II from encajabaja on Vimeo.



Ritmo de lectura que se refiere a las relaciones de unas páginas con las anteriores y posteriores, dentro de una sección determinada, e incluso dentro de la publicación completa. Como habéis visto, en ocasiones modificar una página implica modificar otras que se ven afectadas, y a veces incluso toda la sección, como en el caso de Deportes con el que ilustramos el final de este "proceso degenerativo".

La toma de imágenes corrió a cargo de Quique Falcón y Nacho Arbalejo; y la edición de vídeo es de nuestro compañero de blog Quique Falcón.

La próxima semana, la última entrega de "Maquetar es informar".


Anteriores entregas
Maquetar es informar (I)
Maquetar es informar (II)
Maquetar es informar (III)




Actualización:
Hablando de maquetadores, os enlazamos un magnífico y divertidísimo artículo del blog "El mejillón suicida" titulado "Maquetadores, ¿gremio o secta aniquiladora de la especie humana?" en el que dan su punto de vista sobre nuestra curiosa profesión. Hemos intentado desde hace ya tiempo, no creáis, que alguien desde "el otro lado", es decir un redactor, escribiera un texto de este estilo y contenido para nosotros, pero hasta el momento nadie de los varios miles de ellos que conocemos se ha atrevido. Algo de verdad tendrá pues el valiente artículo que desde aquí enlazamos y os recomendamos muy mucho... porque también somos humanos y tenemos algo parecido a un corazoncito, joder, ¿queda claro?, mejillón.

martes, 2 de febrero de 2010

Algo tan antiguo, algo tan denostado

La irrupción de la red global, esa maraña de uves dobles y fibra óptica que a muchos nos ha cambiado la vida y a todos nos la ha hecho posiblemente más fácil o completa, seguro que más apasionante, ha traído aparejada también problemas y vicios. Y si hablamos de Internet y Periodismo podemos hablar largo y tendido de vicios adquiridos.

Está claro que la telaraña virtual ha facilitado a los periodistas el acceso a cada vez más fuentes de información, más variadas e insospechadas, de manera casi instantánea. Quisiera ver a los becarios (ojo, todos lo hemos sido) de ahora buscarse las habichuelas como los profesionales de antaño, cuando la calle, las bibliotecas, los departamentos de documentación y el teléfono -ese aliado imprescindible, anónimo e inmóvil que por entonces ni soñaba con decirnos la hora ni mucho menos indicarnos cómo llegar a un lugar- eran las únicas herramientas aparte del bagaje y acervo personal. Hoy día, a todo eso se le ha sumado Internet, con su inmediatez, con su vasta cantidad de datos e información, con su posibilidad de acceso y recopilación en cualquier momento y lugar.

Dos de los peores vicios, a los que alguna vez nos hemos referido, que se cometen hoy día son el uso y abuso del "corta y pega" indiscriminado (ausencia absoluta de selección coherente, edición y elaboración propia de la noticia) y la falta de contraste de las fuentes. Quizás una de las primeras cosas que aprendes en ese edificio llamado Facultad de Periodismo es que LAS FUENTES DEBEN CONTRASTARSE antes de dar una noticia, un dato, una declaración por correcta y publicable. Y creo que es de las cosas que más se machacan en la carrera. Pues bien, seguimos cayendo en la trampa; una veces por desidia, otras veces por la competitividad desmedida y la rapidez inusitada, por tener que llegar más lejos y antes que nadie.

Contrastar las fuentes, un clásico tan denostado hoy día... ¡Cuántos problemas nos ahorraríamos si cumpliéramos una lección tan añeja y repetida!

Tras la presentación el pasado miércoles por parte de Apple de su nuevo iPad, su llamémosla tableta multimedia, la blogosfera y la Red se llenaron, en una demostración de atención mediática increible, de alabanzas, críticas y análisis igual que semanas antes le habían dedicado su atención a base de rumores, especulaciones y expectación. El canal Cuatro llevó la presentación del iPad a su telediario y lo hizo de la peor manera, ofreciendo unas características del producto que no se correspondían con la realidad. Lo triste es que esto no sucedía antes de la presentación, sino después, ilustrando la pieza con imágenes subtituladas del evento.

Noticias Cuatro, como puede verse en el siguiente vídeo, afirmó sin rubor que el iPad contaba con "conexión de TDT en Alta Definición, reproductor de audio, pantalla de 10 pulgadas, cámara para videollamadas, cámara de fotos, dos mandos y wifi para jugar en red, conexión 3G". Bueno, no está mal, 3 de 7 aciertos, pero menos del 50%. ¿Conexión TDT? ¿Cámara para videollamadas? ¿Cámara de fotos? ¿Dos mandos? ¿Pero cuándo anunció eso Steve Jobs? Debió ser en algún momento que fui al baño... Quisiera saber si nuestros compañeros de Cuatro tuvieron a bien leerse alguna nota de prensa emitida por Apple sobre el producto, entrar en la web oficial al respecto una vez presentado el mismo, ver la presentación vía streaming como pudimos hacer todos (aún hoy puede verse en diferido) o meramente informarse en algún blog especializado serio y respetable. Pues no parece; debieron fiarse de los rumores previos, de blogs o webs que hablan de lo que han oído otros que han escuchado de los de más allá... ¿Tanto costaba confirmar las características? ¿Tanta prisa había? ¿Porqué esa manía, ese riesgo, esa pereza, esa temeridad de no contrastar las fuentes, y más si son cibernéticas, virtuales?


Que el telediario en cuestión informe de un producto que dicen que está destinado a cambiar la historia de la informática dando datos inexactos es cuando menos sorprendente.

Los que somos periodistas lamentamos hechos así, y yo prefiero que me den menos información pero al menos contrastada y veraz. No creo que sea mucho pedir.